A diferencia del hombre, la mujer tiene el sistema reproductor ubicado íntegramente en la pelvis (que es la zona baja del abdomen). La parte externa de los órganos reproductores femeninos se denomina vulva, que significa "cubierta". La vulva, que está ubicada entre las piernas, cubre la abertura que conduce a la vagina y a otros órganos reproductores ubicados dentro del cuerpo.
La zona carnosa ubicada justo por encima de la parte superior de la abertura vaginal se denomina monte de Venus o mons pubis. La abertura vaginal está rodeada por dos pares de membranas, denominadas labios. El clítoris, un pequeño órgano sensitivo, está ubicado hacia la parte delantera de la vulva, donde se unen los pliegues de los labios. Entre los labios, hay aberturas hacia la uretra (el canal que transporta la orina desde la vejiga hacia la parte externa del cuerpo) y la vagina. Una vez que una niña alcanza la madurez sexual, los labios externos y el monte de Venus se cubren con vello púbico.
Los órganos reproductores internos de la mujer son la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios.
El sistema reproductor femenino permite que una mujer:
produzca óvulos
tenga relaciones sexuales
proteja y nutra el óvulo fertilizado hasta que se desarrolle completamente
dé a luz
Hacia el final de la pubertad, las niñas comienzan a liberar óvulos como parte de un período mensual denominado ciclo menstrual. Aproximadamente una vez al mes, durante la ovulación, un ovario envía un diminuto óvulo hacia una de las trompas de Falopio. A menos que el óvulo sea fertilizado por un espermatozoide mientras se encuentra en la trompa de Falopio, se secará y abandonará el cuerpo aproximadamente dos semanas más tarde a través del útero. Este proceso recibe el nombre de menstruación.
La sangre y los tejidos del recubrimiento interno del útero se combinan para conformar el flujo menstrual, que en la mayoría de las muchachas dura de 3 a 5 días. El primer período de una muchacha se denomina menarca.
Si un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales dentro de los días cercanos a la ovulación de la mujer (desprendimiento del óvulo), es probable que haya fertilización. Cuando el hombre eyacula (momento en el que el semen sale del pene), deposita entre 0,05 y 0,2 onzas líquidas (1,5 a 6 ml) de semen en la vagina. En esta pequeña cantidad de semen, hay entre 75 y 900 millones de espermatozoides, que "nadan" hacia arriba desde la vagina, a través del cuello uterino y el útero, para reunirse con el óvulo en la trompa de Falopio. Sólo hace falta un espermatozoide para fertilizar un óvulo.
Aproximadamente una semana después de que el espermatozoide fertiliza el óvulo, el óvulo fertilizado (cigoto) se ha transformado en un blastocisto multicelular. El blastocisto se entierra a sí mismo en el recubrimiento del útero, denominado endometrio. El estrógeno hace que el endometrio se vuelva más grueso y rico en sangre. La progesterona, otra hormona liberada por los ovarios, mantiene el endometrio ensanchado con sangre para que el blastocisto sea capaz de insertarse en la pared del útero y absorber los nutrientes que hay en ella. Este proceso recibe el nombre de implantación.
A medida que las células del blastocisto reciben nutrientes, comienza otra etapa de desarrollo: la etapa embrionaria. Las células internas conforman un círculo aplanado denominado "disco embrionario", que se desarrollará y llegará a ser un bebé. Las células externas se transforman en membranas delgadas que se forman alrededor del bebé. Las células se multiplican miles de veces y se mueven a nuevas posiciones hasta transformarse, finalmente, en el embrión. Después de aproximadamente 8 semanas, el embrión tiene un tamaño similar al del dedo pulgar de un adulto, pero prácticamente todas sus partes (el cerebro y los nervios, el corazón y la sangre, el estómago y los intestinos, los músculos y la piel) ya están formadas.
Durante la etapa fetal, que dura desde la novena semana posterior a la fertilización hasta el momento del nacimiento, el desarrollo continúa con la multiplicación, el movimiento y el cambio de las células. El feto flota en el líquido amniótico que se encuentra dentro del saco amniótico. El feto recibe oxígeno y nutrientes de la sangre de la madre a través de la placenta, una estructura con forma de disco que se adhiere al recubrimiento interno del útero y se conecta con el feto a través del cordón umbilical. La membrana y el líquido amniótico protegen al feto de los golpes y sacudidas que pueda sufrir el cuerpo de la madre.
El embarazo dura un promedio de 280 días; aproximadamente 9 meses. Cuando el bebé está listo para nacer, su cabeza presiona el cuello del útero y éste comienza a relajarse y ensancharse para prepararse para el paso del bebé hacia y a través de la vagina. La mucosidad que ha formado un tapón en el cuello del útero se afloja y sale junto con el líquido amniótico a través de la vagina cuando la madre rompe bolsa.
Cuando comienzan las contracciones del trabajo de parto, las paredes del útero se contraen por la estimulación de una hormona pituitaria, la oxitocina. Las contracciones hacen que el cuello del útero se ensanche y comience a abrirse. Después de varias horas de ensanchamiento, el cuello del útero se dilata (se abre) lo suficiente para que el bebé salga. El bebé es empujado hacia afuera del útero, a través del cuello del útero y a lo largo del canal de parto. Por lo general, primero sale la cabeza del bebé; el cordón umbilical sale junto con el bebé y se corta después del nacimiento.
La última etapa del proceso de parto, que actualmente se denomina "posparto", es la expulsión de la placenta. Después de que se separa del recubrimiento interno del útero, las contracciones de éste la empujan hacia afuera, junto con las membranas y los líquidos.
Con la vulva y la vagina
La vulvovaginitis es una inflamación de la vulva y la vagina. Puede ser provocada por sustancias irritantes (como jabón de lavar o espumas de baño). Los síntomas incluyen enrojecimiento y picazón en la zona vaginal y vulvar, y en ocasiones flujo vaginal. La vulvovaginitis también puede ser provocada por una superpoblación de Candida, un hongo que normalmente está presente en la vagina.
El sangrado vaginal no menstrual se debe, por lo general, a la presencia de un cuerpo extraño en la vagina; con frecuencia, papel higiénico introducido en la vagina. También se puede deber a un prolapso uretral, una afección en la que las membranas mucosas de la uretra sobresalen por la vagina como una pequeña masa de tejido, con forma de rosquilla, que sangra con facilidad. También se puede deber a una lesión (como haber caído sobre el caño de una bicicleta) o a un traumatismo vaginal debido a un abuso sexual.
Con los ovarios y las trompas de Falopio
Un embarazo ectópico ocurre cuando un óvulo fertilizado, o cigoto, no llega al útero y, en su lugar, crece rápidamente en la trompa de Falopio.
La endometriosis se presenta cuando un tejido que normalmente sólo se encuentra en el útero comienza a crecer fuera de éste: en los ovarios, las trompas de Falopio o en otras partes de la cavidad pélvica. Puede provocar sangrado abdominal, períodos de dolor y dolor pélvico generalizado.
Los tumores de ovario, si bien no son comunes, pueden aparecer. Las mujeres con tumores en los ovarios suelen tener dolor abdominal y bultos que se pueden sentir en su abdomen.
Los quistes de ovario son bolsas no cancerosas llenas de líquido o de material semisólido. Aunque son comunes y no suelen ser nocivos, pueden transformarse en un problema si adquieren un tamaño muy grande.
El síndrome de ovario poliquístico es un trastorno hormonal en el cual los ovarios producen demasiadas hormonas masculinas (andrógenos). Esta afección hace que los ovarios se agranden y desarrollen muchas bolsas llenas de líquido o quistes.
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Problemas menstruales
Las muchachas se pueden ver afectadas por una variedad de problemas menstruales. Algunas de las dolencias más comunes son las siguientes:
La dismenorrea es cuando una muchacha tiene períodos dolorosos.
La menorragia es cuando una muchacha tiene períodos muy fuertes con sangrado excesivo.
La oligomenorrea es cuando una muchacha no tiene el período o tiene períodos infrecuentes, a pesar de haber estado menstruando hace tiempo y no estar embarazada.
La amenorrea es cuando una muchacha no ha tenido su primer período al alcanzar los 16 años o tres años después de haber comenzado la pubertad; llega a los 14 años sin desarrollar signos de pubertad; o tuvo períodos normales, pero dejó de menstruar y no está embarazada.
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Infecciones del sistema reproductor
Enfermedades de transmisión sexual. También reciben el nombre de "infecciones de transmisión sexual" e incluyen la enfermedad inflamatoria pélvica, el virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), el virus del papiloma humano (o verrugas genitales), la sífilis, la clamidiasis, la gonorrea y el herpes genital. La mayoría se transmiten de persona a persona por contacto sexual.
Síndrome de shock tóxico. Esta enfermedad poco común, pero con riesgo de vida, es provocada por la liberación de toxinas en el cuerpo durante un tipo de infección bacteriana que tiene más probabilidades de desarrollarse si se deja un tampón colocado durante demasiado tiempo. Puede provocar fiebre elevada, diarrea, vómitos y shock.