A partir de la segunda mitad del siglo XIX se reforzó el ideal femenino de la mujer como reina del hogar
En el siglo XX, La Iglesia le asignó la misión de disciplinar al esposo y educar a los hijos en valores católicos, pero al tiempo funcionales en el nuevo modelo capitalista.
, la economía del hogar, las tareas domésticas, la educación y disciplinamiento de los hijos, la integridad moral de todos los miembros de la familia, los cuidados de salud e higiene fueron todas tareas femeninas elevadas a la categoría de oficio bajo el título de «ama de hogar».
. La primera huelga textil en 1920, en la Compañía de Tejidos de Bello, dirigida por la obrera Betsabé Espinosa, tenía entre sus principales reclamos exigir el cese de abusos sexuales por parte de los capataces de la fábrica.
Su participacion en algunas actividades permitieron a las mujeres de los sectores pudientes trascender el espacio doméstico y tener papel destacado en sus respectivas localidades.
El incremento significativo de la población urbana durante las primeras décadas del siglo XX se debió, en gran parte, a la migración campesina de las áreas más cercanas a las ciudades. Muchas de estas migrantes fueron mujeres solas que no encontraban ninguna actividad productiva