Creado por franklin rondan vergara
hace alrededor de 7 años
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LA GUERRA FRIA. -El mundo después de la guerra Al finalizar la Segunda Guerra Mundial surgió una bipolarización en torno a las superpotencias emergidas de este conflicto: los Estados Unidos de América y la Unión Soviética. La Guerra Fría, que comenzó a partir de entonces, realmente no ha concluido con el derrumbe del campo socialista La propaganda política aún juega un papel vital en la confrontación entre ideologías opuestas. En este sentido, los medios de comunicación y el mensaje que estos transmiten responden a los intereses de la clase social que los posee y por lo tanto le sirven de sostén ideológico. Los autores revisados denominan como “Guerra Fría” al enfrentamiento político, ideológico, económico, tecnológico, y la carrera armamentista que tuvo lugar durante el siglo XX entre los bloques “occidental-capitalista”, liderado por Estados Unidos, y “oriental-comunista”, liderado por la Unión Soviética (1-4). Estos dos bloques se caracterizaron por no enfrentarse militarmente de forma directa. La entidad y la gravedad de los conflictos económicos, políticos e ideológicos entre estos dos bloques marcaron significativamente la mayor parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX. Los límites temporales del enfrentamiento se ubican entre 1945 (fin de la Segunda Guerra Mundial) hasta 1985 (inicio de la Perestroika) y 1991 (Disolución de la Unión Soviética) (1-4). Cobró una particular importancia la llamada guerra psicológica con el empleo de los más variados medios de comunicación y campañas de propaganda dirigidas a crear ideas y estados de opinión con el objetivo de demostrar la superioridad de cada sistema e influir en la ideología y políticas propuestas. Nos pudiéramos preguntar si la “Guerra Fría” efectivamente concluyó con la desaparición de la Unión Soviética? ;v
-El mundo durante la guerra Se formaron dos bloques antagónicos dirigidos por la URSS en el bando socialista (oriental) y EEUU en el capitalista (occidental), empezó una carrera por la supremacía mundial. Su punto de partida fue la cumbre de Yalta, a partir de la cual surgieron intensas luchas económicas y diplomáticas, e incluso se llegó a conflictos bélicos, como lo fueron la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam. Para el bloque occidental, la democracia significaba el desarrollo de las libertades individuales en un contexto del liberalismo parlamentario respetuoso con las diversas opciones políticas y con existencia legal de organizaciones políticas y sindicatos. Para el bloque oriental la libertad individual no tenía ningún valor, el objetivo era conseguir una igualdad total entre todos los habitantes de un país comunista; la igualdad de posibilidades.La URSS extendió sus tentáculos sobre Polonia, Rumania, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, Yugoslavia, y Alemania oriental constituyendo allí democracias populares con una economía socialista y una política exterior claramente alineada. En estos países los partidos comunistas eliminaron cualquier oposición. Mientras tanto, los británicos y americanos se empeñaron en impedir el avance del comunismo sobre los países capitalistas. Así, intervinieron en Grecia en el 45 y dos años más tarde se creó la “doctrina Truman” que hizo pasar a una fase de intervención que asegurase el predominio del modelo capitalista en los países no controlados por la URSS.
La primera etapa podemos ubicarla entre los años 1947 y 1953, con enfrentamientos abiertos y dos estallidos bélicos, que fueron el primer bloqueo de Berlín por parte del Ejército Rojo en 1947, abastecida por los aliados usando un puente aéreo; y entre 1950 y 1953, la Guerra de CoreaLa segunda etapa la situamos entre 1953 y 1980. Con la muerte de Stalin, acaecida el 5 de marzo de 1953 y la llegada al poder en Estados Unidos del general Dwight Eisenhower, la Guerra Fría hizo honor a su nombre, por representar un período de tensa calma, donde ambas potencias contando con armas nucleares, realizaban una carrera para armarse, pero sin llegar al enfrentamiento directo, aunque en esta etapa tuvieron lugar la crisis de los misiles en 1962 y la Guerra de Vietnam, entre 1959 y 1975.La tercera y última etapa se sitúa entre 1980 y 1991. En 1978 habían llegado al poder los comunistas en Afganistán con apoyo de los soviéticos, mientras los grupos disidentes se rebelaban apoyados por Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente Carter quien intensificó la política anticomunista. Ronald Reagan llegó a la presidencia de Estados Unidos en 1980 e incrementó de manera notoria los gastos militares para enfrentar la amenaza soviética a la que llamó “imperio del mal”. Sin embargo durante su segundo mandato que se extendió entre 1984 y 1988, coincidió con la llegada al poder de una Unión Soviética arruinada por los gastos militares, de Gordachov (1985) que implementó una política más abierta con su plan conocido como Perestroika, lo que permitió un acercamiento entre ambas potencias, llegándose a firmar el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, con el objetivo de reducir sus arsenales nucleares. En 1989 se produjo la caída del Muro de Berlín, antecedente directo de la disolución de Unión Soviética en 1991, y con ello el fin de la Guerra Fría.
En lo económico: El Plan Marshall: Un plan de ayudas económicas destinado a la reconstrucción de los sistemas político-económicos de los países europeos y, mediante el afianzamiento de las estructuras económicas capitalistas y el desarrollo de las democracias parlamentarias, frenar el posible acceso al poder de partidos comunistas en las democracias occidentales europeas (como en Francia o Italia). Comecó: los soviéticos crean el Cominform, una organización cuyo propósito era mantener la ortodoxia ideológica comunista dentro del movimiento comunista internacional. En la práctica, se convirtió en un mecanismo de control sobre las políticas de los estados satélite soviéticos, coordinando el ideario y las acciones de los partidos comunistas del Bloque del Este. En lo Militar: Organización del Tratado del Atlántico Norte En abril de 1949 se constituye la OTAN, con lo que los Estados Unidos tomaron formalmente la responsabilidad de defender la Europa Occidental. En Agosto de ese año, la URSS detona su primera bomba atómica. En mayo de 1949, se establece la República Federal Alemana como producto de la fusión de las zonas de ocupación aliada. Como réplica, en octubre de ese año, los soviéticos proclaman su zona de ocupación como la República Democrática Alemana. Desde el inicio de la existencia de la RFA, Estados Unidos ayuda a su desarrollo militar. Para evitar que la RFA acabe por convertirse en miembro de la OTAN, el primer ministro soviético, Lavrenti Beria, propone fusionar ambos países en una sola Alemania que se mantendría neutral. La proposición no salió adelante y en 1955 se admite a la RFA como miembro de la OTAN. El Pacto de Varsovia El Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua, más conocido como Pacto de Varsovia por la ciudad en que fue firmado, fue un acuerdo de cooperación militar firmado en 1955 por los países del Bloque del Este. Diseñado bajo liderazgo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, su objetivo expreso era contrarrestar la amenaza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y en especial el rearme de la República Federal Alemana, a la que los acuerdos de París permitían reorganizar sus fuerzas armadas. .
Una guerra armamentista (o carrera armamentística) tiene lugar cuando muchos países rivalizan entre ellos para desarrollar las fuerzas armadas más poderosas y las armas más eficaces. El concepto se ha generalizado para aludir en teoría de juegos, evolución y otras disciplinas a un tipo de interacción estratégica que no tiene otra meta que la de rebasar al adversario. Por extensión, el término de "carrera armamentista" designa toda circunstancia donde dos grupos opuestos (por ejemplo, especies biológicas), toman sucesivamente medidas y contra-medidas, uno respondiendo al otro. Un ejemplo de este sentido del término es la respuesta de un insecto a las defensas químicas de una planta. El insecto desarrolla la capacidad de eliminar las toxinas y, a su vez, la planta produce nuevas, etcétera. Este fenómeno adaptativo es conocido como Hipótesis de la Reina Roja y fue formulado en 1973 por Leigh Van Valen. A principios del siglo XX, las tensiones entre potencias industriales en Europa condujeron a una carrera armamentista. Esos países aumentaron sus efectivos y la capacidad de sus arsenales al punto que, al desencadenarse la Primera Guerra Mundial, la violencia y la intensidad de los combates sorprendió a la mayoría de los jefes políticos y militares implicados en el conflicto. La Crisis de Berlín fue el último gran incidente político-militar europeo de la Guerra Fría sobre la ocupación militar en la capital alemana de Berlín. Fue provocada por la Unión Soviética mediante un ultimátum exigiendo la retirada de las fuerzas armadas occidentales de Berlín Occidental. Concluyó con la construcción del Muro de Berlín que dividió la ciudad en dos. Ocurrida entre 1958 y 1963, la crisis de Berlín surgió a partir de la división cuadripartita de la capital del Reich tras la Segunda Guerra Mundial en la que ambos bloques, aliados en su afán de detener a Alemania durante la guerra, se enfrentaron luego, debido a posturas ideológicas opuestas. El territorio de Berlín era en sí mismo un punto neurálgico tras la división bipolar del mundo, la URSS y los aliados compartían su administración. El problema se suscitó cuando muchos ciudadanos desempleados de Europa del Este vieron las posibilidades que ofrecía Berlín Occidental. La rápida prosperidad alcanzada por Alemania Occidental en función de su reconstrucción, puesto en marcha el Plan Marshall, hizo que ésta se volviera una oportunidad para los pobres ciudadanos del bloque Oriental. Más aún, el perjuicio no sólo se debía a la emigración sino a que gran parte de ésta era gente cualificada. El conflicto que derivó en la construcción del muro en 1961, vivió momentos en los que se temió un nuevo enfrentamiento bélico. Hacía 1958, apoyando las motivaciones de Alemania Oriental, Kruschev anunció que Berlín debía quedar incorporado a Alemania del Este o, de lo contrario, bajo el poder de las Naciones Unidas. La situación se agravó cuando el líder soviético instó a los aliados a tomar una resolución en seis meses. Caso contrario, pasaría a tener pleno acceso de Berlín mediante un tratado firmado con Alemania Oriental. La situación así planteada, puso a las potencias occidentales en un verdadero aprieto: aceptar las condiciones de Moscú significaba un paso atrás en la defensa de la democracia y de los intereses por ésta representados, negarse de base, era poner en peligro la paz mundial bajo la amenaza de una guerra de alcance nuclear. Las acciones diplomáticas que se tomaron para una resolución pacífica no prosperaron demasiado, reuniones de los antiguos vencedores de Alemania, entre Kruschev y el recientemente electo, Kennedy, la cumbre de la ONU en 1960. En todas estas instancias, la Unión Soviética optó por la confrontación ideológica. Se debe tener en cuenta que tras la muerte de Stalin en 1953, el avance del capitalismo era indiscutible y que si bien ninguno de los dos bloques estaba dispuesto a ceder zonas de influencia, las acciones se iban orientando a una avenencia pacífica. La crisis posterior que vio peligrar la tranquilidad mundial, frágilmente sostenida, fue la crisis de los misiles en Cuba. En esta oportunidad, también se optó por una salida que no redundara en el conflicto armado. La culminación de la crisis derivó en la construcción del muro, imposibilitando radicalmente toda conexión entre ambos lados de la capital. Esta acción llevada a cabo por Alemania Oriental dio cuenta, en primera instancia, de que el líder ruso no quería una guerra. En segundo término, la división expresa sentó las bases de un statu que se perpetuó durante 28 años.
Fue una guerra librada de 1950 a 1953 entre la República de Corea (o Corea del Sur), apoyada por los Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas, contra la República Popular Democrática de Corea (o Corea del Norte), apoyada por la República Popular China, con ayuda de la Unión Soviética. La guerra fue el resultado de la división de Corea por un acuerdo de los victoriosos Aliados de la Segunda Guerra Mundial tras la conclusión de la Guerra del Pacífico al final de la Segunda Guerra Mundial. La península de Corea había permanecido ocupada por Japón desde 1910 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial y la rendición incondicional del Imperio del Japón, el 15 de agosto de 1945. La Unión Soviética y Estados Unidos acordaron en 1948 dividir la península por el paralelo 38, el norte del cual quedó ocupado por tropas soviéticas y el sur por tropas estadounidenses. El fracaso de la celebración de elecciones libres en toda la península en 1948 acentuó la división entre ambas partes, y el norte estableció un gobierno comunista. El paralelo se convirtió todavía más en una frontera política entre ambas Coreas. Aunque las negociaciones para la reunificación continuaron en los meses anteriores a la guerra, la tensión se intensificó con escaramuzas transfronterizas e incursiones en el paralelo 38. La escalada de tensión degeneró en una guerra abierta cuando Corea del Norte invadió Corea del Sur el 25 de junio de 1950, en lo que suponía el primer conflicto armado serio de la Guerra Fría. La Organización de las Naciones Unidas, y particularmente Estados Unidos, acudieron en ayuda de Corea del Sur para repeler la invasión. A pesar de ello, en solo dos meses los defensores fueron empujados al Perímetro Pusan, un área pequeña en el extremo sur de la península, antes de que los norcoreanos fueran detenidos. Una rápida contraofensiva de las Naciones Unidas devolvió a los norcoreanos más allá del Paralelo 38, casi hasta el río Yalu, y entonces entró en el conflicto la República Popular China del lado del Norte. Los chinos lanzaron una ofensiva que forzó a las Naciones Unidas a volver al otro lado del paralelo 38, para lo que Unión Soviética ayudó con material militar a los ejércitos chino y norcoreano. En 1953 la guerra cesó con un armisticio que restauró la frontera entre las Coreas cerca del paralelo 38 y creó la Zona desmilitarizada de Corea, una franja de 4 km de ancho entre ambos países. Diversos rebrotes de lucha se siguen produciendo hasta la actualidad. Con las dos Coreas auspiciadas por potencias extranjeras, la guerra de Corea fue una guerra subsidiaria. Desde el punto de vista de la ciencia militar, combinó estrategias y tácticas de la Primera y la Segunda guerras mundiales: comenzó con una campaña móvil de rápidos ataques de infantería seguidos por incursiones de bombardeos aéreos, pero se convirtió en una guerra estática de trincheras desde julio de 1951.
Se denomina Edad de oro del capitalismo o años dorados —también conocido en francés como Trente Glorieuses o Treinta Gloriosos y en alemán como Nachkriegsboom o boom de la posguerra— al período socioeconómico transcurrido desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 hasta la crisis del petróleo de 1973.1 El mismo estuvo caracterizado por dos procesos: el crecimiento económico nunca antes alcanzado y el enfrentamiento entre las dos grandes potencias, los Estados Unidos y la Unión Soviética, en el marco de la Guerra Fría. Esta fue una de las razones por las que la expansión del capitalismo fue acompañada de una fuerte presencia del Estado, otorgando importancia a cuestiones sociales. En la posguerra se acentuó la tendencia intervencionista del Estado que había comenzado a desarrollarse en la década de 1930 y que dio forma al Estado de Bienestar. El Estado, en los países occidentales, asumió tareas activas en relación con las posibilidades de incidir directamente sobre la actividad económica, en cuestiones como el nivel de empleo, de demanda y de inversión, para asegurar las condiciones de reproducción del sistema capitalista. Uno de los nuevos y más destacados rasgos de la economía fue la producción a bajo costo de una enorme y diversificada cantidad de bienes, a raíz del desarrollo de nuevas tecnologías y la introducción de métodos de producción más eficientes. La consecuencia fue la necesidad de dar salida a estos excedentes de producción, para cual el desarrollo de la publicidad condujo a la consolidación de la llamada sociedad de consumo. En este período, Estados Unidos se consolidó como la principal potencia mundial y a su vez, países como los de Europa Occidental y Japón registraron altísimas tasas de crecimiento. Por otro lado, la concentración de los beneficios del desarrollo industrial de estos países, condujo a un incremento de las desigualdades con los subdesarrollados del hemisferio sur. A pesar de que iniciaron el proceso de industrialización no pudieron desprenderse de la dependencia de las exportaciones de materias primas y alimentos.
La coexistencia pacífica fue un término de política internacional acuñado por el dirigente soviético Nikita Jrushchov para hacer referencia a las relaciones que habrían de mantener en el futuro la Unión Soviética y Estados Unidos dentro de la también denominada Guerra Fría, y que de forma general se acepta como política soviética en el periodo 1955-1962 desde el punto de vista occidental, 1955-1984 desde el punto de vista soviético. El origen se remonta a 1955, cuando Jrushchov inició el proceso de desestalinización de la URSS y al amparo de un crecimiento económico que los soviéticos deseaban aprovechar para acercarse al nivel de vida occidental mediante el impulso de la modernización de las infraestructuras, teniendo garantías, al poseer armas atómicas, de que la Unión Soviética se encontraba segura. Por otro lado, se había logrado un armisticio en la Guerra de Corea y la paz en Indochina, y las doctrinas más conservadoras estadounidenses que amenazaban con "represalias masivas" ante una política exterior soviética agresiva no terminaron de cuajar, dado que el Presidente, Dwight Eisenhower, seguía siendo partidario de una política de contención. Tres hechos históricos marcaron los problemas fundamentales de esta política: la invasión de Hungría en 1956, la construcción del muro de Berlín al inicio de la década de 1960 y la ruptura de las relaciones entre la Unión Soviética y la China bajo gobierno de Mao Zedong. Aunque oficialmente la política estadounidense era agresiva, en la práctica mantenía un tono moderado. La llegada de John a la Presidencia, precedida un año antes por la visita de Jrushchov a Estados Unidos, permitió un encuentro entre ambos dirigentes en Viena en 1961. La política de Coexistencia Pacífica, aunque formalmente vigente hasta la década de 1980, se quebró al tiempo de la crisis en 1962, que obligó a ambas partes, Estados Unidos y la Unión Soviética, a modificar la línea política de cada uno en beneficio de la denominada distensión a través de unas más fluidas relaciones bilaterales en todos los órdenes. La distensión entre las superpotencias La crisis de los misiles en Cuba en 1962 hizo tomar conciencia a las superpotencias del peligro mortal de la posesión y multiplicación de su arsenal nuclear. Las dos superpotencias consideraron por diferentes motivos que una relajación de las tensiones favorecía a sus objetivos a largo plazo. Podemos hablar en ese sentido de la distensión como un medio para obtener los fines a largo plazo de cada superpotencia. Ambas potencias atravesaron un período de contestación en sus respectivos bloques. La URSS, debilitada por el conflicto chino-soviético, tuvo que hacer frente entre otros conflictos a la Primavera de Praga en Checoslovaquia. EE.UU. vio como la Unión Europea se consolidaba como una potencia económica y como en el seno de la OTAN surgió la disidencia concretada en la Francia de De Gaulle. Los acuerdos Este-Oeste El teléfono rojo Uno de los elementos más célebres de la nueva situación fue el establecimiento de lo que se vino a denominar el "teléfono rojo" entre la Casa Blanca y el Kremlin en septiembre de 1963. Era una consecuencia de la crisis de los misiles en Cuba y de la necesidad de establecer una comunicación directa entre Washington y Moscú que pudiera frenar una crisis antes de que se produjera una escalada en la tensión. La paridad nuclear Esta nueva relación no supuso en absoluto el fin de la carrera armamentística. EE.UU. había quedado conmocionado a fines de los cincuenta por el liderazgo soviético en la "carrera del espacio": el lanzamiento del Sputnik fue un verdadero aldabonazo en la conciencia de seguridad norteamericana. Nada más llegar al poder, Kennedy lanzó el programa "Apollo" para recuperar el retraso acumulado en el terreno de los ingenios balísticos ("Missile gap"). Los norteamericanos pronto sobrepasaron a la URSS en ese terreno, en 1963 había 500 misiles intercontinentales norteamericanos por 100 soviéticos, y consiguieron poner al primer hombre en la luna en 1969. Sin embargo, la guerra de Vietnam hizo que los EE.UU. consagraran su gasto militar en otra dirección lo que permitió que la URSS recuperara el terreno perdido. En 1971 se había establecido la paridad nuclear. Los acuerdos de control armamentístico Los sucesores de Kennedy y Kruschev continuarán la política de distensión. Tras el asesinato de Kennedy en 1963, el demócrata Lyndon B. Johnson y el republicano Richard Nixon, elegido en 1968. Dirigirán la política norteamericana; en la URSS, tras la destitución de Kruschev en 1964, motivada parcialmente por sus fracasos en política exterior, Leonid Breznev dirigirá la potencia soviética. En 1968, EE.UU., la URSS y el Reino Unido firmaron el Tratado de no proliferación de armas atómicas, tratado al que no se unieron las otras dos potencias nucleares: China y Francia. Lo que aún fue más importante, en 1969 se iniciaron negociaciones sobre limitación de armas stratégicas (SALT - Strategic Arms Limitation Talks), que finalmente llevaron a la firma en Moscú del Acuerdo SALT I. Este tratado ponía límite a la construcción de armamentos estratégicos, y fijaba un número para los misiles intercontinentales (ICBM) y los lanzadores de misiles instalados en submarinos (SLBM) que poseían la URSS y los EEUU. También prácticamente prohibía el establecimiento de sistemas de defensa antimisiles. Era el mayor ejemplo, llevado al absurdo, del "equilibrio del terror": la única forma de mantener la paz era que ninguna de las superpotencias se sintiera segura. La "mutua destrucción asegurada" era la única forma de impedir el conflicto. El desarrollo del comercio entre los bloques Este desarrollo comercial partió de la situación de debilidad soviética. La URSS necesitaba importar tecnología occidental y, a la vez, necesitaba comprar cereales norteamericanos para garantizar la alimentación de su población. La crisis de la agricultura soviética era de tal calibre que ¡necesitaba del grano de su enemigo para que su población no pasara hambre! Por supuesto, estas exportaciones cayeron como del cielo a unos agricultores norteamericanos que tenían creciente dificultades para vender sus productos en el mercado mundial. -Construcción del muro de Berlín El Muro de Berlín (en alemán: Berliner Mauer) fue un muro de seguridad que formó parte de la frontera interalemana desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 que separó la zona de la ciudad berlinesa encuadrada en el espacio económico de la República Federal de Alemania (RFA), Berlín Oeste, de la capital de la RDA entre esos años Es el símbolo más conocido de la Guerra fría y de la división de Alemania. Este muro está denominado por la socialista República Democrática Alemana (RDA) como Muro de Protección Antifascista (Antifaschistischer Schutzwall)y por parte de los medios de comunicación y parte de la opinión pública occidental como «muro de la vergüenza» (Schandmauer), El Bloque del Este dominado por los soviéticos sostenía que el muro fue levantado para proteger a su población de elementos fascistas que conspiraban para evitar la voluntad popular de construir un Estado socialista en Alemania del Este. En la práctica, el muro sirvió para impedir la emigración masiva que marcó a la Alemania del Este y al bloque comunista tras la Segunda Guerra Mundial. Un muro de 45 kilómetros dividía la ciudad de Berlín en dos, mientras que otros 115 kilómetros rodeaban su parte oeste aislándola de la RDA. Es decir, el Muro constituía la frontera estatal entre la RDA y el enclave de Berlín Oeste. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.6 Se desconoce el número exacto de personas que fallecieron al intentar traspasar la frontera a través del muro. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo fue de más de 200 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro. -La crisis del canal de Suez Conflicto entre Gran Bretaña, Francia, Israel y Egipto, que tuvo lugar desde el 29 de octubre hasta el 6 de noviembre de 1956. La causa inmediata de esta crisis fue la nacionalización de la Compañía Universal del Canal Marítimo de Suez (anglo-francesa desde 1875) llevada a cabo por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, el 26 de julio de 1956. El primer ministro británico Anthony Eden consideró que la acción emprendida por Nasser ponía en peligro el suministro petrolífero procedente del golfo Pérsico y el comercio con el Lejano Oriente a través del canal de Suez, además de representar un desafío al predominio británico en Oriente Próximo. Por este motivo, Eden decidió beneficiarse de este incidente para derrocar al presidente egipcio mediante el uso de la fuerza. Se ordenó a los jefes del Estado Mayor británico organizar una expedición militar con este propósito. Francia, indignada también por la actitud de Nasser, pero más aún por el constante suministro de armas egipcias a los independentistas argelinos, se sumó al plan británico. Eden esperaba conseguir el apoyo de Estados Unidos, pero el presidente estadounidense Dwight David Eisenhower se negó a emplear la fuerza para resolver este conflicto. Estados Unidos aprovechó la demora provocada por los lentos preparativos militares de los británicos y franceses para intentar promover una solución pacífica para la crisis, pero sus esfuerzos fracasaron debido a los impedimentos planteados por Gran Bretaña y Francia. A pesar de que Eisenhower había negado su apoyo, Eden estaba decidido a tomar medidas contra Egipto. A tal efecto, Gran Bretaña y Francia establecieron una alianza con Israel, que tenía conflictos fronterizos con Egipto, en una reunión secreta entre los ministros de estos tres países celebrados en Sèvres (Francia) el 22 y 23 de octubre, y cuyo objetivo era garantizar la participación israelí en la lucha contra Egipto. Cumpliendo lo acordado entonces, el Ejército israelí atacó las posiciones egipcias en la península del Sinaí, el 29 de octubre. Gran Bretaña y Francia lanzaron un ultimátum un día después exigiendo el cese de las hostilidades en ambos bandos, la retirada de las tropas a 16 km de distancia del canal en doce horas y el consentimiento para que esta zona fuera ocupada por fuerzas anglo-francesas. Dado que el gobierno egipcio se negó a aceptar los términos impuestos, los británicos bombardearon los aeródromos egipcios (31 de octubre) y destruyeron su fuerza aérea cuando se cumplió el plazo previsto en el ultimátum. La opinión mundial criticó la acción anglo-francesa y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas amenazó con intervenir en favor de Egipto. Eisenhower mostró su indignación, y Estados Unidos propuso dos resoluciones que fueron aprobadas por unanimidad en la Asamblea General de Naciones Unidas celebrada del 2 al 4 de noviembre: el cese de las hostilidades y la retirada israelí del territorio egipcio, y el envío de una Fuerza de Emergencia de Naciones Unidas (UNEF) a Egipto para supervisar la retirada de todas las tropas extranjeras. Gran Bretaña y Francia hicieron caso omiso de estas resoluciones y, entre el 4 y el 6 de noviembre, fuerzas aerotransportadas y anfibias anglo-francesas alcanzaron las proximidades del canal, derrotaron a las tropas egipcias y comenzaron a avanzar a través del mismo. No obstante, Gran Bretaña tenía que hacer frente ahora a una crisis financiera y a la falta de suministro de petróleo debido a que Egipto había bloqueado el canal durante la lucha. Estados Unidos se negó a enviar ayuda económica o crudo a los británicos hasta que sus fuerzas abandonaran Egipto. Ante la inminencia de un desastre financiero, Gran Bretaña (con el consentimiento reluctante de Francia) acató el alto el fuego el 6 de noviembre (Israel había abandonado la lucha el 5 de noviembre). El 3 de diciembre de 1956, tras la posterior polémica provocada por la exigencia británica de que las fuerzas anglo-francesas formaran parte de la UNEF —a lo cual se negó Estados Unidos—, las tropas de Gran Bretaña y Francia iniciaron la retirada de Egipto, y Gran Bretaña recibió ayuda económica y suministros de petróleo. Este episodio supuso un humillante revés para Gran Bretaña y Francia. Eden dimitió de su cargo como primer ministro en enero de 1957.
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