Tema 6. La época del Imperialismo Público

Tema 6. La época del Imperialismo

Ramón Sobrino Cortizo
Curso por Ramón Sobrino Cortizo, actualizado hace más de 1 año Colaboradores

Descripción

Basado en el Tema 6 del libro de texto de Vicens Vives digital por medio de la plataforma de Edubook

Información de los módulos

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Contexto

Apartado 1. ¿Por qué se produjo la expansión imperialista?   La expansión imperialista se produjo a finales del s. XIX y a principios del s. XX a partir de los siguientes factores: La búsqueda de acceso a nuevos mercados por parte de los países europeos, que querían acceder a nuevos mercados buscando tanto nuevas materias primas y elaboradas y el deseo de invertir fuera de Europa. Un aumento demográfico que estimuló la emigración de los europeos hacia otros continentes, hacia las colonias. La estimulación de la rivalidad política gracias a la carrera por controlar nuevos territorios. Diversos factores ideológicos, como el racismo, la superioridad de una raza sobre otra, o el nacionalismo por parte de algunas colonias.
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Contexto

Apartado 2. El triunfo del capitalismo industrial.      A finales del s. XIX, el mundo entró en una nueva fase del proceso de industrialización. Es la llamada Segunda Revolución Industrial. Europa Occidental y Estados Unidos se convirtieron en economías industrializadas.   La Segunda Revolución Industrial (1880-1914).     A finales del s. XIX aparecen nuevas fuentes de energía. Con la invención de la dinamo industrial se pudo producir electricidad en centrales hidroeléctricas, mientras el alternador y el transformador permitieron transportar esa electricidad. La corriente eléctrica tuvo múltiples aplicaciones como: En la industria. En los transportes. En los sistemas de comunicación. En el ocio. En la iluminación.       Con la creación del motor de explosión se pudo emplear el petróleo que se había comenzado a extraer en Estados Unidos a mediados del s. XIX, permitiendo la creación del automóvil, el medio de transporte fundamental en el s. XX.       A nivel industrial, las industrias tradicionales se siguieron desarrollando y surgieron, a la vez, nuevas industrias como: La industria química, que se dedica a la creación de tintes y de medicinas. La industria metalúrgica del aluminio. La industria automovilística, que se dedica a la creación de automóviles. La industria aeronáutica. Un gran aumento de la producción de bienes corrientes, como los muebles o los aparatos para el hogar.       El enorme salto tecnológico de finales del s. XIX se debió a la unión entre la investigación científica y la industria, creando laboratorios financiados por empresas industriales, el Estado o por diversas fundaciones.       Se revolucionó la vida cotidiana gracias a la aplicación de estos descubrimientos científicos a la técnica y a diversos instrumentos como la bombilla o la aspirina, inventos que han permitido a la gente progresar.   El taylorismo, una nueva organización de la producción.       El taylorismo es una forma de producción creada por Frederick Taylor en Estados Unidos en 1903 orientada hacia la producción en serie. Se basa en la cadena de producción, en la que un empleado realiza solamente una tarea en la que se especializa. Los objetivos de esta forma de producción eran aumentar la productividad, disminuir el tiempo empleado en producir un producto y reducir los costes de fabricación. Fue aplicada por primera vez en la fábrica de automóviles Ford y, como resultado, dio una producción estandarizada y masiva con unos costes reducidos, permitiendo así extender el consumo a sectores más amplios de la población. Por haber sido aplicado en la fábrica Ford, recibe también el nombre de Fordismo.
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Contexto

Apartado 4. Europa, a la conquista del mundo.         El avance tecnológico de Europa, su capacidad de producción y un aumento demográfico hicieron que las economías industriales buscaran nuevas áreas de inversión y de negocio. Se inició la época del Imperialismo, que se caracterizó por la supremacía de unos países sobre otros.   Exploración y Conquista       A mediados del s. XIX gran parte de Asia, de África y de los océanos era prácticamente desconocida. La búsqueda de nuevos territorios para expandirse propició una serie de expediciones científicas y geográficas.          Las primeras expediciones fueron realizadas por ingleses y franceses. Destacaron los exploradores ingleses Stanley y Livingstone junto al francés Brazza. Entre los tres se cartografió toda África central.          Tras la exploración, la conquista se llevó a cabo rápidamente, pues los europeos aprovecharon las rivalidades entre las tribus indígenas para enfrentarlas entre sí y reclutar tropas para sus ejércitos.   Los enfrentamientos entre potencias coloniales       El Imperialismo del s. XIX se caracterizó por la gran abundancia de guerras. El choque de intereses entre las potencias por el reparto de África impulsó la convocatoria de la Conferencia de Berlín, a finales del s. XIX. En ella se establecieron unas normas para la repartición de África y se repartieron esos territorios. Aun así, el enfrentamiento de los intereses de las metrópolis fue inevitable y, en 1898, en Fachoda, un territorio al este del lago Chad, chocaron Francia e Inglaterra y casi estalla un conflicto.         Otro grave incidente fueron los conflictos anglo-boéres, a finales del s XIX y principios del s. XX. Estos enfrentaron a los colonos holandeses y a los británicos en la zona de Sudáfrica. Los holandeses se habían instalado allí en el s. XVI y habían fundado las repúblicas de Transvaal y el Estado libre de Orange. Los británicos pretendían invadir esos territorios porque se había extendido la noticia de que se habían encontrado importantes minas de oro en la zona de Transvaal. Tras tres años de intensa guerra, ambas colonias fueron anexionadas al Imperio Británico.         A su vez, gran parte del continente asiático fue ocupado por las grandes potencias europeas, por Francia, Inglaterra y Alemania, como por otros Imperios, tales como Estados Unidos, Rusia y Japón.         En China, las potencias colonialistas ansiaban entrar a un mercado que contaba con un gran número de población. Por medio de las Guerras del Opio (a mediados del s. XIX), entre China y el Imperio Británico se consiguió la entrada a ese mercado. La intromisión extranjera fue contestada con diversas revueltas sociales, como la de los bóxers en 1899.   La organización y explotación de las colonias       Los diferentes tipos de colonias que podemos encontrar son: Colonias de explotación, dedicadas a la obtención de materias primas. Hay dos tipos: Colonias, que dependían de la metrópoli de forma plena. Protectorados, que tenían una mayor libertad a la hora de gobernar. Tenían un gobierno propio, que se regía bajo las normas de la metrópoli. Colonias de poblamiento, a las que emigraban los habitantes de la metrópoli. Hay dos tipos según el imperio que las controlara: Dominios, que son propias del Imperio Británico. Territorios de Ultramar, que son propios del Imperio Francés. Otros tipos de colonias: Concesiones, que eran zonas cedidas a la metrópoli por un tiempo. Enclaves estratégicos, que eran ciudades o territorios con una finalidad estratégica, tanto a nivel geográfico como bélico.
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