La zona del Creciente Fértil estaba habitada por otros pueblos, además de los mesopotámicos y los egipcios; uno de ellos es el pueblo hebreo.
Estudios arqueológicos han confirmado la existencia y evolución del pueblo hebreo.
El pueblo hebreo es originario de Ur de Caldea, una región mesopotámica, donde hace unos 3000 años a.C. vivían tribus seminómadas de lengua semita. Varias tribus abandonaron Ur y se desplazaron con sus rebaños hacia Siria.
Según la Biblia, Dios ordenó a Abraham que fuese a la tierra donde haría de el y su descendencia, una gran nación: Canaán.
La partida de Abraham y su familia a Canaán habría sucedido durante el reinado de Hammurabi. Fue en esa tierra donde la familia de Abraham recibió el nombre de hebreos.
Abraham fue padre de Isaac, y este de Jacob. Según el relato bíblico, Jacob luchó con el ángel de Dios lo venció y su nombre cambio a Israel.
Israel tuvo doce hijos, cada uno fue patriarca de su propia tribu. Estas fueron las doce tribus de Israel.
Desde entonces los hebreos también fueron denominados israelitas.