Las Teoría de las Tres Sustancias

Descartes parte de un supuesto. Él creía que la razón humana es universal y que permanece idéntica y que por lo tanto debería existir un método que fuese universal y común a todas las ciencias.

Una exigencia de este método es el ejercicio de la duda.

““Aquello de lo que sea posible dudar” es una expresión lo suficientemente general para recoger todo aquello de lo que Descartes duda. Descartes va a por lo más difícil, de modo que comienza por dudar del testimonio de los sentidos, puesto que algunas veces le engañan, es posible dudar de ellos.” La guía de Filosofía 18 de abril de 2013 Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Hay que dudar de todo lo que sea dudable, de la realidad que percibimos por los sentidos e incluso de las propias matemáticas. En este proceso de duda hay algo de lo que no podemos dudar, de que estamos dudando y si se está dudando es que hay algo que duda. La comprobación de que hay algo que está dudando le lleva a descartes a afirmar que existe una sustancia cuya cualidad es el pensar. De este modo descartes habría alcanzado la primera verdad (COGITO ERGO SUM) que necesita su método. A partir de ahora tendría que deducir el resto de proposiciones verdaderas, sobre lo que no nos quepa ningún tipo de duda, que nos permitan comprender la realidad.

Las tres esferas de la realidad son Dios o Sustancia infinita (res infinita), el Yo o sustancia pensante (res cogitans) y los cuerpos o sustancia extensa (res extensa). La duda no afecta al ámbito moral, simplemente es teorética ya que se puede aplicar a todos los conocimientos teóricos.

La radicalidad de la duda es progresiva, pues en ella distinguimos cuatro niveles de amplitud y radicalidad:

En el primer nivel se refiere a los sentidos que a menudo nos pueden engañar ya que con los sentidos percibimos el mundo exterior y por tanto nos permite dudar de las cosas que percibimos. Por otro lado, la imposibilidad de distinguir el sueño de la vigilia, ya que los mismos pensamientos pueden asaltarnos estando dormidos o despiertos. Esta razón para dudar puede afectar a la existencia del mundo y de las cosas, pero no a algunas verdades como las verdades matemáticas. Aunque, hay que añadir que en su esfuerzo por eliminar cualquier posible error se podrá mostrar que tales verdades no son con seguridad indudables ya que en ocasiones se han dado razonamientos incorrectos. Por otro lado, Descartes afirmará posteriormente que no sólo Dios garantiza el criterio de verdad, sino también la certeza de las matemáticas. Luego, en la hipótesis del genio maligno“ de extremo poder e inteligencia que pone todo su empeño en inducirme a error” permite extender la duda en el ámbito del saber.

Descartes en su célebre COGITO ERGO SUM (pienso, luego existo) afirma

“que es una verdad tan firme que ni las más extravagantes de las dudas escépticas podrían atentar contra ella. La duda puede alcanzar el contenido de mi pensamiento, pero no al pensamiento mismo. Puedo dudar de la existencia de lo que veo, imagino o pienso, pero no puedo dudar que lo esté pensando y que, para pensarlo, tengo que existir” Filosofia En El Mediterráneo, Manuel Daza (5 nov. 2012)

El cogito presenta una doble función ya que señala una proposición verdadera y prepara el camino para la distinción entre el cuerpo y el alma y ya por el hecho de dudar y de intentar convencerse de que no existía pues tiene que existir.

Por encima de la existencia del mundo y del cuerpo se encuentra la existencia del sujeto, ya que se puede imaginar que no hay cuerpo pero el pensamiento persiste por lo tanto lo único cierto realmente es que yo soy una cosa que piensa (sujeto) cuyo ser es “pensar” que es su naturaleza. Luego, El yo es el alma, que define al ser humano y, a su vez, el alma se define por ser pensamiento.

La consecuencia más importante de esta primera certeza es el dualismo antropológico. El alma o yo no necesita ninguna condición material ya que es distinta de cualquier sustancia material. El alma es más fácil de conocer que el cuerpo, ya que del alma tenemos una certeza intuitiva e inmediata y en cambio del cuerpo eso no nos consta.

Lo que sí tenemos claro es que YO estoy dudando, por lo tanto soy pensamiento (sustancia que piensa) El YO como ser pensante existe ya que tiene ideas y esto se considera como una propuesta absoluta y verdadera.

Debe haber algo que permita que esto ocurra y Descartes habla de un mundo de intuicionismo donde Dios nos permite que esto sea fiable.

Descartes demostrará la existencia de Dios mediante tres argumentos de los cuales dos serán causales y el tercero ontológico.

Con estos argumentos demostrará que Dios es la causa de dicha idea, ya que Dios es un ser que tiene una realidad formal como realidad objetiva. Dios causa la idea de que el Yo sea perfecto. Dios es causa de la idea de un ser perfecto que encuentro en mí.

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