Píramo y Tisbe se comunicaban desde pequeños.
Píramo y Tisbe se habían encontrado antes de quedar en la morera.
Tisbe llegó tarde.
A Tisbe se le cayó el velo al huir de la leona.
Venus se conmovió de ellos y ordenó que las moras blancas se tiñeran del color de la sangre de ambos.