La dificultad a la hora de hablar de la resurrección de Jesús viene dada por el hecho de que, al anunciar esto, el cristiano anuncia algo que nunca más se ha vuelto a decir de ninguna otra persona. La historia de la humanidad testificará algunas reviviscencias, es decir, hablará de alguien que volvió a esta vida de nuevo, pero, lógicamente, no es lo mismo. Por tanto, es enormemente difícil hablar de la resurrección de Jesús porque, para hablar de cosas de las cuales no tenemos experiencia, siempre lo hacemos en comparación con otras, y así nos las vamos imaginando y concibiendo. Por ejemplo, quien no haya visto a Messi puede decir que es igual que Maradona, Canales… que es a quienes conoce; así cada uno expresará su punto de vista según su experiencia. En la resurrección de Jesús no tenemos esa posibilidad de comparación puesto que la fe cristiana no dice que volvió a esta vida, como lo hizo Lázaro, por ejemplo, si es que lo hizo… No vamos a entrar ahora en la historia de cada pasaje evangélico, porque el tema que hoy voy a tratar, no es sobre el hecho de “volver a esta vida”, sino de “pasar de esta vida a la vida misma de Dios”. No podemos decir cómo es y cómo puede ser eso de que un hombre esté viviendo la misma vida de Dios, porque nos desborda; podríamos imaginar cosas, como ya les pasó a los primeros cristianos, pero seguramente las imaginaríamos mal y tendrían que corregirnos.La dificultad a la hora de hablar de la resurrección de Jesús viene dada por el hecho de que, al anunciar esto, el cristiano anuncia algo que nunca más se ha vuelto a decir de ninguna otra persona. La historia de la humanidad testificará algunas reviviscencias, es decir, hablará de alguien que volvió a esta vida de nuevo, pero, lógicamente, no es lo mismo. Por tanto, es enormemente difícil hablar de la resurrección de Jesús porque, para hablar de cosas de las cuales no tenemos experiencia, siempre lo hacemos en comparación con otras, y así nos las vamos imaginando y concibiendo. Por ejemplo, quien no haya visto a Messi puede decir que es igual que Maradona, Canales… que es a quienes conoce; así cada uno expresará su punto de vista según su experiencia. En la resurrección de Jesús no tenemos esa posibilidad de comparación puesto que la fe cristiana no dice que volvió a esta vida, como lo hizo Lázaro, por ejemplo, si es que lo hizo… No vamos a entrar ahora en la historia de cada pasaje evangélico, porque el tema que hoy voy a tratar, no es sobre el hecho de “volver a esta vida”, sino de “pasar de esta vida a la vida misma de Dios”. No podemos decir cómo es y cómo puede ser eso de que un hombre esté viviendo la misma vida de Dios, porque nos desborda; podríamos imaginar cosas, como ya les pasó a los primeros cristianos, pero seguramente las imaginaríamos mal y tendrían que corregirnos.
Vivir la vida de Dios