Un obstáculo fijo que no excede de 50 cm de altura.
Un obstáculo móvil que no excede de 50 cm de altura.
Un obstáculo fijo o móvil que no excede de 50 cm de altura.
Pregunta 2
Pregunta
Para mantener el equilibrio durante un salto no debemos:
Respuesta
Mantener nuestras articulaciones sueltas.
Mirar al obstáculo para cerciorarme de la distancia.
Adelantar el tronco mientras mantenemos las riendas ajustadas.
Pregunta 3
Pregunta
Cuando realizamos una salida al campo, debemos:
Respuesta
Mantenernos siempre bien sentados en la montura, sin importar el aire o circunstancia.
Cuando vayamos a trote, será levantado y el galope siempre será sentado.
Cuando vayamos a trote será levantado y el galope en suspensión cuando sea pertinente.
Pregunta 4
Pregunta
Cuando encontramos un terreno resbaladizo o blando debemos:
Respuesta
Colocarnos en suspensión.
Ajustar las riendas para que el caballo no se altere.
Alargar las riendas para que el caballo pueda moverse libremente.
Pregunta 5
Pregunta
Durante los ascensos pronunciados nuestro cuerpo debe ir perfectamente encajado en la montura.
Respuesta
True
False
Pregunta 6
Pregunta
Durante los descensos debemos darle libertad al caballo para que los realice en el aire en el que se encuentre más cómodo.
Respuesta
True
False
Pregunta 7
Pregunta
Cuando nos disponemos a aproximarnos a un cavaletti debemos:
Respuesta
Mantener el aire en el que nos encontramos.
Realizar una transición ascendente para que el caballo no rehuse el obstáculo.
Realizar una transición descendente para controlar la situación.
Pregunta 8
Pregunta
Cuando llegando al cavaletti el caballo se acelera:
Respuesta
Debemos permitírselo y no interrumpirlo.
No debemos permitírselo bajo ninguna circunstancia.
Debemos abandonar el intento y probar de nuevo el ejercicio.
Pregunta 9
Pregunta
Cuando nos encontramos ante ascensos o descensos verdaderamente exigentes para el caballo, jamás debemos bajarnos. Siempre utilizaremos los recursos de suspensión y asiento.
Respuesta
True
False
Pregunta 10
Pregunta
Durante salidas por el campo, no debo soltar las riendas excepto en ocasiones puntuales en las que el caballo esté muy tranquilo y necesite ambas manos para, por ejemplo, ponerme la chaqueta.