Probablemente Luisa fue llevada al monasterio real de Dominicas de Poissy a los pocos meses de nacer, donde permaneció hasta los 13 o 14 años. En esta época, no era raro que las familias nobles eligieran un convento como lugar de formación para sus hijas, sobre todo si estaban destinadas a la vida religiosa. En Poissy Luisa va a adquirir una formación humanística y cristiana verdaderamente sólida.