Sócrates, nacido en Atenas alrededor del 470 a.C., es una figura central en la historia de la filosofía y es ampliamente conocido por ser el fundador del método socrático. Era un filósofo, maestro y pensador crítico que no dejó detrás de él ninguna obra escrita, pero cuya influencia perdura en gran medida a través de los escritos de sus discípulos, especialmente Platón. Su enfoque pedagógico, centrado en preguntas abiertas y diálogo, ha resistido el paso del tiempo. En este artículo, nos aventuraremos a explorar los orígenes del método socrático, sus elementos fundamentales y su aplicabilidad en la educación actual.
Orígenes del Método Socrático
El método socrático se originó a través de las interacciones de Sócrates con sus contemporáneos en Atenas. Sócrates creía que el conocimiento no podía ser transmitido de manera pasiva, sino que debía ser descubierto activamente por cada individuo. En lugar de proporcionar respuestas definitivas, Sócrates empleaba un enfoque basado en el diálogo y la reflexión profunda.
Sócrates solía interactuar con una amplia variedad de personas en Atenas, desde jóvenes a ancianos, ricos a pobres. No restringía su método a ningún grupo particular. Su técnica más conocida consistía en hacer preguntas abiertas a sus interlocutores, desafiando sus creencias y conocimientos previos. Estas preguntas no solo buscaban respuestas directas, sino que estimulaban la autorreflexión y el pensamiento crítico en los individuos.
Sócrates no se consideraba a sí mismo como un maestro en el sentido tradicional, sino más bien como un “partero” del conocimiento, ayudando a las personas a dar a luz a sus propias ideas y verdades a través de un proceso de autoexamen y diálogo constante.
Elementos del Método Socrático
El método socrático es un enfoque de enseñanza y aprendizaje que se basa en una serie de elementos esenciales:
- Preguntas Abiertas: El corazón del método socrático son las preguntas abiertas. Sócrates solía plantear preguntas que no tenían respuestas simples y que requerían reflexión profunda. Estas preguntas no buscaban respuestas sí o no, sino que estimulaban el pensamiento crítico y el razonamiento.
- Diálogo Socrático: Sócrates fomentaba el diálogo activo y el debate. Él no proporcionaba respuestas directas, en cambio, guiaba a sus interlocutores a través de una serie de preguntas y respuestas que los llevaban a cuestionar sus propias creencias y conocimientos.
- Ironía Socrática: Sócrates a menudo asumía una postura de ignorancia, lo que se conoce como “ironía socrática”. A través de esta ironía, hacía que sus interlocutores se cuestionaran a sí mismos y, en última instancia, reconocieran sus propias limitaciones en su conocimiento.
- Mayéutica: Sócrates se comparaba a sí mismo como una “partera del conocimiento”. La mayéutica era la idea de que, al hacer preguntas y fomentar el diálogo, ayudaba a las personas a dar a luz a sus propias ideas y verdades, en lugar de simplemente imponer conocimiento.
Pasos del Método Socrático
Aunque no existe una estructura rígida de pasos en el método socrático, suele seguir un proceso general:
- Planteamiento de una Pregunta Inicial: El proceso comienza con una pregunta abierta sobre un tema en particular, a menudo relacionada con valores, ética o conocimiento.
- Respuesta del Interlocutor: El interlocutor responde a la pregunta inicial con su propia perspectiva.
- Diálogo y Preguntas Siguientes: Sócrates continúa el diálogo planteando preguntas adicionales basadas en las respuestas del interlocutor. Estas preguntas buscan explorar más a fondo las creencias y la lógica detrás de las afirmaciones del interlocutor.
- Autorreflexión: A medida que el diálogo avanza, el interlocutor a menudo se da cuenta de inconsistencias o limitaciones en su propio razonamiento y conocimiento.
- Llegada a una Conclusión: A través del diálogo, el interlocutor llega a una conclusión o comprensión más profunda sobre el tema, a menudo diferente de su punto de partida.
Sócrates utilizando el método
En “La Apología de Sócrates” de Platón, Sócrates se enfrenta a acusaciones de corromper a la juventud y negar a los dioses de la ciudad, utiliza el método socrático para interrogar a sus acusadores y defender su postura. A través de un proceso de diálogo y preguntas abiertas, Sócrates lleva a sus interlocutores a cuestionar sus acusaciones y, en última instancia, no logran probar su culpabilidad.
“Una vez más, hay que examinar la cuestión de si no vale más la pena ser injustamente condenado que ser injustamente absuelto. Por lo tanto, te diré cuál es el arte de hacer una vida feliz. La vida no examinada no vale la pena vivirla. Ahora, examinarla es el trabajo que ha de hacer un hombre. Hasta cierto punto, examiné la mía, y me dirigí, tal como me parece, con los mejores resultados; mas no os puedo afirmar que se pueda conseguir hacerla feliz si uno no se la ha examinado. Pues, la desgracia recae sobre el hombre no solo con el hecho de no ser absuelto por el tribunal, sino con el de no ser absuelto por sí mismo, teniendo la sensación de ser injusto.” (“Apología de Sócrates” – Platón)
Este pasaje destaca la creencia de Sócrates en la importancia del autoexamen y la autorreflexión como una parte fundamental de una vida significativa. Sócrates argumenta que, incluso si es condenado injustamente por el tribunal, su vida sigue teniendo valor porque ha llevado a cabo un examen continuo de su propia existencia y ha buscado la verdad y la sabiduría.
Aplicación del Método Socrático en la Educación
El método socrático ha demostrado ser especialmente eficaz en la educación contemporánea, ya que fomenta la participación activa de los estudiantes y les permite tomar el control de su propio proceso de aprendizaje. Aquí hay algunas formas en que se puede aplicar en el aula:
- Diálogo Socrático: Los maestros pueden utilizar el diálogo socrático para plantear preguntas abiertas que promuevan la discusión y el debate en el aula. Un tema de actualidad, en el cual se ponderen diferentes valores, puede ser un excelente disparador. Esto ayudará a los estudiantes a analizar conceptos y a desarrollar habilidades de pensamiento crítico. Pueden crear Tests para formular preguntas que estimulen el pensamiento crítico y la discusión.
- Autoevaluación: Fomentar la autorreflexión y la autoevaluación en los estudiantes es esencial. Los estudiantes pueden hacerse preguntas a sí mismos sobre lo que han aprendido y cómo lo han aprendido, lo que promueve una mayor conciencia de su proceso de aprendizaje. Los estudiantes pueden utilizar los Apuntes de GoConqr para tomar notas durante las clases y elaborar sus propias ideas y preguntas. Esto facilita el proceso de autorreflexión y el diálogo socrático, ya que los estudiantes pueden compartir sus notas con sus compañeros y maestros.
- Metodologías Activas: Las metodologías activas, como el aprendizaje basado en problemas, se alinean bien con el método socrático. Estas metodologías permiten a los estudiantes abordar problemas de manera crítica, compartir y buscar soluciones a través del razonamiento, compartir estas soluciones, escuchar los diferentes abordajes de sus compañeros, aceptando que existen otras perspectivas y desafiándose en la elaboración argumentativa.
Conclusión
El método socrático sigue siendo una herramienta valiosa en la educación debido a su capacidad para desarrollar habilidades de pensamiento crítico y fomentar el diálogo y la discusión en el aula.
En lugar de simplemente transmitir información, los profesores que utilizan el método socrático hacen preguntas y desafían a los estudiantes a pensar en profundidad sobre un tema determinado. Esto les ayuda a desarrollar habilidades analíticas y de resolución de problemas, y a aprender a cuestionar las suposiciones y a considerar diferentes perspectivas.
Los estudiantes tienen la oportunidad de hablar y expresar sus ideas, lo que les ayuda a desarrollar habilidades de comunicación y a aprender a escuchar y respetar las opiniones de los demás. El diálogo también puede ayudar a crear un ambiente de aprendizaje más interactivo y colaborativo.
En un mundo de desafíos, conflictos y cambios constantes, el método socrático no solo es útil como guía en la búsqueda de la comprensión, sino que también es un ejercicio del diálogo, herramienta indispensable en la construcción de una sociedad tolerante y diversa.