Una de esas
civilizaciones fue la azteca, cuyo año nuevo, según el antiguo
almanaque, tiene lugar el 12 de marzo. Es el Yancuic Xihuitl o Año Nuevo Mexica, recreado hoy por las comunidades nahuas.
La
versión náhuatl del sistema calendárico tiene cuatro cargadores de los
años, llamados: Tochtli (conejo), Acatl (carrizo), Tecpatl (cuchillo de
pedernal) y Calli (casa).
Consiste en una serie de cánticos ceremoniales y danzas a ritmo de
tambores durante los cuales se ofrendan semillas y se encienden velas de ocote. El ocote u ocótl es una conífera (Pinus montezumae) típica de América Central que produce una resina fácilmente inflamable y muy aromática.
Los bailes son visualmente fascinantes, no sólo por su antigüedad sino también por los vistosos trajes folklóricos
empleados, a base de tejidos con bordados de mil colores y tocados de
plumas de quetzal.
Al término de los actos se quema la bandera que representa al año
terminado y se sahúma a sus sustituto. Luego, los concurrentes saludan
la entrada en el nuevo período haciendo sonar caracolas,
como hacían los aztecas hace siglos, y se procede a las libaciones de
pulque o algún licor sacado del magüey.
La conclusión es que está celebración se lleva a cabro gracias a los mexicas y en el tema anterior pudimos ver el por qué las cuidades nahuas celebran el año nuevo el 12 de marzo y cómo es que la celebran ya seáse dando una bienvenida a un año nuevo con bailes tradicionales y sus vestimentas llamativas con plumas de quetzal, e igualmente con sus bebidas tradicionamente como lo es el pulque.