1. ¿Piensas a menudo que rara vez haces lo que tú realmente deseas?
No, para llevarse bien con los demás a veces hay que ceder, pero no siempre
Sí, lo piensas a menudo, pero te cuesta mucho llevar la contraria a los demás.
Jamás, tú no consientes que nadie te condicione aunque discutas.
2. ¿Si alguien te pide un incómodo favor no sabes cómo negarte?
Si el favor no es adecuado, no te ves forzada, le explicas tus razones.
Te pasa a menudo, y no sabes por qué pero siempre acabas pillándote los dedos
Claro que sabes negarte, y además dejarlo bien claro para que no vuelva a pasar.
¿A la hora de divertirte, siempre acabas haciendo lo que les apetece a los demás?
No siempre, pero si no tienes una propuesta mejor tampoco te importa aceptarlo.
Puede ser, pero la verdad es que a ti casi nunca se te ocurre una alternativa mejor.
No, si hay algo que te molesta es renunciar a tus planes, prefieres hacerlos sola.
¿Tu manera de llevarte bien con tu pareja es decir “Sí” pensando “No”?
Muy pocas veces, con tu pareja no es difícil negociar y estar de acuerdo.
Casi siempre, has llegado a la conclusión de que ahorras complicaciones
Sólo cuando te conviene, de lo contrario acabáis discutiendo.
¿A menudo los demás te piden cosas que tú nunca pedirías?
No, normalmente nadie te pide nada que tú no hayas pedido alguna vez.
Sí, pero el problema es tuyo, porque te cuesta mucho pedir cualquier cosa.
Nunca, tú no das confianzas para que nadie se tome el brazo por la mano.
¿Sueles poner falsas excusas antes que negarte a un compromiso?
Nunca lo has hecho.
Al contrario.
Muchas veces
¿Cuándo das tu opinión sólo dices lo que los demás quieren oír?
Dices lo que piensas, a menos que sea algo delicado y sea preferible callarte.
A veces sí, te sientes violenta diciendo cosas que no gustan a los demás.
Nunca dices lo que los demás quieren oír, en todo caso lo que te conviene.
¿Esperas a que tu pareja te pida sexo en lugar de ser tú la que tome la decisión?
Entre vosotros hay confianza y lo pide uno o el otro sin distinción, ¡que más dará!
Normalmente sí, a ti siempre te da vergüenza ser quien da el primer paso, prefieres esperar.
Prefieres pedirlo tú, te irrita que tu pareja insista cuando no te apetece, así quieres seguro.
¿Te has sentido culpable cuando has tenido que defender tus intereses?
Alguna vez sí, cuando te has dado cuenta de que no tenías toda la razón.
Siempre, jamás estás segura de tener la razón y te cuesta mucho defenderte.
Nunca, si no los defiendes tú nadie los va a defender por ti, eso está claro.
¿Si algún amigo te hace un reproche, pasas días dándole vueltas en tu cabeza?
Días no, pero al menos procuras meditarlo con calma antes de responderle
Muchas veces, nunca sabes qué contestar y luego te da verdadera rabia
Ni un minuto, a los reproches prefieres responder de inmediato y sin cortarte.