TEMA 11 - LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

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Historia Historia de España Apunte sobre TEMA 11 - LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874), creado por iXhadow el 03/02/2016.
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El reinado de Isabel II supone la consolidación del sistema político liberal en España. Los dos partidos liberales que lucharán por el poder serán los moderados (representantes de la alta burguesía) y los progresistas (representan más a la bajaburguesía). Los partidos se sucederán en el poder y cuando gobiernen unos u otros redactarán una constitución a su medida. Fuera del sistema quedan los absolutistas (carlistas) que reclaman el trono para Carlos María Isidro y sus sucesores. Por ellosEspaña se verá envuelta en tres guerras civiles. Este reinado pudo haber sido el periodo decisivo para la modernización de las estructuras económicas, pero esa tentativa quedó frustrada.En el año 1868 una revolución acaba con el reinado de Isabel II. La reina se exilia en París y en España se redacta una nueva constitución, la de 1869, la más progresista de todas, y se busca un nuevo rey. El elegido será el italiano Amadeo de Saboya que durará apenas dos años. Tras la abdicación del rey se proclama la Primera República Española que no resuelve los problemas básicos. Será derrocada con el golpe de Estado del general Pavía y el pronunciamiento de Martínez Campos. Ambos acontecimientos contribuyeron a la restauración de los Borbones en la persona de Alfonso XII, hijo de Isabel II.

A. EL NACIMIENTO DEL ESTADO LIBERAL: ORGANIZACIÓN POLÍTICA, CONSTITUCIONALISMO Y PARTIDOS POLÍTICOS. 1.- La época de las regencias (1833-1843): Regencia de María Cristina (1833-1840) y Regencia de Espartero (1840-1843)43).A la vez que moría Fernando VII y se iniciaba la guerra civil por su sucesión, comenzaba también la construcción de la nueva España liberal. La primera propuesta de los consejeros de María Cristina de Borbón (viuda de Fernando VII y regente durante la minoría de edad de su hija Isabel II) fue realizar unas reformas, que parecían necesarias, a fin de alcanzar un "justo medio" que pudiera atraer a los ya autodenominados carlistas y a los nuevos liberales. Este hecho no se produjo y se tradujo en un pleito dinástico conocido con el nombre de Guerras Carlistas (hubo doso tres según los historiadores) que jalonaron y condicionaron la historia española del liberalismo en el siglo XIX.Primera Guerra Carlista (1833-1839)Fernando VII murió el 29 de septiembre de 1833. Dos días después, su hermano Carlos María Isidro, a través del Manifiesto de Abrantes, reclamaba el trono desde Portugal. Muchas ciudades españolas le siguieron. Otras siguieron fieles a la reina regente y a la causa de su hija Isabel. La guerra que se desató fue algo más que una guerra dinástica por la sucesión al trono.En el bando carlista se encuadraron los absolutistas más intransigentes, es decir, partidarios del Antiguo Régimen. Ideológicamente eran partidarios del absolutismo, de la importancia de la religión y la Iglesia, y de la defensa de los fueros que se identificaban con el Antiguo Régimen. Fue la defensa foral la que arrastrará a todas las provincias vascas y navarras a la causa carlista.Desde el punto de vista social en el carlismo militaban altos funcionarios ultraconservadores, parte de la nobleza, parte del ejército, la mayoría del bajo clero, una parte muy importante del campesinado y de los trabajadores artesanos que empezaban a sufrir la competencia de la industria.Las zonas de mayor implantación carlista fueron: Álava, Guipúzcoa, Vizcaya, Navarra, el Maestrazgo, el Pirineo catalán...En el exterior no contaron con el apoyo de ningún país, pero sí con las simpatías de los imperios absolutistas europeos.En el bando isabelino (o cristino) la reina viuda María Cristina no tuvo más remedio que buscar apoyos en los absolutistas moderados y en los liberales, queveían que apoyar a la reina era la única opción para reformar el país. La reina regente contó siempre con el apoyo de parte de la nobleza, casi todo el alto clero, casi todos los generales, la alta burguesía, las clases medias urbanas, los obreros industriales y una parte del campesinado del sur peninsular. Contaron los isabelinos con el apoyo de países como Portugal, Inglaterra y Francia.En cuanto al desarrollo bélico, la guerra se inicia en otoño de 1833. En un primer momento destacan los triunfos carlistas, que se deben a su gran movilidad y al conocimiento del terreno. Su suerte se trunca en 1835 cuando el general carlista Zumalacárregui muere en el cerco de Bilbao, la única gran ciudad que estuvo a punto de caer en sus manos, ya que su dominio se basaba, sobre todo, en el medio rural. En 1837 se produce la famosa Expedición Real de Carlos V (Carlos María Isidro) que a punto estuvo de tomar Madrid, que se encontraba desguarnecida en ese momento. A partir de ese momento pasaron a la defensiva y el agotamiento llevó al general Maroto a negociar con Espartero, el jefe isabelino. Las conversaciones de pazdesembocaron en la firma del Convenio de Vergara en agosto de 1839. Los carlistas se rendían pero conservaban sus grados militares en el ejército de Isabel II. Los liberales por su parte se comprometían a mantener los fueros. El país quedaba devastado tras seis años de guerra.Las consecuencias más importantes de la guerra carlista fueron varias:  En lo político la monarquía se inclinó de manera definitiva hacia el liberalismo.  Los militares cobrarían un gran protagonismo en la vida política y protagonizarían frecuentes pronunciamientos.  Los gastos de la guerra forzaron la desamortización de las tierras de la Iglesia.a. Regencia de María Cristina (1833-1840)Entre 1833 y 1840 se produce la Regencia de Ma Cristina donde se puedendestacar los siguientes aspectos: Se desarrolla la Primera Guerra carlista. (1833-1839). Esta guerra selló el compromiso entre el Ejército y el Liberalismo. Lo que hace de esto un factor esencial para entender toda la vida política española del siglo XIX hasta 1876. Políticamente intentó mantener una actitud conciliadora entre los carlistas y los liberales, así se sucedieron una serie de gobiernos, con políticos de diferente signo, pero siempre buscando un “punto intermedio ideológico entre absolutistas y liberales. Los gobiernos que se sucedieron fueron:1.- Gobierno de Cea Bermúdez (1833-1834). Es un ilustrado reformista conservador. Inicia cierta apertura política: reabrió las Universidades. Concedió una amplia amnistía (regreso de exiliados). Se creó el Ministerio de Fomento.Propició la aparición del Manifiesto de la reina gobernadora al País, en octubre de 1833, donde se ofrece a los carlistas defender la religión católica y las leyes fundamentales de la Monarquía y a los liberales una simple reforma administrativa. Los carlistas no se avinieron a un entendimiento y se rompieron las relaciones con los absolutistas.2.- Gobierno de Martínez de la Rosa (enero de 1834). Es un doceañista moderado y partidario de recortar los postulados más avanzados de la Constitución de 1812. Se inicia un nuevo sistema político con el Estatuto Real,abril de 1834 (es restrictivo pero un paso más hacia el Liberalismo, aunque defrauda respecto a lo que fue 1812). No es una Constitución y sí una concesión de la Corona a sus súbditos: Carta Otorgada. Como características destacan: los amplios poderes del monarca y la División de las Cámaras: Próceres y Procuradores. El objetivo era obtener un apoyo suficiente de lossectores socioeconómicos más pudientes atrayéndoles con reformas moderadas. Se puede interpretar como un ensayo de compromiso entre los sectores más reformistas del absolutismo y loa más moderados del liberalismo.Fue un gobierno débil y sin autoridad: se produjeron desórdenes en Madrid con la quema de conventos e iglesias y asesinatos de religiosos. Hubo una epidemia de cólera. Se extendió el Carlismo donde destaca Zumalacárregui. Se produce también la organización territorial de España según la propuesta de Javier de Burgos, distribuyendo el territorio en provincias, muchas de las cuales guardan la misma extensión actualmente. Se busca el apoyo de los liberales frente al carlismo creando la Milicia Nacional (voluntarios civiles de ideología liberal que se arman para defender las ideas liberales).3.- Gobierno del Conde de Toreno (junio de 1835).Su gobierno puede ser calificado de torpe, ineficaz y vacilante. Declara suprimida en España la Compañía de Jesús. Surgen “juntas revolucionarias” que piden la vuelta de la Constitución de 1812. Se consolida el Carlismo: se extiende por Cataluña. Amplia en ejército (de 18.000 a 78.000)4.- Gobierno de Juan Álvarez Mendizábal (septiembre de 1835). Es un liberal exaltado. Su actuación de gobierno fue resuelta y decidida para cumplir los siguientes objetivos: - profundizar en el proceso político con una nueva Ley Electoral más amplia; - liquidar la guerra carlista; - resolver el problema económico (Déficit de la Hacienda) con la Desamortización5.- Gobierno de Istúriz. Es un liberal moderado. No fue aceptado por los exaltados lo que provocó insurrecciones populares y pronunciamientos.El temor a un pacto con secreto con don Carlos, bajo los auspicios de Francia, provocó un levantamiento ciudadano que supone la ruptura definitiva con el absolutismo. El 13 de agosto de 1836 se produce el motín de los sargentos de la Granja, donde se obliga a la regente a firmar la Constitución de 1812. Sus consecuencias fueron, por un lado, el aumento del desprestigio de la Corona y, por otro, la legitimación del uso de fuerza para cambiar la vida política. Se nombra entonces como jefe de gobierno a José María Calatrava, un hombre de los del trienio liberal, que ya por entonces empezaban a llamarse "progresistas".Pero esta no fue más que una solución temporal y un procedimiento para poder convocar unas Cortes Constituyentes que trajeran la nueva Constitución que se solicitaba. De acuerdo con lo establecido en la Constitución de 1812, se celebraron en los meses de septiembre y octubre de 1836 las elecciones para diputados a las Cortes Constituyentes o Extraordinarias, que se convocan exclusivamente paraproporcionar una Constitución al país. Nace así la Constitución de 1837 que presenta las siguientes características: Constitución de corte liberal, aunque sin extremismos. Tiene dos Cámaras. Congreso y Senado. Admite el derecho de veto del monarca. Se refuerza su papel.  Se recupera la unidad legislativa y de fueros. Milicia Nacional controlada por el Ayuntamiento. Es una fuerza coercitiva  Se modifica el sistema electoral: sufragio directo censitario (reserva el voto importante.a los mayores contribuyentes de cada localidad). Los Ayuntamientos fueron elegidos por sufragio universal indirecto.e industria, desvinculación, abolición de los señoríos y desamortizaciones. Se promulgaron leyes económicas que potenciaron la libertad de comercio Lo más destacable serían los aspectos progresistas que se concretaron en: la libertad de prensa y el poder otorgado a los Ayuntamientos. En el primer caso se sometía la calificación de los delitos de prensa a un jurado especial, lo cual significaba la práctica impunidad de aquella, de forma que iba a ser una de las razones que incitaría a los moderados a reformar la Constitución. En el segundo, las corporaciones municipales, alcalde y concejales, serían elegidas por los vecinos sin intervención del poder central.Si a esto se le añade que también el texto señalaba que la Milicia Nacional, que estaba compuesta por ciudadanos voluntarios para mantener el orden, dependería directamente de los ayuntamientos, es fácil entrever que estos se convertían en verdaderos centros de poder local al margen de Madrid y que podían llegar a ser cabezas de motines o de pronunciamientos.El contexto histórico en el que se redactó y promulgó la Constitución fue de general indiferencia entre los pocos que habían sido llamados a votar de acuerdo con el sufragio censitario. Las razones de esta indiferencia fueron muy diversas, aunque influyeron de forma decisiva la preocupación por la guerra civil y la misma desorientación política. Así, durante cerca de nueve meses, las Cortes fueron elaborando la nueva Constitución, que al fin juró María Cristina el 18 de junio de 1837. Su promulgación se produjo en un momento especialmente comprometido para los liberales isabelinos, porque en mayo la llamada Expedición Real del ejército carlista, con Carlos María Isidro al frente, se había puesto en marcha desde Navarra para alcanzar Madrid, a cuyos alrededores llegaría en septiembre.b. La regencia de Espartero. (1840-1843)La cuestión de los Ayuntamientos y de la Milicia Nacional sacó a la luz la auténtica lucha por el poder entre moderados y progresistas en los años siguientes.Tras el fin de la guerra con los carlistas, el prestigio del general progresista Espartero era grande. Efectivamente, después de su triunfo en Luchana (1839), este general de origen social humilde se había convertido en un auténtico ídolo de los liberales progresistas. Pero su prestigio creció aún más cuando, en 1840, defendió los alzamientos de las provincias frente al proyecto de Ley de Ayuntamientos que un gobierno moderado había presentado. De acuerdo con este proyecto se reducía el poder independiente de los ayuntamientos al establecer que los alcaldes no serían elegidos, sino nombrados por los gobiernos.Pese a esto, la reina gobernadora firmó la ley en julio; pero con la firma llegaron los desórdenes y María Cristina decidió viajar a Francia, renunciando a gobernar. Espartero sería nombrado regente.Durante tres años gobernó de manera autoritaria, aislándose de sectores del progresismo y con el único apoyo de un grupo de militares adictos. Reprimió con dureza pronunciamientos moderados. En 1842 llegó a ordenar el bombardeo de barrios de Barcelona, donde se habían producido motines a causa de una seria crisis industrial, acentuada por un tratado comercial librecambista con Inglaterra, contrario a los intereses de la industria textil catalana.Su mandato estuvo salpicado de revueltas encabezadas por generales moderados partidarios de María Cristina: O'Donnell, Narváez, De la Concha; y finalizó en los últimos días de julio de 1843, con un nuevo pronunciamiento del general Narváez, que puso de manifiesto que apenas le quedaban partidarios. Tanto moderados como progresistas habían decido acabar con su excesivo poder personal.Las fuerzas políticas durante esta etapa y el reinado de Isabel IIModerados y progresistas.Las dos tendencias que en esos momentos dividían el mundo liberal, la moderada y la progresista, desencadenaron el juego político que iba a durar hasta 1868. Ese mundo estaba conformado por una burguesía alta y media con convicciones liberales y con un cierto grado de educación, pero muy escasa en número si se comparaba con la totalidad de la población.Entre los moderados y los progresistas (estos últimos, llamados hasta entonces exaltados o radicales) no había demasiadas diferencias. Para dar estabilidad al Estado, ambos admitían ciertas bases, que pueden resumirse en la aceptación de una ley fundamental escrita, la Constitución y de unos órganos representativos de la nación basados en el sufragio censitario, y en la necesidad de un régimen con opinión pública y con libertades individuales.a.- El modelo moderado era, ante todo, pragmático. Por un lado pretendía asimilar los principios del Antiguo Régimen y las nuevas ideas liberales nacidas de la revolución francesa, para formar una vía propia que fuera a la vez tradicional y moderna; por otro, estaba más atento a los intereses económicos de las fuerzas sociales que lo sostenían que a los mismos principios políticos. El grupo moderado estaba integrado por liberales "doceañistas", que se autocalificaban como "hombres de orden", sensibles a los avances de su tiempo, y por grupos de liberales que se habían ido separando de los exaltados y progresistas desde el trienio liberal (1820-1823). Su preocupación fundamental era construir un Estado unitario y seguro servido por una administración centralizadora.El poder debía estar controlado por las clases propietarias e ilustradas, que eran las capacitadas para hacerlo, en tanto se dejaba de lado a la gran masa de las clases populares. Para ello, el procedimiento elegido fue el sufragio censitario: solamente podrían elegir diputados o senadores aquellos que pagaran al Estado una determinada cantidad anual en concepto de contribución por la propiedad, o que tuvieran una determinada profesión.b.- El modelo progresista gozó de mayores simpatías que el moderado entre las clases medias: propietarios medios de la tierra, comerciantes y manufactureros e intelectuales universitarios. Hasta mediados de los años cincuenta contó con las simpatías de las "clases populares" (artesanos pequeños, obreros industriales, etc.), de forma que dieron al progresismo un definido carácter populista, especialmente perceptible en los núcleos urbanos.Así, los progresistas sostuvieron la definición inicial de la Constitución de 1812 de que la soberanía residía en la nación, el pueblo, y tenía su representaciónexclusiva en las Cortes. Esta Institución era, por tanto, la portadora del poder legislativo y la única facultada para decretar y sancionar la posibleConstitución. Siguiendo el modelo del sistema inglés, el rey debía jurarla, porque era un funcionario del Estado al servicio de todos y, respecto a todas las opciones políticas, una instancia neutral que reinaba pero no gobernaba. Su programa era reformista, no revolucionario, de forma que defendían, como los moderados, el sufragio censitario en las elecciones, aunque ampliaban la participación ciudadana al rebajar la cantidad de contribución anual exigible. Su misma denominación se vinculaba a la idea de que el individuo, la sociedad y la naturaleza estaban sometidos a un proceso de mejora y constante perfección.En lo económico defendían el librecambismo, es decir, la eliminación de barreras aduaneras para los productos extranjeros que frenaban los intercambios con otros países.Otro punto sustancial del modelo progresista era el deseo de suprimir lo que llamaban "la contribución de sangre", es decir, el servicio militar obligatorio por el sistema de quintas. La cuestión de las necesidades militares del país debía solucionarse mediante un ejército profesional remunerado y bien instruido, y no haciendo una recluta que recaía únicamente en jóvenes pertenecientes a las clases bajas o que no podían reunir la cantidad de dinero suficiente para ser declarados exentos.A mediados de siglo aparecieron otros dos partidos: Partido Demócrata y la Unión Liberal.- El Partido Demócrata, que surgió de una escisión del Partido Progresista en el contexto de agitación revolucionaria que recorrió Europa en 1848, integraba a progresistas radicales, republicanos e, incluso, simpatizantes del incipiente socialismo. Aspiraba a tener sus apoyos sociales en las llamadas clases populares, sin desdeñar a destacados intelectuales que compartían este ideario. Publicó su programa en un Manifiesto de 1849 donde defendían: la soberanía nacional y el sufragio universal; la libertad de conciencia, el derecho de reunión y de asociación; la instrucción primaria universal y gratuita, y la intervención del Estado en otros ámbitos de asistencia social. Pero por su oposición a la monarquía de Isabel II, no participó nunca en su sistema político.- La Unión Liberal, encabezada por O ́Donnell, se constituyó en los años cincuenta como un partido de centro. Se nutría del ala derecha del Partido Progresista y, sobre todo, del ala izquierda del Partido Moderado. Como todo partido con vocación centrista, aspiraba a ser una alternativa política distanciándose del progresismo radical como del moderantismo reaccionario.Fuera de la corriente ideológica del Liberalismo y del sistema político de Isabel II, pervivía el carlismo, más como un movimiento que como un partido en sentido estricto.

B.- EL REINADO DE ISABEL II (1844-1868) 1. La década moderada (1844-1854).Ya en los últimos meses de 1843, los moderados comenzaron a desplazar definitivamente a los progresistas del poder. Al tiempo que esto sucedía, creció la opinión de que era hora de asentar el Estado sobre unas bases firmes, reformando, entre otras medidas, la Constitución de 1837, entonces en vigor. Cuando Narváezllegó a la presidencia del Gobierno, en mayo de 1844, inició una serie de reformas que limitaban las libertades propuestas por los progresistas, robusteciendo el poder de la Corona y organizando una administración centralista.a) Las primeras reformas moderadas.La preocupación de los moderados era hacer compatibles dos conceptos: orden y libertad.Y se empezó por poner los medios para establecer un orden público estricto. A fines de 1843, el gobierno presidido por González Bravo ya había preparado el terreno suprimiendo la Milicia Nacional; con ello se acababa con la fuerza de choque del partido progresista. A la vez se empezó a preparar otro instrumento, la Guardia Civil, para salvaguardar el orden público y la propiedad de las personas. Su reglamento, aprobado en octubre de 1844, enumeraba las obligaciones y facultades del nuevo cuerpo. Su primera obligación era auxiliar al jefe político provincial del que dependía (más tarde, gobernador civil) para acabar con cualquier desorden, o bien tomar por sí misma la decisión de desarrollar esta función en el caso de que dicha autoridad no estuviera presente. Su segunda obligación consistía en disolver cualquier reunión sediciosa y armada. Las restantes obligaciones mezclaban esta política de orden público con la vigilancia de la propiedad, que en la España de mitad del XIX era fundamentalmente rural.Después se continuó con la prensa. La existencia de un jurado para los delitos de imprenta no había servido de nada, por lo que estos delitos, como los demás, deberían ser materia de las leyes comunes; de este modo, quedó extinguida la fórmula progresista en julio de 1845 y se dio paso a un control preciso de la imprenta y de la prensa por parte del Gobierno.La ley orgánica de enero de 1845 delimitaba la función de los alcaldes, haciéndolos depender del poder central; serían nombrados por el Gobierno o por las autoridades provinciales representantes de este -los jefes políticos-, y se les encomendaba la custodia del orden público en las respectivas poblaciones a su cargo, teniendo como colaboradora en esta misión a la Guardia Civil. De esta forma se liquidaban los intentos progresistas de descentralización.b) La Constitución de 1845.La nueva Constitución fue sancionada por la Corona el 23 de mayo de 1845. Aunque fue presentada como una reforma para mejorar la de 1837, en realidad se trataba de un texto nuevo, claramente moderado, que excluía toda pretensión de pacto con los progresistas.Su preámbulo contenía dos principios trascendentales: se negaba que la soberanía nacional residía en el pueblo y se afirmaba que dicha soberanía era dual, compartida entre el rey y las Cortes, éstas en cuanto representante del pueblo. Así, ahora eran el rey y las Cortes quienes decretaban la Constitución, y no solamente las Cortes, como había sucedido en 1812 o en 1837. De ahí que las reformas políticas más importantes fueran la supresión de las limitaciones de los poderes del rey -de lareina, en este caso- y el aumento de sus prerrogativas, con la consiguiente pérdida de autonomía de las Cortes.Rasgos generales: la Constitución de 1845 está dentro del modelo conservador que se está desarrollando en estos momentos en Europa. El nuevo régimen se define como monarquía constitucional liberal-doctrinaria. Se suprime el principio de soberanía nacional. Se otorgan mayores competencias a la autoridad real: iniciativa legislativa,  En las Cámaras estarán representados los ricos y poderosos. El Senado es veto absoluto, posibilidad de disolución de las Cortesnombrado por el rey (renta superior a 30.000 reales). Congreso electivo y candidatos con 1000 reales de contribución directa.capacidades: personas de la cultura, profesiones liberales, iglesia, ejército). El sistema electoral censitario (restringido a lo que se denominada  El Estado se articula de manera centralizada y jerarquizada.La legislación en este sentido debía guardar los principios de igualdad ante la ley, protección de la propiedad y libertad económica. En conjunto, la Constitución de 1845 despertó poco entusiasmo, porque, si bien los progresistas se opusieron a ella de inmediato, el sector "duro" de los moderados consideró que era insuficiente y que había que restringir aún más el poder de las Cortes.c) La segunda guerra carlista (1846-1849).Se le conoce también como guerra dels matiners (guerra de los madrugadores). El pretendiente en esta ocasión era Carlos VI, hijo de Carlos María Isidro. No tuvo ni la violencia ni el impacto de la primera. La causa del resurgimiento del conflicto fue el fracaso de la planeada boda entre el pretendiente carlista Carlos VI e Isabel II, lo que hubiera resuelto el conflicto dinástico. Aunque se desarrolló sobre todo en el campo catalán, hubo también episodios aislados en otras zonas. Hasta 1860 se repitieron levantamientos armados carlistas de poca trascendencia. d) El clericalismo de los moderados: el Concordato de 1851.Otro aspecto destacado de la Constitución fue la declaración categórica de que la religión de la nación española era la católica, apostólica y romana, en contraste con la Constitución de 1837, que se limitaba a enunciar el hecho de que la religión católica era la que profesaban los españoles. Por aquel entonces, los moderados intentaban restablecer completamente las relaciones con el Papa, después de la ruptura provocada por la desamortización de Mendizábal, y negociaron un concordato que se firmaría en 1851.El Concordato interpretaba que la única religión del Estado era la católica, lo cual entrañaba obligaciones del poder civil para la defensa de la religión. Las principales consecuencias de esta afirmación eran la intervención que se concedía a los obispos en la enseñanza y el apoyo que los gobiernos se obligarían a prestarles en la represión de las llamadas doctrinas heréticas. De hecho, ya una disposición gubernamental de 1844 había concedido –en plena consonancia con las medidas adoptadas por entonces- la capacidad de censurar las obras sobre religión y moral.En el orden político, los gobiernos moderados iban a conseguir dos importantes logros: La aceptación por Roma de que los bienes desamortizados quedaran en  La renovación del derecho de presentación de obispos, que se había manos de sus propietarios, lo cual implicaba acabar con la persecución de los compradores, que formaban el núcleo del partido moderadoestablecido en el anterior concordato de 1753. Cuando quedaba vacante alguna diócesis, el Gobierno gozaba del derecho de proponer tres nombres para que Roma eligiera entre ellos al nuevo obispo, lo cual significaba que, en adelante, los gobiernos propondrían a adictos a sus programas y pretensiones.e) Las reformas de la Administración.Los objetivos fundamentales eran tres: un orden jurídico unitario, una administración centralizada y una Hacienda con unos impuestos únicos.El deseo de componer un corpus de leyes unitario que sirviera para todos, y que implicaba la eliminación de todos los fueros, leyes y costumbres excepcionales, ya estaba presente en 1843 o en los primeros momentos del partido moderado.La centralización y organización administrativa, sustentada por la reforma territorial de Javier de Burgos de 1833, quedó consolidada y uniformada, desde enero de 1845, mediante leyes concretas que regulaban la ordenación provincial y la administración local, concentrando en los gobernadores civiles la autoridad en cada provincia y haciendo depender de ellos a los alcaldes de las poblaciones. Se producía así una conexión poder central-poder local que eliminaba las posibles ambiciones autonomistas de este último. Como complemento a esta articulación de las administraciones locales con la central, se racionalizó la burocracia y se estructuró el funcionariado, mediante un nivel de exigencias técnicas, jurídicas y administrativas.Finalmente, mediante un decreto de septiembre de 1845, se centralizó la instrucción pública y se organizó la enseñanza en sus distintos niveles según el modelo francés, tan imitado por la Administración española a lo largo del siglo.La tercera de las reformas, y quizá la más urgente, fue la reforma de la Hacienda (Alejandro Mon). Para ello se refundieron los innumerables impuestos antiguos en unos pocos de corte moderno, con el fin de racionalizar su cobro; secrean monopolios (lotería, tabaco, etc.), impuestos directos (contribución rústica y urbana), impuestos indirectos (consumos, transmisión de bienes), etc. La reforma, al no estar apoyada por la confección de un catastro ni unas estadísticas fiables, no pudo evitar que prosiguiera la tradición del fraude y de la evasión fiscal. Con todo, los ingresos serían insuficientes y se potenciarían los ingresos indirectos como el impopular sobre los consumos.2. El Bienio Progresista (1854-1856).El escandaloso favoritismo en todos los campos de la vida social y la generalizada corrupción existente en la política económica y financiera de los gobiernos moderados provocaron reacciones y movimientos subversivos en amplios sectores de la opinión liberal, incluida la moderada, que finalmente llevaron a la calle a las clases populares.La revolución de 1854 trajo consigo un cambio de rumbo en la orientación política del país. El procedimiento utilizado fue el pronunciamiento.En julio de 1854, una facción del ejército encabezada por el general moderado O'Donnell se pronunció en Vicálvaro, enfrentándose a las tropas del Gobierno. El resultado de la acción quedó indeciso y O'Donnell se retiró camino de Andalucía. En Manzanares se le unió el general Serrano y ambos decidieron lanzar un Manifiesto al País (Manifiesto de Manzanares) con promesas progresistas. Desde que se produjo su difusión, las agitaciones populares proliferaron y casi toda España se unió a la insurrección, de modo que el alzamiento militar moderado quedó desbordado y convertido en un movimiento popular y progresista, que, además, en algunos lugares, principalmente en Barcelona, tuvo dimensiones obreristas. A la vista de los acontecimientos, la reina Isabel II decidió entregar el poder a la principal figura del progresismo, el general Espartero.a) Las reformas progresistas del bienio.Finalizaba así la década moderada y comenzaba lo que se llamó el bienio progresista, que duraría hasta septiembre de 1856, un tiempo en el que los gobiernos se esforzaron por poner en práctica medidas genuinamente liberales. El punto principal fue la elaboración de una nueva Constitución que, al final, no fue promulgada (non-nata) debido a las largas discusiones y a los diversos sucesos políticos que se produjeron.El deseo de reformar la Constitución de 1845 ya había surgido cuando apenas habían transcurrido dos años desde su promulgación. Ese deseo se concretó ahora en el nuevo Proyecto de Constitución. El texto refleja, más genuinamente que ningúnotro documento, el ideario del partido progresista. Reúne todos sus dogmas: la soberanía nacional, el establecimiento de limitaciones al poder de la Corona, una prensa sometida al juicio de un jurado, la vuelta de la Milicia Nacional eliminada por los moderados, los alcaldes elegidos por los vecinos y no designados por el poder central, un Senado elegido por los votantes y no por designación de la Corona, autonomía de las Cortes y primacía de éstas sobre el Senado en el momento de la decisión sobre los presupuestos anuales, y tolerancia religiosa.La política económica tuvo como eje principal la Desamortización y una serie de leyes económicas para atraer capitales extranjeros, relanzar la actividad crediticia de los bancos y fomentar el ferrocarril, símbolo de la industrialización y el progreso: Ley de Ferrocarriles de 1855, Ley Bancaria de 1856 y creación del Banco de España en ese mismo año.b) La desamortización de Madoz de 1855.El 1 de mayo de 1855, el ministro de Hacienda, Pascual Madoz, también progresista y amigo de Mendizábal, sacó a la luz su Ley de Desamortización General. Se llamaba "general" porque se ponían en venta todos los bienes de propiedad colectiva: los de los eclesiásticos que no habían sido vendidos en la etapa anterior y los de los pueblos, propios y comunes. Se llamaban bienes de propios aquellos que proporcionaban, por estar arrendados, una renta al Concejo. Los bienes de comunesno proporcionaban renta y eran utilizados por los vecinos del lugar. La desamortización de bienes de propios y comunes se prolongó hasta 1924c) Las nuevas corrientes políticas.Durante este tiempo se produce el movimiento obrero en España, cuyosorígenes se sitúan en 1840, cuando surgen las primeras organizaciones de trabajadores en Cataluña. El tejedor Juan Muns lideraba la Asociación Mutua de Obreros de la Industria Algodonera, que promovió las primeras huelgas por mejoras salariales. Durante la década moderada, el movimiento obrero se debatió entre la prohibición y algún momento de tolerancia. Con el bienio progresista crecieron las esperanzas de reconocimiento y libertad de asociación y el incipiente movimiento obrero ensayó sus primeras fórmulas de acción, incluida la huelga general. A la vez, el carlismo volvió a dar señales de vida, promoviendo partidas armadas en el campo.En definitiva, durante estos dos años, los gobiernos progresistas se vieron continuamente hostigados en las sesiones de las Cortes y en los medios de comunicación por la derecha, decidida a poner todo tipo de impedimentos al régimen, y por la izquierda radical, que luchaba para que no se perdiera la oportunidad de realizar reformas democráticas. Las acciones reivindicativas de obreros y campesinos y los intentos políticos de signo revolucionario para acabar conlos gobiernos fueron constantes. La inseguridad en la calle y la conflictividad aumentaron. Con estos ingredientes, una nueva crisis estaba servida.3. El retorno al moderantismo (1856-1868).La crisis se produjo, por fin, en julio de 1856: ante la inestabilidad existente, O'Donnell dio un auténtico golpe de Estado contra la mayoría parlamentaria y desplazó del poder al general Espartero y al partido progresista. De este modo, el bienio progresista acabó como había comenzado, es decir, a tiros y con derramamiento de sangre en las calles de Madrid durante los días 15 y 16 de ese mes de julio.O'Donnell asumió la presidencia del Gobierno con el respaldo de su nuevopartido, la Unión Liberal, y presentó los objetivos principales de su política: consolidación de la monarquía constitucional; respeto a "los legítimos derechos y legítimas libertades"; restablecimiento del orden público, y conciliación de las dos grandes tendencias, la moderada y la progresista.a) La política de la Unión Liberal.El general Leopoldo O'Donnell intentaba en 1856 establecer un liberalismo "centrista". Repuso la Constitución de 1845 con un Acta Adicional que reconocía algunos principios progresistas, suprimió la Milicia Nacional y reorganizó los ayuntamientos. Este gobierno de la Unión Liberal, sin embargo, fue breve. Retornó Narváez al gobierno con la supresión del Acta Adicional, la interrupción de la desamortización y rodeándose de los elementos más conservadores del moderantismo, los llamados "neocatólicos". La reina no ocultaba su simpatía por el partido moderado.Una nueva oportunidad para la Unión Liberal fue el periodo 1858-1863. Fueron años de expansión económica en los que España se incorporó al lado de Francia a la carrera por reconstruir un imperio colonial. La guerra de Marruecos (1859-1861), con escasos logros territoriales pero de notable exaltación "patriótica", junto con sendas expediciones a México e Indochina, dieron cierto prestigio al Gobierno. En estas aventuras adquirió un gran reconocimiento el general Prim, que ante el ejército había demostrado ya suficientemente sus dotes militares: había sido héroe en Castillejos (Marruecos), en 1859, y antes, observador de guerra en Crimea, gobernador en Puerto Rico y enviado a México para ayudar a los franceses en su intento de derrocar a Juárez.El general Prim lideró a los progresistas. Nacido en Cataluña, fue un liberal puro que defendió siempre los ideales de la libertad, de una monarquía constitucional, de las carreras abiertas al talento y de la economía del librecambio, y odió cualquier idea que oliera a desorden y socialismo. Si a partir de 1863 empezó aconspirar para derribar a Isabel II y su camarilla de la corte, fue porque aquella supeditó siempre sus deberes de reina constitucional a sus escrúpulos de católica conservadora.En 1864 volvió Narváez al Gobierno y, con él, una política conservadora y de represión de las libertades públicas.b) La crisis de 1866 y el agotamiento del régimen isabelino.En la crisis final del reinado de Isabel II actuaron como factores estructurales la imposibilidad del moderantismo de responder a las demandas sociales y de participación política de los ciudadanos, el descrédito de Isabel II y, por último, el malestar social generado por una seria crisis financiera y de subsistencias en 1866. A ello se unieron dos acontecimientos desencadenantes: la expulsión de sus cátedras de Julián Sanz del Río y de Emilio Castelar, con la consiguiente manifestación estudiantil ahogada en sangre el l0 de abril de 1865, La noche de San Daniel; y la organización de un complot militar liderado por Prim que, si bien fracasó, alentó la sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil, intentona en la que fueron fusilados 68 de los participantes y que conmovió a la opinión pública.Las dificultades financieras afectaron a toda la burguesía de los negocios, que era, precisamente, la que en 1833 había optado por defender con su dinero el trono de Isabel II frente a las pretensiones de los carlistas.Prim pactó en Ostende (ciudad belga) una alianza con el partido demócrata, que se había escindido del progresista, sobre dos bases: la destrucción de todo lo existente, políticamente hablando y la construcción de un orden nuevo por medio de unas Cortes Constituyentes, que dieran una Constitución, elegidas por sufragio universal.En septiembre de 1868 se produjo, por fin, una sublevación triunfante que provocó la caída de la dinastía borbónica y la esperanza de un régimen democrático para España.

C. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874): EL REINADO DE AMADEO I Y LA PRIMERA REPÚBLICA. 1. La revolución de 1868.El 19 de septiembre de 1868 el almirante Topete, jefe de la Armada, secundado por Prim y Serrano, se sublevó en Cádiz haciendo un llamamiento de apoyo a la población civil. Se formaron inmediatamente Juntas Revolucionarias por todo el país. El Manifiesto de la Junta Revolucionaria de Cádiz, que acababa con el "¡Viva España con honra!", o el de Valencia, que concluía con el grito "¡Abajo los Borbones!", no cogieron a nadie por sorpresa, y la revolución triunfó sin apenas derramamiento de sangre. En vista de ello, Isabel II, que estaba veraneando en Lequeitio (Vizcaya), se encontró sin apoyos y optó por partir hacia Francia. El sexenio de 1868 a 1875 es decisivo para interpretar la historia contemporánea. La revolución de septiembre, conocida como la Gloriosa, significó la afirmación de un nuevo sentido del liberalismo, contrapuesto al rígido moderantismo, el fin del "régimen de los generales" de las décadas anteriores y el triunfo de la sociedad civil.a-. La constitución democrática de 1869.El principal objetivo de los revolucionarios fue elaborar una Constitución que trazara las líneas generales de un nuevo régimen. Esta, desde un principio, estuvo abocada a ser el cauce del conjunto de apetencias democráticas de los distintos grupos que habían intervenido en la revolución. Pero prevaleció la mayoría parlamentaria liberal progresista, dispuesta a consagrar unas ideas puramente liberales, amantes de los principios de libertad, de igualdad y de propiedad, y que no coincidían precisamente con las que defendían los que aspiraban al cambio social, por lo que inmediatamente se produjo la queja de los grupos radicales.La nueva burguesía pretendía, ante todo, romper la tradicional forma de llevar el poder. Intentaba hacer efectivo el sistema de división de poderes -el defendido por los liberales de Cádiz-, de manera que la tradicional y casi autoritaria hegemonía del ejecutivo, que había imperado en el pacto monarquía-burguesía desde 1833, perdiera poder en favor de un fortalecimiento de las Cortes, a la vez que, democráticamente, se aseguraba la independencia del poder judicial. Así, el poder ejecutivo (el rey, "que reina pero no gobierna") quedaría concentrado en una función de equilibrio y moderación entre las fuerzas políticas. Todo ello debía sustentarse en el sufragio universal, principio que despertaba recelos entre los moderados porque abría paso a la participación de los ciudadanos en la vida política, con independenciade su "propiedad o capacidad". La Constitución, después de haber sido ampliamente debatida durante cerca de cinco meses, fue promulgada en junio de 1869.En la cuestión de la forma del régimen, la solución para los hombres que intervinieron en la revolución de septiembre estuvo en el hallazgo de un nuevo concepto de monarquía: el de monarquía democrática. Sin embargo, esta inclinación a favor de un régimen monárquico, que prevaleció al final, no fue privativa de toda la Asamblea, porque muchos diputados defendieron que la fórmula más perfecta de la democracia era la república, con dos modalidades posibles: federal y unitaria. Su argumento era claro: la monarquía negaba en principio la soberanía nacional y la igualdad.b-. La búsqueda de un rey demócrata (1869-1870).Había nueva Constitución, pero España era una monarquía sin rey. Por ello, se intentó solucionar provisionalmente la situación con la instauración de una regencia presidida por el general Serrano, mientras que Juan Prim se erigió en jefe de Gobierno.Descartada la vuelta de Isabel II de su exilio de Francia, resultaba imposible pensar en hacer rey a su hijo de doce años; pese a ello, Cánovas del Castillo comenzó a formar un partido alfonsino para asegurar la defensa de los derechos del futuro Alfonso XII.Mientras se iniciaba la búsqueda de un rey por las cancillerías europeas, resurgió el problema colonial, aunque con el régimen revolucionario parecían sólidas las promesas de conceder representación en las Cortes, de abolir la esclavitud y de reformar el gobierno en Cuba y Puerto Rico. La inestabilidad política peninsular trasladada a las Antillas y la acción de sociedades secretas independentistas desembocaron en la insurrección cubana: en octubre de 1868, Céspedes lanzó el grito de "¡Viva Cuba libre!" (el grito de Yara), y así comenzó una guerra que se convertiría en uno de los problemas más graves del sexenio y que iba a durar diez años, hasta 1878.Además de esto, el afán de Prim, como jefe de Gobierno, en los meses siguientes fue intentar conciliar las distintas posiciones de los partidos hasta que hubiera un rey.La caída de Isabel II y la búsqueda de un nuevo rey en el extranjero hicieronresurgir el carlismo, iniciándose la tercera guerra carlista (1872-1876). Los carlistas se enfrentaron, tanto con Amadeo de Saboya, como contra la I República. Se desarrolló en Cataluña, Navarra y el País Vasco donde fracasaron otra vez en la toma de Bilbao. Las correrías carlistas llegaron hasta Albacete y Cuenca, ciudad esta última que fue cruelmente saqueada en 1874. El pretendiente carlista al trono era en esta ocasión Carlos VII, el nieto de Carlos María Isidro.La guerra acabó con la restauración de los Borbones en la figura de Alfonso XII, hijo de Isabel II.2. La monarquía de Amadeo de Saboya (1870-1873).A fines de octubre de 1870 se solucionó la cuestión del rey, hecho que era vital para garantizar la estabilidad interna. Gracias a las buenas gestiones de Prim, la casa de Saboya presionó a don Amadeo, duque de Aosta, para que aceptara el trono de España. Este aceptó, tras recabar el consentimiento de las potencias europeas; y por fin las Cortes lo eligieron rey a mediados de noviembre.Cuando don Amadeo conoció esta decisión, embarcó rumbo a Cartagena, adonde llegó el 30 de diciembre. Fue entonces cuando se enteró de que Prim, llamado a dirigir sus pasos en el reinado "democrático", había sido tiroteado tres días antes en la madrileña calle del Turco (falleció ese mismo día 30). Por ello desde el principio y sin el valedor, se consideró desamparado para cumplir las perspectivas de gobierno derivadas de la Constitución.El fracaso de su reinado no puede quedar reducido al hecho de que, si bien aportaba buena voluntad, no conocía el idioma y además era joven. La nobleza, siempre fiel a la derrocada Isabel II y aleccionada por el clero más conservador, consideró a don Amadeo I, por ser Saboya, enemigo del Papado y responsable de la reducción territorial del Vaticano; de modo que optó por hacerle el vacío, alejarse de la corte y simpatizar con el nuevo partido alfonsino de Cánovas, quien, por otro lado, estaba procurando reunir a la alta burguesía, preocupada por la inestabilidad política, negativa para la marcha de sus negocios.Mantener la monarquía sin el apoyo de fieles monárquicos era cuestión difícil, máxime cuando había oposiciones declaradas:  Los carlistas, iniciando levantamientos en favor del pretendiente don Carlos,  Los republicanos federales, que seguían con sus propuestas de alcanzar los  El incipiente movimiento obrero que, sustentado en los principios de Marx quien aprovechaba la inestabilidad existenteresultados de la auténtica revoluciónpropuestos a la recién creada Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), estaba dispuesto a acabar con la propiedad privada. Después de repetidas elecciones generales y crisis de gobiernos que nada solucionaron, don Amadeo entregó su acta de abdicación el 11 de febrero de 1873. Inmediatamente, el Congreso y el Senado, constituidos en una sola Asamblea Nacional, dispusieron, de forma ordenada y pacífica, la proclamación de la República. Ésta había llegado al fin porque la monarquía se había quedado sin posibilidades de actuación.3. La Primera República española (1873) a. Estanislao FiguerasLa Asamblea designó a Estanislao Figueras como presidente de una república unitaria, pero inmediatamente chocó con los republicanos federales.Su principal cometido era convocar unas Cortes Constituyentes para promulgar una nueva Constitución, con graves problemas por medio: una hacienda exhausta, una incipiente guerra carlista en el norte, el problema de Cuba y un Ejército inclinado al moderantismo y reacio a colaborar, frente a la tensión de una calle dispuesta a llegar hasta el final en el proceso revolucionario. Pese a ello, en sus meses de gobierno pudo poner en marcha ciertas medidas democráticas, como la promulgación de una amplia amnistía o la abolición de la esclavitud en Puerto Rico y la supresión de las quintas.Pero la república unitaria carecía de masas y de defensores cualificados, de modo que el resultado de las elecciones a Cortes dio el triunfo a los republicanos federales.b. Francesc Pi i MargallEl 1 de junio, Figueras devolvió el poder a las nuevas Cortes, y éstas proclamaron la República Democrática Federal, siendo propuesto como presidente del Gobierno el catalán Pi i Margall. Con el triunfo de los republicanos federales surgieron entre ellos discrepancias sobre los pasos que debían seguirse en la organización de la España federal. El nuevo modelo aparecía dividido en 17 estados, entre los que figuraban como tales Cuba y Puerto Rico.  Unos, los transigentes, que constituían la mayoría, encabezada por Pi i  Otros, los intransigentes, defendían que se debía comenzar por la Margall, consideraban primordial conseguir el orden social para luego proceder a construir una república federal desde arriba.construcción de la federación desde abajo, lograda la cual, decían, llegarían sin remedio la paz y el orden.Ambos grupos presentaron a las Cortes sus propios proyectos para una Constitución federal; pero el de los intransigentes fue rechazado, por lo que estos se retiraron de las mismas el 1 de julio. Los intentos de Pi i Margall se dirigieron entonces a que el proyecto transigente fuera discutido y aprobado cuanto antes, pero no lo logró. Por otra parte, la retirada de los intransigentes fue el punto de partida de una revolución cantonal, que comenzó en Cartagena y luego se extendió por las ciudades del sur y el levante peninsular.En esta revolución cantonal, en la que cada población se proclamaba cantón independiente del poder central, confluyeron tres revoluciones distintas: la regionalista, la política y la social, reveladoras las tres de las aspiraciones federales. De hecho, las clases populares, creyendo encontrar en el federalismo la panacea de sus males (defendían la igualdad plena y un mayor reparto de la riqueza), siguieron a los federales intransigentes, que querían dar el poder de decisión a las regiones y acabar con el centralismo.c. Nicolás SalmerónPi i Margall, al no poder alcanzar la aprobación del proyecto de Constitución y viéndose desbordado por la revolución de los cantones, dimitió el 18 de julio y le sucedió Salmerón. Éste, durante el escaso mes y medio de mandato, se limitó a restablecer militarmente el orden y a reprimir de modo especial los movimientos obreros internacionalistas, como sucedió en Alcoy; era la reacción de los republicanos unitarios, defensores del "orden social" frente al "orden natural de la libertad".Pero a esta nueva república unitaria no le quedaba más remedio que girar a la derecha si quería salvarse como régimen. Salmerón dimitió por problemas de conciencia: no quiso firmar unas penas de muerte contra los revolucionarios. El 6 de septiembre fue elegido nuevo presidente del Gobierno el catedrático de la Universidad Central, Emilio Castelar. d. Emilio CastellarSu programa se redujo, básicamente, a restablecer el orden; porque, si bien había finalizado el movimiento cantonal, quedaban otros focos de desorden: la guerra con los carlistas en el norte y la de Cuba. El giro a la derecha de Castelar y su llamada al Ejército para que mantuviera el orden, llevaron a los diputados de izquierdas, los federales intransigentes, a procurar su dimisión para que la República virara de nuevo hacia la izquierda. Sin embargo, este intento fue interrumpido por el golpe de Estado del general Pavía, la noche del 2 al 3 de enero de 1874, quien, con fuerzas de la Guardia Civil, disolvió las Cortes Constituyentes, finalizando así la Primera República.La política económica del sexenio.La figura principal, ya en el primer gobierno de Serrano en 1868, fue Laureano Figuerola, quien propuso reformas de importancia. Así, se creó por fin la nueva unidad monetaria, la peseta, en 1868. La nueva moneda sustituía al real tras el fracaso en el intento de creación del escudo en 1856.Para responder a las demandas sociales se intentó llevar a cabo una reforma fiscal que suprimiera los odiados "consumos", pero la reforma se frustró ante lasresistencias de la burguesía y los apuros de la Hacienda. Para afrontar el crónico problema de la Hacienda se arbitró un sistema de atención a la Deuda Pública por el que se creó el Banco Hipotecario en 1872 y, lo más importante, se otorgó al Banco de España el monopolio de la emisión de billetes. A partir de ese momento, este Banco actuaría como prestamista del Estado y podría emitir billetes en la medida en que saliesen títulos de deuda al mercado.Pero lo más destacado en la idea progresista de abrir la economía española a los mercados exteriores fueron medidas como la Ley Arancelaria de 1869, que establecía una "desprotección selectiva", rebajando los impuestos aduaneros para facilitar la importación de bienes de equipo y la exportación de alimentos y materias primas. La Ley de Sociedades Anónimas y la Ley de Minas de 1871 fueron pasos para obtener inversiones exteriores y entrada de capitales que pudiesen financiar el crecimiento económico. Esta última fue una auténtica "desamortización del subsuelo" que facilitaría la llegada de capitales y la exportación masiva de minerales en las décadas siguientes.

TEMA 12 – ECONOMÍA Y SOCIEDAD DEL SIGLO XIXTEMA 11 – EL ESTADO LIBERALVOCABULARIO ABDICACIÓN DE AMADEO DE SABOYAAl triunfar la Revolución de septiembre de 1868, La Gloriosa, tras un Gobierno Provisional, fue elegido rey Amadeo, duque de Saboya, en 1871. Falto de apoyos y con graves problemas (guerras carlista y cubana, alteraciones sociales, etc.) prefirió renunciar al trono antes que suspender las garantías constitucionales. Amadeo abdicó el 10 de febrero de 1873. Al día siguiente se proclamó la I República española.BIENES COMUNALESPropiedades que pertenecen a una comunidad vecinal (municipio) y son aprovechadas por todos. Solían ser los bosques, prados, aguas, etc. Su origen está en la Edad Media y se termina a mediados del siglo XIX.BIENES DE PROPIOSSon los bienes comunales propiedad de los municipios, cuyos beneficios servían para sufragar los gastos municipales, como policía, reparación de los caminos y enseñanza pública. En 1855 se ordenó la venta de los bienes de propios, con lo cual se perdió la autonomía financiera de los municipios, lo que dio paso a la centralización administrativa.BIENIO PROGRESISTA (1854-1856)Período de dos años en que gobernaron los progresistas en tiempos de Isabel II en España. Fue consecuencia del triunfo de la Vicalvarada, que supuso la llamada de Espartero para hacerse cargo del gobierno.BURGUESÍAClase social que en el sistema capitalista de división del trabajo y de relaciones de producción es poseedora del capital industrial y financiero. CANTONALISMOMovimiento político que defiende la autonomía de las regiones. Se relaciona con el federalismo republicano español. Se inició el 12 de julio de 1873 en Cartagena, cuando se instaló en el gobierno civil una Junta revolucionaria que actuó como gobierno cantonal. Se extendió por Valencia, Alicante, Sevilla, Cádiz y Salamanca, y se terminó en 1874 cuando el ejército central, dirigido por Martínez Campos y Pavía, ocupó Cartagena.CAPITALISMOSistema económico y social caracterizado por unas estructuras sociales, económicas, políticas e ideológicas en las que prevalecen los principios de propiedad privada de los medíos de producción y cambio, de libre empresa y de economía basada en la libertad de intercambios.CARLISMOMovimiento político de carácter absolutista surgido en 1833 que apoyaba la candidatura de Carlos María Isidro para suceder a su hermano Fernando VII, en lugar de Isabel II. Identificadogeográficamente con territorios foralistas y religiosos, de tradición agraria, provocó varios conflictos bélicos a lo largo del siglo XIX.CARTA OTORGADAConstitución que emana directamente de la autoridad real, elaborada por notables designados por dicha autoridad. Las cartas otorgadas fueron características del período de la Restauración en Europa. En España son ejemplos de este tipo de documentos el Estatuto de Bayona de 1808 y el Estatuto Real de 1834.CONCORDATOTratado de derecho público internacional entre un Estado y la Santa Sede. Los representantes del Papa y del correspondiente Estado pueden firmar acuerdos sobre asuntos eclesiásticos (por ejemplo, la financiación del culto, el nombramiento de cargos de la Iglesia, el derecho matrimonial) o simplemente regular las relaciones entre ambas partes. Para entrar en vigor los acuerdos deben ser ratificados por los dos firmantes. En España son tradicionales desde la Edad Media, y en la época contemporánea se han firmado en 1851, 1953 Y 1979. El de 1851 fue firmado por el general Narváez durante la llamada "Década Moderada" para reconciliar al Estado liberal con la Iglesia, molesta por la desamortización progresista de Mendizábal. En este Concordato el Estado español se declaraba confesionalmente católico y se comprometía a subvencionar al clero. Por su parte, el Papa aceptaba la desamortización y ratificaba el patronato regio. Narváez tranquilizó las conciencias de los que se habían beneficiado con la compra de bienes desamortizados y atrajo hacia las filas moderadas a amplios sectores del carlismo y a la totalidad de la Iglesia.CONSUMOSImpuestos indirectos que gravan los alimentos y artículos de consumo. Considerados discriminatorios para las clases bajas, fueron criticados por los reformistas del S. XVIII. Las Cortes de Cádiz decretaron su extinción y su sustitución por un sistema impositivo directo. Pero en 1814, con la restauración absolutista, se volvió al antiguo sistema fiscal. En 1817 se estableció el derecho de puertas, nuevo impuesto que se pagaba al introducir mercancías en las grandes ciudades. Desde el Trienio Liberal los consumos gravaron vinos, aguardientes, licores, aceites y carnes. Su abolición fue una constante en las peticiones populares y los proyectos políticos de los partidos progresistas del siglo XIX.CONSTITUCIÓN DE 1845Expresión del moderantismo, diseñaba un modelo oligárquico y muy conservador. Concedía un gran poder al Rey que controlaba una de las Cámaras, el Senado, designado directamente por el monarca. Negaba la soberanía nacional y establecía un estado confesional, con la Religión Católica como religión del Estado.CONSTITUCIÓN DE 1869La Constitución más democrática del liberalismo español del siglo XIX, fruto de la Revolución de septiembre de 1868. Establecía una monarquía constitucional con reconocimiento pleno de la soberanía nacional que se concretaba en un sistema bicameral (Congreso y Senado) y una amplísima declaración de derechos. Introdujo el sufragio universal masculino y la libertad religiosa. En la práctica su aplicación presentó graves problemas, de manera que apenas estuvo cuatro años en vigor.CONVENIO DE VERGARATambién conocido como Abrazo de Vergara, fue el tratado firmado en esta localidad guipuzcoana entre el general Espartero, jefe de las tropas liberales, y el general Maroto, jefe de las fuerzas carlistas el 31 de agosto de 1839. Puso fin a la Primera Guerra Carlista en el Norte, aunque no fue aceptado por el pretendiente Carlos María Isidro y los combates continuaron en zonas del Levante (Maestrazgo). El acuerdo dejaba abierta la cuestión de los Fueros vascongados y preveía la incorporación de los militares carlistas al Ejército de Isabel II.CORTES LIBERALESEl modelo liberal de Cortes se inaugura en España con las Cortes de 1812. Son el órgano legislativo y representativo de la nación y, en ocasiones, ejercen también una labor de control del Gobierno. En los textos constitucionales españoles ha predominado el modelo bicameral compuesto por dos cámaras, Congreso y Senado, salvo en las constituciones de 1812 y 1931, que establecían un modelo unicameral.CORTES CONSTITUYENTESInstitución parlamentaria que tiene poder para elaborar una constitución o reformar el texto constitucional vigente. Las Cortes ordinarias sólo tienen potestad para legislar e interpretar las leyes, exigir responsabilidades políticas, aprobar presupuestos, etc.CRISIS DE SUBSISTENCIASTérmino utilizado para denominar las crisis económicas del Antiguo Régimen. Se caracterizaban por la subida de los precios de los productos agrarios a consecuencia de las malas condiciones climáticas, de las plagas o de las guerras. Esta subida de precios incidía negativamente en la alimentación de la población y en las condiciones de vida, y en ocasiones el hambre se extendía generando mortandades catastróficas.DÉCADA MODERADA (1844-1854)Período de diez años en el que gobiernan los políticos vinculados al Partido Moderado, de tendencia conservadora, y en el que la Corona ejercía un papel moderador sobre las Cortes, contando con el apoyo del ejército.DESAMORTIZACIÓNPrincipio económico básico del pensamiento liberal en materia de agricultura. Es el conjunto de medidas que pusieron en marcha los gobiernos burgueses para liberar las tierras de los vínculos jurídicos que impedían su enajenación y venta, conjunto de leyes que suprimen la amortización -prohibición de vender las propiedades de la iglesia, la corona, de los nobles y los municipios-. En España fueron las necesidades financieras de la Corona a finales del XVIII las que obligaron a poner en práctica la venta de bienes, especialmente eclesiásticos, para mejorar la situación de la Hacienda Real. Durante la Guerra de la Independencia, tanto Bonaparte como las Cortes de Cádiz incluyeron estas medidas en sus programas políticos. En el período absolutista de Fernando VII se abolieron estas disposiciones. Pero fueron los gobiernos liberales los que las desarrollaron más profundamente, mediante las dos grandes leyes de desamortización, la de Álvarez de Mendizábal en 1836 que pone en venta los bienes de los conventos (desamortización eclesiástica), y la de Pascual Madoz, en 1855 que pone en venta los bienes de los concejos (desamortización civil).DIEZMOTributo que los campesinos pagaban a la Iglesia durante la Edad Media y parte de la Edad Moderna, según los lugares. Consistía en un porcentaje cercano a la décima parte de la cosecha. También se solían entregar a la Iglesia los primeros frutos, o primicias, que se ofrecían al santo local. En España los diezmos quedaron abolidos jurídicamente a principios del siglo XIX.ESTADO CONFESIONALEs aquél que reconoce en su Constitución una o varias religiones como propias. Ese reconocimiento va asociado a un tratamiento privilegiado de dichas confesiones, y a menudo a una discriminación o persecución más o menos acusada hacia las restantes. Aconfesionalidad es el principio contrario: la no declaración de religión alguna como oficial. El laicismo defiende una separación de los principiosreligiosos del ámbito político considerando la religión un derecho privado, el estado debe permanecer al margen de toda confesión religiosa garantizando exclusivamente el ejercicio privado de cualquier religiónESTATUTO REALCarta otorgada en 1834 por la regente María Cristina, bajo el ministerio de Martínez de la Rosa. Se fundamenta en las leyes tradicionales de la monarquía, imponiendo un régimen basado en la soberanía conjunta del rey y de las Cortes. Estas se dividían en dos cámaras: la de los próceres del reino, formada por arzobispos, grandes de España, propietarios y hombres de prestigio; la de procuradores estaba formada por elección censitaria durante tres años. El rey convoca y disuelve ambas cámaras y señala los asuntos sobre los que podían deliberar. Su carácter conservador provocó el rechaza de la mayor parte de los liberales y tampoco satisfizo a los absolutistas, que siguieron apoyando la causa carlista.EL GRITO DE YARASe denomina como Grito de Yara al inicio del proceso independentista de Cuba de España que fue iniciado por Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868.GUERRAS CARLISTAS (1833-1876)Combates sostenidos en España a lo largo del siglo XIX entre los partidarios de Don Carlos (hermano de Fernando VII) y los de Isabel II. Las causas fueron: la revocación de la Ley Sálica, que excluía del trono al infante Don Carlos; el enfrentamiento ideológico entre el absolutismo y el liberalismo; la defensa de los fueros y de la tradición católica en Navarra, Vascongadas y Cataluña.GUERRA DE MARRUECOS (1859-1861)Conflicto bélico que enfrentó a España con el sultanato de Marruecos, durante el período de los Gobiernos de la Unión Liberal del reinado de Isabel II de España. Causas: Ceuta y Melilla sufrían constantes incursiones por parte de grupos marroquíes de la región del Rif y los ejércitos eran acosados. Las acciones eran inmediatamente contestadas por el ejército, pero al internarse en territorio marroquí los agresores ponían emboscadas. La guerra de África fue un completo éxito para el gobierno español y aumentó su respaldo popular, pues levantó una gran ola de patriotismo por todo el país, a pesar de que el desenlace de la guerra no colmó las expectativas creadas.ISABELINOS O CRISTINOSLiberales partidarios de Isabel II, que se enfrentaron en la guerra dinástica con los carlistas absolutistas, que eran partidarios de Don Carlos.LIBRECAMBISMO Teoría económica que implica la suspensión de aranceles aduaneros que restrinjan el libre intercambio de mercancías. Suele favorecer a las economías más competitivas, que, libres de trabas, se introducen en los mercados de los países que adoptan estas medidas.MANIFIESTO DE ABRANTESAl morir Fernando VII el 29 de septiembre de 1833, Carlos emitió el Manifiesto de Abrantes el 1 de octubre, en el que declaraba su ascensión al trono con el nombre de Carlos V. El 6 de octubre, el general Santos Ladrón de Cegama proclamó a Carlos como rey de España en la localidad de Tricio (La Rioja), fecha en la que se da como comenzada la Primera Guerra Carlista.MANIFIESTO DE MANZANARESLa revolución de 1854, encabezada por un grupo de militares, se encontró en un callejón sin salida por la resistencia del Gobierno. Entonces, para animar a la participación de las masas, se redactó el Manifiesto de Manzanares, que recogía diversas reivindicaciones del partido progresista: ampliación del derecho de sufragio, cambio de la ley de imprenta, eliminación del impuesto de los consumos, restauración de la Milicia Nacional, fin de la corrupción de la camarilla palaciega, etc. Este manifiesto animó los levantamientos populares en las ciudades que lograron derribar al Gobierno y hacer triunfar la revolución. MANOS MUERTASNombre que se daba en España a los propietarios que tenían un patrimonio que no se podía vender. Por extensión, también se denominaba así el propio patrimonio. Este es el caso de las grandes propiedades improductivas que tenían las iglesias, monasterios, algunos nobles y los municipios.MASONERÍAAsociación secreta inspirada en principios liberales, extendida por diversos países, cuyos miembros profesan principios de fraternidad, se reconocen entre sí mediante determinados emblemas y signos y se dividen en grupos denominados logias. En España apareció por influencia inglesa, evolucionó hacia el conservadurismo y se extendió entre las clases altas y el ejército.MILICIA NACIONALInstitución de carácter cívico-militar establecida por primera vez en la Constitución de 1812. Tenía como fin la defensa del régimen liberal. Se organizaba por provincias y sus unidades estaban formadas por un número de habitantes proporcional a la población. Los reclutados eran varones de entre treinta y cincuenta años, durante un periodo de ocho años. Sólo estaba en activo cuando las circunstancias del país lo requerían. Esta institución tuvo un carácter liberal-progresista, lo que hizo que fuera disuelta en los periodos de gobierno absolutista y moderado.MOTÍN DE SARGENTOS DE LA GRANJA (1836)Levantamiento de la guarnición militar del Real Sitio de La Granja (Segovia), donde se encontraba la corte de la regente de España María Cristina. Las compañías sublevadas le pidieron la publicación de la Constitución de las Cortes de Cádiz, lo que lograron de la reina y su aprobación.O'DONNELL, LEOPOLDO, duque de Tetuán (1809-1867)Militar y político español nacido en Canarias de una familia de origen irlandés. Participó en la primera guerra carlista (1833-40) en el bando liberal, ascendiendo por méritos de campaña. Miembro del partido moderado, vivió exilado en París durante la regencia de Espartero y participó en la conspiración contra éste en 1843. Encabezó el golpe militar de 1854 (la Vicalvarada) contra Narváez. Ministro de la Guerra en el Bienio progresista (1854-56) fundó su propio partido de centro, la Unión Liberal. Participó en 1856 en la caída de Espartero, a quién sustituyó como Jefe de gobierno, alternándose con Narváez en el poder. Su gobierno se caracterizó por una cierta apertura política y bonanza económica. Realizó una política exterior de prestigio, dirigiendo personalmente la Guerra de África (1859-60), tomando Tetuán, por lo que obtuvo su título. Reprimió varios pronunciamientos progresistas (de Prim y de sargentos de San Gil), y la reina le sustituyó en 1866 por Narváez. Al morir, los unionistas se unirán a progresistas y demócratas para derrocar a Isabel II (Pacto de Ostende).PACTO DE OSTENDEPacto firmado en 1866 en la ciudad belga de Ostende por progresistas y demócratas para coordinar su acción contra el régimen moderado de Isabel II, al que se adhirieron más tarde los unionistas. Sus objetivos eran: derrocamiento de la reina y establecimiento del sufragio universal. La forma de gobierno - monarquía o república- la decidirían las Cortes posteriormente. Fue la fase previa para la Revolución de 1868, la llamada Gloriosa, que acabó con la monarquía de Isabel II, obligada a exilarse en Francia.PARTIDO DEMÓCRATAGrupo político español formado por los progresistas más radicales: republicanos, demócratas, minorías intelectuales y clases populares. Aparece en tiempos de Isabel II (1849). Defendían la soberanía nacional de las cortes, elegidas por sufragio universal y los derechos y garantías individuales.PARTIDO LIBERALAgrupa a los partidarios del régimen constitucional que pretendían alcanzar mayores libertades políticas. Durante el Trienio Liberal se dividieron entre moderados y exaltados. A partir del reinado de Isabel II, los liberales se escinden de forma definitiva entre los moderados y los progresistas.PARTIDO MODERADOGrupo político español formado por liberales de tendencia conservadora. Defendían el equilibrio entre las Cortes y la Corona como instituciones que comparten la soberanía. Crearon un sistema político en el que el rey era un elemento moderador y decisivo. Aparecieron durante la regencia de María Cristina y ejercieron el poder durante la llamada década moderada del reinado de Isabel II.PARTIDO PROGRESISTAGrupo político español formado por liberales de tendencia radical. Aceptaban la monarquía, pero defendían que la soberanía nacional residía en las Cortes, elegidas por sufragio; garantizaban los derechos individuales y eran anticlericales. Aparecieron durante la regencia de María Cristina, provocando levantamientos como el de La Granja para restablecer la Constitución de 1812, y ejercieron el poder entre 1840 y 1843 con Espartero como jefe y regente.PRIM, JUAN (1814-1870): General y político catalán del siglo XIX. De ideas liberales, participó en la primera guerra carlista (1833-1840) en el bando isabelino. Reprimió la sublevación de Barcelona en 1843 contra Espartero, aunque militaba en el progresismo. Fue nombrado capitán general de PuertoRico. Tras pasarse a la Unión Liberal, participó en la guerra de Marruecos (1859-1861), donde alcanzó prestigio (marqués de los Castillejos). Intervino en la expedición a Méjico, en 1861. Regresó al Partido Progresista. Preparó sucesivos pronunciamientos fracasados, promovió el Pacto de Ostende y lideró en 1868, junto con otros generales, el pronunciamiento militar que provocó la caída de Isabel II. Ministro de la Guerra en el Gobierno provisional de Serrano y Presidente del Consejo de Ministros durante la Regencia, fue encargado de encontrar un nuevo monarca. Antes de la llegada de Amadeo de Saboya, Prim fue asesinado en la calle del turco en Madrid. PRIMERA REPÚBLICARégimen político que se estableció en España desde el 11 de febrero de 1873 hasta el 3 de enero de 1874. Fue determinado por las Cortes reunidas en Asamblea Nacional al abdicar Amadeo l. La vida de la I República fue difícil y breve por las diferencias ideológicas que había entre la minoría republicana que se había impuesto: Pi i Margall defendía una república federal; Castelar, una conservadora; Salmerón, una república radical pero unitaria; Pavía, una autoritaria y militar; el pueblo, una federación comunista de estados autónomos. Su fin tuvo lugar después de la disolución de las Cortes de forma violenta por el general Pavía en 1874.PRONUNCIAMIENTOForma de rebelión político-militar que tiene su origen en la España del siglo XIX. Consistía en un levantamiento militar que, con su acción, trataba de atraer a ciertos sectores del ejército. Mostraba,con proclamas y manifiestos, sus tendencias ideológicas a la opinión pública, al tiempo que buscaba apoyos políticos. Generalmente los conspiradores actuaban en una trama político-militar y buscaban apoyo entre los mandos militares. Después se declaraba la rebelión y se emitían las proclamas y manifiestos. Si el pronunciamiento triunfaba, se accedía al poder o se obligaba a la Corona a realizar cambios gubernamentales. Los hubo de todas las tendencias y categorías, progresistas y moderados, y desde movimientos de sargentos a actuaciones de altos oficiales. El reinado de Fernando VII fue uno de los periodos más prolíficos en pronunciamientos, entre los que destacaron los de Espoz y Mina, Riego, Fernández de Córdova (el intento contrarrevolucionario de 1822), Torrijos, son de carácter liberal. A lo largo del siglo se producen otros, de signo moderado o progresista. El último fue el del general republicano Villacampa en 1886, que fracasó.PRONUNCIAMIENTOS LIBERALESFrente al régimen absolutista de Fernando VII tras su vuelta a España en 1814, los liberales realizaron conspiraciones y pronunciamientos apoyados en militares de prestigio. La mayoría fracasaron, faltos de apoyo popular, como los dirigidos por Espoz y Mina en Pamplona, Porlier en La Coruña y Lacy en Barcelona, pero triunfó en 1820 el del comandante Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla), al sublevar a las tropas concentradas para combatir el movimiento emancipador en América. Se originó el Trienio Liberal (1820-23) que restableció la Constitución de 1812.PRONUNCIAMIENTO DE RIEGOLa restauración del absolutismo en 1814 por Fernando VII dio lugar a una serie de pronunciamientos, provocados por los golpes de Estado militares que a lo largo del siglo XIX buscaban el apoyo de la población con el objeto de implantar el sistema liberal. Estos acabaron indefectiblemente en fracaso y sus líderes prisioneros, ejecutados o en el exilio. Por fin, en 1820 el coronel Riego se pronunció con las tropas que llevaba a Cádiz para que embarcasen hacia América. Al principio el levantamiento parecía destinado al fracaso, pues no fue secundado, y las tropas constitucionales deambularon porAndalucía. Finalmente comenzó un lento encadenamiento de adhesiones que supusieron el triunfo de Riego y sus aliados. El pronunciamiento dio lugar al Trienio Liberal (1820-1823), período en el que estuvo en vigor la Constitución de 1812, que juró Fernando VIII. El Trienio terminó con la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis y la restauración del absolutismo.PROPIEDAD AMORTIZADA O VINCULADASistema de propiedad en el que el titular no es individual, sino colectivo, y el bien no puede enajenarse de ninguna manera mediante venta, herencia, donación, etcétera, sino que debe transmitirse en bloque a las siguientes generaciones. Recibe el nombre de propiedad amortizada o de mano muerta porque no puede cambiar de propietario, ya que está unida o vinculada perpetuamente a una determinada institución. Las manos muertas son las propiedad vinculada se formó en la Edad Media como medio de consolidar el patrimonio y evitar su dispersión por la herencia. Existieron tres tipos: concejil (los bienes comunales de los municipios o los ayuntamientos), nobiliaria (de los linajes o familias extensas de la nobleza que eran los se eran los mayorazgos) y eclesiástica (bienes de la Iglesia en su conjunto como iglesias, monasterios, conventos sus tierras y propiedades y demás, así como los hospicios, casas de misericordia, cofradías, etc.). Las propiedades de los linajes nobles, por ejemplo, se mantenían indivisas, porque pasaban de manera íntegra al heredero varón mayor (mayorazgo) en calidad de titular. Este tipo de propiedad se mantuvo hasta el siglo XIX, cuando fue desamortizada por los gobiernos liberales y transformada en propiedad privada. Al proceso para suprimir o liquidar ese tipo de propiedades se le conoce como proceso desamortizadorPROPIOS Y BALDÍOSBienes comunales propiedad del municipio. Los bienes de propios eran aprovechados por los vecinos de forma conjunta, cultivados por éstos o arrendados, sirviendo los beneficios obtenidos para sufragar los gastos públicos. Los baldíos eran utilizados por los vecinos para el pasto de su ganado. PROTECCIONISMODoctrina político-económica que surgió en Alemania en la primera mitad del siglo XIX. En oposición al librecambismo británico, se proponía una política económica dinámica y de continuos ajustes, acordes con la voluntad humana y la intervención del estado en materia económica. En España se aplicó el proteccionismo a lo largo de la mayor parte del siglo XIX, con el paréntesis de Sexenio y de los primeros años de la Restauración. Restablecido mediante el arancel de 1892, esta teoría tuvo gran éxito entre los gobiernos liberal-conservadores.QUINTASEra el sistema de reemplazo impuesto para prestar el servicio militar obligatorio. Se efectuaba mediante el sorteo de los mozos. En el siglo XIX su abolición fue una de las principales reivindicaciones de los movimientos revolucionarios, pero las guerras carlistas y la de Cuba impidieron su supresión por parte de los gobiernos liberales. Desde 1851 se autorizó la redención mediante el pago de una cantidad en metálico, lo que permitía eludir el servicio a los hijos de las familias ricas y exacerbó las protestas de las clases populares.REPUBLICANOS FEDERALESPartidarios en la Primera República Española (1873) de un sistema de gobierno federal. El federalismo es un movimiento político cuyo fin es la implantación de un Estado Federal. Éste consiste en una serie de unidades territoriales inferiores con amplios poderes legislativos y administrativos autónomos,bajo una institución central y soberana que se reserva entre otras la política exterior, la defensa y la organización económica. El federalismo surge como teoría política en el siglo XVIII, pero se consolida en el XIX, con amplia influencia en los sectores más izquierdistas del republicanismo y con grandes conexiones con el anarquismo. En España su figura más representativa fue Pi i Margall, y aunque la ideología del federalismo sirvió de base al desarrollo del nacionalismo, su proximidad con las reivindicaciones del movimiento obrero alejó de ella a la burguesía nacionalista.REPUBLICANOS UNITARIOSPartidarios durante la Primera República española (1873) de un sistema de gobierno centralista, que privase a las regiones de su autonomía. Estaban representados por Nicolás Salmerón.Revolución de Septiembre de 1868 – La Gloriosa.Movimiento político-militar que ocasionó el destronamiento de Isabel II. Puso fin a la etapa final de la descomposición del régimen isabelino, que fue incapaz de hacer reformas y respondió con represión a las críticas y aspiraciones políticas de los sectores que no participaban en el gobierno.SOCIEDAD DE CLASES Sociedad característica del sistema capitalista, en la que la pertenencia a un grupo social viene dada por el lugar que el individuo ocupa en el proceso productivo, es decir, por su condición o no de propietario de los medios de producción. Las clases sociales son grupos abiertos y por tanto existe, en teoría, movilidad social. Las desigualdades vienen determinadas en ella por la situación económica, puesto que formalmente hay igualdad ante la ley.SUFRAGIO CENSITARIOEs el que limita el derecho a participar en el sistema electoral a un número reducido de personas en relación a su riqueza, nivel de estudios, raza, etc. Fue el más utilizado durante el siglo XIX hasta el reinado de Alfonso XII, excepto un breve paréntesis durante el Sexenio Democrático.UNIÓN LIBERALPartido político organizado por el general O"Donnell en 1858. Estaba formado por los elementos más avanzados del Partido Moderado y por los más conservadores del Partido Progresista. Defendían la soberanía nacional, la monarquía Constitucional, la responsabilidad ministerial,!a organización del ejército y las reformas administrativas. Tomó parte en la Revolución de Septiembre de 1868.VICALVARADALevantamiento militar y popular dirigido por el general O'Donnell que puso fin a Década moderada y restableció el progresismo. La acción comenzó en las cercanías de Madrid y luego se trasladaron desde Vicálvaro hasta Aranjuez, donde esperaron que se les uniera la población civil. El triunfo de la rebelión de 1854 dio paso al Bienio Progresista: 1854 hasta 1856.

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