Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad de los derechos iguales de todos los miembros de la familia humana
Nadie puede ser, debido a su identidad nacional o cultural, objeto de masacre, tortura, persecución, deportación, o expulsión, o ser sometido a condiciones de vida que puedan comprometer la identidad o la integridad del pueblo al que pertenece.