Created by Arturo Jáuregui2208
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CORPORACIONES Y FUEROS
A finales del siglo XVIII, la población novohispana aumentó casi 50% respecto a cincuenta
años antes. Mientras en 1742 se han calculado alrededor de 3 300 000 novohispanos,
en 1810 había poco más de seis millones; 60% de ellos eran indios, en tanto
que 20% estaban registrados como españoles y el 20% restante estaba compuesto
por descendientes de esclavos y población mestiza, comúnmente llamados “castas”,
que no entraban en las categorías jurídicas de indio y español.
Esas diferencias sociales eran reconocidas por la ley. En la sociedad novohispana no
había un sistema jurídico para todos. Por ejemplo, los indios estaban sujetos al pago
del tributo, mientras los españoles no.
Las corporaciones eran el modo en que se organizaba la sociedad virreinal. Por ejemplo,
todos los universitarios, estudiantes, profesores y graduados formaban una corporación
que era la universidad. La Iglesia era otra de las grandes corporaciones.
LAS TENCIONES SOCIALES DE LA SOCIEDAD
Tanto en las plazas y los comercios, como en las iglesias, las pulquerías,
el teatro, las callejuelas y las fuentes de las ciudades novohispanas, confluían
indios jornaleros, de repartimiento, artesanos y trabajadores mineros.
En las ciudades también había mercaderes que compraban y vendían
diversos productos al menudeo, desde frutos y granos, hasta pájaros,
patos, ropa y sombreros, muchos de ellos provenientes de los pueblos y
barrios aledaños. También iban y venían por las ciudades indios huidos de
sus comunidades, esclavos y libertos, hombres y mujeres africanas o sus
descendientes, sirvientes domésticos, trabajadores de obrajes o fugitivos
en busca de ocupación y refugio; clérigos sin parroquia, de sotanas largas
y pies descalzos; trabajadoras sexuales, vagabundos, pícaros y léperos
quienes hurtaban, estafaban y se ganaban la vida de maneras diversas.
CRECIMIENTO DE LAS HACIENDAS
Después de la Conquista, las tierras de pueblos indios fueron cedidas
o vendidas por la Corona a españoles que incrementaron
sus propiedades hasta conformar grandes haciendas heredadas.
Las empresas agrícolas fueron dotadas de trabajadores que provenían
de las comunidades cercanas por medio de la coerción
desde el gobierno o mediante la contratación individual y el pago
por adelantado que convirtió a los indios en jornaleros endeudados
Pueblos y comunidades lucharon para defender sus tierras ante el
avance de las haciendas. Estos conflictos se intensificaron con el repunte
de la población india en el centro de Nueva España a partir del
siglo XVII. Durante el siglo XVIII las haciendas se multiplicaron en regiones
económicas organizadas en función de la producción minera.
A los constantes conflictos entre haciendas y pueblos, se sumaron las crisis agrícolas
que provocaron hambre y desabasto en las ciudades.