Este eje integra los aspectos relacionados con el proceso
de construcción de la identidad del niño, a partir del descubrimiento de las características
propias y la diferenciación que establece entre él y las otras personas, promoviendo el creciente
desarrollo de su autonomía mediante acciones que estimulan la confianza en sí mismo y en el
mundo que le rodea, y fomentando la construcción adecuada de su autoestima e identidad, como
parte importante de una familia, de una comunidad y de un país. También considera aspectos
relacionados con el establecimiento de los primeros vínculos afectivos, propiciando interacciones
positivas, seguras, estables y amorosas con la familia, otros adultos significativos y con sus pares.