Descripción
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Creado por Nazaret Milán
hace más de 6 años
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El imperio colonial español de principios de siglo XIX estaba formado por Cuba y Puerto Rico, Filipinas y pequeños islotes y archipiélagos. En la segunda mitad del siglo XIX comenzó el proceso de separación de estos territorios.
La situación de Cuba y Puerto Rico se basaba en una economía centrada en la agricultura de exportación con el azúcar y tabaco principalmente. Las duras leyes arancelarias que Madrid imponía a las colonias les impedía exportar a Europa y tan solo les permitía comprar a España. La dependencia de España se mantenía tan solo por su papel de metrópoli, que además era esclavista. En Filipinas la población española era escasa y la soberanía se mantenía por la fuerza.
En 1868 comenzaron en Cuba los movimientos autonomistas tras una sublevación popular (grito de yara) , que dio comienzo a la lucha por la abolición de la esclavitud, siguiendo el ejemplo de EEUU. Esta fue la Guerra de los Diez Años, que finalizó en 1878 con la Paz de Zanjón, por la que Martinez Campos le cedía el autogobierno a Cuba. Durante 1879 se produjeron conflictos conocidos como "la guerra chiquita", que finalizó por falta de recursos.
Surge el Partido Liberal Cubano, de la burguesía criolla, frente a los latifundistas azucareros, que se oponían a toda reforma. En Puerto Rico ocurre un proceso similar sin buenos resultados.
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En 1892, José Martí funda el Partido Revolucionario Cubano, partidario de la independencia. Propusieron una nueva ley de autogobierno en 1895 que no fue aceptada y la guerra endureció. España puso en práctica una política represiva tras enviar al general Weyler.
La insurreción en Filipinas comenzó con el descontento de indígenas debido al excesivo poder de las órdenes religiosas. José Rizal fundó la Liga Filipina que buscaba la expulsión de los españoles, órdenes religiosas y el confiscar sus latifundios par alograr así la independencia. Rizal fue ejecutado pero lo sustituyeron,por lo que España mandó más militares guiados por Primo de Rivera.
Cuba y Filipinas cada vez estaban más en contacto con EEUU. Estados Unidos finalmente se inplica en el conflico. En 1898, la voladura del acorazado Maine (en la Habana), fue el pretexto para una declaración de guerra.
El almeriante Manila presentó batalla en Cavite y el 1 de mayo fue derrotado. La escuadra española que venía de canarias con el almirante Cervera paró a respostar en Santiago de Cuba y fue bloqueada por la armada de EEUU, cayendo el 3 de mayo tras seguir una orden de ataque de Madrid. EEUU era superior en cuanto a fuerza naval por la tecnología de sus barcos.
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Estas derrotas llevaron a la Paz de Paris del 10 de diciembre de 1898, en el tratado de paz, España renunciaba a Cuba y cedía las Filipinas, Puerto Rico y Guam, pero mantuvo toda isla no mencionada. Dos años después se firma el tratado hispanoalemán por el que España vendía a Alemania las Marianas, Carolinas y Palaos. Después el resto fueron vendidas a EEUU con el tratado hispanoamericano.
La pérdida del imperio español permitió que resurgiera la economía momentaneamente, pero provocó una conmoción intensa por las pérdidas humanas que habían sido generalmente de la clase baja, al evitar la gente con dinero el ir a la guerra si pagaban. Republicanos y socialistas (como Joaquín Costa) promovieron una revisión de la situación de España.
El desastre del 98 provocó: Crisis de conciencia nacional, que se expresa con la generación del 98. Propuesta de reforma y modernización política, llamado regeneracionismo con dos vertientes: reforma política y reforma educativa. Los nacionalismos adquirieron mayor empuje y protagonismo.
El pensamiento regeneracionista se explica: la democracia de clases medias se había hecho inviable en España porque la voluntad popular había sido anulada por la oligarquía económica y política. Para Joaquín Costa era fundamental acabar con el caciquismo para recuperar la democracia.
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El sistema educativo de la época era precario y sin recursos, además la educación la controlaba la Iglesia. Los primeros intelectuales influidos por el kraussismo desempeñaros un papel importante en la caída de Isabel II y el gobierno del Sexenio, pero la Restauración canovista les persiguió y como respuesta crearon la Institución Libre de Enseñanza, cuyo principio era critico frente al dogmático y buscaban libertados además de la integración de las mujeres en la educación. En 1870 se había creado la Asociación para la Enseñanza de la Mujer.
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