La beta amiloide y la TAU se acumulan sobre todo en el lóbulo temporal medial, donde se encuentra el hipocampo, por ese motivo presentan problemas de memoria. Posteriormente estas sustancias se acumulan hacia los temporales laterales, afectando el lenguaje, después a los parietales, afectando al cálculo, orientación y praxias, al occipital (agnosia) y al frontal (funciones ejecutivas).