La teoría del Big Bang (también llamada Gran explosiónn es el modelo cosmológico predominante para los períodos conocidos más antiguos del universo y su posterior evolución a gran escala.
Afirma que el universo estaba en un estado de muy alta densidad y luego se expandió.
Después de la expansión inicial, el universo se enfrió lo suficiente para permitir la formación de las partículas subatómicas y más tarde simples átomos.
Nubes gigantes de estos elementos primordiales se unieron más tarde debido a la gravedad, para formar estrellas y galaxias.
A mediados del siglo XX, tres astrofísicos británicos, Stephen Hawking, George F. R. Ellis y Roger Penrose, prestaron atención a la teoría de la relatividad y sus implicaciones respecto a nuestras nociones del tiempo.
Pie de foto: : De acuerdo con el modelo del Big Bang, el universo se expandió a partir de un estado extremadamente denso y caliente y continúa expandiéndose hasta el día de hoy.
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De acuerdo con sus cálculos, el tiempo y el espacio tuvieron un inicio finito que corresponde al origen de la materia y la energía.
Desde que Georges Lemaître observó por primera vez, en 1927, que un universo en permanente expansión debería remontarse en el tiempo hasta un único punto de origen, los científicos se han basado en su idea de la expansión cósmica.
En 1929, a partir del análisis de corrimiento al rojo de las galaxias, Edwin Hubble concluyó que las galaxias se estaban distanciando, una prueba observacional importante consistente con la hipótesis de un universo en expansión.
Sin embargo, a pesar de todas las observaciones, el Big Bang no es una ciencia que se puede comprobar ni repetir en un laboratorio.
Aunque sigue siendo el modelo dominante en la actualidad, un número creciente de físicos y astrónomos se están dando cuenta de que el Big Bang simplemente
no es una buena explicación de cómo comenzó el universo.