Creado por Melissa Magallan
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UNIVERSIDAD ESTATAL PENÍNSULA DE SANTA ELENA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN E IDIOMAS CARRERA EDUCACIÓN BÁSICA ESTUDIANTE: MELISSA ANABELL MAGALLAN MUÑOZ DOCENTE: MSC. AMARILIS LAÍNEZ BÁSICA 3/1 LA LIBERTAD 2019 –1
SEGUNDO CICLO
HERRAMIENTAS INFORMÁTICAS PARA LA BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN CIENTÍFICA Las Herramientas informáticas son programas, aplicaciones o simplemente instrucciones usadas para efectuar otras tareas de modo más sencillo. En un sentido amplio del término, podemos decir que una herramienta es cualquier programa o instrucción que facilita una tarea, pero también podríamos hablar del hardware o accesorios como herramientas. La búsqueda de información es un conjunto de operaciones que tienen por objeto poner al alcance del investigador, la información que da respuesta a sus preguntas ocasionales o permanentes. La búsqueda de información es un proceso de carácter global en el que intervienen una serie de factores interrelacionados entre sí. La finalidad de la búsqueda y el tema sobre el que se tiene que localizar información determinan el tipo de fuentes de información que se deben consultar (estadísticas, libros, artículos de revista, tesis doctorales…) y, por tanto, los recursos que nos permiten acceder a ellas. Información científica es, el conjunto de los registros o resultados de la ciencia, del conocimiento basado en el método científico, grabados y dados a conocer por procedimientos digitales, en la red, pero también, incluso, por medios impresos, en papel. El desarrollo de las nuevas tecnologías y la facilidad de publicación en la red, sumado a la gran cantidad de información disponible, hacen imprescindible acudir a fuentes que garanticen, a través de procesos de selección previos, la recuperación de información fiable y de calidad, como por ejemplo los catálogos o las bases de datos. Por otra parte, las búsquedas deben ser precisas y eficaces, para obtener los resultados más pertinentes, más adecuados a nuestras necesidades de información, de entre ese gran volumen de documentación existente. El conocimiento de una serie de técnicas de búsqueda que se pueden de aplicar, con ligeras variaciones determinadas por el recurso que se utilice, nos ayudarán a conseguir ese objetivo. La búsqueda bibliográfica es el procedimiento que permite localizar, en una serie de fuentes de información distintas, un conjunto de documentos y de información necesarios para resolver cualquier problema de investigación o información que se plantee. Para elaborar una correcta estrategia de búsqueda se debe seguir una serie de pasos: Escribir una frase que describa lo que se quiere buscar. Identificar los conceptos o ideas principales, elegir los términos que mejor los representen. Eliminar conceptos de contenido vago o impreciso, o que resulten poco relevantes o demasiado generales. Buscar términos alternativos: sinónimos u otros términos relacionados de contenido más amplio o específico. Se puede utilizar diccionarios y tesauros. No olvidar los términos en otros idiomas, las variantes gramaticales o las palabras derivadas. Si existe la posibilidad, se debe traducir esos términos al lenguaje documental propio del recurso que se está consultando (tesauro, lista de materias). Establecer las relaciones entre los términos seleccionados con el lenguaje de interrogación propio del recurso (campos de búsqueda y operadores booleanos, de proximidad o de comparación). Ejecutar la búsqueda. Evaluar los resultados de la búsqueda y revisar el proceso en función de los resultados. Bibliografía: Universidad de Alicante. (s.f.). Material formativo La búsqueda de información científica . Bear, R. D. (2008). Metodología de la Investigación. España: Shalom. Cordón, J. A. (2010) Las nuevas fuentes de información: información y búsqueda documental en el contexto de la web 2.0. Madrid: Pirámide.
CLASIFICACIÓN DE LAS HERRAMIENTAS DE BÚSQUEDA Buscadores especializados Aunque se basan en tecnologías o concepciones diferentes, la idea fundamental es que indexan, de forma automática o semiautomática, contenidos de determinado tipo, formato, temática o características, alojados en ciertos sitios o dominios de la web. En nuestro caso, los contenidos son información y documentación científica, lógicamente: hablamos de buscadores científicos. No son instrumentos tan rigurosos y con tantas prestaciones como las bases de datos, ni tan selectivos y precisos respecto a sus contenidos. Pero son un buen complemento, una interesante opción alternativa, que amplía el radio de tu exploración, sobre todo para materiales en acceso abierto. Resultan libres y gratuitos, disponibles en cualquier sitio, y son fáciles de manejar. Es el caso, en especial, de Google Académico. Bases de datos documentales Una base de datos es un conjunto de información estructurada en registros y almacenada en un soporte electrónico legible desde un ordenador. Cada registro constituye una unidad autónoma de información que puede estar a su vez estructurada en diferentes campos o tipos de datos que se recogen en dicha base de datos. Por ejemplo, en un directorio de miembros de una asociación, un registro será la ficha completa de cada uno de los socios. En cada registro se recogerán determinados datos, como el nombre, la profesión, la dirección o el teléfono, cada uno de los cuáles constituye un campo. Hay tres grandes modelos de bases de datos según el contenido de sus registros: - Bases de datos con información factual: recogen informaciones muy concretas y actuales, generalmente de carácter numérico: datos estadísticos, series históricas, resultados de encuestas, convocatorias de becas o subvenciones, convocatorias de eventos, ofertas de empleo, ... - Directorios: recogen datos sobre personas o instituciones especializadas en una actividad o materia concreta. Hay directorios de profesionales, de investigadores, de centros de investigación, de bibliotecas, de revistas científicas, de empresas, de editoriales, … - Bases de datos documentales. En este último grupo, cada registro se corresponde con un documento, sea éste de cualquier tipo: una publicación impresa, un documento audiovisual, gráfico o sonoro, un documento de archivo, un documento electrónico, ... En el campo de la información científica, las bases de datos documentales son unas herramientas de búsqueda especializadas de gran valor e importancia, que forman parte típicamente en muchos casos de la llamada internet profunda. Son los instrumentos más rigurosos para buscar artículos de revista y en las búsquedas para la investigación. Una base de datos se crea y mantiene de forma continuada con el objetivo de resolver necesidades de información concretas de un colectivo, una empresa o el conjunto de la sociedad. Estos recursos electrónicos pueden ser consultables directamente en formato electrónico o ser utilizados para elaborar productos impresos: bibliografías, directorios, informes. Las bases de datos documentales son fuentes de información electrónica, usualmente disponibles en internet, integradas por registros o referencias bibliográficas que describen documentos científicos y han sido incorporados de forma selectiva y consciente para servir como índice o medio de difusión de la literatura científica. Los registros de las bases de datos documentales pueden incluir o no el contenido completo de los documentos que describen, según lo cual se distinguen tres categorías: - Bases de datos de texto completo: son aquellas que estén constituidas por los propios documentos en formato electrónico, por un volcado completo de su texto. Pueden incorporar además campos en los que se contiene la información fundamental para facilitar su descripción y recuperación. En estos sistemas la operación de búsqueda (que puede abarcar la totalidad del texto) y la consulta del documento se producen sin salir del propio sistema de información. - Archivos electrónicos de imágenes: están constituidos por referencias que permiten un enlace directo con la imagen del documento original, sea éste un documento iconográfico (fotografías, imágenes de televisión,) o un documento impreso digitalizado en formato de imagen. En estas bases de datos normalmente la búsqueda está limitada a los campos de la referencia bibliográfica y no se pueden localizar otros términos presentes en el texto completo del documento original. - Bases de datos referenciales: sus registros no contienen el texto original sino tan sólo la información fundamental para describir y permitir la localización de documentos impresos, sonoros, iconográficos, audiovisuales o electrónicos. En estos sistemas de información sólo se puede obtener referencias sobre documentos que habrá que localizar posteriormente en otro servicio (archivo, biblioteca, fototeca, fonoteca) o solicitar a un servicio de suministro de documentos. Sin embargo, una base de datos referencial puede incluir campos que faciliten la localización del documento (bibliotecas, signaturas, direcciones en Internet,) o incluso enlaces directos para obtener directamente el original a través de otro programa (tratamiento de texto, navegador de Internet). Catálogos Los catálogos son técnicamente bases de datos, sólo que por su función y utilidad conviene distinguirlos para entender mejor el panorama de los recursos disponibles. Son herramientas de búsqueda que junto a la referencia de los documentos informan de su localización o forma de acceso, es decir, de los medios para conseguirlos, para obtenerlos. Además, suelen describir documentos-fuente, no analizar parte a parte artículos o contenidos de revistas, congresos, compilaciones, etc. Los catálogos pertenecen a sistemas bibliotecarios y bibliotecas. Y sus registros incorporan datos de los ejemplares físicos existentes, su lugar de ubicación, si están o no disponibles, formas de acceder a ellos mediante préstamo, consulta o acceso online, etc. También se habla de catálogos de librerías o distribuidores y comercializadores de libros, etc., en cuyo caso se informa de precios y se ofrecen facilidades de compra online de libros impresos, descarga de e-books, acceso online, etc. Otras grandes fuentes de información Se trata, en efecto, de fuentes de documentos (textos completos) o fuentes de datos, es decir, pertenecen principalmente a alguno de estos grupos: ► Portales editoriales: plataformas de publicación o distribución electrónica de contenidos: revistas, libros, obras de consulta y otros documentos científicos a los que se accede en internet. ► Repositorios: depósitos o archivos digitales de documentación publicada por otras vías e incorporada después, incluida a título de prepublicación o de archivo de acceso público, digitalizada desde originales impresos, manuscritos, etc. ► Fuentes de datos factuales, numéricos, gráficos, etc.: información estadística, demográfica, datos científicos o económicos, objetos artísticos, empresas, mapas, imágenes, fórmulas, productos, sustancias, biosecuencias, etc. Bibliografía Martínez, L. J. (2013). Cómo buscar y usar información científica. Guía para estudiantes universitarios. Biblioteca, universidad de cantabria. Yunta, L. R. (2001). Bases de datos documentales: estructura y principios de uso. La información especializada en Internet., 1-21.
LOS DOCUMENTOS CIENTÍFICOS Y LAS REFERENCIAS Las referencias desempeñan varias funciones esenciales, entre ellas, sirven para reconocer las ideas y los hallazgos de otros investigadores, proporcionar información válida y útil a los lectores del artículo, refrendar afirmaciones y argumentos y para respaldar la información suministrada, pero para que estas funciones se cumplan, es necesario que los autores sepan que es su obligación presentar listas de referencias libres de errores o defectos, en conformidad con el estilo que adopta la revista en la cual pretenden publicar. El apego de las referencias al modelo exigido, demuestra el rigor en el trabajo. Disponer de referencias con todos sus datos siempre traerá ganancias para todos, por ejemplo, los lectores interesados recuperarían la información de su interés, el artículo contribuiría a incrementar la calidad de la revista y su uso, y un artículo no tan descollante, puede ser bien apreciado a causa de sus referencias. Para algunos, las referencias bibliográficas constituyen la manifestación material del enlace que existe entre la labor de investigación que se expone y la labor de investigación precedente, y son un conjunto mínimo de datos que permite la identificación de una publicación o de una parte de ella. Las referencias aparecen de diferentes maneras en el escrito científico, aunque generalmente se agrupan al final en la denominada lista de referencias bibliográficas o de referencias, en las que se especifican las fuentes citadas en el documento. Bibliografía Martín, S., & Lafuente, V. (2017). Referencias bibliográficas: indicadores para su evaluación en trabajos científicos. Investigación bibliotecológica.
Cómo buscar y usar información científica: Guía para estudiantes universitarios 2016 Santander, España, septiembre 2016 Luis Javier Martínez Rodríguez Coordinador de Formación y Promoción Biblioteca, Universidad de Cantabria
Para qué estás en la universidad Sea cual sea la motivación última o las diversas razones de cada persona, hay una respuesta obvia, simple y común, cierta en prácticamente todos los casos: estás en la universidad ►Para asimilar el conocimiento científico de tu especialidad. Además, estás en la universidad para poder un día ponerlo en práctica como profesional y, en algún caso, quizá, para llegar a contribuir al mismo personalmente, en la investigación. La formación es importante. Vivimos en una economía mundializada donde parece que sólo se puede subsistir con el desarrollo de conocimiento o con sueldos bajos, reduciendo el bienestar. Personas, generaciones y sociedades están abocadas a tener que elegir.
Cómo se construye la ciencia La ciencia es una representación o descripción de la realidad altamente depurada y fiable por haber sido generada en el seno de comunidades de expertos mediante procedimientos contrastados y abiertos a la crítica. La ciencia en cuanto descripción del mundo es la parte más exacta de la cultura humana y por tanto la que permite manipularlo o transformarlo de forma más eficaz. La ciencia se define como un saber simultáneamente acumulativo y crítico: crece agregando piezas de conocimiento sobre la base del conocimiento preexistente, pero sometida a la crítica, tanto por lo que respecta a las nuevas piezas, hasta que se aceptan y consolidan en el edificio, como incluso respecto a las estructuras sustentantes, en el caso de anomalías y revoluciones científicas. Esto es factible porque el cuerpo de conocimientos es público, fijo y fiable, es decir, está en forma de documentos a disposición de todos. Y, además, la ciencia la construyen las comunidades científicas. Los problemas de investigación se insertan en tradiciones o programas de investigación que son colectivos y que se plasman en la literatura científica. Los hallazgos se someten para su aprobación al escrutinio de los colegas y se publican como documentos, pasando a engrosar el corpus de literatura de cada especialidad. Por tanto, la comunicación, la publicación del conocimiento y los documentos científicos son consustanciales a la ciencia. Parte del trabajo de hacer ciencia para el investigador es: ► Indagar en los documentos publicados qué es lo que se sabe y qué lo que se ignora. ► Documentarse sobre un tema mediante la información aportada en otras fuentes. ► Redactar y publicar artículos, comunicaciones, presentaciones, libros, etc. ► Citar los artículos utilizados para preparar los textos que uno mismo escribe. ► Intervenir en congresos, conferencias, seminarios, reuniones científicas. ► Mantenerse informado sobre los nuevos avances en forma de publicaciones. ► Revisar y reseñar artículos o documentos que otros expertos publican.
Qué es la información científica Información científica es el conjunto de los registros o resultados de la ciencia, del conocimiento basado en el método científico, grabados y dados a conocer por procedimientos digitales, en la red, pero también, incluso, por medios impresos, en papel. De acuerdo con lo dicho sobre la ciencia, la información científica es un segmento reducido y cualificado de cuanto circula por internet, que te interesa reconocer e identificar frente a otros géneros de información o contenido, lo que no siempre es evidente a primera vista. La ciencia y, por ende, la información científica, se contraponen en especial a informaciones y mensajes que tienen otro alcance o un propósito distinto, como, por ejemplo: ► Expresión: de emociones, deseos, intenciones, afectos, relaciones, preferencias… ► Opinión: exposición de creencias, comentarios, propuestas, iniciativas, etc. ► Ideología: difusión de ideas políticas, religiosas, morales, sociales, estéticas, etc. ► Propaganda: divulgación de doctrinas con el fin de convencer y hacer adeptos. ► Publicidad: información dirigida a convencer y crear compradores y clientes. ► Pseudociencia: conjunto de supercherías disfrazadas de ciencia. Por otra parte, en nuestra sociedad de las industrias de la información el problema no es la falta, sino la saturación de información. El problema es cómo encontrar, entre tanta información, la más adecuada, la más relevante, justo la que se necesita, sin conformarnos con lo primero o lo segundo que nos aparece, con lo más inmediato, cómodo o barato, aunque no valga la pena. Frente a esto hay dos tipos de soluciones: 1. Tecnológicas: herramientas de búsqueda especiales que filtran la información restringiéndola a los sectores o dimensiones más relevantes: en nuestro caso, la información científica o determinados subsectores o clases de ésta. 2. Intelectuales: facultad de análisis crítico de la información, de examinar, evaluar las fuentes de información, los documentos, cualquier contenido comunicativo; es algo indispensable en un titulado universitario de nuestra época. Para qué usar la información científica Es un medio para tu formación actual: Tu formación en la universidad depende esencialmente de ti mismo. En segundo lugar, depende de la ayuda y orientación de tus profesores, que te guían. Ellos te van a requerir, de un modo u otro, que te introduzcas en la bibliografía y fuentes de información de la disciplina. Es la base de tu aprendizaje permanente: Hay cuestiones del día a día sobre las que ir manteniéndote (in)formado y que son las que marcan la diferencia. Eso es más fácil si estás preparado para ello desde la carrera porque te has familiarizado con las fuentes de información científica de la rama de conocimiento a la que te dedicas. Excelencia y cultura de trabajo: Finalmente, hay un objetivo de calidad. Quien pasa por la universidad para ser, se supone, un profesional o un experto, no digamos ya si se tratara de un investigador, tiene que saber aplicar el conocimiento científico en su trabajo a todas horas eficazmente. Qué hacer con la información científica Con la información científica realizas un trabajo intelectual que consiste en procesarla, o leerla (en un sentido profundo), como resultado de lo cual, aprendes. Este trabajo con la información científica abarca al menos estos tres aspectos o competencias: ► Encontrarla: entender cómo se produce y distribuye, definir bien tus necesidades y problemas, planear y preparar la pesquisa, seguir estrategias eficaces de rastreo, manejar diferentes herramientas de búsqueda, conseguir las referencias y documentos que te hacen falta, acceder a los contenidos de pago, etc. ► Evaluarla: discriminar qué es lo que vale y lo que no vale, distinguir las clases de información, analizar críticamente qué fuentes de información son fiables y autorizadas, seleccionar herramientas y documentos apropiados y útiles, etc. ► Utilizarla: usar la información de forma eficiente, legítima y creativa, procesar y analizar la documentación reunida, gestionar referencias bibliográficas, incorporar citas y referencias en tus propios textos para fundamentarlos, estructurar y dar forma a trabajos académicos, etc.
¿A qué otras funciones o contenidos comunicativos se contrapone especialmente la información y comunicación científica? La ciencia y, por ende, la información científica, se contraponen en especial a informaciones y mensajes que tienen otro alcance o un propósito distinto, como, por ejemplo: Expresión: de emociones, deseos, intenciones, afectos, relaciones, preferencias… Opinión: exposición de creencias, comentarios, propuestas, iniciativas, etc. Ideología: difusión de ideas políticas, religiosas, morales, sociales, estéticas, etc. Propaganda: divulgación de doctrinas con el fin de convencer y hacer adeptos. Publicidad: información dirigida a convencer y crear compradores y clientes. Pseudociencia: conjunto de supercherías disfrazadas de ciencia. Cita tres actividades realizadas habitualmente por los investigadores que supongan la utilización de información científica. Encontrar la información Evaluar la información Utilizar la información ¿Cómo puede combatirse el exceso de información y su muy distinta fiabilidad? Frente a esto hay dos tipos de soluciones: 1. Tecnológicas: herramientas de búsqueda especiales que filtran la información restringiéndola a los sectores o dimensiones más relevantes: en nuestro caso, la información científica o determinados subsectores o clases de ésta. 2. Intelectuales: facultad de análisis crítico de la información, de examinar, evaluar las fuentes de información, los documentos, cualquier contenido comunicativo; es algo indispensable en un titulado universitario de nuestra época. ¿Qué características de la ciencia y de la forma en que se construye hacen que sea esencial la función de los documentos y la información científica? Una parte significativa de las tareas en que consiste hacer ciencia es procesar información científica: buscar, seleccionar, leer, analizar, organizar, escribir, publicar, etc. documentos. Esto es así, con matices de procedimiento, en todas las disciplinas. Por su propia naturaleza, la ciencia y el trabajo científico se basan en la información y en los documentos. Si quieres aprender ciencia, si deseas de verdad asimilar el conocimiento científico de la especialidad, conviene familiarizarse con la información científica de esa especialidad. La información científica funciona como: Medio de formación actual Base de aprendizaje permanente Excelencia y cultura de trabajo
La web tiene muchas posibilidades La World Wide Web, que tanto usamos en la vida cotidiana, también te puede servir a veces en la universidad para tus fines: estudiar y aprender, hacer trabajos, etc. Buscar información en la web es un recurso básico y general, un punto de partida y un complemento. La web y los buscadores generalistas como Google te serán útiles para estas tareas: ► Consultar páginas y sitios web recomendados por el profesorado. ► Utilizar sitios y portales de reconocido valor como fuente de información. ► Localizar páginas, archivos o documentos previamente conocidos y confiables. ► Orientarte someramente sobre un tema, aproximarte a cuestiones poco conocidas. ► Buscar datos concretos, definiciones, estadísticas, direcciones, fórmulas, etc. ► Enterarte sobre la actualidad, noticias, empresas, la administración pública, etc. En la web hallamos mucha información y muy variada. Hay recursos valiosos y fiables, preparados con rigor y dignos de crédito, verdadera ciencia. Pero también se difunden contenidos con diferentes fines: entretener, favorecer las relaciones sociales, promocionar un producto o una idea, generar audiencia para la publicidad, etc. Hay páginas para públicos muy diversos. En foros y blogs encontramos opiniones o creencias de unos y otros, por ejemplo. A través de la red publican información empresas, asociaciones, organismos públicos, universidades, personas concretas, etc., con muy distintos propósitos e intereses. Y con distinto valor. Esta diversidad de recursos no está organizada por el tipo de contenido, ni clasificada por su calidad o rigor. Los buscadores como Google, Bing, etc. los recuperan en buena medida mezclados. Así pues, la web encierra muchas posibilidades y debes aprovechar algunas de ellas, seleccionando, no indiscriminadamente.
Tienes que valorar y elegir Para conseguir la información científica que necesitas como universitario, eres tú quien tiene que valorar, juzgar y elegir: usar eficazmente las posibilidades de la red. Los buscadores no te dan el trabajo hecho. Esto es casi una ventaja, si sabes sacar partido de ello desarrollando tu capacidad de pensamiento crítico, como un verdadero ciudadano de la sociedad digital. De lo contrario, puede llegar a ser un inconveniente, claro. Si haces una búsqueda para un acercamiento inicial a un tema desconocido o incluso si buscas datos concretos (definiciones, biografías, tablas, listados, etc.), tienes que filtrar la información que encuentres en la web, y elegir aquélla que sea fiable, relevante y adecuada para tus necesidades como universitario. No te vale cualquier cosa, porque, recuerda, tú buscas y necesitas información científica. ¿Cómo te las arreglarás? Usando sitios que sepas que son válidos y solventes como fuente de información o bien realizando un análisis crítico de los contenidos que encuentres. Es decir, o tienes claro que te puedes fiar o sometes los candidatos a examen.
Clases y ejemplos de sitios web fiables ► Sugeridos expresamente por tus profesores. ► De universidades y centros de investigación (por extensión, URLs de todo el domino .edu, o los subdominios .edu. y .ac., donde es en este caso un dominio geográfico). ► De organismos públicos oficiales, nacionales e internacionales. ► De instituciones culturales y científicas (museos, academias, archivos, etc.). ► De editoriales científicas y académicas conocidas y prestigiosas.
Criterios para seleccionar contenidos web 1. La URL • .com: sitios de empresas, con intereses comerciales. • .net: sitios de empresas tecnológicas o de comunicaciones. • .edu: sitios educativos, de investigación, etc. en USA y en muchos países. • .ac.: sitios académicos, de investigación, etc. en países anglosajones. • .edu.: sitios educativos, de investigación, etc. en países iberoamericanos, etc. • .org: sitios de entidades sin fines lucrativos, pueden tener intereses ideológicos. • .es, .uk, .fr, .pt, .de, .mx, .ar, .co, .cl, .pe: son dominios geográficos. • ~ o %: como parte de la URL son indicio de que se trata de una página personal 2. Sitio web ¿Cuál es el sitio web donde se aloja el contenido que examinas? ¿Qué confianza aporta? 3. Autoría Cuanto más anónima la información, peor. A veces, no obstante, la autoría puede no ser personal, sino de grupos, colectivos o instituciones. 4. Vigencia La información debe contar con fecha. Puede haber otros indicios en el texto: fechas citadas, noticias, datos, legislación, referencias bibliográficas con año, etc. Aunque es un indicio indirecto, tampoco hay que confundir la fecha de actualización de la web con la vigencia o actualización del contenido. 5. Finalidad Pregúntate: • ¿Son resultados de la investigación, para otros investigadores? • ¿Es información para profesionales, especialistas, expertos? • ¿Es un material educativo, formativo? ¿De qué nivel de enseñanza? • ¿Es información comercial de una empresa, para potenciales clientes? • ¿Son opiniones de/para aficionados, interesados, afectados, partidarios…? • ¿Es un contenido creado sólo para generar tráfico hacia los anuncios? • ¿Es divulgación científica? ¿De qué nivel y pretensiones parece? • ¿Es información de la administración para el ciudadano? 6. Rigor ¿El texto parece redactado de forma apropiada? ¿Usa un lenguaje científico preciso? ¿Expone correctamente la información? ¿Justifica sus afirmaciones mediante referencias* bibliográficas? ¿Cita otros estudios o informes, aporta documentación? ¿Incluye datos: experimentos o cálculos propios, cifras tomadas de fuentes ajenas, ¿etc.? ¿Ofrece enlaces vivos a otros sitios web? ¿Transmite seguridad? 7. Consistencia • La información, ¿incluye contradicciones internas? • ¿Tiene afirmaciones sospechosas, contradice algo que sepas? • ¿Incorpora enunciados que en otras fuentes figuran de otra forma? 8. Objetividad Es importante vigilar si hay sesgos ideológicos, o de otro tipo. 9. Diseño El diseño te puede decir mucho. ¿Está bien cuidado o es desaliñado? ¿Antiguo o moderno? Sobre todo: ¿la información está bien organizada y estructurada? ¿Qué domina: textos o imágenes? ¿Es llamativo, para captar la atención, o austero? La información más seria y fiable tiende a estar bien presentada, pero suele ser sobria. 10. Relevancia ¿La información es pertinente para lo que buscas? ¿Responde a tus preguntas? ¿Tiene que ver con tu necesidad? Si no es así, por buena que sea, no te vale; no basta que sea fiable. 11. Suficiencia La página o contenido, ¿qué cantidad de información te aporta en relación con tu problema? ¿Es suficiente para lo que buscas? Una sola fuente nunca suele serlo. 12. Conclusión Valorando en resumen todos los aspectos anteriores, ¿qué opinión te suscita la página que analizas? ¿Merece confianza? ¿Es apropiada para un universitario? ¿Es adecuada para tu necesidad? ¿Tiene suficiente fiabilidad, credibilidad? ¿Es portadora de conocimiento científico? ¿Sería digna de ser citada en un trabajo académico como representativa del estado de conocimientos en la materia?
Qué más tener en cuenta para evaluar webs Si se hace una búsqueda en Internet para orientarse sobre un tema, para aclarar alguna cuestión concreta o encontrar determinados datos, sin contar con un sitio previamente recomendado, ¿qué tipo de contenido sería fiable? El ideal podría ser este: Una página web de una institución educativa u oficial creada por autores expertos, debidamente actualizada, dirigida a informar a otros expertos, o profesionales en formación, y que cumpla con el rigor, consistencia y objetividad exigibles para un universitario. Es decir, se busca información válida y en la web la mayor parte no está validada como requisito para publicarse, por lo que seleccionamos la que nos merece confianza sobre todo por sus promotores o creadores. Ambos aspectos son cruciales, el sitio web y los autores. Además, se debe tener en cuenta algunos consejos prácticos: ► En caso de duda, consultar a tus profesores, esto siempre es una buena idea. ► Si no tienes seguridad, no uses la página o recurso, es preferible, seamos selectivos. ►Es interesante abrirse al idioma inglés, la web en inglés incluye más cantidad de información y, para muchos temas, aporta más información de calidad. ► Las editoriales científicas, de toda confianza, son .com. ► Conviene no fiarse ingenuamente de lo que muchas webs anuncian de sí mismas como eslóganes o publicidad y cerciorarse de su funcionamiento y contenido. ► Evaluar las páginas web no siempre lleva el mismo tiempo: una vez te acostumbres lo harás rápido. Pero hay veces en que te puede merecer la pena incluso buscar en Google los autores o la institución responsable para averiguar más sobre ellos. ► Prueba a usar la búsqueda avanzada de Google pulsando abajo Configuración, o la rueda en la pantalla de resultados, para restringir tus rastreos sólo a sitios académicos: en la casilla de sitio o dominio limita a: .edu .edu..ac. ► En las redes sociales podemos enterarnos de contenidos útiles y válidos, pero no son por sí mismas una fuente de información científica. ► Desarrolla tu espíritu crítico, tu capacidad de análisis, al buscar y seleccionar... Será parte valiosa de tu bagaje intelectual para el futuro, estudies lo que estudies
Qué hacer con la Wikipedia El caso de la Wikipedia es singular y controvertido. ¿Hasta qué punto puedes usarla en tus estudios? ¿Es una fuente fiable? ¿Es portadora de conocimiento científico? ¿Cómo opera WP? Se redacta de forma colectiva por una multitud de voluntarios, no necesariamente expertos, ni conocidos públicamente. ¿Se revisa, edita o filtra el contenido? Hay un sistema de edición y control también cooperativo, con normas y procedimientos, aunque no sin deficiencias. ¿Es actual? La actualización de la información tiende a ser su mayor virtud. ¿Es rigurosa, etc.? Depende de los artículos, la calidad varía mucho de unos a otros. ¿Cuál es su finalidad? WP es una enciclopedia, y, como tal, una síntesis secundaria o terciaria de lo que ya se sabe sobre los diferentes temas; para quienes buscan información pretende ser una forma de acercamiento a esos temas. WP es una fuente de información práctica si la usas con moderación y sentido crítico y si no recurres a ella en sustitución de conocimientos que debes buscar en otros lugares. Unos consejos sobre WP: ► Seguir las orientaciones de tus profesores al respecto o pregúntales si tienes dudas sobre la WP en relación con su disciplina, sus métodos o con algún tema concreto. ► Consultar WP con espíritu crítico, con prudencia, contrasta la información, ponte alerta ante afirmaciones dudosas, pondera la diferente calidad de los artículos … ► Usar WP como enciclopedia, como una vía de acceso: para introducirte a temas, aclarar conceptos, encontrar terminología para búsquedas más profundas, conseguir referencias bibliográficas y enlaces a otros sitios web, etc. ► No usar WP como base definitiva o exclusiva de conocimientos para un trabajo, ni para preparar un tema: es una herramienta auxiliar, un punto de partida. ► Explorar las versiones de los artículos en inglés, lengua en la que a menudo son mejores que en castellano, o en otros idiomas que conozcas (WP en alemán, etc.) ► WP es un buen ejemplo de las grandes posibilidades de la web: está en tu mano aprovecharlas de manera selectiva e inteligente
¿Cuáles son los principales tipos de sitios web donde generalmente vas a encontrar información confiable? ► Sugeridos expresamente por tus profesores. ► De universidades y centros de investigación. ► De organismos públicos oficiales, nacionales e internacionales. ► De instituciones culturales y científicas (museos, academias, archivos, etc.). ► De editoriales científicas y académicas conocidas y prestigiosas. ► De entidades y asociaciones científicas, profesionales o empresariales relevantes. ¿Por qué es importante la cuestión de la autoría al evaluar la fiabilidad de la información? Y ¿qué aspectos incluye? Es importante porque hay que tener en cuenta que se busca información científica, de expertos, no de aficionados, ni de personas que sepan igual o menos. Incluye aspectos como la figuración de los responsables directos de la creación del contenido, teniendo en cuenta si son expertos en la materia, si constan sus datos, sus credenciales, curriculum, forma de contacto, etc. Además, la autoría puede no ser personal, sino de grupos, colectivos o instituciones. ¿Qué abarca el criterio del “rigor”, como uno de los elementos de la fiabilidad global? Abarca tomar en cuenta si el documento cuenta con correcta redacción, lenguaje científico y preciso, exposición correcta de la información, justificación mediante referencias bibliográficas, citas de otros estudios o informes, si ofrece enlaces vivos a otros sitios web y además si el documento transmite seguridad.
No sólo existe Google Empecemos por un pequeño detalle. Conviene tener presente que Google no es el único buscador generalista, es decir, orientado a rastrear y localizar sitios y páginas web de cualquier clase. Hay otros, como, por ejemplo: ► Bing, de Microsoft ► Exalead, de origen francés ► Yahoo! Search, del portal Yahoo! ► StartPage, usa el motor de Google, pero respeta la privacidad Google es el buscador más conocido y utilizado, sobre todo en España. Quizá es el que más información rastrea de internet y también el que en líneas generales mejor lo hace. Pero no hay que menospreciar la capacidad de sus rivales de encontrar resultados preferibles para algunos problemas, ni las prestaciones especiales de algunos, como Exalead o StartPage. Pedir a veces una segunda opinión, tener otros buscadores de reserva a la hora de explorar la web, es buena idea. Puede resultarnos de utilidad. Sin embargo, en todo caso…
Los contenidos profundos de la web Google y los demás buscadores generalistas no pueden rastrear toda la información que existe en la web o, mucho menos, en internet. Hay una enorme cantidad de contenidos que no están indexados por los motores de búsqueda: es lo que se conoce con varios términos: internet profunda, web invisible, deepnet, hidden web, etc. Se trata de archivos a los que los robots de los buscadores no llegan y de los que por tanto no pueden guardar copia, ni indexar sus textos, ni facilitar resultados cuando consultas. En cierta manera, suele decirse, los buscadores sólo exploran la superficie de la red. Las causas de que esta parte de la web no sea accesible mediante los buscadores convencionales son muy variadas: se trata de información de alguno(s) de estos tipos: ► Generada dinámicamente en bases de datos, sin páginas ni URL estables. ► Hospedada bajo interfaces y sistemas de búsqueda propios. ► Disponible sólo mediante registro personal, nombre de usuario, contraseña, etc. ► De pago, mediante suscripción, licencia, pago por uso, etc. ► Bajo formatos o tecnologías especiales, multimedia, etc., no páginas html. ► Restringida a los robots de los buscadores por diversas razones y métodos. La Internet profunda incluye todo tipo de materiales. Algunos son información científica valiosa y de interés. Está alojada en bases de datos y otros archivos digitales que deben ser consultados específicamente para conseguirla, por lo que hay que conocerlos. Por eso es importante que estés preparado para usar otras herramientas de búsqueda, como las que veremos en esta guía, y nuevas fuentes de información especializada que vayas conociendo a lo largo de tu carrera y en el futuro. Para tus fines, aprender, desarrollar conocimiento, tendrás que poner en juego otros instrumentos aparte de Google.
La literatura científica Una parte de la información que conocemos a través de internet sí ha sufrido algún tipo de selección y control, un proceso de validación. La ciencia es conocimiento acreditado en el seno de comunidades de expertos, que evalúan los resultados de la investigación. Los informes sobre los nuevos descubrimientos y desarrollos son sometidos a escrutinio de los colegas más cualificados antes de darse a conocer. E igualmente sucede con el resto de las publicaciones que van condensando y sistematizando el conocimiento disponible y consolidado, el estado del arte en cada disciplina. Así se va conformando el corpus de la literatura científica de cada especialidad: lo que, en cada rama del saber, se sabe. Y que constituye la base de tu formación universitaria. La literatura científica, o documentación científica, o bibliografía científica, o publicaciones científicas, es, pues, información científica acreditada y tiene estos rasgos: 1. Está integrada por documentos, que son registros de información ideados para la comunicación del conocimiento por parte de las comunidades científicas. 2. Pertenecen a unos cuantos géneros o tipos característicos, conocidos y limitados. 3. Su contenido es resultado de alguna forma de proceso editorial: un sistema de selección y revisión, anteriores a la publicación, por parte de personas o entidades independientes de los creadores y dignas de confianza, o algún mecanismo de aprobación y control de calidad en todo caso: no son auto publicaciones. 4. Están en formato digital, pero a veces también en versión impresa, en papel.
Herramientas de búsqueda y fuentes de información Así pues, tenemos que: ► Para acceder a información científica profunda que Google no recupera… ► Para manejar literatura científica de forma directa, selectiva, focalizada… ... te conviene usar otras herramientas de búsqueda o fuentes de información. ¿A qué llamamos herramientas de búsqueda? A servicios o archivos digitales que sirven como índice para localizar la información que necesitas entre las grandes cantidades de información existente. ¿A qué llamamos fuentes de información? Es un término muy general, que incluye las herramientas de búsqueda y cualquier otro depósito, archivo, colección o conjunto de publicaciones (e incluso documentos sueltos).
Clasificación: Buscadores generales: Recorren toda la web automáticamente con sus robots, guardan copia de los contenidos, los indexan y facilitan su búsqueda sin selección ni restricción de materiales o tipos de información. Por eso, se requiere ser selectivos y críticos Buscadores especializados: Rastrean la web de forma automática o semiautomática, indexando contenidos de determinado tipo, formato, temática o características, alojados en ciertos sitios o dominios de la red, etc. Nos interesan sobre todo los que buscan información especializada, científica, técnica, académica, etc. Bases de datos documentales: Grandes archivos digitales que reúnen e indexan datos de documentos científicos, y por tanto sirven como índice de la literatura científica existente. No funcionan recorriendo la web, sino incorporando esos datos de manera selectiva e inteligente, por parte de personas que definen y deciden qué literatura se analiza. En bastantes casos, los registros de las bases de datos enlazan a los textos completos de los documentos científicos, o incluso los contienen. Catálogos: Bases de datos que describen documentos científicos de diverso tipo que se conservan, proporcionan o distribuyen en un lugar o entidad: catálogos de bibliotecas, de librerías, proveedores, etc... Otras grandes fuentes de información: Esta es una categoría variada e ingente de recursos que abarca: portales de publicaciones científicas digitales, depósitos de documentos científicos, fuentes de datos de tipo numérico, gráfico, etc. Muchos son especializados en un sector de conocimiento y/o tipo de contenido, pertenecen a una editorial o a un organismo.
Búsqueda estratégica Buscar información y literatura científica no es como buscar en la web por entretenimiento o para cuestiones de la vida cotidiana. Tiene que ver, pero no es lo mismo. Y es importante que seas consciente de esto desde el principio. Adquirir conocimiento, aprender, también mediante la búsqueda de información, requiere algo de tiempo y de método. Muchas veces en internet buscamos probando suerte, por ensayo y error, haciendo uso de la intuición, aprovechando similitudes y surfeando de página en página. Damos muchas vueltas, pero sólo con Google. Y sólo introduciendo términos en el casillero único del buscador o pulsando enlaces en las páginas… Para encontrar y manejar información y documentación científica implica también aplicar métodos de búsqueda más depurados y formas de búsqueda estratégica. Consejos: Analiza el problema, planea el trabajo de búsqueda. Piensa y anota qué posibles términos de búsqueda usar y vete ampliando la lista. Considera qué herramientas de búsqueda emplear, usa varias herramientas. Examina cómo se utilizan las herramientas de búsqueda, aprende a usarlas. Usa sistemas de búsqueda avanzada (campos, frases, limitaciones, combinación…). Busca ordenada, sistemáticamente, en varios pasos lógicos, sin precipitación. Guarda resultados provisionales, analízalos después, conserva los definitivos, etc. Valora críticamente los resultados, piensa si son relevantes, de un nivel adecuado… Anota y documenta el proceso de búsqueda: vas a ser un científico, un profesional.
Práctica con Google Académico Google Académico es un servicio de la empresa Google: un buscador especializado que rastrea sólo sitios de carácter académico y científico de la web. Indiza y extracta la información extrayendo o generando un inventario de documentos científicos descritos o disponibles a través de internet. O sea, en algunos casos facilita los datos de los documentos (los describe) y en otros nos lleva incluso, mediante enlaces, al texto completo digital del documento existente en la red. Google Académico es muy útil porque te sirve para acotar el rastreo a los documentos científicos, porque su alcance es enorme y porque incluye tanto literatura en inglés como en castellano. No obstante, los contenidos que recupera son muy heterogéneos y por tanto su tipología, estatus y calidad resultan también diversos. Dependiendo del tema y la búsqueda pueden salirte resultados super especializados sobre investigación de vanguardia o simples programas docentes de asignaturas.
¿Por qué hay información en internet que los buscadores no pueden recuperar? Porque hay una enorme cantidad de contenidos que no están indexados por los motores de búsqueda. ¿Qué tipos de contenidos o archivos están en tal situación? Archivos a los que los robots de los buscadores no llegan y de los que por tanto no pueden guardar copia, ni indexar sus textos, ni facilitar resultados cuando consultas. ¿Qué entendemos por herramientas de búsqueda? ¿Y fuentes de información? Las herramientas de búsqueda son servicios o archivos digitales que sirven como índice para localizar la información que necesitas entre las grandes cantidades de información existente. Fuentes de información, es un término muy general, que incluye las herramientas de búsqueda y cualquier otro depósito, archivo, colección o conjunto de publicaciones (e incluso documentos sueltos). ¿Qué son, en este contexto, las bases de datos documentales? ¿Y los catálogos? Las bases de datos documentales son grandes archivos digitales que reúnen e indexan datos de documentos científicos, y por tanto sirven como índice de la literatura científica existente. No funcionan recorriendo la web, sino incorporando esos datos de manera selectiva e inteligente, por parte de personas que definen y deciden qué literatura se analiza. Los catálogos son bases de datos que describen documentos científicos de diverso tipo que se conservan, proporcionan o distribuyen en un lugar o entidad: catálogos de bibliotecas, de librerías, proveedores, etc... ¿En qué consiste la validación o acreditación de la literatura científica, cómo se hace? Los informes sobre los nuevos descubrimientos y desarrollos son sometidos a escrutinio de los colegas más cualificados antes de darse a conocer. E igualmente sucede con el resto de las publicaciones que van condensando y sistematizando el conocimiento disponible y consolidado, el estado del arte en cada disciplina. Así se va conformando el corpus de la literatura científica de cada especialidad. ¿Qué define a la literatura científica? ¿Qué elementos o rasgos la caracterizan? 1. Está integrada por documentos, que son registros de información ideados para la comunicación del conocimiento por parte de las comunidades científicas. 2. Pertenecen a unos cuantos géneros o tipos característicos, conocidos y limitados. 3. Su contenido es resultado de alguna forma de proceso editorial: un sistema de selección y revisión, anteriores a la publicación, por parte de personas o entidades independientes de los creadores y dignas de confianza, o algún mecanismo de aprobación y control de calidad en todo caso: no son autopublicaciones. 4. Están en formato digital, pero a veces también en versión impresa, en papel.
La biblioteca, centro de recursos La biblioteca de tu universidad es un lugar donde prestan libros y hay espacio para estudiar, con eso seguro que ya cuentas. Pero aparte de esa idea común, si la miras de cerca, la biblioteca es bastante más. Es un instrumento para tu formación, para tu progreso en la disciplina que estudias, que te facilita en realidad servicios muy variados. Su papel recae como centro de recursos de información. De hecho, algunas bibliotecas universitarias han pasado a llamarse Centros de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (C.R.A.I.). La biblioteca reúne bastantes de las herramientas o fuentes que te sirven para buscar, localizar y acceder al conocimiento científico… a contenidos profundos y valiosos de la red y por supuesto a la literatura científica de tu especialidad. Es decir, la biblioteca es el canal por el que puedes llegar a la información cualificada que difícilmente puedes conseguir con Google. Entre otras razones porque muchas veces esta información científica es de pago y es la biblioteca quien la sufraga. Podríamos decir que la biblioteca universitaria es como una caja de herramientas, con muchos aparatos y dispositivos, para conseguir información y abordar otras tareas intelectuales. Una caja con herramientas muy variadas y para diversos fines, que hay que saber manejar un poco… Que a veces, cuanto más rica y útil resulta, tanto más compleja te puede parecer… Pero de la que sacarás partido cuando te familiarices con ella. Las bibliotecas no son idénticas unas a otras: ni tienen exactamente lo mismo, ni están organizadas igual. Cada caja de herramientas es peculiar de cada universidad. Pero todas ellas comparten muchos elementos comunes, aunque presentados de forma algo distinta.
Contenidos científicos digitales de pago En internet se publican online contenidos y documentos científicos por los que hay que pagar para su lectura, consulta o descarga. Técnicamente, como ya hemos dicho, esta es una de las razones para la invisibilidad de tales archivos en los buscadores convencionales como Google. Se trata de bases y bancos de datos, libros y revistas electrónicas, colecciones de normas, obras de consulta, etc. La cuestión es que la biblioteca de tu universidad contrata esos contenidos, paga por ellos en determinadas condiciones (suscripción, etc.), y los distribuidores los convierten en archivos accesibles y visibles dentro de la red del campus, lo que se llama el dominio o rango de direcciones IP que tienen los ordenadores de tu universidad. Son contenidos, pues, con licencia de campus, para la comunidad universitaria. Así, la biblioteca hace visible para ti un segmento valioso de internet, al que de otra manera no podrías acceder. Acceso a contenidos desde fuera del campus La información científica de pago, online, está contratada por la biblioteca para consultarse dentro del campus, en los ordenadores de la universidad. Pero con frecuencia también se admite y es factible que los miembros de la comunidad universitaria la puedan usar desde fuera del campus mediante algún servicio o pasarela de identificación que cuenta con el respaldo de los servicios universitarios de informática. Esto se lleva a cabo con sistemas de acceso remoto, de conexión externa a recursos electrónicos, de red privada virtual (VPN) o también llamados de otras maneras. Con tus claves informáticas habituales te validas y conectas como usuario desde tu casa u otros lugares y a partir de ese momento puedes usar la documentación científica que necesites como si estuvieras dentro de la universidad. Es una gran ventaja que puedas contar desde cualquier sitio con recursos de información científica online, pero profundos e inaccesibles a veces de otra manera. Infórmate en tu biblioteca de si existe este servicio y cómo funciona en concreto.
Buscador o descubridor de información Entre las diversas herramientas y sistemas de búsqueda de las bibliotecas universitarias, la principal o más general suele ser el descubridor o buscador de recursos de información, metabuscador o herramienta de descubrimiento (discovery tool). En muchos casos tiene un nombre propio particular. Aunque cada uno de ellos funciona en cada institución de manera algo peculiar, todos tienen en común los siguientes rasgos: ► Es un instrumento de búsqueda global, específico y único para cada universidad. ► Rastrea documentación procedente de diversas bases de datos y fuentes de información disponibles en la biblioteca, como el propio catálogo de sus fondos. ► Encuentra contenidos muy variados: digitales e impresos; referencias y textos completos online; artículos, libros, trabajos académicos, informes, congresos, etc. ► Actúa, pues, como un super buscador general en relación con las demás herramientas bibliotecarias, es la herramienta más amplia y que más abarca.
Bibliografías recomendadas Como una prestación generalmente asociada al catálogo de sus fondos, muchas bibliotecas universitarias facilitan el servicio de bibliografías recomendadas. Así, puedes acceder fácilmente a los documentos o literatura fundamental que tus profesores aconsejan para que prepares cada asignatura. De este modo tienes controlada la documentación básica de tu carrera. Las universidades grandes tienen un listado de titulaciones más largo, pero también manejable. Bases de datos especializadas Entre los recursos que puedes utilizar gracias a tu biblioteca están algunas importantes herramientas de búsqueda de información científica; las bases de datos de literatura científica te permitirán rastrear, cuando avances en tus estudios, todo el conocimiento de tu disciplina. Tu biblioteca cuenta, seguro, con bastantes bases de datos y recursos online similares. En su sitio web es probable que haya un apartado, o pestaña, con un listado, o buscador, dedicado a este tema. Infórmate: antes o después te va a ser útil. Quizá al hacer algún trabajo de curso, o tal vez cuando llegues al trabajo fin de grado o de máster, etc. Suministros interbibliotecarios ¿Qué pasa cuando necesitas un artículo, un capítulo de un libro, un informe o cualquier otro documento que no está accesible en internet y tu biblioteca tampoco lo tiene impreso? Es el caso frecuente de contenidos que no están suscritos o contratados en la universidad y que por ser de pago tampoco están en acceso abierto en la web. Para estas ocasiones las bibliotecas facilitan los llamados servicios de suministro interbibliotecario o de préstamo interbibliotecario, basados en la cooperación entre ellas, a escala nacional e internacional. Si acudes a tu biblioteca con este tipo de necesidad, localizará en qué otra institución puede conseguir el documento y cursará una petición de reproducción o de préstamo temporal del mismo y te lo facilitará en cuestión de horas, si es un suministro digital, o de pocos días, si es el préstamo de un original. Este servicio puede entrañar algún pequeño coste, pero en muchos casos merece la pena, sobre todo de cara a trabajos académicos. Las solicitudes a menudo se pueden presentar tanto en persona como en línea. De esta manera se te garantiza que tienes acceso a cualquier información científica que puedas necesitar para tus estudios, que cuentas con todos los recursos necesarios para hacer una buena carrera. Gestores bibliográficos Tu biblioteca seguro que también te puede proporcionar, para cuando lo necesites, un gestor bibliográfico, que es un software o servicio de gestión de referencias y documentos a texto completo. ¿Para qué sirven este tipo de programas?, esencialmente, te permiten crear y mantener una base de datos personal con las referencias y los textos completos de los documentos que te van interesando, que encuentras, que vas usando o que necesitas para estudiar y hacer trabajos académicos. O sea, con los gestores puedes organizar tu propio y particular sistema de información científica, que te será útil cuando manejes bastante documentación. Con los gestores bibliográficos se pueden capturar automáticamente las referencias y documentos, organizarlos en carpetas por temas, etc., editar bibliografías y trabajos académicos con citas y listas de referencias en múltiples estilos o formatos bibliográficos. También se puede compartir con otras personas la documentación, etc. Hay muchos gestores, algunos son de pago y otros gratuitos y de uso libre. Tu biblioteca te facilitará probablemente alguno de los que son de pago e información o asistencia sobre otros varios. Los más conocidos son quizá Mendeley, Zotero y Refworks, pero hay otros. Guías, tutoriales, cursos, etc. Las bibliotecas también suelen ofrecer online en sus sitios web guías, tutoriales, vídeos, etc. sobre sus recursos y servicios, sobre cómo usar la documentación científica, sobre las fuentes de información, sobre los trabajos académicos, sobre cada una de sus sucursales, etc. Y en muchos casos cuentan con un programa de cursos y actividades de formación acerca de estos temas que puede ser de gran ayuda. Infórmate cómo son estas prestaciones en el caso de tu universidad. Fíjate aquí en estos dos ejemplos, las bibliotecas de la Universitat Autònoma de Barcelona y de la Universidad de Sevilla, que disponen de una amplia gama de facilidades de este tipo para sus alumnos y demás usuarios. Asistencia y ayuda personal En la biblioteca de tu universidad también puedes contar con el apoyo de su personal para buscar y localizar información científica, para que te expliquen los recursos y colecciones a tu disposición, para que te enseñen a manejar herramientas de búsqueda, etc. La biblioteca es tu centro de asistencia en materia de información científica. Con toda confianza, consúltales tus problemas, tus necesidades, y ten por seguro que estarán encantados de ayudarte. Podrás hacerlo por varias vías: en persona, en los mostradores o despachos de los bibliotecarios, pero también por teléfono, por correo electrónico, mediante formularios web e incluso, en algunos casos, mediante servicios de chat online, como tienen en las universidades de Sevilla, Complutense, La Laguna, Illes Balears y otras. Aquí puedes ver como ejemplo el chat de la Biblioteca de la Universidad de Almería, que ofrece en su enlace Pregúntanos.
¿Por qué la biblioteca ofrece contenidos digitales exclusivos, que no pueden usarse desde cualquier lugar de internet libremente? ¿Cómo es esto posible? La biblioteca contrata esos contenidos, paga por ellos en determinadas condiciones (suscripción, etc.), y los distribuidores los convierten en archivos accesibles y visibles dentro de la red del campus, lo que se llama el dominio o rango de direcciones IP que tienen los ordenadores de tu universidad. Son contenidos, pues, con licencia de campus, para la comunidad universitaria. ¿Qué documentación puedes encontrar con el buscador de la biblioteca? Rastrea documentación procedente de diversas bases de datos y fuentes de información disponibles en la biblioteca, como el propio catálogo de sus fondos. Encuentra contenidos muy variados: digitales e impresos; referencias y textos completos online; artículos, libros, trabajos académicos, informes, congresos, etc. ¿Para qué sirven y por qué son importantes las bibliografías recomendadas? Sirven para acceder fácilmente a los documentos o literatura fundamental que los profesores aconsejan para que prepares cada asignatura. De este modo tienes controlada la documentación básica de tu carrera. ¿Hay que pagar por acceder a contenidos digitales de la biblioteca desde fuera del campus? ¿Es siempre posible, qué hace falta? Con frecuencia también se admite y es factible que los miembros de la comunidad universitaria la puedan usar desde fuera del campus mediante algún servicio o pasarela de identificación que cuenta con el respaldo de los servicios universitarios de informática. Esto se lleva a cabo con sistemas de acceso remoto, de conexión externa a recursos electrónicos, de red privada virtual (VPN) o también llamados de otras maneras. ¿Cuáles son algunos de los más conocidos gestores bibliográficos? Los más conocidos son quizá Mendeley, Zotero y Refworks.
Los documentos científicos y las referencias Cuando en la universidad revisas cualquier guía docente o plan académico aparece la bibliografía de la asignatura, recomendada, básica o como se llame en cada caso. Es la documentación propuesta por el profesorado para el seguimiento de la materia. Está compuesta por documentos científicos. Bastantes serán manuales y textos de estudio, pero puede incluir todo tipo de publicaciones, por supuesto también contenidos digitales, online, incluso software. Dependiendo de la carrera de que se trate y del nivel de los estudios, recogerá literatura especializada, en inglés, artículos de investigación, informes, legislación, normativa técnica, etc. La bibliografía de la asignatura contiene las referencias de los documentos, que sirven para eso, para referirse a los documentos, para informar sobre ellos. También se podrían llamar o considerar metadatos. Una referencia es una descripción breve y estructurada con los datos necesarios para identificar un documento, o incluso para localizarlo y conseguirlo. REFERENCIA Título, autores, fecha, lugar, editorial, tamaño, formato, URL, código numérico, etc. Las referencias pueden redactarse de muchas maneras, con diferentes estilos, y también son distintas según el tipo de documento que describan o el grado de detalle que se necesite. Lo importante es que las referencias son como el carnet de identidad de los documentos, que los representan e identifican. Incluso también incluyen muchas veces un número identificativo y una dirección de acceso, o hasta una imagen, un resumen, etc. Las referencias valen para describir y manejar los documentos. Y los documentos científicos son el soporte fundamental del conocimiento fiable, acreditado y reconocido. Para buscar, usar y gestionar información en tu proceso formativo, y de cara al aprendizaje permanente, tienes que saber encontrarlos y utilizarlos eficazmente. ¿Y qué tipos de documentos científicos hay? Como puedes suponer, muchos y muy diferentes. Y se pueden clasificar de muchas formas. Pero vamos a procurar simplificar: la literatura científica abarca estas diez clases de documentos: 1. Manuales, tratados, obras de consulta. 2. Monografías especializadas. 3. Obras colectivas, compilaciones. 4. Publicaciones de congresos y reuniones. 5. Artículos de revista. 6. Tesis y trabajos académicos. 7. Normas técnicas. 8. Textos legales. 9. Informes técnicos y documentos de trabajo. 10. Documentos de patente.
Manuales, tratados, obras de consulta Son documentos que sistematizan el conocimiento disponible y consolidado. Resultan de reunir, resumir, organizar y presentar con un fin determinado los descubrimientos y avances que las comunidades de científicos ya han aprobado hace algún tiempo. Por eso se llaman a veces documentos “secundarios” o incluso “terciarios”. Subgéneros, entre los que a veces es difícil distinguir: ► Manuales: diseñados y pensados para la enseñanza y el estudio. ► Tratados: exponen el conocimiento de toda una disciplina globalmente. ► Handbooks, compendios: recopilan datos, tablas, fórmulas, instrucciones, etc. ► Enciclopedias: cubren organizadamente un amplio sector de conocimiento. ► Diccionarios: explican alfabéticamente terminología, conceptos, temas, etc. ► Atlas: colecciones de mapas o información gráfica de cualquier tipo. En cuanto a su aspecto, los manuales, tratados y obras de consulta los usarás todavía con frecuencia en formato impreso, en papel, aunque un porcentaje creciente está en versión digital, online, disponible en tu universidad como recursos de información en pdf o en html, etc. En cualquier caso, suelen ser obras voluminosas, de muchas páginas, o incluso en varias partes o tomos. Tienen títulos generales, que aluden a una rama del saber, algo similar a una “asignatura”. Y se identifican con el código numérico comercial ISBN, que actualmente consta de 13 dígitos. A menudo estos documentos se consultan de forma rápida y parcial, para satisfacer una duda, no se leen enteros. Por eso, sobre todo los compendios o las enciclopedias se llaman obras de consulta. Incluso, las de una mayor envergadura, siempre digitales, constituyen auténticas fuentes de información para las búsquedas sobre un tema: datos, procedimientos, gráficos, etc. Una buena parte de las referencias de las bibliografías recomendadas son de esta clase de documentos. Constituyen los cimientos o la estructura sobre la que vas construyendo en cada rama de tus estudios el edificio de tu conocimiento profesional. Y al que siempre puedes volver a recurrir cuando tengas que repasar, resolver dudas, prepararte, ampliar, consolidar, etc. Te ofrecen una visión sistemática y global de las diferentes disciplinas y te permiten consultar temas concretos: capítulos de un manual o tratado, artículos especializados de una enciclopedia, tablas de datos en un handbook, etc. Y te dan garantías de fiabilidad, de conocimiento acreditado y solvente, frente a lo que a veces se encuentra con Google. Como muchas veces usarás estos materiales para consultas parciales, es importante que te fijes bien y aproveches los índices: sumarios de contenidos, índices alfabéticos de temas, lugares o personas, etc. En el caso de contenidos digitales, como enciclopedias online, colecciones de e-handbooks, etc., aprende a manejar bien la interfaz de búsqueda para explotar eficazmente toda la riqueza de la información que aportan. ¿Cómo usar los manuales, tratados y obras de consulta? Usarás casi siempre los recursos que la universidad pone a tu disposición a través de la biblioteca, aunque también puede ser buena idea que algunos textos muy importantes en tu carrera y asequibles los compres en una librería (consulta al respecto a tus profesores): ► En muchos casos a partir de las bibliografías recomendadas en las asignaturas. ► Consultando en el buscador de la biblioteca por los datos de la referencia que necesites (título, autores, año...), bien por el tema del que necesites información.
Monografías científicas Son documentos especializados en un tema concreto, resultado de la investigación original por parte de sus autores, que lo han estudiado y dan a conocer sus hallazgos o sus interpretaciones. No pretenden, pues, sintetizar y organizar lo que ya se sabe, sino hacer aportaciones nuevas u ofrecer diferentes análisis. Se publican en todas las ramas del conocimiento, aunque tienen una mayor importancia relativa en las ciencias sociales y humanas que en las físico-naturales, biomédicas y tecnológicas. Sobre su aspecto, típicamente asumen la forma de libros, a menudo todavía impresos, pero, cada vez más, electrónicos. Suelen ser de mediano tamaño. Y también se identifican con el número comercial ISBN. Las monografías, que pueden tener uno o varios autores, no abarcan una disciplina, por tanto, sino que abordan un solo aspecto, pero a fondo. Será más habitual que cuando las manejes las leas enteras, aunque tampoco es descartable una consulta parcial. Su uso, en cualquier caso, no presenta complicaciones. Sin embargo, muchas de ellas, sobre todo en ciencias de la salud, físico-naturales o ingenierías, pueden estar en inglés. Te serán útiles como lecturas recomendadas, especializadas o complementarias, sobre todo (pero no sólo) si estudias una carrera humanística o de ciencias sociales. Y también como lugar donde encontrar información detallada al realizar trabajos o prepararte por tu cuenta sobre determinados temas. Representarían algo así como las paredes de las diferentes dependencias del edificio de tu formación: habitáculos especiales y concretos pero amplios. ¿Cómo usar las monografías? Lo más frecuente es que uses los recursos de tu biblioteca, aunque en etapas avanzadas de tu carrera o ya ejerciendo tu profesión hay más canales y soluciones (préstamo interbibliotecario, compra, e-books, etc.): ► Algunas veces a partir de las bibliografías recomendadas de las asignaturas. ► Consultando en el buscador de la biblioteca, bien por los datos de la referencia que necesites (título, autores, fecha...), bien por el tema del que busques información.
Obras colectivas, compilaciones Son documentos compuestos, redactados por muchos autores bajo la dirección editorial de otro u otros, que coordina o supervisa la colaboración de los demás. Sobre un tema común se organizan las contribuciones, partes o capítulos de cada autor, cada una de las cuales trata un aspecto distinto y tiene por sí misma entidad propia como documento. Normalmente, como las monografías, dan a conocer aportaciones nuevas: suelen reflejar el avance del conocimiento. No obstante, ten en cuenta que también algunas veces se publican como obras en colaboración manuales, enciclopedias, u otras obras de consulta, donde cada parte tiene su autor y entidad diferenciada. Lo importante a la hora de usarlas es su carácter compuesto, a un doble nivel: ► Documento-fuente: la compilación completa con sus coordinadores o editores. ► Documentos-parte: los capítulos o contribuciones con sus autores particulares. Esto no tiene nada que ver, pues, con una obra simple que sea conjuntamente de varios autores a la vez. Fíjate en las dos referencias, del documento-fuente y del documento-parte: Referencia de la obra colectiva: ZALAMA RODRÍGUEZ, Miguel Ángel, director. Juana I en Tordesillas: su mundo, su entorno. Valladolid: Ayuntamiento de Tordesillas, 2010 ISBN 978-84-932810-9-0 Referencia de parte en la obra colectiva: CALDERÓN ORTEGA, José Manuel Felipe de Habsburgo, Archiduque de Austria y Rey de Castilla (1478–1506). En: ZALAMA RODRÍGUEZ, Miguel Ángel (dir.) Juana I en Tordesillas: su mundo, su entorno Valladolid: Ayto. de Tordesillas, 2010, pp. 69-96. ISBN 978-84-932810-9-0 En cuanto a su aspecto, como las monografías, muchas se presentan en forma impresa, aunque va aumentando la proporción de las electrónicas: e-books utilizables, descargables o prestables en plataformas de contenidos. También se identifican por el código ISBN. Las obras colectivas y sus contribuciones te serán útiles generalmente como resultado de una búsqueda sobre un tema, pues suelen contener información especializada. Es habitual leer una o varias de las contribuciones, pero no la obra completa. ¿Cómo usar obras colectivas? Lo habitual es que uses los recursos de tu biblioteca, impresos o digitales. En fases avanzadas de tu carrera o ya en tu profesión hay más canales y soluciones (suministro interbibliotecario, compra, e-books, etc.): ► Para localizar con el buscador de la biblioteca estos documentos a menudo conviene consultar por los datos de la obra colectiva ► Pero te pueden aparecer contribuciones de obras colectivas en búsquedas temáticas de documentación con buscadores, bases de datos, etc.
Publicaciones de congresos y reuniones científicas Son documentos compuestos, producidos en reuniones científicas y profesionales: congresos, simposios, conferencias, seminarios, workshops, foros, coloquios, encuentros, etc. Se llaman actas (proceedings) al conjunto de los materiales reunidos y ponencias, comunicaciones o papers, a las partes o contribuciones presentadas por los asistentes. También pueden presentarse posters, que son aportaciones menores. Se celebran muchísimos congresos, que tienen gran interés para el intercambio de experiencias profesionales y la difusión de nuevos conocimientos. Sirven para dar a conocer de manera muy rápida y temprana las novedades y avances de la investigación. Generan gran cantidad de publicaciones en el mundo académico y profesional y se trata de documentación muy especializada. Hay congresos en todos los sectores científicos. El campo donde en proporción son más abundantes es el de las tecnologías de la información. Igual que las obras colectivas son documentos elaborados a un doble nivel: ► Documento-fuente: el congreso, etc. completo con sus coordinadores o editores. ► Documentos-parte: las comunicaciones, ponencias, etc. con sus propios autores. El aspecto de los congresos es muy variado. Suelen tener su propio sitio web, donde difunden la documentación. Si la publican más formalmente puede aparecer como un libro impreso o electrónico. Pero algunos congresos que se repiten de forma regular se canalizan como series o revistas. Aquí los publicados sueltos los emparejamos con las obras colectivas, son bastante similares. Y con ISBN. Los congresos te serán útiles seguramente en fases avanzadas de tus estudios o en tu vida profesional. Y llegarás a ellos como resultado de búsquedas temáticas de documentación, o bien porque te interese en particular determinado congreso de tu tema de trabajo. Referencia del congreso completo: GAOL, F.L.; NGUYEN, Q.V. (eds.). 2012. Proceedings of the 2011 2nd International Congress on Computer Applications and Computational Science. Berlin: Springer. ISBN 978-3-642-28314-7 Referencia de una comunicación: LUMIA, R. 2012. A Microrobotic Gripper and Force Sensor. En: GAOL, F.L.; NGUYEN, Q.V. (eds.). 2012. Proceedings of the 2011 2nd International Congress on Computer Applications and Computational Science. Berlin: Springer, pp.1-8. ISBN 978-3-642-28314-7 ¿Cómo usar congresos? Algunos materiales recientes puedes consultarlos directamente en sus sitios web o buscando con Google; pero muchos los encontrarás a través de tu biblioteca (más adelante, hay otros canales, como el préstamo interbibliotecario): ► Para localizar estos documentos con el buscador de la biblioteca a menudo conviene consultar por los datos del congreso completo y no por los de las comunicaciones concretas. ► Encontrarás las comunicaciones de congresos en búsquedas temáticas hechas en diversos buscadores, bases de datos, etc.
¿Qué datos se suelen incluir en la referencia de un documento, entre otros? Título, autores, fecha, lugar, editorial, tamaño, formato, URL, código numérico, etc. ¿Qué subtipos de manuales, tratados y obras de consulta podríamos distinguir y en qué consiste cada uno? ► Manuales: diseñados y pensados para la enseñanza y el estudio. ► Tratados: exponen el conocimiento de toda una disciplina globalmente. ► Handbooks, compendios: recopilan datos, tablas, fórmulas, instrucciones, etc. ► Enciclopedias: cubren organizadamente un amplio sector de conocimiento. ► Diccionarios: explican alfabéticamente terminología, conceptos, temas, etc. ► Atlas: colecciones de mapas o información gráfica de cualquier tipo. ¿Qué código usan todos los documentos de este capítulo y cuántos dígitos tiene ahora? El código numérico comercial ISBN, que actualmente consta de 13 dígitos Aparte de localizar en el buscador el documento-fuente, ¿cómo puedes encontrarte referencias de partes de obras colectivas o de congresos, con qué herramientas? Lo habitual es que uses los recursos de tu biblioteca, impresos o digitales. En fases avanzadas de tu carrera o ya en tu profesión hay más canales y soluciones (suministro interbibliotecario, compra, e-books, etc.): ► Para localizar con el buscador de la biblioteca estos documentos a menudo conviene consultar por los datos de la obra colectiva. ► Pero te pueden aparecer contribuciones de obras colectivas en búsquedas temáticas de documentación con buscadores, bases de datos, etc.
Los artículos de revista Son el medio fundamental para informar de los resultados de la investigación. Por tanto, su función esencial en la comunicación del conocimiento es dar a conocer nuevas aportaciones, descubrir cosas que se ignoraban. Aunque su importancia proporcional es mayor en las ciencias de la vida y la salud y en las ciencias físico-naturales que en otras ramas del saber, son el documento de investigación por antonomasia. Por tal motivo, las revistas científicas, que son las publicaciones donde aparecen los artículos, están entre los géneros donde se ejerce un control editorial más riguroso para seleccionar qué textos se publican: se suele realizar mediante el proceso llamado revisión por pares (peer-review), en el que se examinan con detalle las propuestas de los autores. Las revistas científicas (journals en inglés) son publicaciones que se distribuyen en fascículos consecutivos de manera indefinida a lo largo del tiempo, siguiendo un orden numérico y/o cronológico. Pertenecen, pues, a las llamadas publicaciones periódicas o seriadas. Cada fascículo puede incluir entre unos cuantos y unas cuantas decenas de artículos. Y cada artículo tiene entre unas pocas y unas pocas decenas de páginas. Así pues, las revistas son documentos compuestos también, a un doble nivel: la revista es el contenedor y los artículos son el contenido, podríamos decir: ► Documento-fuente: la revista, con su título, sus volúmenes y sus fascículos o números. ► Documento-parte: los artículos individuales publicados en cada fascículo, con sus autores. Las revistas científicas son hoy día electrónicas en su inmensa mayoría, utilizables online mediante pago de una licencia de acceso. Por tanto, los artículos se suelen ver en pantalla en html o se descargan en pdf. Pero algunas tienen aún una versión impresa o se puede usar la versión impresa de volúmenes retrospectivos. Los números de las revistas pueden aparecer con frecuencia muy diversa, desde semanal a anual, pasando por mensual, trimestral, etc. En todo caso, y de ahí su peso en las ciencias biomédicas y físico-naturales, intentan ser un medio para publicar con rapidez nuevos descubrimientos. Y son, en cualquier disciplina, un documento especializado, que difunde hallazgos y avances concretos en la ciencia. El código ISSN, de 8 dígitos, sirve para identificar las revistas. Es también muy importante el código DOI, Digital Object Identifier: identifica los propios artículos de revista publicados en línea y, en realidad, cualquier documento científico disponible en la Red (parte de una obra colectiva o congreso, informe, etc.). El DOI vale para localizar un documento en la Red de forma unívoca y permanente, con independencia de cuáles hayan sido los cambios de plataforma, servidor web o editorial que haya sufrido a lo largo del tiempo. Los DOI se resuelven, es decir, se localiza el documento correspondiente, por ejemplo, en la página oficial del Sistema DOI (http://www.doi.org/). Y siempre se puede construir también un hipervínculo efectivo anteponiendo al DOI la expresión: http://dx.doi.org/. Las revistas no se leen enteras, se usan los artículos. Los investigadores están atentos, mediante alertas electrónicas, a los sumarios de nuevos números para ver qué publican. A ti te serán útiles artículos concretos según vayas avanzando en tus estudios, necesitando información sobre temas especializados, o para mantenerte al día en tu profesión en el futuro… Los artículos son un tipo de documento clave por su papel fundamental en el conocimiento científico especializado, pero también por su gran abundancia. Con el complemento de los congresos y otros documentos que estamos viendo en esta guía, constituyen el amueblamiento y los enseres que completan el edificio de tu formación universitaria y de tu competencia profesional. Pues son la vía ordinaria para que permanezcas (in)formado. ¿Cómo usar artículos de revista? Lo normal es que uses los recursos de la biblioteca universitaria: las suscripciones en línea o impresas. También, en algún momento es posible que hagas uso del suministro interbibliotecario o la compra online de artículos. ¿Cómo accedes a ellos? ►Con la referencia de los artículos los localizas en el buscador de la biblioteca, o, también puedes buscar por el título de la revista y luego ir al año, volumen y/o número y páginas concretas. ►Para buscar artículos de revista sobre un tema te conviene usar los buscadores, bases de datos y herramientas similares. Junto a las revistas científicas normales hay otros géneros de publicaciones y fenómenos editoriales o científicos que es preciso que tengas muy presentes: las series de congresos, las revistas profesionales, las revistas científicas en acceso abierto y los repositorios o archivos digitales de e-prints. Proceedings o series de congresos: hay publicaciones de congresos que aparecen periódicamente, en serie, con un formato y carácter similares a los de las revistas científicas convencionales, muchas veces bajo el título de Proceedings. Es el caso de los Proceedings of the IEEE on Decision and Control (ISSN 0191-2216), cuya 54ª conferencia se celebró en Osaka en 2015, de los que puedes ver imágenes en la página siguiente. Este congreso tiene lugar casi todos los años y sus actas o contribuciones se publican regularmente, ahora en la plataforma editorial IEEE Xplore, del Institute of Electrical and Electronics Engineering (IEEE). Revistas profesionales y comerciales: Son revistas que no difunden resultados de la investigación, sino noticias, reportajes e informes de interés para profesionales y sectores de actividad empresarial o industrial. Conocidas en inglés como magazines, pueden incluir información científica relevante, de interés y calidad, como en el caso de RETEMA. Este sector de publicaciones, sin embargo, está en cierta medida evolucionando hacia los portales web y no hacia las revistas electrónicas estrictamente. Revistas de acceso abierto: Son revistas científicas no sufragadas mediante las suscripciones de los usuarios o lectores sino por los autores, organismos de investigación, etc. Y, por ende, son de acceso abierto en internet. Es decir, cualquier persona puede consultarlas libremente y leer sus artículos sin pagar por ello o, aunque no sea usuario de una biblioteca universitaria o institución suscriptora. Es el caso de las revistas de Public Library of Science (como PLOS ONE), Biomed Central, Hindawi, el CSIC. Aparecen en el Directory of Open Access Journals (DOAJ). Archivos de e-prints: También existen en internet archivos, depósitos o repositorios, de acceso abierto a todo el mundo, donde se conservan, entre otros tipos de documentos, versiones autorizadas y legales de los artículos de revista: no son las revistas propiamente dichas, pero sí algo de su contenido: e-prints. La información que contienen se puede encontrar buscando en el propio archivo o a través de buscadores como Google Académico, BASE, etc. Hay repositorios temáticos, que reúnen documentación de cualquier parte del mundo sobre un tema, como arXiv, Social Science Research Network, CiteSeerX, etc., y repositorios institucionales, de universidades, centros de investigación, bibliotecas, etc., que conservan y difunden materiales producidos en la institución, como Digital CSIC, UPCommons, E-prints Complutense, etc. Muchas universidades tienen su propio archivo institucional.
Tesis y trabajos académicos Son documentos especializados conducentes a un título académico en una institución educativa superior. Aunque en principio también los trabajos de curso son trabajos académicos, nos fijamos en los que sufren un proceso especial de selección y aprobación al final de los estudios. Todos los trabajos académicos son el reflejo de una actividad formativa, de un aprendizaje por parte de sus autores. Por eso todos están bajo la dirección de una o varias personas, aspecto muy característico de estos documentos. Son siempre información especializada en temas muy concretos, por supuesto. Pero su papel en la comunicación del conocimiento depende del tipo de trabajo de que se trate. Las tesis doctorales son siempre aportaciones originales y nuevas, resultado de una investigación en profundidad, de varios años. En los trabajos fin de máster (TFM) depende de los casos, pero no tienen el alcance de una tesis, suelen ser de iniciación a la investigación. Y con los trabajos fin de grado (TFG) hay también mucha variación, generalmente son estudios o proyectos demostrativos de la competencia profesional, de aplicación de conocimientos a casos particulares, indagaciones a pequeña escala, etc. La misma variedad existe en otras categorías o denominaciones de trabajos (tesinas, proyectos fin de carrera, bachelor thesis, dissertations, etc.). La importancia y utilidad de los trabajos académicos reside en dos aspectos: ► Te sirven como ejemplo, como fuente de inspiración, puesto que pronto tendrás que hacer tu propio trabajo fin de grado, etc. Te pueden ayudar a elegir o concretar el tema de tu proyecto, a comparar los métodos de trabajo o la presentación formal. ► Para buscar información sobre un tema muy especializado, sobre todo las tesis, pueden ser un documento interesante. Desde hace unos pocos años muchos de estos documentos están disponibles online en formato pdf en archivos digitales, denominados a veces repositorios, de las universidades, gestionados casi siempre por las propias bibliotecas. No obstante, otros o los más antiguos se conservan en cdrom o en papel, también en las bibliotecas universitarias. Las tesis son documentos muy largos y densos, mientras que los TFG son bastante breves. Cada universidad o centro universitario suele normalizar la forma de presentación de estos trabajos. Referencia de una tesis doctoral: MUÑOZ RUIZ, Josefa. 2013. El Delito de conducción temeraria del artículo 380 del Código Penal. Morillas Fernández, D. L., director. Tesis doctoral, Universidad de Murcia. URI: http://hdl.handle.net/10201/35243 ¿Cómo usar tesis y trabajos académicos? 1.Cómo usar los de tu universidad, que estarán, en una versión u otra, en alguna dependencia o servicio de la biblioteca universitaria: Buscándolas y localizándolas en el buscador de recursos, donde figurarán todos los documentos presentados en la institución, o, seguramente para los últimos años, en el archivo digital de la producción intelectual de tu universidad: ver próxima práctica. 2.Cómo usar los de otras universidades, que estarán depositados en otras bibliotecas universitarias y en otros archivos digitales equivalentes: Buscándolos con herramientas de búsqueda como estas (o en las específicas de cada universidad concreta) y accediendo a los documentos que estén en línea y en acceso abierto. En otro caso, para investigación, se pueden también pedir en préstamo interbibliotecario.
Normas técnicas Las normas o estándares son documentos que recogen especificaciones técnicas de aplicación voluntaria para el desenvolvimiento de una actividad industrial, económica, etc. en condiciones de adecuada homogeneidad, compatibilidad, seguridad y calidad para todos los afectados: empresas, profesionales y consumidores. Estas especificaciones o se basan en la experiencia, procurando racionalizar, o bien resultan de la innovación tecnológica. Se redactan por un acuerdo entre todas las partes interesadas en un sector de actividad. Pero deben ser además aprobadas por un organismo de normalización reconocido. Se contraponen a las normas legales, promulgadas con carácter obligatorio por los poderes públicos y que a veces también afectan a cuestiones técnicas. Las normas son cruciales para el conocimiento de cómo hay que hacer las cosas en la industria, los servicios y numerosas actividades socioeconómicas. Importan, pues, a ingenieros y en las disciplinas técnicas. Generalmente son documentos de unas pocas decenas de páginas, están siempre disponibles en línea como archivos pdf en las webs de los organismos de normalización, donde se descargan previo pago. Las normas se identifican por sus códigos específicos, que incluyen el organismo emisor, el año y otros números y letras: por ej.: ISO 12188-1:2010. Como estudiante, te pueden ser útiles cuando algún profesor te las recomiende o en fases avanzadas de tus estudios, desde luego al hacer el trabajo fin de grado o fin de máster si es en el ámbito tecnológico. Muchos proyectos y tareas dependen de la aplicación de normas. ¿Cómo usar las normas técnicas? La inmensa cantidad de normas técnicas existentes y continuamente actualizadas no va a estar en la biblioteca universitaria. Pero quizá sí las más necesarias y usadas, como las de AENOR, etc. Puede que haya colecciones de normas suscritas o documentos individuales… ► Si necesitas normas, consulta en la biblioteca cómo conseguirlas, te ayudarán. ► En último caso, tendrías que comprarlas online en la web del organismo emisor.
Textos legales Son documentos normativos, pero de carácter obligatorio, aprobados por los poderes públicos en uso de sus atribuciones y de acuerdo en última instancia con la configuración del estado de derecho, en cuyo vértice están la Constitución y los tratados que articulan el Derecho Internacional. Las disposiciones legales no sólo afectan a los juristas, sino que son documentos relevantes para el desempeño de cualquier profesión basada en el conocimiento experto. Hay muchos tipos de normas legales según su rango jerárquico y según el órgano que las apruebe o el ámbito geográfico en que rijan, por ejemplo: Según el rango: Tratados y convenios internacionales… Constituciones, leyes fundamentales… Leyes orgánicas, leyes, decretos-ley, directivas… Reales decretos, disposiciones, decisiones… Reglamentos, resoluciones, órdenes… Ordenanzas municipales. Según el órgano emisor y/o ámbito: Unión Europea, organismos internacionales… Estados, países… Ministerios, agencias gubernamentales… Administraciones subestatales… Ayuntamientos, administraciones locales… Universidades, organismos autónomos… ¿Cómo usar los textos legales? ► Las normas o temas legislativos más importantes los puedes buscar en el descubridor de recursos de la biblioteca para localizar libros que las recopilen. ► Normas muy concretas de las que sepas los datos puedes buscarlas en las fuentes oficiales donde se publican en la Web, como hemos dicho: BOE, DOUE, etc. ► Las herramientas mejores y más completas son las bases de datos legislativas, de las que en tu biblioteca te pueden informar.
Informes técnicos y documentos de trabajo Los informes técnicos (technical reports) son estudios y trabajos especializados redactados por y/o para entidades y empresas. Los documentos de trabajo (working papers) son similares y se elaboran generalmente por parte de organismos económicos y de investigación. Ambos géneros pueden aparecer en forma de serie o colección y pueden ser inéditos, no estar publicados formalmente, o tener una difusión restringida. Hoy día, sin embargo, cuando se quiere que tengan amplia circulación se publican en internet. En cambio, los hay que son secretos. Por su contenido y función, son como monografías, pero más breves y especializados y con una función más práctica o aplicada, pues se elaboran también con mayor agilidad. Más que pasar por un proceso de selección editorial competitiva, se realizan por encargo. Sus autores son expertos o, con frecuencia, grupos de expertos que trabajan para la institución o empresa que manda hacer el estudio o el documento. Se trata siempre de aportaciones nuevas sobre temas específicos. Estos documentos suelen llevar un código identificativo peculiar. Por ejemplo, este informe hecho en EUA para la EPA tiene el código EPA/600/R-04/074. Y el siguiente el nº 1603 de la serie Documentos de trabajo del Banco de España.’’ ¿Cómo usar informes técnicos y documentos de trabajo? ► Localizándolos en una biblioteca, para ver si los tiene, a través de su buscador, pues pueden estar impresos, en línea, en cdrom, etc. ► Buscándolos en Internet, singularmente con buscadores científicos especializados o, si son norteamericanos, en la base de datos NTIS. Ver por ejemplo a continuación: Algunas herramientas de búsqueda: World Wide Science es un buscador científico especializado que rastrea en sitios y bases de datos de organizaciones gubernamentales de muchos países de todo el mundo, abarcando a su vez la gran plataforma norteamericana Science.gov, y por tanto incluye informes técnicos, documentos de trabajo y literatura similar. National Technical Information Service: base de datos y servicio de venta de informes técnicos encargados por dependencias del gobierno estadounidense, el mayor recurso de este tipo de documentos.
Documentos de patente Son documentos que describen invenciones técnicas, consistentes en productos y procedimientos susceptibles de reproducción y reiteración con fines industriales. A cambio de dar a conocer públicamente su invento, el Estado reconoce a su autor el derecho a impedir que otros lo exploten durante una serie de años (veinte, normalmente). Por tanto, además de ser un documento científico, la patente es un título de propiedad de un bien intangible, propiedad industrial. Las patentes se solicitan en las oficinas nacionales de patentes o, a través de ellas. Los documentos de patente tienen una primera parte con datos bibliográficos: inventores, título, fechas de solicitud, publicación y aprobación, números de identificación, códigos de clasificación, resumen, etc. Luego llevan una descripción de la invención, incluyendo gráficos y dibujos. Y en el apartado de reivindicaciones se enumera con precisión qué aspectos son objeto de la reclamación de monopolio. Dependiendo del tipo de documento puede acompañarse un informe del estado de la técnica, con los antecedentes de la invención, aportados por la oficina de patentes. Las patentes están disponibles online de forma libre y gratuita en los sitios web de las oficinas de patentes, pues no olvidemos que son conocimiento público, si bien su explotación es objeto de un temporal monopolio económico. Constituyen una fuente primordial de información tecnológica porque son necesariamente aportaciones novedosas que en muchos casos no se difunden por otra vía. Sirven para resolver problemas técnicos e industriales específicos, planear la investigación, vigilar la innovación de la competencia y, por supuesto, para documentarse sobre el estado del arte en cualquier ámbito. ¿Cómo usar patentes? Aparte de las bases de datos comerciales Derwent Innovations Index y SciFinder, útiles para búsquedas especializadas por temas, dos buenos recursos para conseguir patentes son: Invenes: servicio libre y gratuito de base de datos con textos completos de documentos de patente, de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Espacenet: servicio libre y gratuito de base de datos con textos completos de documentos de patente de todo el mundo, a cargo de la Oficina Europea de Patentes (EPO).
Identificar documentos y suministro interbibliotecario ¿Cómo se identifica un documento? No hay que hacer nada extraordinario: trabajar con más atención con las herramientas de búsqueda: rastrear a partir de los datos que tengas en más y mejores recursos hasta completar tus datos y tener el rompecabezas entero: una buena descripción del documento con la que sepas de qué se trata y cómo conseguirlo. ¿A qué herramientas acudir para identificar bien un documento? ► En principio, el propio descubridor de la biblioteca puede bastar, pues tiene un gran alcance. Si no lo hay, prueba con el catálogo, aunque su cobertura es menor. ► Google Académico es un instrumento muy potente, aunque en primera instancia no nos da referencias muy estructuradas: hay que pulsar los enlaces, etc. ► REBIUN (http://catalogo.rebiun.org), catálogo colectivo de las bibliotecas universitarias, es otra herramienta muy amplia para libros, revistas y trabajos académicos. ► Bases de datos especializadas donde hacer búsquedas de artículos, etc. Suministro interbibliotecario: Otro problema sería que no puedas conseguir el documento de ninguna forma asequible, porque no esté impreso ni digital en la biblioteca, ni disponible en acceso abierto en internet... Para este tipo de casos, puedes acudir a los servicios de acceso al documento o suministro interbibliotecario de las bibliotecas, te consiguen el artículo, informe o libro de otra biblioteca local o extranjera, cobrándote una pequeña tarifa, o quizá gratis incluso.
¿Para qué sirve el ISSN y para qué sirve el DOI? ¿Qué significa DOI? El código ISSN, de 8 dígitos, sirve para identificar las revistas. El DOI significa Digital Object Identifier y sirve para identificar los propios artículos de revista publicados en línea y, en realidad, cualquier documento científico disponible en la Red. ¿Qué son revistas de acceso abierto? Di dos editoriales que publiquen revistas así. Son revistas científicas no sufragadas mediante las suscripciones de los usuarios o lectores sino por los autores, organismos de investigación, etc. Y, por ende, son de acceso abierto en internet. Public Library of Science (como PLOS ONE), Biomed Central, Hindawi, el CSIC. Aparecen en el Directory of Open Access Journals (DOAJ) Junto con el doctorando o estudiante, ¿quién más interviene en una tesis o trabajo? Interviene una o varias personas que quienes bajo la dirigen el trabajo. Cita tres organismos de normalización y tres tipos de textos legales según el rango. Organismos de normalización: ISO, International Organization for Standarization Electrotechnical Commission Textos legales según el rango: Tratados y convenios internacionales… Constituciones, leyes fundamentales… Leyes orgánicas, leyes, decretos-ley, directivas… Reales decretos, disposiciones, decisiones… Reglamentos, resoluciones, órdenes… Ordenanzas municipales… ¿Qué son los informes técnicos o documentos de trabajo? ¿Cómo se hacen? Los informes técnicos (technical reports) son estudios y trabajos especializados redactados por y/o para entidades y empresas. Los documentos de trabajo (working papers) son similares y se elaboran generalmente por parte de organismos económicos y de investigación. Ambos géneros pueden aparecer en forma de serie o colección y pueden ser inéditos, no estar publicados formalmente, o tener una difusión restringida.
Reunir documentación sobre un tema ¿Por qué documentarse? ¿Por qué es necesario hacer todo esto? ¿Para qué sirve? ¿Qué sentido o utilidad tiene? ►Así es como se hace la ciencia: el nuevo conocimiento se edifica siempre sobre la base del conocimiento anterior (Newton lo dijo: A hombros de gigantes): tenemos que partir de lo que ya se sabe para no repetirlo, para apoyarnos en ello y para subir más alto. ► Puesto que estudias una ciencia o profesión, es bueno que aprendas en la forma en que la ciencia se construye y que practiques los métodos intelectuales y científicos normales; aprender activamente es la mejor manera de formarte. ► Muchos trabajos académicos tienen un fuerte componente de revisión bibliográfica (review), es decir, de examen del estado de conocimientos en torno a una cuestión científica: el autor de la revisión debe exponer, reseñar, analizar y resumir qué es lo que se sabe sobre el tema y extraer algunas conclusiones personales al respecto. ► Documentarse es de hecho imprescindible: si sobre el tema no sabes nada tienes que aprenderlo; y si tienes algo propio que decir (fruto de un trabajo de campo, estudio empírico, simulación por ordenador, análisis de textos o datos, etc.), debes situarlo en el contexto de lo que ya se conoce, poner tu pieza en relación con el resto de la ciencia. ► Manejar las fuentes y recursos de información científica buscando documentos es una habilidad necesaria para seguir aprendiendo sin dificultad en tu futuro profesional.
Reglas para buscar documentación Lo esencial, de algún modo, está encerrado en la noción: búsqueda estratégica. El rastreo de información científica se inspira en métodos de trabajo intelectual; es un aspecto del método científico. Por tanto, aunque no se excluye que el azar o la intuición ayuden a encontrar datos, en principio no se busca ciegamente o por ensayo y error, sino definiendo los problemas, formulando hipótesis, contrastando y evaluando resultados. Todo esto implica que es un proceso reflexivo, intencional, dirigido a fines, que requiere tiempo para: (a) planear, (b) poner en ejecución y (c) evaluar. Unos temas, tareas de búsqueda y trabajos son más sencillos que otros, pero todos requieren tiempo y sistemática de trabajo. No olvides que, a pequeña escala, estás haciendo ciencia: al menos, tu ciencia. Reglas para buscar documentación científica sobre un tema: 1. Definir bien el problema 2. Escoger términos de búsqueda 3. Plantear la búsqueda en inglés 4. Seleccionar herramientas de búsqueda 5. Ejecutar la búsqueda 6. Evaluar resultados y reconducir la búsqueda 7. Elegir y reunir referencias y documentos
Definir bien el problema A veces definir el problema incluye determinar el tema de un trabajo. Este puede venirte dado y cerrado o no, quizá dependa de tu elección o su concreción definitiva sea matizable o negociable. Entonces este aspecto de la búsqueda cobra un relieve singular. Escoger el tema, aunque en principio es una tarea preliminar, puede ser objeto de un gradual proceso de refinado o corrección a lo largo de la búsqueda, incluso. En ese caso, de algún modo, aunque empiezas por definir tu tema y tu problema, nunca dejas de definirlos. En todo caso, ¿cómo puedes definir bien tu problema? Suele ser conveniente hacer una consulta orientativa sobre el asunto en la web o en literatura científica (impresa, online) que te sea familiar: manuales, etc. Esto es muy útil de cara a la ejecución de la búsqueda con garantías: hacerla por aproximaciones sucesivas. Más, cuanto menos familiar te resulte el asunto, por supuesto. Y más todavía si está en juego elegir o definir bien el propio tema del trabajo como acabo de indicarte. También puedes buscar ayuda adicional de tus profesores, para una mejor aclaración del tema, si tienes dudas, o en la biblioteca, sobre las herramientas y recursos disponibles y el modo de abordar la búsqueda. Esto siempre has de tenerlo presente. Debes poner tu necesidad de información en contexto, delinear lo mejor posible qué información te falta, qué buscas, cuáles son las condiciones en que te mueves. Datos frente a incógnitas.
Escoger términos de búsqueda Conviene que la formules por escrito con un conjunto de términos de búsqueda adecuados y representativos, con los que rastrear de forma eficaz. Pues la necesidad con frecuencia se expresa de forma natural, o con circunloquios incluso, y debes esquematizarla con términos: traducirla a lenguaje científico, establecer con qué palabras se aborda el asunto en la disciplina. El tema que buscas estará tratado en los documentos usando conceptos científicos. Pero a veces se emplearán conceptos diferentes, aunque con un significado próximo. También podría encontrarse información que use términos menos técnicos u otras variantes. Todas son opciones para encontrar, o perder, información: si no preguntamos por el término adecuado, nos arriesgamos a no conseguir datos importantes. Una vez delimitado el problema, piensa en los términos de búsqueda y haz una lista o esquema con todos los que se te ocurran. Aprovecha las consultas orientativas iniciales en Internet u otras fuentes, para captar terminología. Hacerte con la terminología es empezar a controlar el tema, es hacerte con el problema en sus propios términos. Y cuanto más desconocida sea para ti la cuestión, más importante resulta esto. Esta selección de términos de búsqueda puede adoptar la forma de un mapa de conceptos, presentando gráficamente todas las nociones y aspectos del tema en que vas a trabajar. Los tipos de términos de búsqueda que puedes buscar son: Frase resumen Términos alternativos, Sinónimos Comunes o técnicos Palabras clave, conceptos básicos Términos más generales Términos más específicos Términos relacionados, complementarios Puedes tener en cuenta estas orientaciones: ► La frase resumen debe describir el tema de forma completa pero escueta. ► Los términos serán conceptos bien formados y usados en la ciencia de que se trate. ► Pueden incluir una o más palabras formando una expresión con sentido. ► No deben ser palabras sueltas vacías o poco significativas como sistema, desarrollo, introducción, relación, aplicación, uso, efectos, análisis, etc. ► Los términos más específicos se refieren a menos cantidad de objetos y los más generales denotan más cantidad de objetos, abarcan un sector más amplio.
Plantear la búsqueda en inglés Una de las cuestiones esenciales al buscar y recopilar documentación o al hacer una revisión bibliográfica es con qué alcance internacional se aborda y, esencialmente, si necesitas literatura científica en inglés, en español, en otros idiomas, en cualquier lengua, etc. Hoy día en bastantes ramas de la ciencia, superados quizá los estadios iniciales de tu formación universitaria, recurrir a la bibliografía en inglés será natural: hay mucha más, de mayor calidad y mejor accesible. Y el inglés es la lengua franca de la ciencia en muchos ámbitos. Este es un aspecto que deberás dejar planteado al centrar el problema, es una decisión que forma parte de la estrategia global. Pero conviene poner el foco explícitamente sobre la cuestión. Buscar documentación en inglés te supone: ► Inicialmente orientarte en inglés también al delimitar el tema. ► Escoger términos de búsqueda en inglés para el rastreo. ► Usar herramientas que recuperen bibliografía en inglés, internacional, etc. ► Conseguir documentos en inglés y leerlos, analizarlos, trabajar con ellos. Los términos de búsqueda en inglés en un orden lógico los elegirías a continuación o, mejor, al mismo tiempo que los castellanos o en otro idioma, pues en realidad se trata del mismo problema: expresar en conceptos el tema en cuestión. Para ello, además de la consulta exploratoria de la Web o fuentes científicas en ese idioma, puedes usar diccionarios de la lengua o especializados en inglés o bien servicios en línea (Google Traductor, etc.). Al establecer los términos de búsqueda en inglés respeta la sintaxis y ortografía de esa lengua. Ten presente que ni el léxico general ni los conceptos científicos de una lengua son meras traducciones literales de los de otra.
Seleccionar herramientas de búsqueda La regla nº 4 es elegir dónde buscar, con qué medios reunir la bibliografía, será frecuente que para hacer una búsqueda se necesite más de una herramienta de búsqueda, bien sea para aclarar dudas, para completar los resultados, para encontrar diferentes tipos de documentos o para localizar y conseguir finalmente algunos de ellos. ¿Qué herramientas usar? Aparte del buscador general de recursos, o descubridor, depende de la búsqueda que se tenga que realizar y de la materia en la que te muevas, pues las herramientas más especializadas varían de un ámbito de conocimiento a otro. Con el tiempo, conviene que conozcas las generales o multidisciplinares y las más importantes en tu disciplina. ¿Cómo elegir las herramientas? Se debe tener en cuenta para qué sirve cada una de ellas: ¿qué materias abarcan?; ¿qué tipos de contenidos o documentos incluyen?; ¿de qué época y lugar es la información que cubren?; ¿son selectivas o exhaustivas recogiendo documentos?; ¿qué información ofrecen de cada documento?; ¿incluyen enlace a los textos completos?; etc. ¿En qué orden elegir?
Ejecutar la búsqueda Para ejecutar la búsqueda, aplicarás una serie de técnicas de rastreo: los métodos más extendidos de recuperar información que proporcionan los buscadores, bases de datos, catálogos, etc. Principales técnicas de rastreo de referencias: Búsqueda avanzada: Se contrapone a la búsqueda simple o estándar, en un casillero único. Suele consistir en un formulario amplio con múltiples casillas que te permiten precisar mejor qué es lo que buscas, matizando muchos aspectos: incluye la búsqueda por campos, limitaciones, combinación de términos, etc. Puede llevar menús desplegables para elegir, opciones para marcar, etc. Búsqueda por frase: Permite recuperar secuencias exactas y ordenadas de varias palabras, conceptos, frente a la mera aparición de esas palabras, separadas o desordenadas, en la masa de información rastreada. Truncamientos: Permiten recuperar todas las terminaciones posibles de un término raíz, además de singulares y plurales, cubriendo toda la familia semántica. Búsqueda por campos: Permite introducir selectivamente los términos en casilleros diferenciados, o con menús desplegables de opciones, para buscar en distintas partes, campos, atributos, de las referencias, documentos o registros de información. Así, el rastreo funciona con mayor precisión. Combinación de términos: Consiste en buscar referencias o documentos donde determinados términos que yo pido: • Estén presentes todos ellos: TODAS LAS PALABRAS, Y, AND • Esté presente alguno de ellos: ALGUNA PALABRA, CUALQUIERA, O, OR • No esté ninguno: SIN LAS PALABRAS, NO, NOT Limitaciones previas: Permite restringir la búsqueda que se va a hacer mediante varios tipos de condiciones: • FECHAS de publicación de los documentos (años, meses, semanas, etc.) • IDIOMA en que están escritos los documentos (inglés, francés, alemán, español, etc.) • ÁREA temática a la que pertenece la documentación (Medicina, Ingeniería, Economía, etc.) • TIPO o FORMATO de documento (artículos, congresos, informes, ebooks, etc.) Refinado de resultados: Permite depurar por múltiples criterios los resultados obtenidos después de ejecutada una primera búsqueda, realizada como aproximación. Generalmente opera como un sistema de menús laterales desplegables donde se seleccionan opciones de Incluir/Excluir resultados según: • Términos de materia, tipos de documentos, fechas de publicación, títulos de revista, idiomas, autores, instituciones, países, etc. Ejecutada la búsqueda, examinas las referencias encontradas, es decir, procedes al análisis y evaluación de los resultados obtenidos. Posiblemente tendrás que reconducir o corregir el rastreo, pues raramente sale bien a la primera. Además de extraer la información del buscador, base de datos o archivo digital, hemos de poder manejarla, explotarla, aprovecharla. Así que, junto a las técnicas de rastreo, hay que abordar brevemente las técnicas de salida de los resultados o referencias: las formas de presentación y obtención de los datos de los documentos:
Evaluar resultados y reconducir la búsqueda La búsqueda de documentación es un proceso intelectual, incluye además de acción o ejecución, reflexión o planificación y evaluación o análisis. Evaluar los resultados: Una vez obtenidos resultados, haciendo uso de las opciones de ordenación y visualización, debes examinarlos con cuidado: estudiando las referencias completas, leyendo los resúmenes que puedan incluir, etc. Te fijarás quizá no en todas las referencias obtenidas, pero sí en unas cuantas, una muestra representativa, las diez o veinte primeras... Valora si los documentos son adecuados y pertinentes respecto a lo que buscas: si tratan del tema que necesitas, con el enfoque apropiado; si por el tipo de documento, fechas, idiomas, etc. resultan útiles. Si son pocos o muchos, si necesitas restringir la búsqueda o ampliarla. O si debes darle otra perspectiva. ¿Son documentos de otra disciplina o tradición académica? ¿Tienes suficiente donde elegir después? ¿Parecen fáciles de conseguir? A la vista del análisis, reconduce tu búsqueda: es lo habitual, nunca sale bien a la primera. Mejora los resultados: Si son poco pertinentes o adecuados, corrige los términos usados en la búsqueda o las limitaciones y refinados. Prueba otras opciones, inspírate en algunas referencias adecuadas de las que hayas obtenido y en sus términos de materia, o busca nueva terminología. Replantea, reformula la estrategia si es necesario. Amplía los resultados: Si son pocos: elimina o reduce limitaciones, añade más términos similares combinados con O (OR, alguna palabra), busca en todos o cualquier campo en lugar de en campos específicos, introduce truncamientos en los términos, cambia un término específico por otro más general (aunque con cuidado, esto puede generar ruido: resultados no pertinentes). Reduce los resultados: Si son muchos: pon o aumenta limitaciones, restringe a los documentos más recientes, añade más términos combinados con Y (AND, todas las palabras), busca en campos específicos (título, etc.) en lugar de en todos o en cualquier campo, suprime truncamientos en términos, cambia un término general por otro más específico (aunque con cuidado esto puede causar silencio: pérdida de resultados pertinentes). Complementa la búsqueda: Tal vez la búsqueda y los resultados estén bien, y puedas pasar con ellos a la fase de elegir y recoger referencias y documentos, pero convenga completar las pesquisas con otro rastreo complementario, adicional, con otros términos, etc. Utiliza otras herramientas: Si compruebas que el buscador o base de datos que estás usando no sirve eficazmente para encontrar buenos resultados, después de insistir con ella varias veces, cambia de instrumento. O usa otro también de forma complementaria, como ayuda, para reunir más información. Como ya hemos dicho, raramente basta con usar un solo recurso.
Elegir y reunir referencias y documentos Cuando la búsqueda está satisfactoriamente acabada, esto es, después de que hayas evaluado los resultados y la hayas reformulado o corregido tantas veces como sea preciso, tendrás a tu disposición un conjunto de referencias. Mediante las opciones de recopilación las puedes capturar para manejarlas después, la mejor opción para trabajar en serio es exportarlas a un gestor de bibliografía. Es importante acumularlas y conservarlas de forma ordenada y sistemática, y anotar la localización o el enlace al texto íntegro de los documentos, para estudiarlos después. Reunir es seleccionar: Normalmente no se recogen todas las referencias encontradas, aunque todas sean más o menos adecuadas en general, si la búsqueda es satisfactoria. Esto puede depender del objetivo concreto del rastreo, del planteamiento de la búsqueda, o de la naturaleza del trabajo académico, si es el caso. Criterios para valorar y escoger documentos científicos de una búsqueda
1. ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para definir bien el problema antes de buscar? Planificación de la tarea Finalidad de la búsqueda Sector, área, disciplina Enfoques, aspectos relevantes Clases de información o de documentos Idiomas, épocas, lugares 2. ¿Cuáles son los principales tipos de términos de búsqueda que puedes preparar? Términos alternativos, sinónimos comunes o técnicos Frase resumen Palabras clave, conceptos básicos Términos relacionados, complementarios Términos más generales Términos más específicos 3.¿En qué consiste la combinación de términos en las búsquedas? ¿Y de qué tipos hay? Consiste en buscar referencias o documentos donde determinados términos que yo pido: • Estén presentes todos ellos: TODAS LAS PALABRAS, Y, AND • Esté presente alguno de ellos: ALGUNA PALABRA, CUALQUIERA, O, OR • No esté ninguno: SIN LAS PALABRAS, NO, NOT 4.¿Qué criterios puedes tener en cuenta al seleccionar documentos tras una búsqueda? Recomendaciones Relevancia Vigencia Autoría Fuente de la publicación Tipo de documento Referencias incluidas Impacto, citas 5.¿Qué diferencia hay entre buscar “derecho del trabajo” y buscar derecho del trabajo? La búsqueda por frase mediante comillas rastrea estrictamente la secuencia o concepto, despreciando las apariciones combinadas de las palabras. 6.Si te salen demasiados resultados en un rastreo, ¿cómo puedes reducirlos bien? Si son muchos: se aumenta limitaciones, restringe a los documentos más recientes, añade más términos combinados con Y (AND, todas las palabras), busca en campos específicos (título, etc.) en lugar de en todos o en cualquier campo, suprime truncamientos en términos, cambia un término general por otro más específico (aunque con cuidado esto puede causar silencio: pérdida de resultados pertinentes).
Clasificación de las herramientas de búsqueda Las herramientas de búsqueda y grandes fuentes de información científica se pueden clasificar de la siguiente manera: 1. Buscadores especializados 2. Bases de datos documentales 3. Catálogos 4. Otras grandes fuentes de información Buscadores generalistas: En dicha clasificación no se incluye a los buscadores generalistas, como Google, Bing, Yahoo, Ixquick, etc., porque no son herramientas dedicadas en exclusiva a la información científica. No acotan, ni priorizan el conocimiento científico. Se puede con ellas encontrar información científica y son útiles en especial para orientarse, recabar datos concretos, contenidos de actualidad, información de empresas, datos gubernamentales, etc. También sirven para localizar un recurso conocido, etc. Son un gran apoyo. Buscadores o descubridores bibliotecarios: Tampoco se incluye en la clasificación los llamados discovery tools, porque no son herramientas entre las que se pueda elegir. Son instrumentos tecnológicos únicos en cada universidad, que pueden usarse o no, pero ocupan una posición especial, singular. Sólo forman grupo con otros equivalentes, pero no se puede optar entre ellos en cada lugar. Puede ser muy útil para buscar artículos y otros documentos especializados y como rastrea también los libros y otros materiales del catálogo y todo tipo de contenidos electrónicos suscritos por la biblioteca, es una herramienta muy potente para las búsquedas temáticas de documentación.
Buscadores especializados Aunque se basan en tecnologías o concepciones diferentes, la idea fundamental es, que indexan, de forma automática o semiautomática, contenidos de determinado tipo, formato, temática o características, alojados en ciertos sitios o dominios de la web. No son instrumentos tan rigurosos y con tantas prestaciones como las bases de datos, ni tan selectivos y precisos respecto a sus contenidos. Pero son un buen complemento, una interesante opción alternativa, que amplía el radio de tu exploración, sobre todo para materiales en acceso abierto. Resultan libres y gratuitos, disponibles en cualquier sitio, y son fáciles de manejar. Es el caso, en especial, de Google Académico. Ejemplos de buscadores especializados: Google Académico: indexa y rastrea todo tipo de documentación científica existente en la Web: tanto referencias como documentos íntegros. Facilita acceso al texto completo, en varias versiones incluso, si existe y está disponible de forma abierta o si, en caso de ser de pago, está sufragado en el sitio en que se consulta (o se paga en el acto). Mediante acuerdo con la biblioteca puede facilitar información de qué contenidos son accesibles para los miembros de la universidad. Tiene un sistema de búsqueda avanzada bastante sencillo y rastrea información de cualquier lugar, idioma y tema. Permite, rudimentariamente, limitar y reordenar resultados, exportar referencias y facilita datos de citas recibidas por los documentos. También genera referencias en tres estilos para copiar y pegar. Es muy interesante y útil por su enorme alcance y su gran penetración en la red, recoge muchísima información. Cubre abundante contenido en español y por supuesto en inglés. Es muy adecuado para capturar documentos en acceso abierto. Pero su interfaz es demasiado simple, su funcionamiento a veces poco preciso y sus contenidos algo heterogéneos en cuanto a calidad. Es muy bueno para ampliar las búsquedas y para identificar y localizar documentos sueltos. Google Libros: servicio de la empresa Google dedicado a comercializar información sobre libros. Facilita búsquedas sobre datos de libros de cualquier tema, país, idioma y época, con un enorme alcance. Incluso se puede buscar en el texto completo de los libros y, pulsando la rueda dentada, es posible hacer búsquedas avanzadas, por campos, combinando términos, etc. Muestra sumarios de la mayoría de los documentos y en muchos casos visualización de algunas páginas del texto, para hojear el contenido (vista previa limitada). En los libros del plan de digitalización en colaboración con bibliotecas o de acceso abierto se muestra íntegro el texto completo (vista completa). También permite acceder a los ebooks distribuidos por Google. Se pueden limitar los rastreos según estos criterios. Microsoft Academic: rastrea también toda clase de documentación científica en la web. Igualmente, facilita acceso o enlace a distintas versiones o archivos del texto completo que puedan existir. Si están disponibles en abierto o si, en caso de ser de pago, se consultan desde un lugar donde estén suscritas, se pueden abrir y usar. No dispone de búsqueda avanzada, pero sí tiene sistema de refinado de resultados por fechas, centros de investigación, áreas temáticas, revistas, etc. Muestra las referencias citadas por cada documento, así como las que han citado al mismo. También informa de noticias relacionadas con las disciplinas científicas. Su cobertura y, por tanto, resultados, son menores que las de Google Académico. WorldWideScience.org: pasarela cooperativa internacional auspiciada por los gobiernos de muchos países. Permite buscar información científica y técnica simultáneamente en muchas bases de datos y archivos digitales repartidos por todo el mundo, de decenas de países. Tiene búsqueda avanzada, se pueden refinar los resultados y acceder a textos completos si están disponibles. BASE, Bielefeld Academic Search Engine, es un buscador de documentos depositados en repositorios institucionales y temáticos de todo el mundo, que contienen trabajos académicos o científicos en acceso abierto*. Según sus promotores es uno de los mayores motores de búsqueda de este tipo de literatura científica, con acceso al texto completo de casi 100 millones de documentos. Posee interfaz en castellano, una potente búsqueda avanzada y versión para móviles. Desarrollado por la biblioteca de la Universität Bielefeld. Recolecta: buscador o recolector de ciencia abierta, es decir de documentos depositados en 84 archivos digitales españoles de universidades u otros organismos, más de 800.000 ítems. Por tanto, permite acceder a textos completos de trabajos científicos y académicos muy variados, incluyendo TFG, TFM y tesis doctorales. Tiene búsqueda avanzada y permite rastrear por tipo de documento. Wolfram Alpha: conocido como computational knowledge engine, no proporciona referencias, sino que es una herramienta de búsqueda de datos, de información factual o cuantitativa ya elaborada o calculada, sobre los más diversos temas y áreas del conocimiento: matemáticas, historia, geografía, economía, ciencia en todas sus ramas, arte y cultura, educación, informática, tecnología, medicina y salud, etc. Es norteamericano, funciona en inglés.
Bases de datos documentales En el campo de la información científica, las bases de datos documentales son unas herramientas de búsqueda especializadas de gran valor e importancia, que forman parte típicamente en muchos casos de la llamada internet profunda. Son los instrumentos más rigurosos para buscar artículos de revista y en las búsquedas para la investigación. Las bases de datos documentales son fuentes de información electrónica, usualmente disponibles en internet, integradas por registros o referencias bibliográficas que describen documentos científicos y han sido incorporados de forma selectiva y consciente, para servir como índice o medio de difusión de la literatura científica. Además, presentan estas otras características: ► Son siempre especializadas, de un modo u otro, en cuanto selectivas, incluso aunque sean multidisciplinares. No hay ninguna base de datos de todo. ► Se basan en información estructurada, muy organizada y normalizada: los registros se dividen en campos y subcampos, que son recuperables independientemente y al margen del texto completo, pueden generar índices, usar léxicos controlados, etc. ► Ofrecen prestaciones potentes y versátiles: interfaz sofisticada, cuentas personales, análisis de resultados, alertas, exportación de referencias, accesos móviles, etc. ► Con frecuencia son servicios de pago, no herramientas gratuitas: forman parte de la industria privada de la información que no se financia por publicidad, etc. ► Con frecuencia, pero no siempre, incluyen enlaces a los textos completos de los documentos y en algún caso incorporan archivos anejos con los mismos. ► Pueden consultarse mediante diversos distribuidores: a veces una misma base de datos puede usarse a través de proveedores, canales e interfaces distintas. ► Existen distribuidores de varias bases de datos: en correspondencia, hay portales, plataformas o distribuidores que canalizan el acceso a diversas bases de datos. ¿Qué contiene una base de datos? Referencia: datos básicos: título del artículo, autores, revista, volumen, número, fecha, páginas. Texto completo: enlaces a archivos con el texto íntegro del documento, que esta base de datos incorpora, en formatos pdf y html. Resumen o abstract: describiendo el contenido del documento, para saber de qué trata y si nos interesa o no leerlo entero. Referencia: datos complementarios indexados por campos de forma muy pormenorizada. Otros contenidos: la referencia incluye además otros enlaces: Para descargar el texto completo en versión pdf. Para imprimir, citar, enviar o guardar el documento. A 56 referencias de documentos posteriores que han citado el artículo. A documentos que comparten referencias citadas (tratan de lo mismo). A varios documentos relacionados por sus términos, etc. Algunos ejemplos de bases de datos: Scopus es quizá la base de datos de mayor cobertura o alcance. Recoge referencias de artículos de revista, congresos, libros, etc. procedentes de 21.000 revistas y otras publicaciones fuente. Incluye enlaces a los textos completos publicados en las plataformas de las editoriales y revistas. Web of Science reúne referencias de artículos de unas 12.000 revistas seleccionadas por su impacto y también de congresos internacionales. También enlaza a los textos completos en las plataformas de las editoriales y revistas y proporciona análisis de citas y datos para evaluar la investigación. Es una fuente muy importante por su carácter selectivo y por su cobertura, especialmente, en las ciencias de la vida, la salud y las físico-naturales. También ofrece prestaciones muy avanzadas. Dialnet es un portal bibliográfico que difunde la literatura científica hispana. Recopila y facilita acceso a contenidos documentales a través de sumarios de 9.800 revistas especializadas, en forma de hemeroteca virtual, proporcionando alertas bibliográficas. Además, constituye una base de datos que permite buscar artículos de revista y otros documentos (tesis, libros, partes de obras colectivas, congresos), más de 5 millones de referencias, incluyendo el texto completo en aproximadamente un 30% de los casos, al actuar también como repositorio de revistas y tesis.
Catálogos Los catálogos son técnicamente bases de datos, sólo que por su función y utilidad conviene distinguirlos para entender mejor el panorama de los recursos disponibles. Son herramientas de búsqueda que junto a la referencia de los documentos informan de su localización o forma de acceso, es decir, de los medios para conseguirlos, para obtenerlos. Además, suelen describir documentos-fuente, no analizar parte a parte artículos o contenidos de revistas, congresos, compilaciones, etc. Los catálogos pertenecen a sistemas bibliotecarios y bibliotecas. Y sus registros incorporan datos de los ejemplares físicos existentes, su lugar de ubicación, si están o no disponibles, formas de acceder a ellos mediante préstamo, consulta o acceso online, etc. También se habla de catálogos de librerías o distribuidores y comercializadores de libros, etc., en cuyo caso se informa de precios y se ofrecen facilidades de compra online de libros impresos, descarga de e-books, acceso online, etc. La propia biblioteca de tu universidad, cuenta con un catálogo de sus fondos, aunque normalmente accederás a sus contenidos a través del buscador general o descubridor, junto con la información de otras bases de datos y recursos digitales contratados. ¿Para qué te sirven los catálogos? Sirven sobre todo para buscar información si lo que necesitas son manuales, monografías y obras similares, tipo libro, lo que sucederá muchas veces. También sirven para localizar y conseguir documentos cuya referencia conozcas por otras vías o por otras búsquedas. Además, hay que tener en cuenta que los catálogos recogen contenidos científicos seleccionados, muchas veces por el profesorado, por lo que son recursos de confianza. Ejemplos de catálogos: REBIUN es el catálogo conjunto de la Red de Bibliotecas Universitarias españolas. Permite consultar los documentos existentes en 76 bibliotecas universitarias y de investigación (CSIC, etc.), así como de otros centros especializados, con más de 15 millones de documentos, de los que se facilita la descripción, el código de en qué institución hay ejemplares y el enlace a los catálogos locales para ver los detalles. WorldCat es un catálogo internacional de bibliotecas de todo el mundo (red OCLC), que describe todo tipo de documentos, incluso también artículos, existentes en miles de centros asociados al sistema en decenas de países. Supone muchos millones de referencias bajo consulta gratuita, con enlace a contenidos electrónicos, cuando están disponibles. Es muy útil para hacer búsquedas, identificar datos bibliográficos y también sirve para encontrar tesis doctorales, material audiovisual, etc. Amazon es una conocida empresa de ventas en internet que nació como librería online y mantiene su liderazgo en la distribución de contenidos. Es un ejemplo representativo de catálogo de librería, por su enorme tamaño y prestaciones.
Otras grandes fuentes de información Finalmente, el resto de los grandes recursos de información es un conjunto muy heterogéneo. Técnica y formalmente en muchos casos son también bases de datos. Pero no tienen tan claramente un carácter de índice de la literatura o de herramienta de búsqueda donde acudir en primera instancia para rastrear contenidos. A menudo son el depósito donde está la información que necesitas al final del camino. Se trata, en efecto, de fuentes de documentos o fuentes de datos, es decir, pertenecen principalmente a alguno de estos grupos: ► Portales editoriales: plataformas de publicación o distribución electrónica de contenidos: revistas, libros, obras de consulta y otros documentos científicos a los que se accede en internet. ► Repositorios: depósitos o archivos digitales de documentación publicada por otras vías e incorporada después, incluida a título de prepublicación o de archivo de acceso público, digitalizada desde originales impresos, manuscritos, etc. ► Fuentes de datos factuales, numéricos, gráficos, etc.: información estadística, demográfica, datos científicos o económicos, objetos artísticos, empresas, mapas, imágenes, fórmulas, productos, sustancias, biosecuencias, etc. Ejemplos: ScienceDirect es el portal editorial de la empresa Elsevier, donde publica online miles de revistas, libros y obras de consulta científicas, como primera compañía del sector en el mundo. Unas 3.800 revistas y unos 35.000 libros electrónicos, casi 14 millones de documentos individuales (texto completo) en total. IEEE Xplore Digital Library es el portal editorial del Institute of Electrical and Electronics Engineers y entidades asociadas (IET, Institution of Engineering and Technology), donde publica todos sus journals y magazines, actas de congresos, normas técnicas, cursos y libros, totalizando unos 4 millones de documentos individuales en los sectores de la electricidad, electrónica, comunicaciones y computación. E-Libro es una plataforma de distribución internacional de libros electrónicos de numerosas editoriales, en diversas lenguas, que incluye un catálogo de casi 100.000 títulos, de entre los que se seleccionan y contratan en bibliotecas. SciELO, Scientific Library Online es una plataforma de publicación de revistas científicas electrónicas iberomericanas en acceso abierto. Proporciona acceso a unas 1.200 revistas de todas las áreas temáticas.
1.¿Por qué no está incluido en la clasificación de herramientas de búsqueda el descubridor o buscador general de recursos de la biblioteca? ¿No es bueno usarlo? Porque no son herramientas entre las que se pueda elegir. Son instrumentos tecnológicos únicos en cada universidad, que pueden usarse o no, pero ocupan una posición especial, singular. Sólo forman grupo con otros equivalentes, pero no se puede optar entre ellos en cada lugar 2.¿Qué papel juega un distribuidor o plataforma de bases de datos? Canalizan el acceso a diversas bases de datos. 3.¿En qué recurso especializado debería buscar alguien bibliografía sobre tecnología wifi? En Inspec, puesto que indexa artículos de revista, unos 5.000 títulos, de todo el mundo, en física y varios campos tecnológicos, así como informes, congresos y libros, que describe con mucho detalle y precisión. 4.¿Cuál es la mayor editorial científica? ¿Cómo se llama el portal de sus contenidos? Scopus es quizá la base de datos de mayor cobertura o alcance. Recoge referencias de artículos de revista, congresos, libros, etc. procedentes de 21.000 revistas y otras publicaciones fuente. 5.¿Qué información nos facilita típicamente de cada documento una base de datos? Referencia Texto completo Resumen o abstract Referencia Otros contenidos
Documentarse para aprender Documentarse es reunir información pertinente sobre un tema de estudio, trabajo o investigación. Es imprescindible (i) para no repetir tareas ya realizadas, (ii) para conocer antecedentes o datos y (iii) para ponerse al tanto de los fundamentos en la disciplina. Hoy día, un trabajo profesional sin documentación es propio, literalmente, de indocumentados, de aficionados, y no resiste la prueba de las sociedades avanzadas. Es una verdadera chapuza. El objetivo de reunir documentación no es coleccionar, sino activar, crear conocimiento. Si actuaras como investigador será crear conocimiento social, público, publicaciones. Mientras tanto, será formarte, crear tu propio conocimiento: aprendizaje. Reunirás documentación para aprender. Y para ello realizarás con los documentos recopilados una serie de tareas. Documentarse para aprender es más que una idea obvia, o instrumental, es casi una idea moral: lo que hagas con la documentación debe servirte para aprender, para progresar, para llegar intelectualmente más lejos. De lo contrario, si no te sirve para aprender, corres el riesgo de usarla mal, de aprovecharte, meramente. De caer en el plagio, por ejemplo. Ahora estás en el punto en que vas a utilizar la documentación que ya has reunido para estudiar un tema por tu cuenta, hacer un trabajo en grupo, preparar una exposición o presentación oral, elaborar un trabajo académico, etc. Con el designio final de aprender.
Respetar la creación Pienses lo que pienses de la industria de los contenidos y de los oligopolios de la información, y por muy activo que quieras ser incluso contra sus abusos, hay poderosas razones morales y jurídicas para respetar la creación de los autores y la integridad académica. Razones, incluso, de egoísmo personal. Desde el punto de vista académico, en el mundo de la ciencia y la educación superior rigen y se respetan una serie de normas y buenas prácticas, de reglas de juego limpio. Los nuevos estudios, trabajos y publicaciones se basan en los anteriores, pero las ideas que se toman de los demás se reconocen y agradecen como tales, citando la procedencia. Como ya hemos explicado, el conocimiento avanza de esa manera, edificando sobre la base firme de lo ya sabido y, por tanto, exponiendo y demostrando sus fundamentos. Esta conducta, esta integridad académica, es obligada también, por supuesto, de los estudiantes universitarios. La propiedad intelectual: Cualquier información (texto, datos, imágenes, sonidos, software, obra artística…) es propiedad de sus autores por el mero hecho de crearla, sin otro requisito ni mediación. Aunque puedas utilizarla libremente para aprender de ella, o disfrutarla, cualquier otro aprovechamiento depende de una licencia o permiso de los propietarios, o de quienes gestionen los derechos, salvo los límites previstos en la ley por interés público. Esto es así también para los contenidos libremente disponibles en la red. En concreto, los autores tienen reservados estos derechos, que son los que constituyen lo que se conoce como propiedad intelectual: ► derechos morales, inalienables e intransferibles, al reconocimiento o atribución de la autoría, al respeto a la integridad de su obra, a divulgarla o no divulgarla, y ► derechos económicos, patrimoniales o de explotación (que son transferibles) para: i) reproducirla en otro soporte, ii) distribuir ejemplares físicos de la misma, iii) darla a conocer mediante las tecnologías de la información o en actos públicos, iv) adaptarla y modificarla en versiones distintas. ► la copia privada, que te autoriza a realizar copias de trabajo de los documentos con las que estudiar, aunque genera desde el punto de vista jurídico y social polémicas remuneraciones compensatorias (canon), y ► la posibilidad de incluir en otros documentos mediante citas* breves fragmentos de obras divulgadas para analizarlos o comentarlos, con fines educativos o de investigación, que te autoriza a fundamentar tus trabajos con datos, ideas o argumentos tomados de otros. Creative Commons: Sobre la base del derecho de propiedad intelectual han surgido, con internet, sistemas de licencias estándar en las que los autores se reservan a sí mismos menos derechos de propiedad intelectual, liberando sus creaciones para un uso público más abierto. En vez de quedar reservados todos los derechos que la ley concede al autor, sólo se reservan algunos. Así, permiten la libre reproducción, por ejemplo. Pero, muy generalmente, conservan el derecho de atribución de la autoría. Cuando encuentres contenidos (textos, imágenes, música, etc.) bajo licencias Creative Commons sabes que puedes reutilizarlos (reproducirlos, etc.) con mayor libertad, dependiendo de cuál sea exactamente el tipo de licencia CC usado en cada caso. Se puede buscar material así usando las limitaciones por Derechos de uso en el buscador Google (en la búsqueda avanzada o en herramientas de búsqueda del buscador de imágenes.
Uso legítimo de la información
Creatividad e innovación Estás en la universidad para asimilar activamente conocimiento, lo que quiere decir, desde un punto de vista personal, para crear conocimiento. La mejor forma es reproducir y experimentar individualmente el proceso de construcción de la ciencia. Como los científicos (A hombros de gigantes, dijo Newton), usa la documentación para ir más lejos, para subir más alto, para aprender y descubrir nuevos territorios, para encontrar tus propias respuestas, para plantearte nuevas preguntas. Las técnicas de trabajo que repasaremos en los próximos capítulos están enfocadas a usar de manera eficaz la información y documentación que has recopilado, pero también a emplearla de modo inteligente y honrado y a facilitar la creación personal de conocimiento. Pero tienes que poner tu propia ambición. No te conformes con cualquier cosa. Tienes la suerte de estar en la universidad. Aprovéchala para emprender un camino que sea para ti fecundo a largo plazo, sin falsos atajos, sin trucos, sin trampas. No te conformes con lo que hoy día se puede hacer sin ser universitario, se espera más de ti. Googlear-copiar-pegar lo hace cualquiera, te aporta poco valor a ti mismo, a tus futuros empleadores y a la sociedad. No es necesario ir a la universidad para eso, te estimarán en muy poco si es lo único que puedes aportar. Trabajo, honradez, originalidad, creatividad, innovación son los valores que te interesa cultivar, los que te harán más fuerte y valioso y te llevarán más lejos. Si tú no te haces valer por el conocimiento, ¿por qué te vas a hacer valer?
1.Como autor de tu trabajo fin de grado, ¿cuáles son los derechos económicos de propiedad intelectual que tienes o tendrás sobre esa obra? reproducirla en otro soporte, distribuir ejemplares físicos de la misma, darla a conocer mediante las tecnologías de la información o en actos públicos, adaptarla y modificarla en versiones distintas. 2.¿En qué consiste Creative Commons? Si depositas tu trabajo fin de grado en el repositorio de tu universidad bajo una licencia CC, ¿puede alguien usar algún fragmento sin citarte como autor? ¿Pierdes el reconocimiento de tu autoría sobre esa obra? Son sistemas de licencias estándar en las que los autores se reservan a sí mismos menos derechos de propiedad intelectual, liberando sus creaciones para un uso público más abierto. En vez de quedar reservados todos los derechos que la ley concede al autor, sólo se reservan algunos. Así, permiten la libre reproducción, por ejemplo. Pero, muy generalmente, conservan el derecho de atribución de la autoría. 3.¿Puedes colgar en la web del grupo ecologista al que perteneces un archivo pdf de un artículo científico que te has descargado dentro de la universidad porque es de acceso restringido? ¿Y el enlace (o DOI) a la dirección de la editorial donde está publicado? 4.Señala cuatro razones por las que te conviene respetar las creaciones ajenas. ► Facilita que avances en tus estudios aprendiendo más y mejor. ► Te impulsa a la excelencia profesional, hacia una mayor preparación y competencia. ► Te enseña a madurar, a valerte por ti mismo, a desarrollar tus propias opiniones. ► Te hace más valioso que quienes se limitan a salir del paso con Google.
Trabajar con la información A lo largo de tus estudios y más conforme progresas en ellos, pasa por tus ojos una gran cantidad de bibliografía y documentación. En unos casos son resultados de búsquedas de información, en otros casos artículos, libros o páginas web que te recomiendan. Muchos documentos son archivos pdf que guardas en carpetas diversas de forma complicada. Igualmente, aunque no con la misma intensidad en todas las carreras, tendrás que estudiar el contenido de los documentos científicos que has encontrado para los trabajos, o los que te han señalado como lecturas, etc. Lo que supone tomar notas, hacer resúmenes, preparar esquemas, obtener datos, redactar comentarios… Es bueno que perfecciones las técnicas de trabajo intelectual con que abordas estas tareas. Y, si es posible, que las pongas en práctica con la ayuda de las tecnologías de la información. Este capítulo trata de estos dos métodos, para gestionar y analizar la información: ► Uso de gestores bibliográficos para manejar y conservar referencias y documentos. ► Técnicas de análisis/síntesis para estudiar y extraer el contenido de los documentos.
Qué son los gestores bibliográficos Las referencias de una sola búsqueda o los documentos usados para preparar un pequeño trabajo son pocos y manejables, sobre todo si estás seguro de que no vas a volverlos a necesitar. Pero si el trabajo es de cierta envergadura, si el material te puede ser útil más adelante y quieres tenerlo accesible con facilidad, si piensas en términos globales en toda la documentación que vas manejando en los diferentes trabajos y asignaturas… Puedes crearte alguna herramienta ofimática, que te sirva de control, bien sea una tabla de texto, hoja de cálculo o base de datos. Pero siempre será algo precario, muy limitado. Si quieres trabajar de una forma sistemática y ordenada, aprovechando las prestaciones avanzadas de la tecnología, debes usar gestores bibliográficos. ¿Qué es un gestor bibliográfico? Es un servicio o software que permite capturar, archivar y organizar referencias y documentos, editar bibliografías y textos con citas y referencias en múltiples estilos, compartir información, etc. Es decir, te facilita disponer de una base de datos personal con tu propia documentación y sobre esa base de datos te proporciona diversas prestaciones. Es como ir construyendo tu propio sistema de información científica. Prestaciones de los gestores bibliográficos: • Integrar automáticamente referencias desde bases de datos, buscadores, etc. • Editar, clasificar, ordenar, archivar y gestionar las referencias. • Guardar textos completos y archivos asociados a las referencias. • Resaltar y anotar los textos de los documentos para analizarlos. • Compartir la información con otras personas y grupos en internet. • Generar bibliografías a partir de grupos de referencias. • Editar con citas y referencias textos redactados en procesadores. • Producir las bibliografías, citas y referencias en múltiples estilos bibliográficos. Con un gestor bibliográfico puedes ir guardando y organizando toda tu información: los datos de libros, artículos o webs que te han sido útiles, con notas, esquemas, resúmenes o comentarios sobre los mismos, y con la ventaja de poder volverlos a buscar y encontrar con facilidad porque se integran en una base de datos recuperable por muchos criterios, estructurada en carpetas, etc. Podrás también resaltar y anotar los textos pdf que archives y estudies, etc. Cuando necesites, además, citar datos, frases o ideas de esos documentos el gestor te ayuda a hacerlo automáticamente, en el estilo bibliográfico que necesites.
Algunos gestores bibliográficos Hay numerosos sistemas de gestión bibliográfica, pero quizá una media docena están entre los más famosos y utilizados. Aparte de las diferencias en el detalle de las prestaciones hay dos grandes factores que los caracterizan: ► Su funcionamiento en la nube / desktop: en qué medida operan como servicios en línea donde tu base de datos la tienes accesible en cualquier punto de Internet o como software de escritorio con tus contenidos radicados en tu ordenador. Algunos son sólo en la nube y otros sólo desktop, pero la mayoría combinan ambos métodos, sincronizándose. ► Su modelo de negocio: si cobran al usuario final o institución suscriptora o si se financian por otras vías (publicidad, etc.). Lo más frecuente es que ofrezcan una versión básica de uso gratuito y otra más avanzada de pago, institucional o premium. Algunos gestores bibliográficos: Citavi es un software de escritorio o para servidor institucional. Facilitan una versión gratuita de prueba para un máximo de 100 referencias y tiempo limitado. Además de las funciones habituales, permite buscar desde la propia aplicación en catálogos y bases de datos de todo el mundo, integrar muchos tipos de documentos, incluso imágenes, planificar tareas en forma de cronograma, trabajar en equipo, crear guiones y esquemas de los trabajos, etc. Es una herramienta muy completa e integrada para el trabajo intelectual. EndNote: servicio de pago asociado a las bases de datos Web of Science y por esta razón disponible en todas las universidades españolas. Opera con software de escritorio instalable en múltiples dispositivos sincronizados con una cuenta personal online. Importa referencias y documentos de cientos de fuentes electrónicas. Permite editar textos con citas y referencias en Word y PowerPoint así como generar bibliografías en 6.000 estilos. Se pueden compartir referencias y documentos con colegas. Mendeley: gestor de referencias y red social académica que funciona mediante un software que se instala en múltiples ordenadores y dispositivos móviles y se sincroniza con un servicio en línea. Su versión normal es gratuita, aunque tiene versiones premium e institucionales de pago. Permite importar referencias, archivar documentos, leerlos y anotarlos, generar bibliografías, editar textos, compartir en grupo, etc. Es del grupo Elsevier. RefME: servicio en línea que sirve para gestionar de forma muy sencilla y práctica referencias bibliográficas, pero no guardar los documentos. Permite captar, reunir y archivar las referencias, organizarlas, insertar citas y bibliografía en tus trabajos, etc. Es gratuito, pero tiene una versión de pago, RefME Plus, que proporciona mejores prestaciones. RefWorks: servicio en línea con versión básica de uso gratuito y versión institucional de pago. Ofrece todas las prestaciones típicas de los gestores bibliográficos desde cualquier punto de internet, sin instalación, también en dispositivos móviles. Se pueden importar referencias y documentos íntegros, archivarlos, organizarlos, resaltar y anotar pdfs, generar bibliografías, editar textos con citas y referencias mediante MS Word y Google Docs, compartir en la red, usar miles de estilos bibliográficos, etc. Zotero: gestor bibliográfico que funciona mediante un software que se instala en tu ordenador o en otros dispositivos, sincronizándose con un servicio en línea. Es un programa gratuito, de software libre, asociado en su origen al navegador Firefox. Con Zotero puedes capturar referencias de cualquier fuente de forma muy eficaz, organizar datos y documentos, producir citas y bibliografías, aunque en pocos estilos, y colaborar con otras personas.
Práctica con Zotero La forma más recomendable de instalar Zotero es como software standalone con una extensión adicional para el navegador (Chrome, Firefox o Safari). Zotero es especialmente eficaz para capturar, mediante un simple click, información bibliográfica y documentos de cualquier buscador, base de datos, portal o sitio web, permitiendo archivar las propias páginas web consultadas en cualquier momento, gracias precisamente a la extensión del navegador. Esto es una gran ventaja a la hora de reunir información. Además, Zotero puede capturar no sólo las referencias bibliográficas, sino también los textos completos de los documentos, al mismo tiempo, siempre que estén disponibles y sea factible, en formato pdf o por otras vías. Si miramos ahora nuestra aplicación Zotero después de la importación de contenidos realizada tras la búsqueda en Google Académico. Las referencias y documentos dentro de Zotero, lógicamente, se pueden: etiquetar con términos temáticos; clasificar en una o varias carpetas o colecciones; ordenar con arreglo a distintos criterios o campos; eliminar enviando a la papelera; etc. Se pueden editar o modificar en cualquier momento los metadatos o datos bibliográficos, completándolos o corrigiéndolos. Pero lo más interesante es que Zotero, como otros gestores bibliográficos, sirve como soporte informático no sólo a la gestión de la documentación, sino también a las tareas de estudio o análisis de la documentación.
Análisis/síntesis, procesar la documentación Con propósitos diversos, necesitas aprender y elaborar conocimiento personal a partir de esa documentación, lo que requiere métodos de trabajo eficaces de análisis de la información, formas de procesar la información. Resulta obvio que, en muchos trabajos académicos, la componente documental, el examen de la literatura científica, es sólo uno de los aspectos de la tarea, que se basa en otros métodos y técnicas, por ejemplo: ► Procedimientos, cálculos y modelos matemáticos. ► Aplicación de software, procesos de cálculo o simulación por ordenador. ► Trabajos de campo, encuestas, tests, muestreos, historias clínicas, etc. ► Ensayos de laboratorio, experimentación, medición y observación. ► Análisis de fuentes históricas, literarias, jurídicas, restos culturales, obras de arte, etc. ► Diseño de proyectos tecnológicos, de construcción, prototipos, etc. ► Análisis económicos, financieros, contables, estadísticos o empresariales. ► Intervenciones educativas, sociales o sanitarias. Para qué es útil la revisión bibliográfica • Para determinar cuál es el estado de conocimientos, lo que se sabe sobre el tema. • Para establecer cuál es el estado de la técnica, lo que se sabe hacer en relación al tema. • Para conocer la normativa legal que rige sobre la actividad, sector o asunto en cuestión. • Para conocer la normativa técnica que afecta a la actividad, sector o asunto en cuestión. • Para utilizar los datos científicos, estadísticos, económicos, sociales, históricos, etc. que interesen. • Para conseguir la documentación gráfica, geográfica, iconográfica, etc. que se precise. • Para obtener la información comercial sobre empresas, productos, precios, mercados, etc. necesaria. Los métodos de trabajo que te sugiero para procesar la documentación son: ► Análisis: descomponer algo complejo en sus partes, estudiar los detalles de un todo. ► Síntesis: organizar las partes en un todo complejo, reunir detalles en un sistema total. Análisis y síntesis son típicas y básicas operaciones intelectuales que utilizamos en la vida cotidiana, en múltiples procesos cognitivos. En tu caso lo que haces es analizar la documentación recopilada para sintetizar nuevo conocimiento personal y, en algunos casos, ulteriormente, un nuevo documento, un trabajo académico u otro producto intelectual. Este doble proceso o movimiento de análisis/síntesis consta de tres fases, como resultado de las cuales tendrás un documento personal donde se recoge, al menos, el conocimiento derivado del estudio de la documentación reunida:
Para que este proceso de tratamiento de la documentación sea eficiente, te sirva para aprender, y conduzca en última instancia a resultados legítimos en un posible trabajo académico, has de que llevarlo a cabo de forma correcta. Hacerlo mal es recurrir más o menos toscamente al recorte y pegado de fragmentos, al estilo de un collage, o refrito, a la manera en que se sueldan piezas de chapa en trabajos de metal. Más bien, si tuviéramos que comparar, hay que proceder a una fusión completa (análisis) y a un moldeado integral (síntesis) de la materia prima. Y no hay que suprimir la importante fase 2ª de estudiar y reflexionar por separado sobre las anotaciones, saltando precipitadamente de la lectura a la composición personal, lo que provoca errores, copiados y deficiencias. La fase 2ª es la que facilita una apropiación personal de la información, la que permite establecer relaciones y por tanto la que desencadena ideas personales y una comprensión de conjunto. Es siempre del trabajo serio, metódico y reflexivo de donde surge la idea creativa, original.
Lectura y anotaciones de los documentos Esta primera fase consiste en analizar la documentación reunida mediante una lectura de cada texto, haciendo las anotaciones oportunas en un archivo Word, etc., o técnica similar. Orientación a objetivos: Lectura y anotaciones deben estar dirigidas por una cierta idea, al menos aproximada, de tu objetivo, de lo que te propones aprender o conseguir, del propósito de tu trabajo, etc. O sea, debes trabajar en la perspectiva de un fin determinado, incluso aunque luego el resultado sea algo distinto al esperado. Recuerda lo que te he comentado sobre búsqueda estratégica. Aquí también tiene que haber estrategia y evaluación. Porque es lo que ayuda a ordenar y guiar el trabajo racionalmente. Ni siquiera la lectura puede ser ingenua, debe ser orientada. Lectura activa y selectiva: La lectura académica y profesional suele ser activa y selectiva: no es el texto el que viene hacia ti, sino tú al texto. Los documentos se leen priorizando, decidiendo qué capítulos, párrafos y fragmentos requieren más y menos atención. Cuanto más costumbre y formación tengas, con más eficacia lo harás. En función de tu objetivo, procurarás no perderte lo importante, pero tampoco perder tiempo con lo accesorio. Habrá párrafos que leerás tres veces, pero otros los saltarás, porque te darás cuenta de que no afectan a tu asunto. Es una lectura que exige concentración, para ir identificando y trabajando sobre lo esencial, las ideas principales, las que te afectan e interesan, las que importan para entender el meollo… Documento de anotaciones: Por cada artículo o texto que analices crea un documento MS Word, etc., de anotaciones, anejo, o usa una técnica similar. Este documento debe ir encabezado por la referencia bibliográfica, para saber siempre a qué se refiere. Y puede archivarse con la referencia, y eventualmente el documento íntegro, en el gestor bibliográfico, como parte de tu sistema personal de información científica. Lo he explicado en secciones anteriores de este tema: los gestores son también instrumentos ideales para este objetivo de analizar la documentación. Todos los materiales destinados a un trabajo pueden, obviamente estar en la misma carpeta del gestor. Técnicas de anotación: Es importante que tomes notas del documento, porque te ayuda a concentrarte en la lectura y a comprender mejor la información, activa tus procesos cognitivos (las conexiones neuronales). Además, las notas son el resultado del análisis con el que luego podrás elaborar tu propia síntesis, son un paso intermedio. Toma notas de forma sucinta y selectiva, dirigidas también a la finalidad que te propones. No se trata de hacer resúmenes ingenuos de lo que lees, sino de entresacar, extraer, del documento las nociones, datos e ideas que pienses te van a servir para tu objetivo. O que tienen que ver con el resto de actividades o indagaciones no documentales que estás llevando a cabo como parte del trabajo o proyecto que estás acometiendo.
Composición personal La composición personal, podría ser el borrador de un trabajo académico futuro; o podría ser un simple texto personal, un material de trabajo para resumir lo esencial y organizarte la información con tu propia visión acerca del tema. Partir del esquema provisional: Vete componiendo una primera aproximación a tu texto personal. Rellena de contenido los apartados del esquema volcando por escrito el conocimiento que te has ido formando del asunto. Corrige lo que sea preciso en el esquema organizativo. Da cuenta ordenadamente de lo que has descubierto, esto es, aprendido, tanto mediante la consulta de la documentación reunida, como a través de tus propias indagaciones y tareas. El objetivo es integrar todo lo que has aprendido en un conjunto coherente y que sea inteligible para quienes supuestamente lo fueran a leer, en principio, al menos, para ti mismo, lo que no es poco: sistematiza. Elaboración gradual, versiones: El procesador de textos facilita tu tarea. Puedes componer tu documento gradual-mente, aumentando y perfeccionando sus contenidos poco a poco, en sucesivas redacciones que dan lugar a sucesivas versiones o borradores cada vez más completos y atinados, en cuanto a contenido y en cuanto a forma. No edites siempre por sistema encima de la versión anterior, guarda algunas de las versiones provisionalmente por si acaso te arrepientes de algún cambio. Sólo hasta tener la seguridad de que los avances debes consolidarlos. Control de las citas: Cuando tomes prestados fragmentos textuales, ideas o datos procedentes de los documentos* reunidos, identifícalos por el tipo de letra y comillas, etc. e inserta también una clave de documento y página para citarlo. Te vendrá bien saber de dónde procede la información y si la composición personal se transforma en un documento público tendrás que poner cita y referencia. Forma, estilo, presentación: Esta composición personal no está sujeta a normas de estilo o presentación. Siempre es conveniente y útil el orden y una buena redacción, pues la claridad en el lenguaje y en la organización de la información es expresión de claridad intelectual. Ahora bien, si el documento está destinado a trascender, razón de más para que su estructura y concepción vaya reflejando, lógicamente, las especificaciones del producto final.
Estudio de las anotaciones Dependiendo de la complejidad de la tarea y del volumen de documentación que manejes, esta fase puede ser más o menos trabajosa. Pero en cualquier caso debes abordarla también con la vista puesta en la finalidad que persigues: lo que quieres aprender, el trabajo que vas a redactar al final, los métodos no documentales, los datos que realmente necesitas, etc. Lectura de las anotaciones: Realiza un estudio atento de tus anotaciones, probablemente no baste una sola lectura. Elige con cuidado el orden para repasar los documentos, que sea el más lógico o provechoso. Así, volviendo a lo esencial de lo que has leído, culminas la apropiación intelectual de lo que te interesa aprender y tu cerebro va preparando la síntesis al establecer relaciones y sacar conclusiones. Adquieres una visión de conjunto, un mapa general del tema. Nuevos comentarios personales: Conforme estudias el conjunto de las notas, las relaciones que descubres entre una información y otra y entre lo nuevo y tus conocimientos previos harán que se te ocurran más comentarios y valoraciones personales. Incorpóralos a los documentos de anotaciones. Son criterios y aportaciones propias provisionales que vas anticipando. Evaluación de las notas, las lecturas, la búsqueda: Esta fase reflexiva es todavía momento oportuno para evaluar cómo vas y reconducir el trabajo. Para captar si tienes puntos débiles, qué necesitas ampliar, corregir o comprobar. Aún estás a tiempo para releer algo, consultar algún dato adicional, realizar una búsqueda complementaria, preguntar una duda al profesor, conseguir algún otro documento, etc. O por el contrario, confirmar que das por válida la recogida de información. Esquema, estructura provisional: El resultado central de esta fase 2ª debe ser un borrador de esquema o estructura de la síntesis personal que vas a elaborar sobre el tema, o sea, el armazón que va a tener. Conforme estudias las anotaciones vas identificando las cuestiones clave, los datos que te parecen más claros e importantes. Vas reflexionando sobre la importancia de los distintos elementos, sobre la lógica interna. Vas concibiendo las partes o estructura de la síntesis. Es algo que requiere un poco de tiempo, pero tu cerebro lo hace, si se lo pides: va procesando la información y va ordenando el conocimiento.
¿Por qué razones puede ser importante contar con un gestor bibliográfico? Para integrar automáticamente referencias desde bases de datos, buscadores, etc. Editar, clasificar, ordenar, archivar y gestionar las referencias; guardar textos completos y archivos asociados a las referencias. ¿En qué casos no puedes archivar los documentos íntegros en el gestor bibliográfico? En referencias capturándolas de buscadores y bases de datos, pero si integras el documento a texto completo, los gestores también leen y capturan los datos bibliográficos de la referencia directamente desde el documento pdf. ¿Qué gestor no permite archivar documentos? ¿Y cuál de ellos sólo archiva tus datos de forma local? ¿Cuál es completamente gratuito, sin versiones de pago? RefME: servicio en línea que sirve para gestionar de forma muy sencilla y práctica referencias bibliográficas, pero no guardar los documentos. EndNote: servicio de pago asociado a las bases de datos Web of Science y por esta razón disponible en todas las universidades españolas Zotero: gestor bibliográfico que funciona mediante un software que se instala en tu ordenador o en otros dispositivos, sincronizándose con un servicio en línea. Es un programa gratuito ¿En qué fase conviene elaborar un esquema provisional de la composición o síntesis? El resultado central de la fase 2ª debe ser un borrador de esquema o estructura de la síntesis personal que vas a elaborar sobre el tema. ¿Cómo debe ser el proceso de lectura de los documentos? La lectura académica y profesional suele ser activa y selectiva ¿Por qué es importante apuntar la página al tomar notas de un documento? Las notas deben ir ordenadamente precedidas por el número de la página del documento a la que se refieren, para saber la procedencia exacta, ¡por si tuvieras que citarlas! ¿En qué consiste una revisión bibliográfica? Consiste en procesar la documentación que se ha seleccionado y reunido, para asimilarla generando la propia visión del tema, que podrá, o no, según los casos, desembocar al final en un trabajo académico formal
Por qué citar y referenciar documentos Puedes usar la creación de otros, limitadamente (libertad de cita), pero no puedes permitir que nadie la tome por tuya. Esto es buena práctica académica y en el fondo es eficacia, porque te impulsa a ir más allá, más alto, a aprender, que es tu objetivo. ¿Qué razones están detrás del sistema de citas, por qué es tan importante que lo sigas? ► Reconocer y agradecer el mérito de los creadores en que te apoyas. ► Reforzar tus argumentos y tesis con la autoridad de otros. ► Incluir datos imprescindibles para conseguir probar lo que deseas. ► Demostrar dominio del tema, que te has documentado al respecto. ► Situar adecuadamente el problema que tratas en su contexto científico. ► Resaltar por contraste tus propias ideas, que aparecerán sin mencionar otra fuente. ► Facilitar al lector ampliar información con lecturas complementarias. El sistema de citas es fundamental para sortear el riesgo de plagio, para distinguir lo propio de lo ajeno. Es un instrumento de claridad intelectual y de construcción respetuosa y comunitaria del conocimiento público y del conocimiento personal. ¿Qué es una cita? Llamamos cita a la remisión o vínculo que insertas en tu texto a las ideas, frases, datos o documentos de otros autores. Es decir, es la forma de señalar al lector la procedencia de la información prestada, reseñada o aludida, reconociéndolo. Puede efectuarse mediante claves, números, notas a pie de página o al final del texto, etc., hay diversos métodos. Por ejemplo: Otros autores piensan lo contrario (González 2010) Clave autor-fecha. González (8) sostiene que el método correcto… Numeración consecutiva de las referencias. Otros autores, como González 32, piensan… Numeración consecutiva de notas anejas. ¿Qué es una referencia? Ya lo sabes de toda esta Guía: es una descripción de un documento, con los datos necesarios para identificarlo (título, autores, fecha, editorial, formato, códigos, etc.), en lo posible estructurada y normalizada para que un conjunto de varias sea inteligible. Por ej.: González, P. 2010. La enseñanza sin escuela. En: Pérez, A. (ed.). Nuevas fronteras de la educación en el nuevo milenio. Madrid: Logos, pp.175-205. ISBN 9788470588770. ¿Qué tienes que citar? Obviamente, la información que tomes de otros documentos, pero ¿hasta qué punto, en qué casos? Quizá sea más fácil plantearlo en negativo: ¿Qué no tienes que citar? ► Tus propias ideas, argumentos, datos, cálculos o conclusiones, como es natural. ► Conocimientos comunes, de dominio público, sabidos por todos o que aparecen sistemáticamente en las publicaciones de la especialidad, perteneciendo por tanto al cuerpo de conocimientos de cualquier experto del sector. ¿Cómo citar información? Resumir ideas de otro autor: Exponerlas en tu propio lenguaje, parafrasearlas, comentarlas, aludir a ellas, etc. Por un lado, no manipules o fuerces la intención del autor a tu favor, en apoyo de tus ideas. Por otro, tampoco sigas de cerca las expresiones literales originales, pues se te podría también acusar de plagio, aunque cites la fuente. Puede ser un método interesante sobre todo para condensar, para abreviar, especialmente si tienes que referirte a varios documentos. Incluye la cita, por supuesto. Insertar un fragmento breve: Si el texto del otro autor que vas a incorporar es de hasta tres o cuatro líneas, lo puedes interpolar sin más en tu propio texto entre comillas y/o en letra cursiva. Incluye la cita, en este caso con mención de la página exacta donde figura en la publicación citada. Insertar un fragmento largo: Si el texto del otro autor es largo, cópialo en un párrafo aparte especial, sangrado por la derecha y la izquierda y en caracteres más pequeños. Incluye la cita también con mención de página exacta. Incluir una imagen o tabla: Si la información del otro autor es gráfica o numérica (fotografías, estadísticas, etc.) en lugar de textual y ocupa por tanto una posición especial en tu documento debe llevar una indicación singular como un pie breve pero explícito con la mención de la procedencia o la cita.
Estilos bibliográficos Ahora bien, cuando alguien redacta o publica un conjunto de referencias, conviene que las presente de una forma coherente, organizada y uniforme. Esto es necesario para que los lectores, de tu trabajo, por ejemplo, las entiendan sin confusiones ni desorden, para ofrecerlas con claridad y brevedad. Por eso existen pautas o estilos bibliográficos, que normalizan cómo se describen o identifican los documentos, cómo se citan dentro del texto, etc. También se llaman estilos de documentación. Puedes pensar que no deja de ser paradójico que por un lado se requieran pautas para que las citas y referencias sean coherentes y por otro haya decenas de tipos de pautas para ello, con lo que difícilmente se puede conseguir de forma universal. Sin embargo, la explicación reside en que el sistema de documentación está a la base misma de la construcción de la ciencia, y son las comunidades científicas en su compleja diversidad y plural articulación las que libremente hacen que se desenvuelva el asunto de esta forma heterogénea. Así pues, hay estilos bibliográficos que responden a diferentes tradiciones académicas y culturales o a distintas ramas de la ciencia. Los más potentes están auspiciados por sociedades científicas, pero son muy importantes los manuales de estilo editoriales y las normas de publicación de las revistas de investigación. Importantes estilos bibliográficos: El estilo de la American Psychological Association APA es ampliamente utilizado en el mundo, más allá de las fronteras norteamericanas y de los límites de la psicología. Hay muchas guías, presentaciones, versiones, e instrucciones para usarlo. Las normas del Manual de estilo Chicago, también conocido a veces como estilo Chicago/Turabian se usan internacionalmente más en el ámbito de las humanidades, donde es más frecuente la citación mediante notas a pie de página o al final del texto. Estilo Harvard son pautas bibliográficas, desarrolladas en el mundo anglosajón y muy extendidas hoy en día, a partir de la técnica de citación autor-fecha (técnica Harvard), aunque no hay una fuente normativa unívoca y el British Standard que siguen bastantes guías Harvard es BS ISO 690. IEEE; las directrices del Institute of Electrical and Electronics Engineering son de interés para un amplio sector de la ingeniería. ISO 690, las directrices de la International Organization for Standarization son recomendaciones muy generales y abiertas para redactar referencias y citar recursos de información en cualquier campo de conocimiento, soporte físico y país, permitiendo varias técnicas de citación: autor-fecha (Harvard), numérico y notas consecutivas. MLA, las pautas de estilo de la Modern Language Association tienen también un uso muy extenso, que desborda el de los estudios de lenguas modernas, literatura, lingüística, etc., para aplicarse en muchas disciplinas y países. Vancouver, estilo predominante en ciencias biomédicas, consagrado en las normas de la National Library of Medicine (USA), y usa el sistema de citación numérico.
Utilización de imágenes en trabajos Online o impresas, en un trabajo propio tienes que tener en cuenta que también son siempre propiedad de sus autores o titulares de derechos. Por tanto, salvo que se especifique lo contrario, no puedes reutilizarlas sin permiso (reproducirlas, distribuirlas, adaptarlas, difundirlas, etc.). Tienes que examinar cualquier aviso sobre condiciones de uso, copyright, derechos, etc. que aparezca en la fuente. Y actuar respetuosamente en consecuencia. Que las encuentres libremente en internet no cambia nada.
¿Cómo incluir las ilustraciones en tu trabajo? Salvo que por alguna razón formen parte de un anexo especial, colócalas tan cerca de la parte del texto con la que se relacionen como sea posible. Numéralas: Figura 1, Figura 2, Figura 3, etc.; o bien por capítulos: Fig. 1.1, Fig. 1.2,…, Fig. 2.1, etc. Se puede también incluir una lista o índice de figuras, si son relevantes. Añade bajo las figuras un pie de ilustración con i) dicha numeración, ii) una identificación o descripción del contenido y iii) los créditos de la imagen, es decir, la autoría y procedencia o fuente. Si la fuente de procedencia es una obra incluida en las referencias citadas del trabajo, vale, como siempre, una cita abreviada (autor fecha). En caso contrario conviene reseñar los creadores, título y fecha de creación de la imagen, el lugar donde está depositado el original, si es el caso, y la fuente (impresa, web) de donde se ha obtenido la reproducción. De las imágenes obtenidas gratis y sin restricciones, pertenecientes al dominio público o liberadas mediante Creative Commons también debes mencionar la autoría y procedencia. Siempre conviene dar crédito a los creadores por sus obras. Si algunos contenidos de entre el total son tuyos, conviene especificar “Elaboración propia”, “Del autor”, etc.
1. En general, ¿qué informaciones o datos no tienes que citar, salvo en caso de duda? Tus propias ideas, argumentos, datos, cálculos o conclusiones, como es natural. Conocimientos comunes, de dominio público, sabidos por todos o que aparecen sistemáticamente en las publicaciones de la especialidad, perteneciendo por tanto al cuerpo de conocimientos de cualquier experto del sector. Como esto no siempre es fácil de dilucidar, si no estás seguro, cita: puedes estar ante un conocimiento privativo que se ha hecho público 2. ¿Qué tipos de responsabilidades personales pueden aparecer en un documento al redactar su referencia? ¿Afecta a la ordenación de las referencias? Si hay varias referencias con el mismo primer elemento desempeñando otras funciones además de las de autoría, se ordenan primero aquéllas en las que ejerce la autoría y luego las otras por orden alfabético: comp., coord., ed., dir., rev., etc. 3. El estilo Vancouver, ¿qué sistema de citación emplea? ¿Y en qué disciplinas se usa más? Es el estilo predominante en ciencias biomédicas, consagrado en las normas de la National Library of Medicine (USA), y usa el sistema de citación numérico. 4. Menciona cuatro motivos por los que es importante el sistema de citas y referencias. ► Reconocer y agradecer el mérito de los creadores en que te apoyas. ► Reforzar tus argumentos y tesis con la autoridad de otros. ► Incluir datos imprescindibles para conseguir probar lo que deseas. ► Demostrar dominio del tema, que te has documentado al respecto. 5. ¿Qué tienes que hacer si quisieras incluir un párrafo importante de texto tomado de uno de los documentos con que has trabajado? ¿Cómo lo colocas, qué pasos das? Si el texto del otro autor que vas a incorporar es de hasta tres o cuatro líneas, lo puedes interpolar sin más en tu propio texto entre comillas y/o en letra cursiva. Incluye la cita, en este caso con mención de la página exacta donde figura en la publicación citada. Si el texto del otro autor es largo, cópialo en un párrafo aparte especial, sangrado por la derecha y la izquierda y en caracteres más pequeños.
Pautas sobre trabajos académicos Para elaborar el trabajo académico, o cualquier documento que trascienda a otras personas, un primer elemento vital es documentarlo adecuadamente con citas y referencias. Pero además, hay otras cuestiones relativas a su forma y presentación, a su contenido y redacción. El trabajo académico es un documento y representa la finalización de un largo proceso de gestión y tratamiento de la información científica: por eso es objeto de esta Guía. Además, dicho proceso culmina en más conocimiento personal, con él aprendes y asimilas activa y creativamente tu disciplina. Hay otras maneras de terminar el proceso de tratamiento y asimilación de la información científica generando tu propio documento público, las cuales pueden ser importantes en determinadas circunstancias para dar a conocer y poner en valor los resultados de tu formación: comunicaciones orales, presentaciones visuales, vídeos, posters en reuniones y seminarios, reseñas en webs, sitios y redes sociales, etc. En cuanto a los trabajos académicos propiamente dichos, pueden ser de muchas clases. Pero también se aplica, en un sentido amplio y quizá menos exigente, a los trabajos de curso, con los que poco a poco debes irte entrenando en la búsqueda, gestión, análisis y tratamiento de la información científica.
Elección del tema del trabajo y planificación temporal A veces se te puede indicar una línea de trabajo para que concretes o que elijas entre varias propuestas, pero en un supuesto de máxima libertad, te ofrezco estas sugerencias: 1. Reúne e identifica todas las opciones de temas. Confecciona una lista sobre la base de tu experiencia personal, de las asignaturas y prácticas cursadas, de tus preferencias, de orientaciones recibidas. 2. Haz una consulta orientativa en Internet y en los textos y bibliografía de tu carrera. Te ayudará a ir definiendo los temas y te puede dar idea de temas alternativos. Repasa posibilidades en las fuentes de información básicas. 3. Elige términos de búsqueda para los temas candidatos. Define bien su alcance con el conjunto de conceptos y términos de búsqueda que entran en juego en cada caso. Esboza lo que se llama un mapa de conceptos, que te ayude a entender de qué trata cada tema, su alcance, dificultad, interés… 4. Sondea qué información científica hay sobre los temas, para explorarlos, para orientarte. ¿Hay poca o mucha documentación publicada? Tan malo es que haya demasiada información como ninguna, necesitas una base, pero poder abarcarla. ¿Hay trabajos ya hechos? Mal, pues buscas originalidad. ¿Sobre temas relacionados o similares? Bien, es síntoma de actualidad. 5. Valora las ventajas e inconvenientes de cada tema. Pondera aspectos positivos y negativos. Que el trabajo sea realizable, factible, desde el punto de vista práctico es primordial. Que haya información también. Pero no busques la mera comodidad o trivialidad. Debe aportarte valor. 6. Descarta gradualmente temas y precisa mejor los que mantengas acotándolos de acuerdo con las búsquedas realizadas. Selecciona enfoques, condiciones de tiempo o lugar, aspectos o características en que te vayas a centrar, límites. Al final, elige uno, que tal vez tengas que seguir perfilando durante la recogida de información. Para elegir o concretar el tema de tu trabajo se recomienda tres herramientas, que además te servirán también para continuar adelante con el asunto por el que optes: ► Un esquema o mapa de conceptos de cada posible tema que te permita comprender en qué consiste, qué aspectos encierra, lo que abarca y supone… ► Una búsqueda orientativa de información sobre posibles antecedentes del tema: introducciones para aproximarte a la cuestión, otros trabajos similares, sobre asuntos relacionados o complementarios, posibilidades alternativas, bibliografía, métodos de trabajo, etc. ► Una tabla de decisión con las ventajas, inconvenientes o detalles importantes de los temas que estés considerando. Organizarse implica planear y prever, evitar la improvisación. E implica, después, evaluar y corregir. Planificar no supone rigidez, supone anticipación, trabajar sobre expectativas, tener margen para las incidencias y los imprevistos. Y dentro de los plazos que marques para la elaboración del trabajo, la búsqueda, selección, obtención, análisis y síntesis de la documentación tendrán sus fechas, igual que la redacción de borradores, la revisión y edición u otros aspectos según la naturaleza de cada proyecto. Así pues, tendrás que elaborar, un plan de trabajo, un proyecto sobre lo que pretendes hacer y sobre cómo conseguirlo, que debe contar con la supervisión y visto bueno de quien te lo dirija. Este plan de trabajo incluirá: ► Objetivos: propósitos o metas del estudio, expresados con claridad y realismo, con verbos como: medir, analizar, explicar, diseñar, proyectar, describir, comparar, etc. ► Métodos: técnicas de indagación, recogida de datos, tratamiento matemático, análisis, diseño, modelización, interpretación, representación, etc. ► Actividades: acciones, tareas y materiales o documentos entregables al final de cada fase del trabajo. ► Recursos: infraestructura, equipos, software, máquinas, material, instalaciones, colaboradores, financiación necesaria, etc. para hacer el trabajo. La culminación del plan de trabajo es un cronograma, que consiste en una representación en el tiempo de todas las tareas que vas a realizar hasta la culminación del trabajo. Esta representación suele llamarse también diagrama de Gantt.
Estructura de los trabajos académicos La estructura u organización del trabajo es la articulación ordenada y consecutiva del documento en apartados y subapartados, que se refleja en el sumario o índice de contenidos. Es mucho más que una cuestión formal, pues responde a la metodología y técnicas de trabajo seguidas para realizar el trabajo en la rama de conocimiento correspondiente. E incluso desde el punto de vista estrictamente informativo es el resultado del análisis, síntesis y elaboración intelectual de la documentación reunida. La estructura de tu trabajo es crucial, por tanto, porque expresa, dice, comunica la ordenación del conocimiento al que has llegado, después de aplicar las técnicas de indagación propias de tu especialidad y de tratamiento de la información. Debe transmitir claridad y rigor y permitir que tu documento sea fácilmente leído y comprendido, pero además debe mostrar que has aprendido. ESTRUCTURA DE UN TRABAJO ACADÉMICO Portada: Es la página de identificación del trabajo. Debe incluir imprescindiblemente: • Nombre oficial de la Universidad y del centro y, si es el caso, logos o símbolos. • Título completo del trabajo, con subtítulo, si es el caso. • Nombre y apellidos completos del autor/a. • Nombre y apellidos del profesor/a que dirige o al que se presenta el trabajo. • Asignatura a la que corresponde el trabajo, si es el caso. • Título académico para el que se presenta el trabajo, si es el caso. • Ciudad y fecha de presentación del trabajo. Índice de contenidos: debe reproducir el título de todos los capítulos y apartados por orden de aparición en el texto, incluyendo apéndices, etc., con indicación de la página en que comienzan y tipografía y espacios de separación entre líneas que favorezcan su rápida interpretación. La numeración o jerarquización de los apartados debe ser coherente e igual que en el cuerpo del texto. Resumen y palabras clave: El resumen es una síntesis o abstract del contenido del documento, que informa de los objetivos, métodos, resultados y conclusiones del trabajo. Su extensión puede estar pautada por las normas del centro; de lo contrario, no es aconsejable que supere unas 500 palabras. Además de en los idiomas oficiales conviene que haya resumen en inglés. Las palabras clave son términos temáticos que asignas a tu trabajo identificando las ideas más importantes de que trata, para facilitar la búsqueda de información. Entre seis y doce términos es un número adecuado. Lista de abreviaturas, símbolos, siglas, etc: Es conveniente que facilites una lista unificada de expresiones utilizadas con frecuencia en tu trabajo de forma resumida, mediante abreviaturas, signos, símbolos, acrónimos, siglas, etc. Lista de ilustraciones, tablas, cuadros, etc.: se puede incluir una lista o índice con la numeración e identificación de las ilustraciones, remitiendo a la página del trabajo donde está cada una. Introducción: Sirve para presentar el texto y los objetivos, motivación y naturaleza del trabajo. Debe situar el problema del trabajo en su contexto científico o técnico, haciendo referencia a la literatura correspondiente, y ha de justificar la relevancia e interés del tema. Cuerpo del trabajo: El cuerpo del trabajo puede incluir el análisis y discusión de datos y resultados empíricos, el comentario sucesivo de una selección de fuentes históricas, la explicación de un desarrollo de software para determinada función o una revisión bibliográfica sobre los riesgos de un medicamento. El contenido suele agruparse en unidades de exposición más pequeñas (partes, capítulos, epígrafes, temas, subtemas). Conclusiones: Constituyen el correlato de la introducción, dando respuesta a los objetivos o problemas planteados. Encierran la presentación ordenada de las deducciones realizadas en el trabajo; de alguna manera, lo que has aprendido o descubierto. Conviene que las numeres y expongas de forma clara y sintética. Apéndices o anexos: Apartados especiales y finales que completan el trabajo con información relacionada con el texto pero que resulta demasiado voluminosa o difícil de integrar para incluirla en el cuerpo principal. Referencias citadas: En este apartado se consignan los datos de los documentos que se han citado en el trabajo, según el estilo bibliográfico elegido. Además, podría facilitarse una bibliografía, o bien referencias consultadas.
Presentación y redacción de los trabajos académicos Un trabajo atractivo y legible refuerza la idea de que has sido riguroso en su preparación intelectual. Y es más que una sensación: el esfuerzo intelectual tiende a manifestarse en una buena apariencia. Por tanto, no debe haber descuidos; un contenido sin la forma adecuada dificulta la lectura y el análisis a las personas encargadas de evaluar tu tarea. La forma y presentación también suelen estar sometidas a normas de tu centro, síguelas escrupulosamente. Algunos consejos sobre la presentación y redacción del trabajo: Directrices y creatividad: Respeta las directrices formales que te indiquen, pero dentro de ese marco piensa creativamente en el contenido, organización y forma del documento, no te limites a repetir, copiar, reproducir miméticamente pautas, modelos y formatos. Comunicación: Al escribir ten en cuenta para quién escribes, la audiencia a la que te diriges. Escribe para tus lectores, para comunicar, no para ti mismo. Estilo científico: No pretendes transmitir belleza ni conmover, ni llamar la atención sobre su forma. Sólo debes comunicar información de modo riguroso, claro y honrado. Orden y concisión: Ordena tus ideas antes de redactar. Se conciso y preciso al expresarte, sin circunloquios ni divagaciones, con rigor científico y claridad. Emplea siempre párrafos breves, de 8 o 10 líneas como máximo. Título del trabajo: Debe recoger el contenido del mismo, pero también sus objetivos. Procura que sea inteligible, significativo, atractivo en lo posible y no demasiado largo. Numeración de apartados: Jerarquiza en niveles los apartados o epígrafes del trabajo distinguiéndolos por el tamaño de la tipografía y ordenándolos mediante números arábigos con puntos. Tipo de letra: Piensa bien el tipo y tamaño de letra que vas a emplear y aplícalo de manera uniforme. El tamaño habitual será entre 10 y 12 puntos, según la fuente. Utiliza un tipo de letra normal y legible. Composición de páginas: Prevé espacio en blanco suficiente para hacer relajada la lectura: alrededor del texto y de las figuras, entre párrafos más que entre líneas, entre apartados más que entre párrafos. Paginación: Todas las páginas cuentan, pero el número no se escribe en las páginas iniciales, hasta el sumario o la introducción. Encabezados: Facilitan el seguimiento de la lectura. Siglas, abreviaturas y símbolos: Empléalas con moderación y coherencia, de forma sistemática. Enumeraciones: Introduce listas en vertical, ordenadas con números o con viñetas, según necesites. Ortografía y sintaxis: No permitas que haya ni una sola falta de ortografía en tu trabajo, ni una incorrección sintáctica. Uso de diccionarios: Para consultar constantes dudas sobre el uso de palabras, posibles sinónimos para no repetirte.
Formato y difusión de los trabajos académicos Nuevamente serán las normas del centro las que, en el caso de trabajos conducentes a títulos, establezcan en qué formato o soporte físico se presentan los documentos. Hoy día lo normal, o la tendencia inexorable, será que presentes tu trabajo en soporte electrónico, no impreso, por una u otra vía (entrega online, disco, etc.). Propiedad intelectual: Con la salvedad de lo que se acuerde en ciertos casos de trabajos en colaboración, resultado de una labor de equipo, o de la intervención activa del director/tutor en la creación del documento, y sin perjuicio de lo que dispongan normas específicas de la universidad, con carácter general la propiedad intelectual del trabajo es tuya, por lo que te están reservados los derechos que la ley te reconoce. Difusión en repositorios: Depositar tu trabajo en un repositorio lo difunde en internet a través de recolectores y buscadores de datos bibliográficos, y por tanto, lo pone, como cualquier documento científico, en circulación. ¿Por qué es interesante esto? ► Tu trabajo tiene máxima accesibilidad en un repositorio, por razones técnicas, pues incluye metadatos y facilita protocolos de recolección que lo hacen fácilmente recuperable por parte de las herramientas de búsqueda. ► Te da una gran proyección pública, por tanto, en la red, en todo el mundo, puedes enseñar tu trabajo a quien quieras, cualquiera puede verlo. ► Es un primer resultado concreto y demostrable de tu carrera, de tu profesionalidad, te permite demostrar lo que sabes y lo que vales, ir haciéndote un nombre. ► Depositando en acceso abierto* colaboras a la libre circulación del conocimiento científico: una contribución de calidad merece difundirse y estar disponible para todos. ► Ayudas a la conservación a largo plazo de tu documento y a la difusión del patrimonio intelectual de tu universidad.
► ¿Qué información debe figurar en la portada de un trabajo académico? Es la página de identificación del trabajo. Debe incluir imprescindiblemente: • Nombre oficial de la Universidad y del centro y, si es el caso, logos o símbolos. • Título completo del trabajo, con subtítulo, si es el caso. • Nombre y apellidos completos del autor/a. • Nombre y apellidos del profesor/a que dirige o al que se presenta el trabajo. • Asignatura a la que corresponde el trabajo, si es el caso. • Título académico para el que se presenta el trabajo, si es el caso. • Ciudad y fecha de presentación del trabajo. ► ¿Por qué motivos es conveniente depositar los trabajos en repositorios institucionales? Tu trabajo tiene máxima accesibilidad en un repositorio, por razones técnicas, pues incluye metadatos y facilita protocolos de recolección que lo hacen fácilmente recuperable por parte de las herramientas de búsqueda. Te da una gran proyección pública, por tanto, en la red, en todo el mundo, puedes enseñar tu trabajo a quien quieras, cualquiera puede verlo. Es un primer resultado concreto y demostrable de tu carrera, de tu profesionalidad, te permite demostrar lo que sabes y lo que vales, ir haciéndote un nombre. Depositando en acceso abierto colaboras a la libre circulación del conocimiento científico: una contribución de calidad merece difundirse y estar disponible para todos. Ayudas a la conservación a largo plazo de tu documento y a la difusión del patrimonio intelectual de tu universidad. ► ¿Para qué sirve la introducción de un trabajo académico?, ¿qué incluye normalmente? Sirve para presentar el texto y los objetivos, motivación y naturaleza del trabajo. Debe situar el problema del trabajo en su contexto científico o técnico, haciendo referencia a la literatura correspondiente, y ha de justificar la relevancia e interés del tema. También puede valer para explicar los métodos de trabajo e indagación usados y para precisar con exactitud el alcance de la tarea. ► ¿Por qué hay que buscar información científica al seleccionar el tema de tu trabajo? Porque hay que sondear qué información científica hay sobre los temas, para explorarlos, para orientarte. ¿Hay poca o mucha documentación publicada? Tan malo es que haya demasiada información como ninguna, necesitas una base, pero poder abarcarla. ¿Hay trabajos ya hechos? Mal, pues buscas originalidad. ¿Sobre temas relacionados o similares? Bien, es síntoma de actualidad. Fíjate si los temas son demasiado amplios o muy restringidos, entérate mejor acerca de qué van. ► ¿A quién pertenecen los derechos de propiedad intelectual de los trabajos académicos? Con la salvedad de lo que se acuerde en ciertos casos de trabajos en colaboración, resultado de una labor de equipo, o de la intervención activa del director/tutor en la creación del documento, y sin perjuicio de lo que dispongan normas específicas de la universidad, con carácter general la propiedad intelectual del trabajo es tuya, por lo que te están reservados los derechos que la ley te reconoce.
Bibliografía Martínez, R. L. (2016). Cómo buscar y usar información científica: Guía para estudiantes universitarios 2016. Santander, España: Biblioteca Universidad de Cantabria.
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