Empecemos jugando a un pequeño juego de asociación de palabras. Cuando leas las siguientes palabras anota la primera cosa que se te venga a la cabeza: Negocios. Corporaciones. Ejecutivo. Dirección. Desarrollo. Producción.
Si lo primero en lo que has pensado está relacionado con gráficos, tendencias, reuniones, oficinas y trajes de chaqueta, no te preocupes; es lo normal. Sin embargo, en ese caso, probablemente se te haya escapado lo que une a todos esos elementos – las personas. Ya sabes… aquellas que hacen que el negocio sea algo real y no solo un concepto abstracto.
Desafortunadamente, es normal que las personas desaparezcan de la ecuación a menudo. Durante muchos años, las empresas han tratado a sus empleados como simples engranajes de una gran maquinaria. Esta mentalidad es parte del legado de la Revolución Industrial en la que el fin justifica los medios y en la que los trabajadores trabajan y la empresa, se beneficia.
Pero las cosas han cambiado radicalmente.
Los trabajadores todavía trabajan y las empresas todavía obtienen beneficios pero, ahora, las empresas también necesitan trabajar para sus empleados si realmente quieren tener éxito. Aquellas compañías que no cuidan este apartado corren el grave riesgo de quedarse atrás y convertirse en reliquias de una época pasada.
Las 3 Edades de la Dirección Empresarial
La evolución de la empresa ha ido marcando los diferentes estilos de dirección empresarial. En un artículo publicado en el Harvard Business Review, la profesora Rita Gunther McGrath destacó tres “edades” de la dirección empresarial:
- La Edad de la Ejecución: el jefe organiza recursos (por ejemplo trabajadores) para asegurar la máxima producción.
- La Edad de la Habilidad: el jefe engrasa la maquinaria empresarial (por ejemplo, los recursos humanos) con la ayuda de información e informes.
- La Edad de la Empatía: los empleados son valorados no solo por lo que hacen, sino también por lo que saben, por sus cualidades individuales y por su potencial.
Para la profesora McGrath, gran parte de las empresas acaban de entrar la Edad de la Empatía. Como consecuencia, tanto clientes como trabajadores buscan activamente organizaciones que creen experiencias significativas y personalizadas.
Para los empleados, esto significa formar parte de una empresa que los valore por sus conocimientos, empatice con sus necesidades y los trate como individuos únicos considerando sus objetivos y potencial.
Ejecución vs Empatía: Dos Casos de Estudio
La transición hacia la Edad de la Empatía está todavía lejos de completarse.
Caso de Estudio: Sport Direct
La empresa británica saltó recientemente a la luz pública por su pésima gestión de recursos humanos. Horas extra sin pagar, salarios por debajo del mínimo legal, productividad por los suelos y nula flexibilidad eran algunas de las características de la mayor empresa minorista de artículos deportivos en el Reino Unido… ¡toda una joya!
Este caso nos recuerda a la bautizada como “Edad de la Ejecución” pero con una diferencia: la empresa no obtiene beneficios.
De hecho, las acciones de Sport Direct perdieron la mitad de su valor en los primeros meses de 2016 debido a la mala publicidad y las continuas investigaciones. Peor aún, la empresa ha comenzado a perder su activo más valioso – sus empleados – alcanzando hasta un 22% en la rotación de empleados.
Caso Estudio: Campbell Soup
Si la historia anterior es un claro ejemplo de resistencia a la Edad de la Empatía, el caso de la empresa Campbell Soup es todo lo contrario.
En el año 2001, las ventas de la empresa se redujeron hasta el punto en el que su venta parecía inminente. Una encuesta interna realizada en ese año puso de manifiesto que los niveles de compromiso de los empleados eran extraordinariamente bajos. Las cosas pintaban mal por lo que Campbell decidió centrar la atención en sus empleados y su desarrollo profesional, creando procesos de retroalimentación continuos, promocionando a empleados internamente y desarrollando una cultura centrada en el bienestar del trabajador.
Ocho años después, la situación dio un giro de 180 grados. Los empleados tenían niveles de satisfacción altos, el beneficio incrementó en un 32% y el ROI de los inversores creció en un 30%. En una industria en la que la estabilidad es lo habitual, estos números convirtieron a Campbell Soup en una de las empresas líderes de la industria alimentaria.
De los ejemplos anteriores se desprende que el modelo organizacional vertical se está quedando obsoleto. Las empresas que son lentas en adaptarse al entorno empresarial cambiante tienen altas probabilidades de encontrarse con problemas a la hora de retener a sus empleados clave. Además, dadas las expectativas de la nueva generación de trabajadores, las cosas probablemente solo hagan empeorar para este tipo de empresas.
¿Qué es la Capacitación Laboral y Por Qué es Importante?
Para entender lo que la capacitación de los empleados significa primero debemos entender a los propios empleados.
Esto implica cambiar el punto de vista para así ver a tus empleados como una parte esencial del producto o servicio que tu empresa ofrece – ellos ayudan a desarrollar, promocionarlo, mejorarlo y entregárselo a los clientes.
En este contexto, la capacitación significa proporcionar a los empleados todo lo que necesitan para permitirles realizar estas actividades utilizando su máximo potencial.
Por supuesto, proporcionarles “todo lo que necesitan” supone adaptarse constantemente a sus necesidades. Mucho se ha hablado de las necesidades de los millennials que se están incorporando ahora al mercado laboral. Futbolines, salas para dormir, comida y bebida gratuita son las “necesidades” que salen en los medios y llaman la atención pero, antes que todo eso, debemos considerar los elementos que realmente permiten aumentar la productividad de esta nueva generación de trabajadores:
- Flexibilidad
- Objetivos claros
- Una cultura de trabajo colaborativa e integrada
- Sensación de autonomía
- Aprendizaje continuo y desarrollo profesional
Estas necesidades representan un reto para los estilos de liderazgo tradicionales. Sin embargo, los beneficios de adaptarse a esta nueva realidad superan con creces los costes totales.
Así, la capacitación de los empleados es esencial para aquellas empresas que buscan atraer y retener los mejores talentos:
Capacitación >> Mayor interacción en el trabajo >> Retención de Talento >> Mejora en la Productividad >> Aumento de los beneficios
Capacitando a través de la Empatía
Seamos honestos – la tecnología ha impactado drásticamente el balance entre el trabajo y la vida privada. Ahora, miramos emails del trabajo en casa y nos metemos en Facebook en el trabajo. No lo niegues, las estadísticas no mienten.
Sin embargo, la difuminación de estas líneas no tiene por qué ser negativa. Parte de las implicaciones de una adecuada capacitación laboral es ver a los trabajadores como personas con distintas características, intereses, hábitos, miedos, aspiraciones y habilidades.
Veamos algunas ideas prácticas para capacitar a nuestros empleados con todos estos principios en mente.
Da Más Control a tus Empleados
Como ya hemos mencionado, los empleados aumentan su implicación cuando tienen cierta flexibilidad para trabajar.
Para muchas empresas modernas, la autonomía de los empleados forma parte de su propia identidad dado el creciente número de trabajadores internacionales, remotos y la mezcla de trabajadores a tiempo completo y a tiempo parcial.
Ofrecerles a los trabajadores las herramientas y la libertad para controlar su propio flujo de trabajo puede parecer contra-productivo si piensas de manera tradicional pero no se trata de perder el control sino de tener fe en la autonomía. Los jóvenes no quieren tener jefes sino mentores.
Facilita el Desarrollo Profesional
Esta sensación de autonomía y autodirección también se extiende al desarrollo profesional.
El empleado moderno tiene acceso ininterrumpido a un mundo de conocimiento. ¿Por qué bloquear este flujo de información cuando entramos en la oficina?
Contando con la oportunidad y los medios adecuados, la gran mayoría de los empleados sería capaz de identificar sus propias debilidades y trabajar en su solución.
Por tanto, fomentar que los empleados tomen el control de su propio desarrollo es como decirles “confío en tu ética de trabajo, confío en tu capacidad y confío en tus métodos para obtener los mejores resultados”. Así es como debería sonar cualquier trainer o capacitador que quiera obtener lo máximo de su equipo.
Crea un Ciclo de Retroalimentación
Una de las mejores maneras en las que puedes mejorar el aprendizaje de tus empleados es ofreciéndoles retroalimentación constante.
Esta retroalimentación no tiene por qué traducirse en largas reuniones o evaluaciones del desempeño. Los empleados que se encuentran implicados siempre tienen interés en saber cómo lo están haciendo y qué pueden hacer para mejorar sus resultados, por lo que el uso de indicadores y el flujo constante de información y comentarios es, en muchas ocasiones, más que suficiente para mantener altos niveles de interacción.
Crea un Entorno Colaborativo
La implicación depende tanto de los propios empleados como de los directivos. Una cultura empresarial que fomente activamente la capacitación de sus empleados tiene mucha más probabilidades de generar entusiasmo.
En toda organización suelen existir empleados activos. Estos empleados siempre están dispuestos a conectar con otros, a compartir sus ideas y a recibir información, asesoramiento y apoyo de los demás. Facilitar este tipo de comportamientos es la forma más efectiva para que este entusiasmo se expanda y, como consecuencia, la innovación crezca de forma orgánica.
Si buscamos maximizar la conexión, colaboración y el intercambio abierto de conocimiento, es esencial que tengamos las herramientas adecuadas para ello. ¡Quizás una sola herramienta puede ser suficiente!
Fomenta la Comunicación Abierta
La comunicación, al igual que la retroalimentación, es un elemento vital de la capacitación laboral.
Asegúrate de que tienes un canal de comunicación abierto para trasmitir claramente la misión y los valores de tu empresa, además de cualquier noticia importante. Esto permite que los empleados también se impliquen en la conversación y aporten sus propias ideas. Esto se conoce como “entorno de escucha”, en el que todas las sugerencias y propuestas son escuchadas.
En la Edad de la Empatía, las empresas deben demostrar un fuerte compromiso hacia sus empleados si quieren esperar lo mismo a cambio. Después de todo, la inversión más importante de tu empresa es la dedicada a las personas que trabajan en ella.
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