Antijuridicidad

La teoría de la [blank_start]antijuridicidad[blank_end] tiene por objeto establecer, bajo qué condiciones en qué casos la realización de una conducta o un acto de tipo penal (en forma dolosa o no, activa u omisiva) no es contraria al derecho.

En el ámbito penal radica en contrariar lo establecido en la [blank_start]norma[blank_end] jurídica, atacando un bien jurídicamente tutelado.

Las causas de justificación previstas por la ley son: legítima defensa, estado de [blank_start]necesidad[blank_end], cumplimiento de un deber, ejercicio de un derecho, obediencia debido y consentimiento del titular del derecho lesionado.

La legítima defensa consiste en que el obrar está condicionado por la agresión [blank_start]ilegítima[blank_end] de otro.

El estado de necesidad consiste en que el obrar está condicionado por la colisión de bienes jurídicos.

La legítima defensa puede definirse como la reacción necesaria para evitar la agresión sea o no provocada, solo basta que alguien me agreda para llegar incluso a matarlo.

AGRESIÓN ILEGÍTIMA: Deber ser una reacción contra el [blank_start]peligro[blank_end] que se supone para un bien jurídico el obrar injusto de otra persona.

NECESIDAD RACIONAL del medio empleado para impedirla o repelerla: a esto se le agrega que deberá ser [blank_start]oportuna[blank_end], ni prematura ni tardía.

La falta de provocación suficiente por parte del que se defiende, consisten en que el que se defiende no deberá haber irritado, excitado o inducido al agresor.

En la legítima defensa, solo comprende la defensa propia y no de terceros.