Controlar el abuso o dependencia alcohólica, así como de otras sustancias, equipos electrónicos y juegos de apuesta.
Inaccesibilidad a armas de fuego.
Detectar antecedentes familiares de suicidio.
Detectar enfermedades psiquiátricas, principalmente la depresión mayor.
Estar atentos cuando una persona tenga tensiones graves, enfermedades terminales y eventos abrumadores.
Estar atento cuando la persona manifieste verbalmente deseos de morir.