El yo inasible de Pascal frente a la fortaleza del sujeto cartesiano

El encuentro de Pascal con DescartesDescartes y Pascal representan dos modos distintos de ser científico, de filosofar y de vivir el cristianismo.Se conocieron personalmente y conversaron en dos ocasiones. El joven Pascal era por entonces un prometedor científico conocido por su invento de la máquina aritmética, la pascalina. Pero Descartes se interesó sobre todo por el problema de la existencia del vacío, que Pascal investigaba desde 1646.En los Pensamientos, el nombre de Descartes aparece tres veces. En todos los fragmentos, se realiza una crítica abierta de las pretensiones cartesianas, que se resume en el fragmento más célebre: «Descartes. Inútil e incierto».Critica al Deus ex machina de Descartes.

La pascalina: la primera calculadora.Blaise Pascal [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html), CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/), CC-BY-SA-2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0) or CC-BY-SA-2.0-fr (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/fr/deed.en)], via Wikimedia Commons

El método y el espíritu geométricoEn su opúsculo Sobre el espíritu geométrico, Pascal resumió los fundamentos de su método geométrico, que consiste en progresar por definiciones, principios y demostraciones.Aquello que sobrepasa a la geometría nos sobrepasa en realidad. Pascal advierte que la misma geometría nos sitúa ante ideas como la del infinito, referido al movimiento, al número, al espacio extenso, al tiempo, que abre la mente humana a la consideración de «otras maravillas».Para Descartes, la metafísica es necesaria para consagrarse después a la ciencia. Para Pascal, por el contrario, la ciencia puede conducir al ser humano a cuestionarse sobre otros enigmas.Pascal se opone a la idea de derivar toda una teoría general del conocimiento de la evidencia excepcional del objeto matemático. El ser humano se mueve también por probabilidades y cuando busca el sentido y fin de las cosas necesita algo más que espíritu geométrico.

Sobre el espíritu geométrico es una suerte de Discurso del método.

Descartes: metafísica → cienciaPascal: ciencia → otros enigmas

Cuestiones relativas a las ciencias y al métodoLa obra de Pascal constituye no solo una alternativa coherente en el dominio de la teoría del conocimiento, sino también un intento global de pensar la contingencia e introducir una racionalidad de lo probable.Descartes excluye todo lo que es verosímil del campo de nuestros conocimientos y trata de fundar la física en la metafísica, para salvarla del riesgo de la incertidumbre. Pascal no excluyó nunca la contingencia y se atrevió a pensar lo que inicialmente parecía impensable. Procedió de forma inversa. Diseñó un método adecuado para cada una de las dificultades específicas con las que se confrontaba.Pascal supuso una de las alternativas más fuertes al cartesianismo.

IntroducciónLa postura de Pascal supone el cuestionamiento del cientificismo posterior y también un intento de articular la razón y la fe.Son bien conocidas las diferencias entre las demostraciones racionales de la existencia de Dios de Descartes y el argumento de la apuesta de Pascal o su distinción del espíritu de geometría y de l'ésprit de finesse.

La articulación de la razón y el corazónDescartes y Pascal distinguen los conocimientos intuitivos y los discursivos, pero mientras que para Descartes son operaciones intelectuales, para Pascal la razón solo demuestra y deduce a partir de principios que son intuidos, sentidos por el corazón.Para Pascal, los conocimientos esenciales del corazón tienen un doble papel: Constituyen el punto de partida de todas las ciencias. Impulsan las decisiones morales y descubren los problemas vitales que son esenciales. El corazón representa la profundidad y la espontaneidad, nuestro fondo indiferenciado y ser verdadero, que accede a las verdades últimas.El corazón es la raíz de la actividad espiritual que aporta los fundamentos al saber y los motivos a la acción. Es el centro de la afectividad y el principio de la voluntad humana, la raíz de la actividad pensante.En sus Pensamientos, escribe: «Escribir contra los que profundizan demasiado en las ciencias». Pascal es consciente de que la geometría es un oficio, tan solo un oficio. Nunca podrá consolar en tiempos de aflicción. El hombre que hay detrás del científico necesita una verdad integral.Pascal siempre se confronta con la contingencia, el azar y la opacidad de la existencia humana.

Pascal recupera la importancia del corazón.

Visión de la condición humana y de la relación con DiosEn los Pensamientos, converge la experiencia científica, mundana y religiosa de Pascal. En ellos, Pascal no renuncia a la razón, solo a su abuso en varios dominios:La ética: Pascal considera que la razón, por sí sola, es incapaz de fundar sólidamente el actuar humano. Es imposible que el ser humano, por sí mismo, controle racional y perfectamente sus pasiones, lo que lo sitúa lejos del ideal estoico cartesiano. A juicio, de Pascal, esta actitud no revela más que soberbia y engaño. Sin la ayuda de Dios, solo podemos aspirar a lo que llama «moral del hombre honesto», una ética de mínimos que está lejos del máximo moral. La fe: Para Pascal la razón no tiene fuerza suficiente para conducirnos de un modo permanente a demostrar la existencia de Dios. Creer no es demostrar, es confiar y arriesgar. No hay datos suficientes para concluir ni una presencia manifiesta de Dios ni una exclusión total. Pascal evoca al Dios oculto. Pascal no deja «aparte las verdades de fe». Estima urgente dar razón de las creencias para dsitinguirlas del fanatismo y la superstición. Considera que el análisis de la condición humana y de la historia, lo que hoy llamaríamos ciencias humanas, puede hacer creíble a la fe cristiana. Para ello, no recurre a demostrar, sino a argumentar, sugerir y persuadir. Pascal aspiraba a formular un nuevo discurso teológico y moral sobre el ser humano.Su método es inductivo, más que deductivo y abunda en ejemplos que toma de la vida de su tiempo. Tiende siempre a abordar los problemas de forma concreta, en «situación», no de un modo abstracto.

El descentramiento del sujetoDescartes quiere convertir al sujeto pensante en el punto de Arquímedes y fortalecer su poder. Pascal, que reconoce también la grandeza del pensamiento, se dirige a descentrar al «sujeto».

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