La lengua manipula, la lengua distorsiona
la realidad, y todavía más: la realidad la
crea la lengua. Es fascinante y a la vez
asusta el hecho de saber que estamos ante
el arma humana más fuerte y de apariencia más inofensiva.
[Laia Pascual, estudiante de 2º curso de Traducción e Interpretación, marzo de 1999]. Cassany 2003
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