El casamiento engañoso

Madrid

Valladolid

Jaén

Alcalá de Henares

Peralta y Estefanía

Lope Meléndez y Clementa

Campuzano y Estefanía

Campuzano y Clementa

A casa de Lope Meléndez y Clementa

A un hostal barato en el centro de la ciudad

A casa de una parienta de Campuzano a las afueras

A la casa que tienen en común.

Una sirvienta le aviso mediante una carta a escondidas

Volvió a la ciudad para controlar sus negocios

Estefanía le pidió permiso previamente

Se lo comentaron unos vecinos en el pueblo

Su padre era el alcalde y le podía dar un buen trabajo

Tenía una gran fortuna gracias a sus exitosos negocios

Tenía una buena casa gracias a sus esfuerzos

En ningún momento le miente.

Amistad

Familiar

Servitud

Conocidas

Amenazó a Estefanía de muerte

Empezó a destrozar la casa de Clementa

La fue a buscar por todas partes

Recogió las maletas y se fue llorando hacía otra ciudad

Que jamás se acercara por ese sitio o llamaría a los soldados

Le ofreció quedarse a dormir durante unos días e intentara reunir algo de dinero para pagar una vivienda

Lo ignoró y no le dirigió la palabra.

Que Estefanía le había robado todas las joyas de su baúl y se había largado con ellas

Le detectaron lupicia y no tenía nada en la cartera.

Padecía de sífilis y pudo recuperar todas sus joyas

Padecía gonorrea y Clementa le prometió que le pagaría todos los gastos

No padeció ninguna enfermedad y consiguió un buen trabajo en la panadería de un pequeño pueblo de las afueras.

Porque sabía que Campuzano estaba loco

Porque lo conocía muy bien y sabía que se le daba bien explicar historias inventadas

Le creyó, ya que sabía que Campuzano tenía muy mala suerte en el tema del amor

No se lo creyó, ya que después le conto otra historia que decía que había visto a dos perros hablando en el hospital, por eso Peralta sospecho de que las dos fueran ciertas.