Narrador y dramaturgo ruso. Considerado el representante más destacado de la escuela realista en Rusia, su obra es una de las más importantes de la dramaturgia y la narrativa de la literatura universal. Su estilo está marcado por un acendrado laconismo expresivo y por la ausencia de tramas complejas, a las que se sobreponen las atmósferas líricas que el autor crea ayudado por los más sutiles pensamientos de sus personajes.
En los últimos años del siglo se produjeron dos hechos que sin duda modificaron su curso: la nueva orientación del escritor hacia la izquierda, que le alejó de su amigo Suvorin, conservador, y el éxito de su drama La gaviota en el Teatro de Arte de Moscú, de Stanislavski y Nemirovich-Danchenko.
La aguda intuición de la tristeza de la vida, que muchos atribuyen erróneamente sólo al Chéjov de los años maduros, se hallaba ya en él. De la misma forma, la capacidad de ver a las criaturas humanas en envolturas hechas adrede para provocar la risa continuó caracterizando su estilo.