Estudiar fuera de tu país es una experiencia única que todo universitario debería realizar. No solo te hace crecer como persona, sino que también aporta numerosas ventajas a nivel académico, desde el dominio de lenguas a la mejora de conocimientos especializados y contactos personales. Dejarse llevar solo por los aspectos ociosos de una ciudad a la hora de elegir destino es muy tentador, pero no demasiado provechoso. Para ayudarte a sacar el mayor rendimiento académico a la experiencia, Uniplaces, el portal online para la reserva de alojamiento para estudiantes, recomienda seguir estos cinco consejos:
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1. Elige bien el destino
Con tantos destinos atractivos donde elegir, la tentación de vivir un año en un lugar de playa o extremadamente barato y remoto es grande. Sin embargo, no hay que dejarse llevar por las emociones y pensar bien qué destino te conviene mejor. Haz una lista de las universidades con más prestigio en tu campo de estudios, qué idioma te interesa aprender o mejorar y qué ciudades ofrecen mayores oportunidades fuera del aula para añadir puntos a tu currículo.
2. Estudia en grupo
Te invitarán a tantas cosas que no siempre te resultará fácil decir «no» y ponerte a estudiar para un examen o hacer un trabajo. Estudiar fuera de tu país en grupo es una buena solución, ya que todos estáis en la misma situación y podéis compartir dudas, preocupaciones e ideas, además de motivaros unos a otros y aprender cosas nuevas. Para que todo no sea solamente estudiar podéis jugar con pequeñas recompensas y hacer algo divertido después de vuestra sesión de estudio.
3. Escoge asignaturas y créditos con cabeza
Quizá pienses que coger pocos créditos durante el año en el extranjero es buena idea, ya que te permitirá tener más tiempo libre que dedicar a otras cosas, pero es una trampa. Tras pasar un curso demasiado relajado fuera, a la vuelta te esperará un año tan cargado de asignaturas y con tanto volumen de trabajo que te pasará factura.
Infórmate bien de si la universidad a la que quieres ir tiene asignaturas similares a las que debes cursar para estar seguro de que te las convalidarán cuando vuelvas. También conviene asegurarse de que dichas asignaturas se imparten en un idioma que hables con la fluidez suficiente como para sentirte cómodo estudiando y con la confianza suficiente para aprobar.
4. Aprende la lengua del país
Estudiar fuera de tu país es la ocasión perfecta para aprender o mejorar un idioma. Si no te sientes preparado antes de marcharte, aprovecha los cursos intensivos que muchas universidades ofrecen antes del inicio del curso académico. Procura rodearte con frecuencia de gente local, tanto en clase como en casa, y en las actividades a las que te apuntes. Haz todo lo que esté en tu mano por estar expuesto a la lengua el mayor tiempo posible y así verte obligado a hablar en todo tipo de situaciones. No hay nada mejor que una inmersión lingüística en el país para aprender un idioma, y es algo que te abrirá muchas puertas en el futuro.
5. Aprovecha todo lo que la ciudad ofrece
La Universidad de acogida será la principal fuente de conocimiento y aprendizaje durante tu estancia en el extranjero, pero no la única. Investiga a fondo el destino al que vas y apúntate a toda aquella actividad de la que puedas sacar provecho a nivel académico y profesional. Por ejemplo, si estudias fuera de tu país una carrera del ámbito artístico o creativo, exprime al máximo la agenda de exposiciones, talleres, charlas, conferencias, cursos o encuentros interesantes en museos, instituciones y asociaciones locales. Esto no solo te permitirá aprender cosas nuevas, sino también practicar el idioma y hacer contactos que te serán muy útiles.