La pertenencia es uno de los sentimientos mas arraigados entre los seres humanos, quienes tendemos a unirse en grupos mas amplios, con los que nos sentimos identificados porque tendremos uno o mas elementos en común como antepasados.
No hay autovaloraciones negativas, no hay mala autoestima, hay confianza, no hay falta de respeto, no es aceptable que por razones de genero una persona pretende imponerse o abusar de otra.
El acoso sexual es una forma de violencia en la que, si bien no existe la subordinación, hay un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima, independientemente de que se realice en uno o varios eventos.
Insultos, observaciones, bromas e insinuaciones de carácter sexual y comentarios inapropiados sobre la forma de vestir, el físico, la edad o la situación familiar de una persona.
Contacto físico innecesario y no deseado, como tocamientos, caricias, pellizcos o agresiones sexuales.
Observaciones vergonzantes y otras formas de hostigamiento verbal
Miradas lascivas y gestos relacionados con la sexualidad.
Invitaciones comprometedoras.
Solicitud o exigencia de favores sexuales.
Amenazas de despido explícitas o implícitas, denegación de promociones, etcétera, si los favores sexuales no son satisfechos.
El acoso sexual es considerado como una violación de los derechos humanos, una forma de discriminación y una cuestión de seguridad y salud. Es ofensivo para la dignidad y la integridad personal de los trabajadores de uno y otro sexo, y pone en entredicho su integridad personal y su bienestar. Socava también su derecho a la igualdad de oportunidades y de trato.
Psicológicos: estrés, ansiedad, depresión, insomnio, cansancio, falta de concentración, sentimiento de culpa, afectación de la imagen de sí mismo, baja autoestima.
Físicos: dolor de estómago, dolor de cabeza, náuseas, disturbios del sueño.
Laborales: deterioro en el desempeño, menor productividad, ausentismo y abandono del puesto de trabajo