LA CARRERA ARMAMENTISTA
La confrontación bipolar tuvo como una de las dimensiones centrales la rivalidad entre los Estados Unidos y Rusia. En lo referente a las armas convencionales (tanques, aviones, submarinos, navíos de guerra), ambas potencias contaban con una gran variedad y cantidad de armamento; mientras Estados Unidos mantenía una superioridad en los mares, la Unión Soviética tenía una importante capacidad de acción terrestre, respaldada por un ejército que contaba con millones de efectivos. En cuanto a la aviación, existía una paridad en los dos bandos. Sin embargo, con el lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki por parte de Estados Unidos, en 1945, para poner fin a la guerra contra Japón, se abrió una nueva era en la historia de la humanidad: la competencia entre las dos súper potencias se concentraría en adelante en el desarrollo de las armas de destrucción masiva. Se trata de armas extremadamente poderosas y eficientes que proporcionan una ventaja inigualable en el campo de batalla, dada su capacidad de destrucción. Su fabricación requiere altos niveles de desarrollo científico y tecnológico, y de enormes inversiones financieras.
Tomado de Viajeros Sociales 10, Vladimir Melo Moreno Bogotá: editorial Norma, 2008, pg. 136.
Las dos grandes potencias de la guerra fría buscaban el perfeccionamiento de las armas de destrucción masiva y nuevas tecnologías para hacer posible el lanzamiento de cargas nucleares de un continente a otro. En este sentido, podemos decir que se centraron en el perfeccionamiento de:
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