EL IMPERIALISMO

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Geografía e historia Apunte sobre EL IMPERIALISMO, creado por Alba Hernandez el 03/04/2017.
Alba Hernandez
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TEMA 4: EL IMPERIALISMO

¿ POR QUÉ SURGE EL IMPERIALISMO?Durante la última etapa del siglo XIX se desarrolla en Europa, Estados Unidos y Japón, una política de expansión colonial, que se había iniciado años atrás. Esta expansión colonial da lugar a la formación de grandes imperios en los que las colonias son dominadas por el país que las ha conquistado, surgiendo así el imperialismo.Tras la segunda revolución industrial, el trabajo en cadena, el capitalismo y la concentración empresarial dan lugar a un aumento de producción, que conlleva un incremento en la venta de productos y en la acumulación del capital. Esto hace que se necesiten nuevos territorios para vender esos productos que “sobran” y para invertir el exceso de capital en nuevos mercados. La expansión colonial proporciona estos nuevos territorios donde, además, se podían conseguir nuevas y abundantes materias primas, junto con una mano de obra no cualificada y por tanto, más barata, lo cual hace el mercado de los países conquistadores más fuerte y poderoso.Esta situación económica impulsa las migraciones a las colonias que, de alguna manera, ayudan a consolidar el poder de la metrópoli. Estas migraciones se producen debido al exceso de población existente en Europa y a las malas condiciones de vida que sufre la clase trabajadora en los países industrializados. El descenso de población en los países industrializados, provocado por las migraciones, contribuirá a solucionar los problemas del paro y los conflictos sociales de las sociedades industrializadas.El imperialismo surge como consecuencia de estas causas económicas y demográficas pero también porque los países buscan un prestigio internacional y tratan de afianzar su poder político, alcanzando una hegemonía colonial. Tratan de controlar comercial y militarmente el mayor número de rutas marítimas y terrestres posibles, generando un cúmulo de conflictos que serán el origen de la Primera Guerra Mundial. Así se definen las causas políticas que dan lugar a esta nueva forma de relación entre países llamada imperialismo. La división que se genera entre los dominadores y las colonias perpetuara la división entre países desarrollados y países en vías de desarrollo.A lo largo del siglo XIX, y sobre todo en el último tercio, crece la curiosidad, nacida del deseo de explorar y descubrir los nuevos territorios o las colonias que forman parte de los imperios. Esta curiosidad despierta el espíritu aventurero que se refleja en diferentes ensayos y novelas de la época; del mismo modo empuja a los científicos a realizar exploraciones en los países más exóticos y desconocidos. Las sociedades geográficas impulsaron expediciones antropológicas y biológicas, mediante conferencias o congresos, dando lugar a nuevas rutas económicas y militares así como a la organización de nuevos espacios territoriales y administrativos que, en la mayoría de los casos no respetaban los criterios de las tribus y poblaciones de las colonias. El predominio tecnológico de los europeos fue otro modo de ejercer la dominación imperialista sobre las colonias que, aunque muy superiores en número, no pudieron nunca contra la potencia científica, técnica y cultural que ejercían los europeos.La superioridad de la raza blanca se hace patente en todos los aspectos, económico, social, político y cultural, convirtiendo a los nativos de las colonias en individuos a los que hay que salvar, evangelizar, culturizar y educar. No solo se evidencia la primacía de los blancos sino que se impone toda la cultura europea como la mejor y única. Estas causas de carácter científico e ideológico hacen que el imperialismo nazca con mayor fuerza y apoyado en una justificación razonada, ya que se presenta como una acción necesaria, de ayuda, de protección para lograr que los pueblos colonizados lleguen a tener las bondades y mejoras de las naciones europeas. Alba Hernández Ramos

EL REPARTO EN ÁFRICA Tras la revolución industrial surge el imperialismo, que provoca una colonización de África desordenada y arbitraria. El efecto de esta colonización se puede ver, en nuestros días, al observar un mapa político de África muy artificial, que no respeta las culturas, las tribus o los pueblos. Esta distribución geográfica, con zonas limítrofes muy forzadas, es el origen de los múltiples conflictos actuales de este continente. El mapa político africano es el resultado del reparto que se hicieron los colonizadores, sin tener en cuenta las aspectos políticos, culturales, económicos, religiosos o sociales de la región; simplemente se repartieron el continente como si se tratase de cortar una tarta en pedazos. Todo comenzó por la curiosidad individual de algunas personas que acudieron al continente deseosos de descubrir sus ríos, sus montañas o sus tribus. Las sociedades geográficas también se vieron contagiadas de este afán aventurero que, mezclado con las inquietudes científicas, dieron lugar a las expediciones de estudio del Kilimanjaro, el lago Victoria o otros lugares de ensueño africanos. Destacaron los exploradores británicos, Livingstone y Stanley, así como el francés Brazza, que recorrieron y cartografiaron África Central. Las viejas naciones coloniales se lanzaron a la exploración de las diferentes zonas: Portugal lo hizo en Angola y Mozambique. Los alemanes en Níger, Chad y Sudán. Los ingleses enviaron sus expediciones al Nilo, los lagos y África austral. Una vez que la curiosidad de los exploradores estuvo satisfecha se inició un proceso de ocupación en el que los intereses políticos primaron sobre cualquier exploración o descubrimiento. Fue Leopoldo II de Bélgica el que inició esta fase de conquista queriendo hacer del Congo un territorio particular de Bélgica y provocando uno de los mayores genocidios de la historia. Francia e Inglaterra, recelosas de las acciones de los belgas, iniciaron su dominio sobre naciones como Senegal o Kenia. Así fue como se pasó de la época de los viajes y las expediciones a las rivalidades territoriales entre las naciones europeas. Las tensiones entre los países se fueron haciendo cada vez más fuertes por lo que se vieron obligados a pactar un reparto. Se convocó la Conferencia de Berlín en 1885 para decidir las normas del reparto y las zonas que ocuparía cada país. A pesar del acuerdo el reparto no estuvo exento de enfrentamientos por los intereses imperialistas: en Fachoda, junto al lago Chad estuvo a punto de estallar la guerra entre Francia e Inglaterra. En la zona sudafricana el conflicto fue más grave. Los ingleses iniciaron una guerra con los holandeses (bóeres) que habitaban la zona desde el siglo XVI. Los ingleses acabaron anexionándose Transvaal y Orange. Finalmente África quedó así repartida: Reino Unido conquistó los países de norte a sur para poseer el dominio de casi todo el continente. Egipto (valle del Nilo), el Cabo, Natal, Bechuanalandia, Transvaal, Orange, Rhodesia, Sudán, Uganda, parte de Somalia, Kenia, Nigeria, Gambia, Sierra Leona y Costa de Oro. Francia se quedó con Argelia, Túnez, Marruecos excepto el norte, África Occidental francesa (Sáhara), África Ecuatorial francesa (Congo medio, Gabón, Chad), Senegal, Obok, Madagascar y una parte de Somalia. Bélgica ejerció su poder sobre el Congo. Italia se extendió por Libia, Eritrea y el sur de Somalia. Portugal dominó Angola y Mozambique. Alemania estableció su poder sobre Tanganika, Togo, Camerún y parte del río Congo. Por último, España tuvo bajo su mando el norte de Marruecos, el Sáhara Occidental con las provincias de Río de oro e Ifni así como Fernando Poo en Guinea, colonia que aparece reflejada en el libro "Palmeras en la nieve". Las consecuencias de este reparto fueron de diversa índole, por un lado se relanzó la economía africana y se mejoraron mucho los medios de comunicación; la economía de la metrópoli también se vio beneficiada por la obtención de materias primas y mano de obra barata. En el aspecto cultural y social, se aplastaron muchas costumbres y modos de vida de las poblaciones para imponer la cultura y el modo de vida social de los diferentes países europeos, perjudicando la identidad de los pueblos africanos. Los nativos se convirtieron en esclavos de los europeos viendo como hacían desaparecer sus tradiciones e incluso sus idiomas con el fin de civilizarlos e imponerles una cultura, de acuerdo con los razonamientos europeos, más avanzada y mejor. La demografía de las colonias creció debido al descenso de la mortalidad y el aumento de la natalidad; en los países dominantes se produjo un desahogo ya que la mano de obra excedente pudo emigrar a las colonias. Los numerosos conflictos que se generaron entre los distintos imperios formados a raíz de la colonización y el reparto de África, fueron el germen inicial de la Primera Guerra Mundial. Se estableció un mapa político arbitrario y poco acorde con las poblaciones originales, aunque tuvo una consecuencia positiva, ya que se eliminaron los múltiples territorios, creando estados más modernos. Se originó, en muchos países, una convivencia segregacionista entre blancos y negros que dura hasta nuestros días. Los países africanos se independizaron y muchos no han sido capaces de instaurar regímenes democráticos manteniendo conflictos que se generaron en la época colonial. En la actualidad Europa le ha dado la espalda a África y para muy pocas cosas tienen en cuenta la situación de estos países. Alba Hernández Ramos

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FASHODA Inglaterra y Francia quieren el poder en África; el primero busca el dominio de Norte a Sur y el segundo de oeste a este. Existe una zona de cruce en el valle del Nilo, Fashoda. En esta región los ingleses mantienen una guerra con los mahdistas a quienes acaban venciendo. Mientras tanto Marchand avanza con sus tropas y toma la ciudad. Sin embargo, Francia acaba cediendo el territorio para evitar la guerra. Este es el primer acercamiento de las dos potencias que reconocerán entre sí sus territorios y establecerán firmes alianzas contra los otros estados europeos. LA GUERRA DEL OPIO Existe un enfrentamiento debido a la comercialización del opio, mostrando una prepotencia sobre el pueblo chino que termina con el Tratado de Nanking. Este tratado obligaba a China a otorgarle el dominio sobre cinco puertos, así como la isla de Hong Kong. China pierde esta guerra debido a la posesión de mejores armas por parte de los agresores. Los representantes británicos y chinos negociaron los términos del tratado a bordo de un buque de guerra ( visto en el vídeo), anclado enfrente de Nanking. En este momento los chinos se dan cuenta de su inferioridad pero aún así deciden luchar. China se ve obligada a ceder. Esto será el principio de los "Tratados Desiguales", firmados por otros países que abusaron de los chinos. LA GUERRA DE LOS BOERS Boer significa "granjero" y eran los colonos holandeses asentados en el sur de África durante las guerras napoleónicas. En el siglo XIX huyendo del dominio inglés crean dos colonias Transvaal y Orange. El descubrimiento de oro y diamantes en estas colonias acrecientan el interés de los ingleses que ocupan Transval y aceptan encargarse de defender a la población. Sin embargo estos se rebelan contra los ingleses y acaban firmando un armisticio generoso en el que ambos bandos se muestran respeto así como deseos de vivir en paz. LA GUERRA CONTRA LOS ZULÚES La etnia zulú habitaba la región de Natal. Al llegar los boers, primero, y luego los ingleses, se generan tensiones que desembocan en una guerra. Los ingleses, con sus poderosas armas, provocan una masacre, en la que el pueblo zulú queda completamente aniquilado. Esta guerra termina sometiendo al pueblo zulú y creando el estado de Zululandia. La última batalla fue la de Ulundi, a la que podría referirse este fragmento. Británicos y zulúes se preparan para la lucha cantando.

DE LA REINA VICTORIA AL BREXIT El imperio victoriano nació en un contexto político marcado por el liberalismo. Los partidos conservadores y otros más radicales tenían un lugar para proponer sus ideas y reivindicaciones. Todo ello siempre encaminado a mantener la estabilidad del sistema aunque hubiera que hacer reformas tan importantes como fueron el nacimiento de los primeros sindicatos (trade unions) o la concesión de una mayor autonomía para Irlanda. La reina Victoria consiguió dos objetivos claves para su país: ser la primera potencia mundial y lograr un gran prestigio para la monarquía. El contexto político internacional europeo fue observado por la gran potencia sin llegar a intervenir. Europa vivía una época de nacionalismos, con dos vertientes, una marcada por la unificación de Italia y Alemania y otra por el separatismo de los imperios austro-húngaro, Otomano y ruso. También se vivía el enfrentamiento entre Francia y Alemania, esta última, buscando el control del continente, especialmente cuando estuvo gobernada por Otto Bismarck. En 1848, algunos países de Europa vieron amenazadas las monarquías por las revoluciones liberales. La única forma de preservar la monarquía pasaba por mejorar las condiciones de los pobres. Aunque en Europa no intervino, Inglaterra se lanzó a la conquista del mundo dominando: Australia, la mitad de África, parte de Canadá y la India. En el contexto económico también se convierte en la primera potencia mundial. El liberalismo es el sistema imperante. La riqueza surge gracias a la revolución industrial que impulsó las empresas y la mecanización. La otra gran fuente de ingresos viene por la expansión colonial en los países ya mencionados; el deseo de comercio y comunicación con estos les lleva a formar la mejor marina mercante, con potentes barcos de vapor. A todos los puertos ingleses llegaban productos de todo el mundo. Gracias a estos dos recursos, así como, a las estaciones de carbón, consiguieron mantener vivo el comercio durante mucho tiempo. Antes de morir el rey Alberto, el imperio británico era un agente de civilización que intentaba llevar a los pueblos la educación, el progreso, el comercio y un mejor nivel de vida, con la pretensión de civilizarlos, especialmente los africanos, porque los consideraban más necesitados.En 1861, el imperio británico cambió las ideas en las que anteriormente se basaba. La reina Victoria creía que Gran Bretaña estaba llamada a gobernar la mayor parte del mundo, por ello utilizaron métodos dominantes y más belicosos e impositivos. El objetivo en ambas etapas era llevar el orden, la paz y la estabilidad a las regiones más lejanas del planeta. El contexto social de la época victoriana se ve marcado, además de por el prestigio de la monarquía, por la existencia de dos clases sociales. La primera, la burguesía, que ve aumentado su poder ya que tenía la explotación de las tierras y el dominio de las empresas. Los valores de esta clase social se asentaban sobre una completa formación religiosa y cultural que les llevó a ser amantes del trabajo, de la seguridad, de la superación de sí mismos, del patriotismo y el liberalismo. La segunda clase social era el proletariado que vivía en condiciones de hacinamiento, con salarios bajos, largas jornadas laborales, desempleo y falta de vivienda. es el precio que pagó la sociedad por el progreso impuesto en las ciudades, que impulsó el masivo éxodo rural. Cuando las personas llegaron al medio urbano, las ciudades se vieron colapsadas. La sociedad urbana se organizó para mejorar su vida y surgieron los movimientos obreros con Marx y Bakunin. También surgieron los movimientos sufragistas que defendían el voto para la mujeres. Estas condiciones sociales de miseria y pobreza hicieron que muchos ingleses tuvieran que emigrar,, especialmente con la crisis del grano y la enfermedad de las patatas. Los irlandeses son un claro ejemplo de las migraciones masivas a otros países (Estados Unidos); los barcos "ataúd" cargados de gente hambrienta y moribundos partían de los puertos Irlandeses y quienes sobrevivieron, iniciaron una nueva vida en Nueva York. El gran imperio británico no se formó por conquistas realizadas por el ejército. La conquista del imperio victoriano vino por la emigración, el poder del comercio y de las comunicaciones. Estos aspectos fueron consecuencia de la Revolución Industrial, tecnológica y comercial que dieron un vuelco a la economía, al comercio por ferrocarril y barcos, tan poderoso en Inglaterra y a las comunicaciones con los nuevos inventos como el telégrafo. La sociedad urbana se sintió parte de estos cambios y de este progreso, no solo por la emigración que se produjo, tanto interior como internacional, sino por las exposiciones tecnológicas que se comenzaron a celebrar. El "palacio de cristal" en Londres albergó todo un mensaje de riqueza tecnológica cuya utilidad se presentó como un medio para mejorar la vida de todos, ricos o pobres, y convertir al país en el mayor del mundo. Este imperio no fue, por lo tanto, construido solo sobre las armas, por eso podemos decir que fue un imperio moderno. Las comunicaciones y el comercio, impulsaron el deseo de encontrar nuevas rutas para llegar a las colonias. Un claro ejemplo de esto es la ruta que creó Thomas Waghorn hacia la India. Se diseñó un recorrido más rápido por Egipto y el mar Rojo, que permitiría a la Compañía de las Indias Orientales mantener el dominio y la conquista de este país. Se construyó el canal de Suez que atraviesa el desierto egipcio, permitiendo que los barcos pasaran del Mediterráneo al mar Rojo, uniendo Europa con Oriente. Por esto decimos que era la arteria vital para llegar a la India. La India fue para la reina Victoria la" joya de la corona" y una expansión realizada por la compañía comercial privada y no directamente por el gobierno del país, aunque al final acabó siendo gobernada por este. Inglaterra impuso su civilización voraz y dominante a los indios aunque no utilizó las armas con fuerza. La nueva ruta hacia la India provocó una guerra, la de Crimea, entre 1854 y 1856. Los rusos quisieron extender sus dominios por Balcanes, que ponía en peligro la primacía inglesa. El ejército inglés comenzó la lucha con los rusos. A los británicos se unieron los franceses y los turcos que veían una amenaza en los rusos. Los británicos defendieron así su comercio y su dominio de la India de manera indirecta porque no libraron allí una guerra para su conquista. El primer choque bélico que se dio entre británicos e indios fue la llamada "primera guerra de la independencia" por los indios, "el motín de los indios" o "guerra de los cipayos" para los ingleses. Se produjo como consecuencia de dos hechos. El primero fue el intento de evangelizar y transmitir la cultura británica a unas personas que, para los ingleses eran incultos, sumidos en la barbarie y la oscuridad. Era necesario darles algo más que dinero, proporcionarles religión y cultura. Esto no fue aceptado por los indios que se rebelaron para defender sus religiones. El segundo hecho fue casi una anécdota, pero que en el contexto de la lucha religiosa, desencadenó una batalla. Los británicos decidieron enseñar a los indios a manejar unos fusiles que se engrasaban con aceite de origen animal. Corrió el bulo de que esta grasa procedía de los cerdos, animal prohibido para los musulmanes y de la vaca, animal protegido para los hindúes. Todos los indios se sublevaron y la respuesta de los británicos fue dura, con medidas feroces, enviando incluso 30000 soldados para la represión. Es, tras este enfrentamiento, cuando el gobierno inglés decide que una Compañía Comercial privada no debía gobernar un país y el imperio asume el gobierno de la colonia, aparentemente independiente. Al igual que en la India, la conquista de África se vio impulsada por el deseo de explorar territorios desconocidos. Los ingleses también tenían como objetivo conseguir conversos para el dios cristiano ya que creían que así civilizaban el continente. El puerto de Ciudad del Cabo, en un principio establecido como escala para llegar a la India, ue de gran utilidad para Livingstone. Este lo utilizó como punto de partida para iniciar su viaje hacia el corazón de África. En un principio nadie se interesó por viajar hacia el norte desde El Cabo, ya que era una expedición que probablemente no tuviera viaje de vuelta. Livingstone se enfrentó a terrenos muy abruptos, el contacto con numerosas tribus que no hablaban su idioma. Recorrió la meseta central africana y descubrió las cataratas más grandes del mundo, a las cuales les otorgó el nombre de la reina; los 15 años de exploración habían dado sus frutos. Livingstone tenía dos objetivos. Uno era explorar para encontrar una ruta que ampliara el comercio británico en el interior de África, el otro, consistía en introducir el comercio y con él la religión entre los pueblos africanos para llevarles la libertad y la justicia que los liberarían de la esclavitud. Sin embargo, esta idea de Livingstone, más cercana a la expansión del imperio en vida de Alberto, sería discutida en el parlamento inglés, generando dos posturas, representadas por el conservador, Disraeli y el liberal, Glandstone,. El primero defendía la expansión del imperio por la conquista, con el fin de obtener la gloria para el país. El segundo respetaba la visión moral del rey Alberto y la de Livingstone; defendía la conquista por el comercio y los valores civilizadores. En medio de esta disputa,Livingstone inició una segunda exploración por el río Zambeze. Pretendia encontrar una vía fluvial para la comercialización de los productos industriales británicos. Pero descubrió que había muchos trozos intransitables por lo que su empresa fracasó. Disraeli lo apartó de la vida pública llegando a pensar que Livingstone había muerto. Livingstone volvió a África, adonde los estadounidenses enviaron en su busca a un periodista llamado Stanley que lo encontró en 1871. Livinstone había abierto la entrada a África de comerciantes misioneros, exploradores, que comenzaron una carrera por el poder, denominada “la lucha por África”. En 1874, en Sudán, uno de los territorios más pobres del mundo, sin carreteras ni comercio, surge un líder, El Mahdi, el esperado. Se levanta contra los corruptos gobernantes ingleses provocando un levantamiento popular. Glandstone envía al general Gordon, que se queda asustado con las barbaridades que se están cometiendo en Sudán: hombres mujeres y niños son vendidos como esclavos;las mujeres para los areñes y los hombres son castrados y vendidos como eurucos. Gordon intenta evitar la guerra y al final es asediado por el mahdi en Jartum, abandonado por los ingleses a su suerte, pierde la ciudad. En 1865, Gran Bretaña quiere todos los derechos sobre el canal de Suez, con lo cual Disraeli pide al barón de Rochaer dinero para comprárselo a El Querif. Glandstone se oponía ya que decía que esta acción arrastraría a Inglaterra a un mayor compromiso imperial, como así fue, involucrando a este país en toda la sucia política de Oriente Medio. De esta manera se fue construyendo el gran imperio victoriano, que duraría hasta 1902 y que convertiría a Gran Bretaña en una potencia mundial fuerte y poderosa en ese momento y durante todo el siglo xx. Hoy sigue siendo una nación con fuerte poder político y económico que guarda pequeñas reminiscencias de aquel imperio y toma decisiones como el Brexit, situación que ha hecho temblar a la Unión Europea. Alba Hernández Ramos

LOS GRANDES IMPERIOS DEL SIGLO XIX En el siglo XIX aparece un nuevo tipo de imperio, el imperio colonial. Muchos gobernantes se autodenominaban emperadores porque tenían un gran número de colonias dependientes de su nación, las que constituían sus imperios. La acción del imperialismo se dirige hacia dos frentes: la adquisición de colonias y la obtención de riquezas. El más amplio y poderoso imperio colonial fue el británico, formado durante el reinado de Victoria. Se construyó sobre dos ideas diferentes: las llevadas a cabo bajo el pensamiento del rey Alberto, también compartidas por Livingstone y Glandstone, que consideraban que era necesario civilizar los pueblos mediante el progreso, el comercio, la educación y las mejoras que pudieran producirse en su vida. Ellos abogaban por no usar sometimiento físico y actos bélicos. Por otro lado está la construcción del imperio que la reina instauró tras la muerte del Alberto, y que fue representada por Disraeli: ellos afirmaron un dominio por la fuerza, que ratificara el poder del más grande de los imperios existentes en ese momento, anexionando territorios por la imposición de las armas y llevando a Gran Bretaña a ser, casi, la dueña del mundo. El modo en que ejercieron el poder sobre sus colonias fue amigable al principio, duro e injusto después. Así se ocasionó la reacción de las colonias que provocaron numerosos conflictos para intentar escapar de la esclavitud a la que se vieron sometidos por la metrópoli. El imperio británico se extendió por todos los continentes, con las siguientes colonias: En Asia la India fue sin duda el dominio más importante. Estaba explotada y administrada por la Compañía de las Indias Orientales y de ella se obtenían múltiples materias primas. La construcción del canal del Suez agilizó de manera notable las relaciones con la metrópoli. Gran Bretaña creó en torno a ella una serie de "estados tapón", como Pakistán o Afganistán, con el fin de protegerla de otras naciones europeas y sus intereses imperialistas. Gran Bretaña comienza el gobierno directo sobre la India tras la sublevación de los cipayos, siendo la "joya de la corona" para la reina Victoria. Otras puntos estratégicos en Asia fueron Malasia, Singapur y Sri Lanka, por su situación marítima. Myanmar, que había constituido un protectorado semiindependiente fue anexionada en 1885, lo que supuso la creación de una vía terrestre hacia China. En China, Inglaterra consiguió mayor poder tras el tratado de Nankín (1842) que puso fin a la guerra del Opio. A partir de entonces China se vio obligada a ceder Hong Kong, devuelto en 1997, y a abrir cinco puertos costeros al comercio exterior. Ello dio paso a los llamados Tratados desiguales que no sólo permitieron el dominio a los británicos en los asuntos chinos, sino también las de otras potencias como Francia y Estados Unidos. En Asia también colonizará Pakistán, Nepal, Bután y Bangladesh En el Mediterráneo controlará, una vez abierto el Canal de Suez, Suez, Chipre, Gibraltar, Malta y Egipto. En África avanzó desde Ciudad del Cabo hasta Sudán, dominando hasta Egipto en una línea de norte a sur. Libraron la batalla de Fachoda contra los franceses, logrando el dominio de la zona. Cecil Rhodes se anexionó los territorios que llevan su nombre Rhodesia, hoy repartidos entre Zimbabwe y Zambia. Inglaterra mantiene conflictos con los boers y con los zulúes resolviéndose ambos a su favor. Continúo su expansión por Nigeria, Somalia, Kenia, Uganda, Gambia y Sierra Leona. En el control del valle del Nilo también le ganó la batalla a Francia, abasteciéndose así de materias primas como algodón y protegiendo sus rutas hacia la India. En Oceanía establecieron colonias de poblamiento en Nueva Zelanda, marginando a la población maorí y provocando casi su desaparición; Australia fue el lugar al que enviaban a los presos y delincuentes ingleses, estos fueron crueles con los aborígenes. En América contaron con el dominio de Canadá, Belice, Malvinas, Honduras, Jamaica y Guayana. Las formas de dominio fueron las colonias de explotación como la India, las de poblamiento como Nueva Zelanda, dominios como Canadá, protectorado como Egipto o concesiones como los puertos Chinos. Cada uno tenía un régimen y un modo específico de poder de la metrópoli sobre ellos. El segundo imperio europeo, el más poderoso y fuerte después de Gran Bretaña, fue Francia. El imperio francés se construyó apoyado en las ideas de Jules Ferry : "Las razas superiores tienen el deber de civilizar a las razas inferiores. ¿Y existe alguien que pueda negar que hay más justicia, más orden material y moral en el África del Norte desde que Francia ha hecho su conquista?" (discurso en París en 1885.) Francia es la otra potencia que consiguió formar un Imperio colonial de importancia mundial. Sus bases eran más precarias que las del Imperio Británico. Los franceses tenían menos tendencia a emigrar. Ninguna de sus colonias ofrecía una importancia económica semejante a la de Canadá, Australia o la India. La expansión francesa se orienta, en primer lugar, al control del África mediterránea; Argelia es la zona de colonización a la que emigran las familias francesas y es dominada mediante una forma de gobierno propia de los franceses, el área metropolitana, en la que la colonia era una prolongación de la metrópoli y sus habitantes participaban en el gobierno de la nación. Los franceses son los que promueven la construcción del canal de Suez, aportando el capital y el proyecto del ingeniero Fernando de Lesseps. Aparte del espacio mediterráneo y las posesiones africanas, los franceses se establecieron en el Sudeste asiático: una colonia en el delta del Mekong, Cochinchina, y un protectorado en un reino vecino, Camboya. Hasta 1870 Francia no tenía una política colonial de amplias perspectivas. Una crisis económica, provocada por la derrota en la guerra contra Prusia, empuja a los gobiernos a procurar la recuperación del país con la explotación de colonias. Jules Ferry es no sólo el político imperialista por excelencia sino también uno de los mejores teóricos del colonialismo. La colonización de Argelia, el protectorado sobre Túnez, Marruecos y la colonización de parte del Sahara, parte del Congo, parte de Sudán, Senegal, Gabón, Mauritania y Chad, hicieron que el norte de África fuera del dominio francés. Mientras Inglaterra pretendía el dominio de norte a sur, Francia lo buscaba desde el oeste hasta el este, hecho que provocó el incidente de Fachoda. A partir de 1873 los franceses, partiendo de Cochinchina, ocupan Vietnam y Laos. Con todos los territorios ocupados se forma la Unión Indochina. En los deltas se expansionan los arrozales, la población crece rápidamente. Francia obtiene carbón, estaño y zinc disponiendo además de grandes cantidades de arroz indochino.En América dominaban la Guayana francesa y en Oceanía, Nueva Caledonia. La isla de Madagascar es el prototipo de colonización sin destrucción con una ocupación lenta y progresiva, funda escuelas, impulsa el comercio y los transportes portuarios y ferroviarios. En menor escala que Inglaterra, Francia entra en el siglo XX con un Imperio que supone el control de algunas líneas comerciales y la abundancia de materias primas y alimentos.Las formas de dominio utilizadas son el protectorado en Túnez y Marruecos, las colonias y el área metropolitana en Argelia. Dos países extraeuropeos, hoy potencias mundiales importantes, también participaron en las expansiones imperialistas del siglo XIX: EEUU y Japón. El imperialismo de Estados Unidos tiene una filosofía diferente: muchos norteamericanos se opusieron a tener colonias fuera de su país pues sostenían que su república existía gracias a la rebelión con la potencia imperial, ejercida sobre ellos por los ingleses. En ningún caso querían ser como ellos. La Constitución no preveía la existencia de colonias, sino de territorios que, a largo plazo, podían convertirse en estados de pleno derecho de la Unión. Consideraban que esto no podría lograrse con terrenos que estuvieran muy lejos. Estas opiniones hicieron que la mayor parte de las colonizaciones de este país se realizaran en su territorio, anexionándose los estados del oeste. Primero compraron Louisiana a los franceses, en 1803, bajo el imperio de Napoleón Bonaparte. En 1809 compran Florida a España. Después siguieron conquistando nuevos territorios, poblándolos de colonos blancos y conquistándolos, a veces, en circunstancias imperialistas, como ocurrió con los amerindios del oeste, exterminados y confinados a vivir en reservas. Además EEUU quitó por la fuerza territorio a México: se encontró oro en California y EEUU se interesa por esos terrenos. A pesar de que las leyes mexicanas prohibían la inmigración, los estadounidenses no los respetaron y llegaron en masa (Quizá fuera necesario recordarle a Trump esta parte de la historia). Al final se inicia una guerra y México pierde la mitad de sus territorios. EEUU se anexiona los estados actuales de Texas, Arizona, Nuevo México, California, Nevada, Utab y una parte de Wyoming. Además entró en guerra con Gran Bretaña por el dominio de Canadá. Los norteamericanos se sintieron obligados a cumplir un "destino manifiesto", por ello no les pareció una conquista sino una expansión natural. Como había dicho el presidente Monroe en 1823 "América para los americanos", ellos tenían que proteger y dominar el continente, nada de extranjeros. Los europeos no entrarían a gobernar este continente. EEUU se considera un caso especial porque su imperialismo se ejerció en territorios anexos, llegando a formar un país de dimensiones continentales. Pasaron de 13 estados a 33, triplicando la población y esto les hizo creer que tenían aún más derechos sobre el continente. La compra de Alaska, en 1867 a los rusos fue la confirmación de que los EEUU podía gobernar territorios extranjeros que no limitaran con su propio país. Iniciaron su expansión hacia el sur, el Caribe y sudamérica. Ganaron la batalla contra España en su dominio de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898. Iniciaron entonces, también, sus expansión por el Pacífico donde dominaron Hawai, hicieron tratados desiguales con China y presionaron a Japón para que les abriera sus puertos comerciales. El imperialismo americano se manifestó más que con la expansión territorial, con el dominio económico de los países subdesarrollados de América. Japón experimenta un fuerte avance tecnológico e industrial en el siglo XIX. Este avance se debió a las reformas llevadas a cabo por la dinastía Meijí, entre las que señalamos el impulso de la revolución industrial, la protección de las industrias y la inversión en su modernización pero, especialmente, la construcción de un estado de derecho basado en la Constitución Meijí. Japón, además, se ve sometido a las presiones de los países occidentales como EEUU, comerciales a través de los tratados desiguales y políticas a través del dominio administrativo que querían ejercer sobre el archipiélago. Se trata de un territorio muy reducido y carente de materias primas por lo que se ve obligado a iniciar un proceso expansivo. Por esta razón mantuvo guerras con China y Rusia para anexionarse Corea, Taiwán, los archipiélagos cercanos y Manchuria. El proceso de expansión japonés nació como respuesta al imperialismo occidental, que obligó a este país a abrirse al exterior, para permitir la introducción de productos norteamericanos y consumirlos. Primero fue una idea defensiva, luego pasó a ser una idea ofensiva, es decir imperialista. Japón se había propuesto ser una potencia en Asia y no dejar que los occidentales entraran a gobernar su país y, aunque no logro conquistar muchos territorios, consiguió sus dos objetivos. Como conclusión puedo decir que hoy, el mundo, está organizado de acuerdo con las decisiones tomadas durante el imperialismo y que, muchos de los problemas, los males y posiblemente los aciertos que hoy tenemos en la estructura política y social de los países, se generaron en esta época. Alba Hernández Ramos

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