Desarrollo físico y salud general
Desarrollo emocional y mental
Desarrollo social y habilidades de vida
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Desarrollo físico y salud general
Crecimiento y desarrollo óseo
La actividad física, especialmente los ejercicios de resistencia y peso, ayuda a fortalecer los huesos, lo cual es crucial durante la pubertad cuando el cuerpo está creciendo rápidamente.
Mantenimiento de un peso saludable
El ejercicio regular ayuda a controlar el peso al equilibrar la ingesta y el gasto de calorías, previniendo la obesidad y sus complicaciones asociadas.
Mejora de la salud cardiovascular
La actividad física fortalece el corazón y mejora la circulación, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares en el futuro.
Reducción del estrés y la ansiedad
El ejercicio libera endorfinas, conocidas como las "hormonas de la felicidad", que pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad comunes durante la pubertad.
Mejora del estado de ánimo y la autoestima
La participación en actividades físicas puede mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo, especialmente cuando se logran metas y se superan desafíos.
Mejora de la calidad del sueño
La actividad física regular puede ayudar a regular los patrones de sueño, asegurando un descanso adecuado, lo cual es esencial para el desarrollo y la salud mental.
Fomento del trabajo en equipo y habilidades sociales
Participar en deportes y actividades grupales fomenta el trabajo en equipo, la cooperación y la comunicación, habilidades esenciales para la vida.
Desarrollo de la disciplina y la responsabilidad
La práctica de deportes y rutinas de ejercicio requiere compromiso, disciplina y responsabilidad, cualidades que son beneficiosas en todas las áreas de la vida.
Prevención de comportamientos de riesgo
Los jóvenes que se mantienen activos tienen menos probabilidades de participar en comportamientos de riesgo, como el consumo de sustancias o la conducta delictiva.