Los valores que la humanidad exaltó durante siglos como formas ideales o especialmente gratas de su existencia, la juventud, la salud, la belleza, el vigor, terminan siendo utilizados como señuelos para inducir a los hombres a un consumo cada vez más artificial e injustificado. Vemos a esas hermosas muchachas que vacilan entre el pudor y la ostentación, en la más tentadora de las fronteras; vemos esos jóvenes andróginos que copian los gestos de los mármoles clásicos; vemos esas parejas como sorprendidas en los umbrales del amor y el deseo; todo es allí tentación y sensualidad, todos esos cuerpos están ofrecidos, a la vez como promesas y como paradigmas de una vida plena y feliz en la que nunca cesa el ritual, donde la plenitud no tiene pausas, donde el amor no vacila, donde la vitalidad no fatiga y la belleza no parpadea, en su estudiosa eternidad de fotografías y películas comerciales, y nos parece que hay una legión de seres trabajando para nuestra felicidad. Después de comprender el texto, se puede deducir que los valores de la humanidad:
Select one or more of the following: