Citando la famosa frase de Anne M. Mulcahy – CEO de la multinacional Xerox – “Los recursos humanos son el mayor activo de una empresa; su gran ventaja competitiva”.
Entender las diferentes fases por las que un empleado atraviesa dentro de la empresa – es decir, el ciclo de vida del empleado – y optimizar cada una de ellas es, por tanto, esencial para el crecimiento de tu negocio.
Desde la perspectiva de un departamento de Recursos Humanos, las 4 fases del ciclo de vida del empleado son:
- Selección
- Inducción / Integración
- Desarrollo
- Desvinculación
En la mayoría de los casos, gran parte de la acción, es decir, cuando el empleado se encuentra operando a pleno rendimiento, ocurre en la fase de desarrollo.
Esto es debido a que, en esta fase, el empleado se encuentra motivado y, además, ya se ha familiarizado con los procedimientos de la empresa, lo que le permite explotar sus habilidades y desarrollar su potencial.
Nuestro objetivo como responsables de recursos humanos es, por tanto, alargar esta fase lo máximo posible para evitar que los niveles de motivación decaigan y que el empleado pierda productividad y empiece a plantearse pasar a la fase de desvinculación.
Pero dejando a un lado la productividad, si es que eso es posible en el mundo empresarial, existen muchas otras razones por las que debemos mantener a nuestros empleados clave en la fase de desarrollo durante el máximo tiempo posible. Aquí tienes dos que no podrás pasar por alto:
- Reemplazar a un empleado importante de tu organización te costará – según su experiencia – entre un 30 y un 400% del salario anual de dicho empleado (Artículo relacionado: El Verdadero Coste de NO Tener Estrategia de Retención de Talento).
- Es muy probable que los empleados que abandonan tu empresa, acaben en uno de tus competidores, llevándose consigo todos los “secretos” de tu empresa. Según un artículo del experto en Recursos Humanos Bill Leonard en HR Magazine: “los empresarios saben que los candidatos más aptos vendrán directamente de sus competidores, por lo que el reclutamiento y la contratación de empleados que provienen de competidores directos se convierte en una gran arma en mercados de alta competencia. Esta práctica es probablemente tan antigua como la propia empresa pero lo que es nuevo, y un tema muy candente, son las formas de atraer y retener a los candidatos cualificados en un mercado laboral altamente competitivo y, al mismo tiempo, impedir su marcha a la competencia”.
No es de extrañar, por tanto, que un 63% de los empresarios listan la retención de empleados como una “Top Priority” (datos provenientes del Payscale Compesation Best Practice Report 2015). Hace 5 años, solo un 20% lo hacía…
Prolongando el Ciclo de Vida del Empleado
Para prolongar el ciclo de vida del empleado en general, y la fase de desarrollo en particular, es necesario establecer un programa adecuado de capacitación y gestión del talento, lo que, en muchas ocasiones, conduce al error que mencionábamos en el título de este artículo.
Aquí va el secreto: El error es pensar que la capacitación es un evento puntual.
Cuando estaba en el instituto solía ir a clase de piano y estudiar teoría musical. No era Ludwig van Beethoven pero sí destacaba entre mis compañeros. Sin embargo, pensar que ahora, después de diez años sin practicar absolutamente nada, sigo siendo un buen pianista sería mentirme a mí mismo.
De la misma forma, también sería mentira afirmar que alcancé mi máximo potencial tocando el piano antes de los 20 años; de haber seguido practicando y yendo a clases, hoy sería un pianista mucho mejor que entonces.
Esta misma realidad se aplica a la formación en la empresa. El aprendizaje no debería ser tratado como un curso o conferencia al que acudimos una vez y nos olvidamos sino como un proceso continuado.
Al entender lo anterior, es decir, al diseñar un programa de capacitación continuo en el que el personal de tu organización aprenda, interactúe y reciba retroalimentación a diario, lograrás mantener los niveles de motivación altos, lo que te llevará a optimizar el ciclo de vida de tus empleados y a mejorar la retención del talento, manteniéndote así por delante de tus competidores.
Ahora que sabes nuestro secreto, ¡no esperes más! ¡Ponte manos a la obra!
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