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Nació en La Haye (Turaine; Francia) el 31 de Marzo de 1.596 y murió en Estocolmo (Suecia) el 11 de Febrero de 1.650 a causa de una afección pulmonar. Fue educado en el colegio de La Flèche, regentado por los jesuitas y considerado uno de los más famosos de Europa. Según la propia confesión de Descartes, tanto el Discurso del método como en las Meditaciones, las enseñanzas del colegio le decepcionaron debido a numerosas lagunas que presentaban los saberes recibidos, a excepción de las matemáticas, en donde veía la posibilidad de encontrar un verdadero saber.El contexto de la primera mitad del siglo XVII en la que vive Descartes, ayuda a explicar por qué éste cree necesario una obra que se ocupe del método y por qué defiende que el anterior “camino” al conocimiento debe abandonarse, buscando una certeza para sobrevivir a la crisis del momento.Hacia la mitad del siglo XVI comienzan en Europa una serie de crisis, que van a recorrer todo el siglo XVII, que se corresponden en el plano social con el desarrollo de la burguesía y en el plano ideológico con la necesidad de que se experimenta de una nueva concepción del mundo basada en el concepto de Razón. Esta crisis supuso la caída definitiva de los fundamentos de la Europa medieval, ya iniciada con el Renacimiento y el establecimiento de los nuevos pilares sobre los que se construirá la Europa moderna.Crisis económico-social. El desarrollo del capitalismo se ve especialmente favorecido como resultado del desarrollo del comercio marítimo y colonial, que provoca un alza de precios, produciéndose múltiples revueltas de campesinos, que protestan por la introducción de impuestos reales. Para proteger la producción propia, de cada estado, surge la teoría económica llamada “mercantilismo”, según la cual la riqueza de una nación reside en la cantidad de oro y plata que pueda atesorar. Y esto se consigue potenciando la exportación de productos propios y dificultando la importación de productos de fuera.Crisis política. La principal causa política de los conflictos reside en el absolutismo monárquico. Esta forma de gobierno necesita de nuevos impuestos, no sólo para financiar las continuas guerras. La carga de estas aportaciones económicas recae en el pueblo llano, ya que en la sociedad del siglo XVII los estamentos privilegiados –nobleza y clero- estaban exentos del pago de impuestos. El resultado de todo esto fue la aparición del hambre y las enfermedades, especialmente la peste, que asoló a Europa.En el plano político es, por tanto, un período de gran inestabilidad y la crisis se manifiesta en una serie de guerras y revoluciones. Es la época en la que se van formando los Estados modernos, enfrentados en sus afanes colonialistas y el afianzamiento de las monarquías absolutas. Pero también entra en crisis el absolutismo en Inglaterra con la revolución de 1642, que decapita al rey Carlos I, y la revolución gloriosa de 1688, que instaura definitivamente la monarquía parlamentaria.Crisis de las mentalidades. Se manifiesta en el desarrollo del espíritu científico, desde los tiempos del Renacimiento. Los modelos construidos en la Edad Media y las soluciones propuestas por el Renacimiento no eran suficiente garantía para responder a las necesidades del momento, poniéndose de manifiesto la poca operatividad del sistema aristotélico-tomista. Sin embargo, el desarrollo del pensamiento cartesiano se enmarca en el proceso abierto en el Renacimiento con el antropocentrismo, la consolidación del humanismo y el desarrollo de la ciencia, que supuso la reacción contra los fundamentos de la escolástica y contra la autoridad de la fe como fuente de conocimiento.
El proyecto cartesiano supone:Una reconstrucción del saber desde sus mismas raíces, lo cual, incluye,La unificación de todas las ciencias en una sola.Todo lo anterior es posible, ya que, según Descartes existe un método universal, único para todas las ciencias. Aunque existen ciencias distintas, todas ellas forman una unidad orgánica. Por otro lado, podemos considerar a la filosofía de Descartes como una filosofía de la cautela, de precaución en no caer en los errores del pasado. En la primera parte del “Discurso” se nos presenta a un hombre cansado de los errores y de la inutilidad de los conocimientos que ha tenido que aprender en su periodo de formación. La situación en la que se encuentra Descartes es la de un hombre perdido y desorientado. Pero, dado que el método que anda buscando Descartes no es un método particular para una ciencia concreta sino un método universal, aplicable al conocimiento en general, es necesario adoptar algunas precauciones: La primera es evitar la ligereza, que ya había criticado un poco antes. La segunda actuar con circunspección, o sea analizar las cosas con mucho cuidado para no caer en errores. La tercera, no abandonar las opiniones previas. Por tanto, el comienzo de la edad moderna se caracteriza por la búsqueda de un método nuevo que venga a sustituir al que se había venido utilizando anteriormente, el silogismo aristotélico. Esta búsqueda es la expresión de una situación de crisis, que se produce cuando cae la concepción del mundo hasta ahora vigente. La concepción del mundo, el método y el criterio vigentes eran los de la escolástica, que era la filosofía imperante en la edad media, que armonizaba en un sistema coherente de doctrinas las ideas paganas con los dogmas cristianos. Pues bien, la escolástica se mostró incapaz de explicar algunos hechos de la naturaleza que fueron descubriéndose y, así como antes se la aceptaba en bloque, ahora se la va a rechazar también en bloque, con lo cual se perdía la seguridad del conocimiento general sobre el mundo y los hombres.
El método es un conjunto de “reglas ciertas y fáciles, gracias a las cuales el que las observe exactamente no tomará nunca lo falso por verdadero y llegará, sin gastar inútilmente esfuerzo alguno de la mente, sino siempre aumentando gradualmente la ciencia, al verdadero conocimiento de todo aquello de que sea capaz”. El método tiene que servirle para el descubrimiento de nuevas verdades, no para demostrar lo que ya se ha hallado.
- La evidencia: es el criterio de verdad. No aceptar como verdadera alguna cosa si no sabemos con evidencia que lo es.La evidencia consiste en la claridad y distinción. Una idea clara es una idea separada de las demás ideas. Una idea distinta es aquella cuyas partes están separadas entre sí, que tiene “claridad interior”. Una idea puede ser clara sin ser distinta, pero di es distinta ha de ser clara también. La evidencia caracteriza al método científico y se opone a la probabilidad y la verosimilitud. No admite ningún grado intermedio entre la certidumbre absoluta y la ignorancia. El acto del entendimiento por el cual se alcanza un conocimiento evidente es la intuición, que es el acto de la evidencia o la verdad. En la intuición intelectual se producen las ideas claras y distintas. Hay que evitar dos vicios fundamentales en la búsqueda de la verdad: la precipitación y la prevención: La precipitación o tomar por verdadero lo que no lo es, tomar por verdadera una idea confusa, no distinta. Se produce por un exceso de confianza. Contra ella propone la circunspección o resolución de abstenernos de juzgar hasta que no tengamos evidencia. La prevención o negarse a aceptar la verdad de lo que es evidente, lo que es claro y distinto. Es el vicio opuesto a la precipitación. Se debe a que persisten en nuestra alma ciertas nociones, adquiridas en la infancia sin el menor examen, y que oscurecen la luz natural. -El análisis:Consiste en dividir cada una de las dificultades que examinare en tantas partes como fuera posible y en cuantas requiriese su mejor solución. La división de las dificultades tendrá un límite, que está representado por lo que llama en las Reglas “naturalezas simples”, que se definen como los elementos indivisibles, que constituyen el último término del conocimiento, más allá del cual no podemos ir. Representan el último momento del análisis y el primero de la síntesis. Se captan por la intuición. - La síntesis: que nos aconseja conducir ordenadamente los pensamiento, “comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más complejos”.El segundo y tercer precepto constituyen el núcleo fundamental del método cartesiano. Ambos están íntimamente ligados. Una vez concluida la labor de la intuición, por la que se alcanzan las naturalezas simples, comienza el momento de la deducción.Pero para tener seguridad sobre la totalidad del razonamiento hay que tenerla sobre cada uno de los eslabones o etapas, pues una sola falla pone en peligro la fortaleza o validez de la cadena. Por eso la cuarta regla nos aconseja: “Hacer en todo enumeraciones tan complejas y revisiones tan generales que estemos seguros de no omitir nada”. Según este cuarto precepto hay que ordenar y enumerar estos elementos para no omitir nada. El ejemplo cartesiano es el de la cadena: sólo podemos estar seguros de la solidez de la cadena si la hemos recorrido sin omitir ningún eslabón.
Descartes se inspiró por los geómetras (las matemáticas). La matemática es la única ciencia que logra alcanzar demostraciones ciertas y evidentes. La confianza en la razón, mediada por el método de la ciencia, lo llevará a la búsqueda de un saber seguro. Es el optimismo racionalista: la fe en la capacidad de la razón. Descartes considera que lo que hace verdaderos los conocimientos matemáticos es el método empleado para conseguirlos. No es que haya en las matemáticas una estructura que hace inevitablemente verdaderos sus conocimientos sino que es el método que utilizan los matemáticos lo que permite conseguir tan admirables resultados. Por tanto, el método tiene que elaborarse de acuerdo con el que utilizan los matemáticos en sus investigaciones. No es que las matemáticas sean un tipo de saber distinto del resto de los saberes. Si la razón es única, el saber es único, y debe haber un único método para alcanzar la sabiduría.El proceso de la reforma del método empezó por la consideración de las verdades más simples y las ideas más ciertas, como empezaban las matemáticas. Con este ejercicio conseguía que la mente se acostumbrara a la forma de conocer la verdad y de obtener la garantía de un conocimiento verdadero. La aplicación del método a las matemáticas funciona de una forma brillante y Descartes se muestra ilusionado, obteniendo el primer éxito: la geometría analítica. Para conseguir dicho objetivo, se debe comenzar por establecer la certeza de los elementos en los que se apoya el resto de conocimientos. La metafísica establece esos primeros principios. El método es racional, que sólo usa la razón; permite a la mente entender las cosas con más claridad y distinción. Tal como ha hecho Descartes en su ensayo de Geometría, la aplicación del método a una ciencia o saber necesita de una adaptación específica. De la misma manera que en las matemáticas se partía de verdades simples y fáciles de conocer, la aplicación del método a la filosofía exige la determinación de los principios desde donde se ha de partir. Pero estos principios no están claros en la filosofía de su tiempo, por lo cual, dice Descartes, hay que evitar nuevamente la prevención y la precipitación. El término "precipitación" viene a tener el mismo significado que antes, pero el término "prevención" probablemente sea más concreto. Aquí se está refiriendo Descartes a los prejuicios filosóficos consistentes en dar explicaciones desde el aristotelismo dominante en las instituciones educativas de su época. Dada la dificultad de la tarea, por las críticas que iba a recibir y de hecho recibió, Descartes pospone la aplicación del método a la filosofía hasta no haber adquirido una madurez y una preparación suficientes, suprimiendo las opiniones erróneas, aumentando su conocimiento y practicando el método más de lo que lo había hecho. Establecer la certeza de los primeros principios será el objetivo de la Cuarta parte del Discurso. Tendría que emprender lo que se convertiría en el objetivo principal de su esfuerzo: la reforma de la filosofía, una reflexión serena y sistemática sobre los principios fundamentales de la filosofía.
La duda es una exigencia del método en su fase analítica. Se trata, por tanto, de una duda metodológica y no escéptica o existencial.
Al hacer todo el método, Descartes encuentra tres sustancias fundamentales. Estas son:1. El yo pensante:Descartes dice que él puede dudar del cuerpo y del mundo porque es algo que yo percibo por los sentidos, los cuales no son fiables. Pero Descartes dice que no se puede dudar del alma, ya que en esta tengo todos mis pensamientos y es mi subjetividad. La subjetividad es el conjunto de ideas que fluyen en mi Yo. Entonces, Descartes estaba buscando salir de esa subjetividad y entrar a una objetividad, es decir, que las cosas también existieran fuera del Yo.2. Dios:Descartes sabe que el yo pensante no es perfecto, pero éste si tiene la idea de perfección. Si sabemos esto, es porque al comparar nuestra naturaleza sabemos que hay otra que es perfecta, por eso la nuestra es imperfecta, porque no alcanza el grado de perfección en el cual esta la otra naturaleza. Descartes dice que la idea de perfección es Dios, que es la realidad divina.Al hallar esta respuesta, Descartes deja el subjetivismo a un lado y entra al objetivismo, porque ya Dios es una idea fuera de nosotros, extramental, es lo que nos permite decir que las ideas claras y distintas no son engaño.3. Mundo:Descartes, al hallar el yo y a Dios, nos dice que del mundo no podemos dudar, ya que Dios creó el mundo y Dios es perfecto, entonces Descartes dice, que del cuerpo podemos dudar, pero como es creado por Dios y Dios no me engaña, entonces las cosas externas y naturales si existen.En conclusión:- Dios: Sustancia perfecta y razón perfecta. Sustancia infinita (Res infinita)- Mundo: Cuerpo extenso y mundo extenso. Sustancia imperfecta. (Res extensa)- Yo pensante: Alma. Sustancia imperfecta. Dotada de razón. (Res cogitans)
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