Cuando los españoles llegaron a Mesoamérica, reconocieron a la ciudad de Tenochtitlán como el centro político de los mexicas. Este pueblo ejerció un dominio militar sobre varias partes de Mesoamérica. Por ello, los españoles, que tenían la intención de dominar América, se dieron de que debían derrotar a los mexicas.
La caída de la gran Tenochtitlán
Hernán Cortés, capitán de los conquistadores, no se rindió, y pasó alrededor de un año preparándose para atacar de nuevo Tenochtitlán. Cortés no solo se preparó militarmente, sino que izo un trabajo político: entendió como funcionaba la estructura social de los mexicas y su forma de someter a otros pueblos y obligarlos a pagar tributo. El 13 de agosto de 1521, la ciudad fue conquistada.
Estaban determinadas por la disponibilidad de distintos recursos en cada continente. El trigo, el azúcar y el arroz no se conocían hasta que los españoles los trajeron. En América no existían animales de los que se pudiera producir carne. No había vacas, ni cerdos, ni pollos. En Mesoamérica se consumía ocasionalmente carne de guajolote, aves pequeñas (codornices), venados, roedores y pescados. Su fuente principal de proteína animal para los indígenas eran los insectos.
La figura de máxima autoridad (el rey español y el tlatoani mesoamericano) legitimaba su poder a partir de la religión. La nobleza, un sector social dominante con una vida diferente de la que llevaba la mayoría de la población.
La importancia de las diferencias religiosas
Una de sus diferencias mas importantes es la religión. Los indígenas eran politeístas (se basa en creer en muchos dioses) y los españoles eran católicos (se basa en venerar a un solo Dios).
El tributo en las culturas prehispánicas
A medida que el dominio militar de ciertas culturas incrementaba, su poder en Mesoamérica y su riqueza lo hacia a partir del tributo. El pago de este no era necesariamente con metales preciosos, como el oro o la plata, ya que el gran valor de estos metales fue un concepto europeo.