Es el primer pilar de la educación, y hace referencia a que cada individuo aprenda a comprender el mundo en el que se desenvuelve, para de esa manera poder vivir de forma digna, además de desarrollar todas las capacidades que posee, ya que por medio de éste, los niños adquieren las herramientas para iniciar el conocimiento.
El segundo pilar es aprender a hacer, este permite recordar al individuo que se aprende por medio de la manipulación y la actuación, puesto que al momento de realizar una observación y manipulación, los órganos de los sentidos, mandan las señales que se originan en el córtex cerebral, a partir de las cuales se originan las imágenes del mundo como se ve, y se pueden realizar predicciones referentes a su funcionamiento.
Referente al tercer pilar Jacques Delors indica que el hecho de vivir con demás personas es una herramienta que sirve para luchar con los problemas que obstaculizan la concertación. De esta forma parece correcto que la educación se lleve a cabo en dos niveles:
Uno es el descubrimiento progresivo del otro
El segundo se inclina hacia la participación de trabajos en conjunto, utilizando métodos para resolver conflictos.
Todo esto quiere decir que se debe vivir en conjunto, dentro de una cultura de paz, siempre respetando todo forma de vida
El último pilar indica que la educación debe contribuir al desarrollo íntegro de cada individuo. Puesto que cada persona es una entidad, lo que significa que cuenta con una mente, un cuerpo, un sentido estético, una sensibilidad, una espiritualidad, y una responsabilidad espiritual. La educación debe permitir que cada uno forme y desarrolle un pensamiento crítico con propio juicio, desde el cual se pueda determinar lo que debe hacerse en circunstancias diversas.