Creado por Isabel Fernández Casaña
hace alrededor de 4 años
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LAS FUNCIONES
DEL LENGUAJE
La de ayer ha sido la peor experiencia de mi vida: pasé frío, tenía sueño, no había nada de comer en la nevera y, para colmo de males, estuve oyendo ruidos extraños durante toda la noche.
Jose, por favor, acércame el abrelatas.
¿Has oído lo que te acabo de decir, tío?
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
Han pasado exactamente trece años, dos meses y cuatro días desde que me casé.
¿Lleva tilde la palabra «inverosímil»?
¡Eh! ¡Oiga! ¡Usted! ¿Cuántos años lleva sin cambiar de coche? ¿No conoce aún el nuevo monovolumen que solucionará todos sus problemas de espacio? ¡Anímese! ¡Vamos! ¡Entre ahora en este concesionario y no se arrepentirá!
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Jorge, macho, haz lo que sea: ponte el despertador, díselo a tu madre, queda con alguien para que te llame por teléfono... pero, por Dios, llega puntual a clase por una vez.
Se escriben con "g" los verbos cuyo infinitivo termina en -gery -gir, excepto te-jer, crujir y brujir (y sus derivados).
Hay gente de la que no se puede fiar uno.
Si lo sé, hoy no me levanto. Nada más salir de casa me he dado cuenta de que me había dejado las llaves en casa, y os he estado llamando toda la mañana... ¿Dónde os habíais metido?