Se le conoce también como debilidad motriz y se manifiesta por la dificultad de mover voluntariamente un músculo o un grupo de músculos. Afecta los aspectos psíquico, motor, sensorial y afectivo del niño, y muchas veces está presente en los débiles mentales.
Otras manifestaciones siempre asociadas con este trastorno, son las sincinesias persistentes, los tics, el tartamudeo y el corea, que consiste en movimientos breves y arrítmicos de las extremidades, tronco, cuello o cara.
El principal rasgo del niño paratónico es la pobreza del movimientos y cuando llega a haberlo, éstos son discontinuos, lentitud, mala coordinación y torpeza ocupan un primer plano.
La paratonía es un estado de insuficiencia de las funciones motrices debido a un retraso o detención en su desarrollo. Por ello, la reeducación debe efectuarse en todos los campos de la realización motora y corresponde al psicomotricista, como técnico de la reeducación y del tratamiento psicomotor , realizar un examen objetivo del estado del paciente e iniciar su tratamiento.