La [blank_start]escritura[blank_end] surgió a partir de la necesidad de dejar constancia de hechos, tanto históricos, como los faraones o los dioses; como excedentes agrarios o registros arquitectónicos. Se puede decir que la [blank_start]escritura[blank_end] surgió de la [blank_start]prosperidad[blank_end] general que estaba experimentando Egipto y Mesopotamia.
No todo el mundo sabía leer y escribir, de hecho, esto se consideraba un trabajo: [blank_start]escribas[blank_end].
La sociedad se dividía en clases, encontrándose los escribas en un lugar privilegiado debajo del faraón, la nobleza, sacerdotes y altos funcionarios; y los soldados, y por encima de los comerciantes y mercaderes, artesanos, campesinos y, por último, [blank_start]esclavos[blank_end].