En nuestro artículo anterior hablamos sobre la crisis de comunicación interna que están sufriendo muchas empresas y sobre la importancia de un proceso de retroalimentación; puede que algunas de las estadísticas te dejasen bastante sorprendido pero seguramente te estarás preguntando cómo puedes pasar a la acción para evitar que tu empresa sufra las consecuencias.
Por eso, hoy exploramos la creación de un bucle de retroalimentación laboral. Si es implementado correctamente, este bucle de retroalimentación laboral te ayudará a mejorar:
- La comunicación interna
- El desarrollo de los empleados
- La felicidad de los empleados
- La tasa de retención de empleados
- La productividad
- Los beneficios de tu empresa
Suena bien, ¿verdad?
Elementos Necesarios en tu Sistema de Feedback
#1 Regularidad
Un 80% de los trabajadores de hoy en día prefieren recibir feedback de manera regular en lugar de las revisiones anuales.
Asumámoslo. Las evaluaciones del desempeño anuales son cosa del pasado. Las nuevas generaciones quieren saber cómo lo están haciendo y quieren saberlo ahora. Por tanto, la fluidez debe ser la característica distintiva de tu proceso de retroalimentación.
#2 Informalidad
Además de la frecuencia, otra característica tradicionalmente asociada a los sistemas de feedback es su formalidad. El manager se sienta con el empleado y revisa su rendimiento de los últimos doce meses.
Esta revisión está con frecuencia asociada al salario, lo que hace la situación aún más tensa y sensible. En este contexto, el empleado se sitúa en una posición defensiva y no se produce un intercambio abierto ni productivo.
#3 Balance entre Comentarios Positivos y Negativos
Todo el mundo ha sufrido alguna vez en su vida el típico jefe que solo tiene palabras negativas. La sensación no es muy alentadora… Sin embargo, lo contario, los jefes que evitan la confrontación y solo ofrecen comentarios positivos, tampoco es lo ideal.
Según una encuesta llevada a cabo por Zenger and Folkman:
69% de los trabajadores dice que trabajarían más duro si sintiesen que sus esfuerzos se reconocieran mejor.
92% de los encuestados estuvo de acuerdo con la afirmación: “La retroalimentación negativa (constructiva) es eficaz para mejorar el rendimiento, si se entrega de manera apropiada”.
Recuerda, los comentarios positivos son tan importantes como los comentarios negativos constructivos. Cada uno tiene su momento.
#4 360 Grados
En muchas ocasiones, la evaluación de un empleado depende exclusivamente de la opinión de una persona, su jefe directo. La percepción no es un elemento objetivo, por lo que, el manager puede pensar que un empleado lo está haciendo peor (o mejor) de lo que la realidad muestra.
En este sentido, es importante expandir el alcance de la retroalimentación para que todas las personas que interactúan con un miembro concreto de la organización (clientes, compañeros, colaboradores, jefes…) puedan hacerle llegar sus comentarios. Esto no solo favorece la moral del empleado (al sentir que su trabajo es visto y valorado) sino que le ayuda a aprender de sus errores y a consolidar sus fortalezas.
#5 Respuesta al Feedback del Empleado
Uno de los errores más comunes que los ejecutivos de las organizaciones comenten cuando reciben retroalimentación por escrito de sus empleados es que no les responden.
El trabajador se toma su tiempo en escribir un mensaje para intentar contribuir con la organización y mejorar los procesos, lo mínimo que puedes hacer es valorar su esfuerzo.
De hecho, si quieres ir un paso más allá, no solo deberías responder al empleado sino establecer un sistema que fomente este tipo de comportamientos.
#6 Heterogéneo
Las palabras que se dicen demasiado a menudo pierden su efecto. “Gracias” es un ejemplo claro. Decimos gracias cuando compramos el pan, cuando un camarero nos sirve, cuando un extraño nos cede el paso por la calle… Si realmente queremos expresar agradecimiento sincero o elogiar un trabajo bien hecho, “Gracias” o “Buen Trabajo” quizás no sean las mejores palabras para ello.
Es recomendable, por tanto, que el feedback les llegue a los trabajadores de diferentes maneras, (según la ocasión lo requiera) para que no se convierta en un proceso monótono y siga teniendo un efecto estimulante para los trabajadores.
Uniendo las Piezas: Tu Bucle de Retroalimentación Laboral
OK, ya tenemos un conjunto de elementos imprescindibles en tu bucle de retroalimentación. El siguiente paso es integrarlos todos en el flujo de trabajo diario de la empresa para que el feedback fluya de manera natural y sin interrupciones.
Esto puede ser un reto si consideramos la estructura de la fuerza laboral moderna, con altas dosis de movilidad y flexibilidad. Problemas como un bajo rendimiento o una mala relación entre compañeros de trabajo puede hacer fracasar a un equipo remoto en su totalidad si se dejan hasta que es demasiado tarde.
Por eso, la solución ideal pasa por una herramienta alojada en la nube que permita una comunicación de intervalos cortos (microfeedback), al mismo tiempo que el aprendizaje continuo.
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Para Acabar: Un Pequeño Secreto
A lo largo de todo este artículo hemos hablado constantemente de la retroalimentación o feedback. Al descomponer esta palabra – feed (alimentar) y back (pasado) – nos damos cuenta de uno de sus problemas: su orientación hacia el pasado.
Desafortunadamente para muchos, el pasado es algo que no puede ser modificado. Por tanto, en lugar de centrarse en destacar errores pasados, es importante que todo tu bucle de retroalimentación vaya orientado a mejorar el rendimiento futuro.
Un brillante ejemplo es la start-up TINT que vio importantes beneficios al transformar su sistema de feedback en un sistema de “feedforward”.