Estaba de transbordo en transbordo, siempre de aeropuerto en aeropuerto, todos viajes muy placenteros y en todos ellos iba con mi Papá, al principio él sólo me miraba, sentía su presencia, pero después me acompañó físicamente. Me dejó la impresión de sus ansias de haber querido viajar más juntos, tal como los hicimos la última vez al sur de Chile, a Lonquimay, ?. Fue realmente reconfortante tenerlo tan cerca y sentirlo tan contento, que irradiaba juventud y felicidad.