Los Trastornos del desarrollo del aprendizaje escolar
constituyen un conjunto de problemas que interfieren significativamente
en el rendimiento en la escuela, dificultando el adecuado progreso del
niño y la consecución de las metas marcadas en los distintos planes
educativos.A pesar de que suelen presentarse conjuntamente con alteraciones en el
funcionamiento del sistema nervioso central, no son el resultado de un
retraso mental asociado, de una privación sensorial o de un trastorno
emocional grave.
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Por el contrario, estos trastornos surgen de alteraciones de los
procesos cognoscitivos. Es probable que exista alguna alteración
biológica secundaria, sin embargo, lo que los caracteriza es que el
déficit se plantea en un área muy concreta. Los más habituales son los
que hacen referencia a la adquisición de la lectura (dislexia), a la escritura o al cálculo..Estas alteraciones son mucho más frecuentes en niños que en niñas y hay
que advertir que suelen pasar desapercibidas en un primer momento ya que
los niños, como se ha apuntado, no tan sólo no presentan problemas en
otras áreas sino que su rendimiento en ellas puede ser superior a la
media.
Las características generales que se observan en niños que presentan
trastornos específicos del desarrollo del aprendizaje escolar los
podemos dividir en:1- Trastornos de la actividad motora: hiperactividad, hipoactividad, falta de coordinación.2- Trastornos de la percepción3- Trastornos de la emotividad.4-
Trastornos en la simbolización o decodificación (receptivo-auditivo y
receptivo-visual) y expresiva o codificación (expresivo-vocal y
expresivo-motora).5- Trastornos en la atención: atención insuficiente y atención excesiva.No
debe entenderse que todos los niños deben presentar todas estas
características, sino que en mayor o menor grado suelen estar presentes
en este tipo de trastornos.
Los factores causales no se puede apuntar hacia una dirección unívoca,
no obstante, se acepta la primacía de factores neurobiológicos en
interacción con otros factores no orgánicos, como las oportunidades para
aprender, la calidad de la enseñanza, el nivel cultural de su entorno,
la implicación de los padres, etc.Los niños con estos trastornos suelen mejorar con la intervención
psicopedagógica no presentando, en la mayoría de los casos, más
problemas en la vida adulta. Sin embargo, si las dificultades de
aprendizaje no son tratadas pueden producir, a parte del
retraso educativo, un conjunto de situaciones “secundarias” indeseables
para el proceso de enseñanza-aprendizaje