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Marina de Carlos Ruiz Zafón: Resumen por capítulos
Descripción
Resumen del Recurso
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Marina de Carlos Ruiz Zafón
Pie de foto: : Ruiz Zafón, C., (1999). Marina, Nueva York, EE.UU., Penguin Random House LLC (Editorial Planeta S.A.)
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Resumen por capítulos
Las diapositivas que siguen a continuación describen los hechos principales de cada capítulo del libro Marina de Carlos Ruiz Zafón.
Se trata de una Guía de lectura para profesores o para aquellos quienes ya han leído el libro y quieren refrescar los acontecimientos principales.
Si bien se ha intentado incluír en estos resúmenes todos los datos significativos de cada capítulo, recomendamos la lectura detenida del libro, pues bastantes detalles se pasan por alto, y son esos detalles los que podrían preguntarse en un examen, por ejemplo.
Además, un resumen nunca puede hacer justícia a las maravillosas descripciones de Barcelona ni a la narrativa tan especial de este autor, ni logrará nunca que el lector se imagine de forma igual de vívida la historia que si estuviera leyendo el libro.
Este resumen se presenta como una ayuda, guía o repaso de lectura, no como un sustituto a ella.
Se advierte de que en este resumen se desvela el final de la novela.
El libro resumido es el siguiente: Ruiz Zafón, C., (1999). Marina, Nueva York, EE.UU., Penguin Random House LLC (Editorial Planeta S.A.)
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Preámbulo
El narrador de la historia y uno de sus protagonistas, Oscar Drai, nos habla desde el presente: alrededor de 1996 (año aproximado en que se escribió la novela).
Quince años antes, en Mayo de 1980, el joven Oscar desapareció durante una semana. Durante siete días y siete noches, nadie supo dónde se encontraba el muchacho, hasta que un día, un policía de paisano lo reconoce sentado en un banco de la estación de Francia de Barcelona. Este le comunica que medio mundo lo anda buscando, y que probablemente una vez lo encuentren, le harán preguntas. Le da dinero para un taxi y para algo de comer, y le recomienda que vuelva al internado donde estudia. Oscar así lo hace, pero decide no contar a nadie, por muchas preguntas que le hagan, el secreto de su paradero durante aquella semana. Al final del capítulo óscar trae a colación el nombre de Marina, pues es alguien conectado con el secreto y sus recuerdos.
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Capítulo 1
Óscar Drai es un adolescente que vive en un internado. Su momento preferido del día es las tres horas libres que tiene entre las 17h cuando acaban las clases y las 20h cuando se sirve la cena. En esos ratos, a menudo suele salir a pasear por la ciudad de Barcelona, y perderse entre sus modernistas edificios y callejuelas misteriosas. En este capítulo Óscar ofrece una exquisita descripción de algunas calles y lugares en Barcelona que merece la pena pararse a leer e imaginar.
Una de aquellas tardes de finales de 1979, cuenta el protagonista, salió del internado como de costumbre. Llegó a un caserón antiguo y algo destartalado. Óscar contempla la posibilidad de volverse por donde ha venido, pero le pica la curiosidad y entra en el jardín de la casa y avanza hasta una galería, guíado por la música de un gramófono. En dicha galería hay objetos tan viejos como la propia casa, y a Óscar le llama la atención un reloj de oro, que sin darse cuenta, se mete en el bolsillo. Al fondo de la galería Óscar divisa un butacón delante de una chimenea, y se fija en el cuadro de una mujer anciana vestida de blanco colgado encima de ella. De repente, Óscar se da cuenta de que alguien lo ha visto y se acerca a él para perseguirlo. Este entra en pánico y sale corriendo sin mirar atrás de vuelta al internado. De nuevo en su habitación y después de calmarse, se da cuenta de que se ha quedado con el reloj de oro.
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Capítulo 2
Óscar siente remordimientos por haber cogido el reloj de oro, y siente que debe devolverlo. Pasan los días y no se puede quitar de la cabeza la aventura que vivió. Siente que el reloj le observa, siente su peso pesado en el bolsillo. Descubre en la parte trasera de este un grabado de 1964 dedicado a un tal Germán. Al final, consigue convencer a su mejor amigo en el internado para que lo acompañe a la casa de nuevo y pueda así devolver el reloj.
Los dos muchachos acuden a la casa. Al entrar en el jardín, aparece el gato con que Óscar se topó la primera vez que entró en el jardín. Este les asusta pegándoles un bufido, y los dos salen por patas de vuelta al internado.
Unos días más tarde, un Sábado de madrugada, Óscar decide volver a aventurarse solo a la casa y devolver el reloj de una vez por todas. Una vez se encuentra delante de las verjas de la casa, Óscar nota una presencia.
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Capítulo 3
La presencia es de una niña que anda en bicicleta por la calle. Esta se acerca a Óscar y le pregunta si él es "el del reloj". Óscar y la niña intercambian diálogo, y al enterarse Óscar de que la niña vive en esa casa, intenta devolverle el reloj a ella. Este le dice que debe devolverselo a Germán, que es su padre y a quién el reloj pertenece. La niña lo invita a la casa y le da de desayunar. Germán aparece y Óscar se disculpa e intenta excusar el "robo" del reloj. Germán no le da importancia y comprende la explicación del joven. Germán abandona la escena, y Óscar y la niña entablan algo de conversación hasta que este decide que debe volver al internado. Ella le acompaña hasta la puerta del jardín y lo cita para volverse a ver al día siguiente. Óscar le pregunta su nombre: Se llama Marina.
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Capítulo 4
Al día siguiente, los dos jóvenes se encuentran tal y como habían quedado. Marina conduce al joven Óscar por las calles de Sarriá y San Gervasio, hasta llegar al cementerio. Óscar está bastante confundido y no entiende por qué están allí. Sin embargo, puesto que está asombrado por el misterio de Marina y su belleza, y también le pica la curiosidad, cede y la sigue en esa aventura. Los dos se esconden en una parte del cementerio, y a las 10 en punto ven entrar a una figura vestida de negro, con una capucha que impide verle el rostro y una rosa entre sus manos también enguantadas de negro. La figura deja la rosa en una tumba cuya única inscripción es una mariposa negra. Después se va del cementerio.
Óscar y Marina siguen a la figura un buen trecho, hasta finalmente perderla de vista. Se adentran en un caserón abandonado, sospechando que ese es el lugar adonde ha ido la figura, y comprueban que en la puerta de un invernadero totalmente cubierto por malas hierbas, está la inscripción de la mariposa negra. Ambos entran.
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Capítulo 5
Marina y Óscar siguen dentro del invernadero. Marina tropieza con una palanca y su pie queda enredado en las poleas, lo cual acciona la palanca. Del techo caen un sinfín de marionetas. Tras darse cuenta de que solo son muñecos, los examinan con detenimiento y descubren que están inacabados, a algunos les faltan brazos, piernas, ojos, etc. y que su pelo no es artificial sino que es real. También se dan cuenta de que además tienen la marca de la mariposa negra que han visto esa misma mañana en la tumba sin nombre. Al volver a accionar la palanca, las marionetas vuelven a esconderse en el techo y el espacio queda vacío de nuevo. Marina atisba un escritorio en una esquina, y ambos se acercan a él. En él encuentran un libro con fotografías de seres con algún tipo de deformidad, todas fechadas y con nombre. En un momento dado, sienten una presencia en la negrura de la habitación y deciden salir corriendo.
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Capítulo 6
Óscar y Marina regresan al caserón de Germán, donde este les está esperando para cenar. Cenan los tres juntos y Germán hace varias preguntas a Óscar y charla con él hasta quedarse dormido delante del plato de sopa. Marina desaparece con la excusa de que va a llevar a su padre a su habitación y Óscar se queda solo en el gran salon. Al ver que está anocheciendo decide volver al internado.
Durante el camino del invernadero al caserón, Óscar descubre que la mujer cuya voz oyó emanando del gramófono es la madre de Marina, que murió.
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Capítulo 7
Una noche de lluvia torrencial, Óscar se presenta en el caserón de Germán y Marina sin previo aviso y sin ser invitado. Al entrar en la casa, todo está a oscurar y Marina y su padre no están. Óscar enciende una vela y se pasea por la casa, buscándolos. Al llegar a un segundo salón presencia por el ventanal una figura extraña en el jardín. Al mismo tiempo, le llega un hedor de podredumbre igual que el que sintieron él y Marina dentro del invernadero unos días atrás. La figura y su hedor pronto desaparecen. Óscar se queda dormido en un butacón y la llegada de los dueños de la casa lo despierta un rato más tarde. Cenan los tres juntos y Germán se retira a dormir. Marina y Óscar se quedan conversando, y Óscar menciona los retratos que ha visto de aquella mujer por toda la casa. Marina le explica que es su madre (cosa que Óscar ya había anticipado) y que los pintó su padre.
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Capítulo 8
Aquella misma noche, Marina explica a Óscar la historia de sus padres. Germán Blau, su padre, pertenecía a una familia adinerada de la burguesía catalana de principios de siglo. Corría el rumor de que Germán no era hijo de su padre, sino de un romance que su madre tuvo con un pintor. Su padre, pues, no lo tenía en demasiada gracia. Germán siempre había querido ser pintor. Entró al servicio del pintor Quim Salvat como aprendiz, quien era, supuestamente, amante de su madre y su padre real. De él aprendió no solo a pintar, sino a apreciar el efecto de la luz en la pintura, a apreciar la vida, a seducir a las mujeres, etc. Una vez Salvat muere, Germán se muda a París, donde había ya pasado una temporada junto al pintor. Allí empieza a hacerse famoso y conoce a Kirsten Auermann, la cantante de ópera y madre de Marina. Ambos vuelven a Barcelona y viven en el palacete de Sarriá. Se casan y pronto nace Marina. Kirsten muere de una enfermedad de la sangre. En el último año antes de morir, Germán pinta todos los retratos de Kirsten que cuelgan ahora en la casa y jamás los vende. Esta le regala un reloj para contar el tiempo que les queda juntos, el mismo reloj que Óscar se lleva de la casa al principio de la novela y luego devuelve.
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Capítulo 9
Óscar visita a Marina y Germán de forma rutinaria. Juntos, juegan a la ajedrez, conversan y disfrutan de su mutua compañía día tras día. Marina le confiesa a Óscar que siempre ha querido ser escritora y que está escribiendo un relato sobre él, pero no le deja leerlo. Un día, Marina anuncia a Óscar que debe acudir con Germán a Madrid para que un médico le de un tratamiento experimental. Le pide que cuide de la casa y del gato mientras ellos están fuera. Óscar los acompaña en taxi a la estación de Francia. Se suben al tren y Marina besa a Óscar en los labios. El tren se marcha y un mozo de la estación se acerca a Óscar para entregarle un sobre dorado. Le dice que es de parte de "aquella dama" y señala a una mujer vestida de negro montándose en un carruaje. Óscar y la mujer se miran, y la mujer se marcha. Dentro del sobre hay una tarjeta con un nombre y una dirección, y el grabado de la mariposa negra.
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Capítulo 10
Óscar se dirige a la dirección de la tarjeta. Al llegar al edificio entra y una portera, vieja y ciega le sorprende en la portería. Este le pregunta a quién busca. Óscar contesta que está buscando a Mijail Kolvenik, y la portera niega con la cabeza. Óscar la ignora y empieza a subir las escaleras hasta el piso de Mijail, según la dirección en su tarjeta. Llama a la puerta y le recibe Benjamín Sentís, actual habitante de la vivienda. Este le informa de que Mijail murió hace años y le explica la historia de cómo sucedió:
Mijail había llegado a Barcelona a finales de 1919. Sin oficio y sin nada. En su primera noche lo arrestan y lo llevan al calabozo, donde sus compañeros de celda le dan una paliza. Lo visita un doctor, de quién se hace amigo y quién lo introduce en los círculos de la burgesía. Mijail obtiene así un empleo en una fábrica, la Velo-Granell, que fabrica artículos y prótesis ortopédicas. Mijail aprende catalán y castellano, y rápidamente asciende en la fábrica dado su ingenio. Al tiempo, gracias a sus inventos y los beneficios que aporta a la fábrica, se le da una posición de gerente y comienza a hacer fortuna. Se enamora de Eva Irinova, la actriz más popular del momento que actúa en el Teatro Real. Para poder casarse con ella, debe deshacerse de los malvados hermanos Sergei y Tatiana Glazunov, sus representantes. Estos ven peligrar su futuro y sus ingresos, y se niegan a cooperar. Mijail les ofrece una suma importante de dinero, pero aún así estos no aceptan. Una ráfaga de disparos convenientemente atribuida a los anarquistas fue suficiente para asustarlos y hacerlos aceptar. Mijail y Eva se casan por todo lo alto en la catedral de Barcelona. Al salir de la misma, Sergei se acerca a la novia y le arroja ácido en la cara. La novia pierde la piel de su cara y queda completamente desconfigurada. Al poco tiempo Mijail es acusado de fraude y pierde su fortuna y empleo. Ambos viven en el palacete que Mijail se estaba haciendo construir cerca del Parque Güell y mueren también allí tras incendiarse el mismo.
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Capítulo 11
Óscar acude a la estación de Francia a recoger a Marina y Germán, que vuelven de su viaje a Madrid. Germán invita a Óscar a pasar el día siguiente con ellos, pues es festivo y no tiene clase. Los tres se montan en un antiguo coche que Germán tiene en el garaje del palacete, y se ponen en rumbo hacia la Costa Brava. Pasan el día en una cala y Óscar le cuenta todos los acontecimientos vividos durante la semana de su ausencia. Marina, a su vez, le cuenta que el médico había dicho que a Germán no le quedaba mucho tiempo de vida, y se entristece. Al atardecer, vuelven a Barcelona y acompañan a Óscar al internado. Al despedirse, Marina le dice a Óscar que ha pasado el mejor día de su vida. Óscar vuelve a su habitación se dedica a leer el periódico para distraerse de sus sentimientos hacia Marina. En una esquina del periódico lee una noticia que lo sorprende: El cuerpo de Benjamín Sentís ha sido allado en una alcantarilla del Barrio Gótico con las manos cortadas.
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Capítulo 12
Óscar y Marina se encuentran para hablar de lo que ambos han leído en el periódico. Se dan cuenta de que Benjamín Sentís debió de mentir a Óscar acerca de algunas partes de su relato, ya que claramente él era el socio de Mijail cuando a este se le ofreció la gerencia de la Velo-Granell y el 50% de las acciones. Benjamín Sentís era el hijo del antiguo dueño, para quién Mijail había inventado unas manos mecánicas, lo que lo había catapultado a la gerencia. Deciden volver al invernadero, ya que les parece que es ahí donde encontrarán respuestas. Al llegar, se dan cuenta de que alguien ha estado allí después de su primera visita, ya que las marionetas no están recogidas en el techo donde ellos las dejaron, sino que están a media distancia entre el techo y el suelo. Se aceran al escritorio donde había el álbum con fotografías y deciden llevárselo. Las marionetas cobran vida y los atacan. Los persiguen hasta la vía del tren, donde por fin logran librarse de ellas y casi son atropellados. En su huída, Óscar se corta la pierna con un cristal.
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Capítulo 13
Óscar ojela el álbum de fotos y se da cuenta de que hay una fotografía en la que se puede ver el reflejo de un edificio que él reconoce. Busca en la guía la dirección del edificio y descubre que ahí vive el doctor Joan Shelley, el médico que había curado a Mijail Kolvenik de la paliza que había recibido en el calabozo. Al día siguiente se encuentra con Marina y le cuenta su descubrimiento, y juntos se dirigen a casa del doctor, para ver si pueden conseguir más información sobre Mijail.
En la casa les recibe María Shelley, la hija del doctor. El doctor se niega a hablar hasta que le enseñan la fotografía del álbum en que aparece él. El Dr.Shelley les cuenta que él y Mijail se hicieron amigos después de que el doctor lo curase. Puesto que el doctor tenía muchos pacientes que necesitaban prótesis, Mijail siempre lo ayudaba con sus nuevos inventos. El hermano gemelo de Mijail había nacido con una malformación, que fue causa de su muerte a los 7 años de edad. Mijail había quedado profundamente marcado por ese suceso, y había dedicado su vida a ayudar a aquellos con malformaciones. De ahí que coleccionase aquellas fotografías.
Por otra parte, el Dr.Shelley también confiesta que Benjamín Sentís siempre se había sentido celoso de MIjail y nunca le había querido bien. Finalmente, un nuevo personaje añade otra incógnita a la historia: el inspector Florían, quién también odia a Mijail y se inventa historias acerca de él y la Velo-Granell para hacerse famoso.
La hija del doctor les acompaña a la puerta de la casa. Óscar y Marina creen sentir que esta quiere compartir con ellos información que su padre no les ha dado, sin embargo, su padre la llama y esta se despide sin decir nada. En la escalera, ambos jovenes sienten el hedor de algo que se descompone, tal y como ya ha sucedido en capítulos anteriores, y unos pasos en lo alto de la escalera.
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Capítulo 14
Óscar vuelve al internado y se queda dormido mirando el retrato de Marina que Germán dibujo para él en la cala de la Costa Brava. Al despertarse en mitad de la noche, se da cuenta de que el dibujo ha desaparecido y de que la ventana está abierta de par en par. Siente el hedor que le es familiar de tantas otras veces. Sabe que en la habitación hay alguien más, y por fin lo vé. Un ser a caballo entre persona y animal, que apesta a descomposición, avalanzándose sobre él. Óscar escapa por el pasillo hasta la cocina del internado. Cierra puertas a su paso, y el ser las rompe y derriba con sus garras afiladas. En la cocina, Óscar se hace con un cuchillo y se lo clava a la bestia. Agarra también un mechero y observa el rostro de la criatura. Esta, herida, huye de vuelta a la habitación y Óscar la sigue. Ve cómo ese ser abre el cajon y toma el álbum de fotos y desaparece por la ventana. Óscar se da cuenta de que hay un rastro de sangre, y que le debe de haber herido bastante. Ese ser no es animal, sino que es humano.
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Capítulo 15
Óscar acude corriendo a casa de Marina y le explica lo ocurrido. Pasa la noche allí y deciden también que Óscar pasará las Navidades con ella y Germán. Al día siguiente deciden ir a casa del inspector Florián, en la barriada de Vallvidrera. Como era de esperar, el inspector no se muestra muy amigable y sospecha de los jovenes. Al empezar a contarle todos los sucesos que han vivido durante las últimas semanas, el inspector decide abrirse y empezar a contarles su parte de la historia.
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Capítulo 16
Florián explica a los jovenes cómo heredó el caso de la Velo-Granell y que todos sus esfuerzos de capturar a Kolvenik por fraude fiscal se veían frustrados debido a los abogados y protección de este. Después del desastre de su boda y de que la fábrica entrase en bancarrota, Kolvenik organizó una fiesta en la Lonja de Barcelona para mantener la fachada de que todo iba bien. Nadie acudió, excepto el inspector. Allí tuvo la oportunidad de hablar con Mijail por primera vez, y el inspector confiesa a los jovenes que le cayó bien. Sin embargo, Florián debía seguir las investigaciones. Kolvenik y su esposa nunca más salieron de su torreón y perdieron todos sus bienes y amigos, a excepción del Dr. Shelley y el chófer de Kolvenik, Luis Claret, que se mantuvo fiel a este a pesar de no recibir remuneración alguna. Al entrevistar al Dr. Shelley, este alegaba que Kolvenik había contraído una grave enfermedad que lo mantenía recluído en su torreón. La documentación confidencial de la empresa había desaparecido, por lo que el inspector solicitó una órden de registro de su propiedad. La noche antes de que se produjera dicho registro, la casa de Kolvenik ardió en llamas, carbonizando todo lo que había en ella, incluídos los cuerpos de Kolvenik e Irinova. Florián sospechaba que Sentís estaba detrás de aquél asunto, pero no podía probarlo. La carrera del inspector Florián se había venido abajo, y le empezaron a asignar casos menores, sin mucha importancia.
Un año después del incendio, dos policías que se habían ocupado del caso Kolvenik junto a Florián aparecieron muertos delante de la antigua fábrica. Alguien los había atraído allí, diciéndoles que tenía información nueva sobre el caso. No hubo rastro del culpable de aquellas muertes. Una incógnita más. En los siguientes meses, murieron también todos aquellos quienes que habían estado conectados con el caso de alguna forma u otra, excepto Florián. Pasaron los años y Sentís y Florián jamás volvieron a hablar. Hasta hacía pocas semanas, cuando Sentís había llamado a Florián para decirle que tenía información nueva. Florián y Sentís acordaron verse en una bodega a los dos días de aquella llamada, pero Sentís nunca llegó a acudir a la cita. Al cabo de unos días, apareció muerto en una alcantarilla.
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Capítulo 16 parte II
A parte de que le habían quitado las prótesis de manos que llevaba, lo que los periódicos no contaron es que en la pared había un escrito en alemán. "Teufel", que significa diablo. Florián cuenta a los jóvenes que además, ese es el nombre de la mariposa negra de Kolvenik, pero que no sabe el por qué de ese nombre.
Florián invita a comer a los jóvenes a un Bar de barrio. Allí les cuenta que Kolvenik tiene, además, un pasado turbulento. Ese no era su verdadero nombre, y el único Mijail Kolvenik que existía en los registros estaba encerrado en un manicomio. Aquel Kolvenik fue encerrado pues era sospechoso de asesinato de un doctor y de haber hecho algo con su cuerpo, aunque en esta ocasión Florián no desvela el qué. El inspector alega que la historia del hermano gemelo de Kolvenik probablemente no es verdad, y que Mijail había estado mintiendo a Shelley durante años, como a todos los demás. Shelley tenía buenos motivos para no cuestionar a Kolvenik, pues este le financiaba su consulta e investigaciones. Florián cree que el hermano gemelo es en realidad el mismo Mijail. Florián y su equipo descubrieron una cosa más sobre Kolvenik. Entre él y Shelley compraban cadáveres de la morgue de Barcelona.
Florián se despide de los jóvenes y les dice que si quieren volver a contactarle que llamen al Bar. De vuelta en la casa de Germán, ambos se van a la cama. Una tos ronca despierta a Óscar de madrugada. Este sigue el sonido y se da cuenta de que proviene del baño. Entra en él y ve a Marina tirada en el suelo, empapada de sudor y sangre.
Óscar, asustado y sorprendido la ayuda a calmarse y a limpiarse. No se atreve a preguntarle qué le sucede. La acompaña a la cama y se acuesta de nuevo también él.
Tiene una pesadilla en la que aparece Marina de la mano de un ángel, la mariposa negra y María Shelley.
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Capítulo 17
Óscar despierta en casa de Marina y Germán, pero ellos no están pues han ido al médico. Óscar se dirige al internado a explicar que va a pasar las Navidades "con su familia". Al volver a casa de Marina, ambos están callados y sin ánimos. Óscar se imagina que la visita al Médico no ha ido muy bien, pero Marina no quiere explicarle demasiado. Marina se va a dormir, y Óscar decide salir a dar un paseo. Sus pasos lo llevan hasta el cementerio, donde presencia a escondidas la llegada de un carruaje con caballos negros y cochero.
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Capítulo 18
El cochero abre la tumba de la mariposa negra con una palanca. Óscar lo observa escondido. El cochero se adentra en la tumba. Óscar se acerca al agujero, y se da cuenta de que el ataúd que hay en ella está vacío. El cochero se da cuenta de que alguien lo está espiando, y se lanza a la persecución de Óscar. Este sabe que el cochero va armado y que lo va a alcanzar rápidamente, así que la única solución que se le ocurre es meterse en el maletero del carruaje.
El carruaje se pone en marcha y se lleva a Óscar consigo. Cuando el carruaje llega a su destino y Óscar sale del maletero, se da cuenta de que está en el Teatro Real. Encuentra unos buzones y reconoce el nombre de Luis Claret, el chófer de Kolvenik según les había contado el inspector Florián.
Pie de foto: : Liceo de Barcelona. El Gran teatro real es un lugar fictício.
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Capítulo 19
Óscar sigue a Claret hasta la casa del Dr. Shelley. Por la ventana escucha la conversación entre los dos personajes. Claret acusa a Shelley de haber roto un pacto, de no haber destruido el último frasco de algo que no se explica. Claret amenaza con disparar a Shelley, cuando María, la hija de Shelley, les interrumple. Óscar cree adivinar una mirada de complicidad entre Claret y María. Hablan también de Sentís y comentan que acabó como se merecía. Hablan de ir "a su encuentro". En un momento, Shelley abre un armario y saca un estuche. A Óscar le parece que este contiene balas de plata. Shelley le implora que "no vaya", pero Claret hace caso omiso, diciéndole que "no tenía elección" y se las lleva. Óscar lo sigue de nuevo hasta la calle, donde le pierde entre las callejuelas de la Ciutat Vella. La conversación es tan confusa para Óscar como para el lector, quien deberá seguir leyendo para entender su significado.
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Capítulo 20
Óscar vuelve a encontrar el rastro de Claret y le sigue. Lo ve meterse en un acantarillado y decide llamar a Florián. Pide permiso en una bodega y lo llama. Este le dice que no se mueva y que acudirá enseguida. Óscar sale de la bodega, y ve a María Shelley dirigirse hacia la boca de la alcantarilla. Esta también le ve a él, y le dice que se vaya de allí. Óscar hace caso omiso y la sigue adentro de la alcantarilla, sin siquiera esperar a Florián. Al adentrarse en el túnel, ve diversas sombras de seres y puede oler el hedor a podredumbre emanar por toda la alcantarilla. Sigue adentrándose y cada vez está más oscuro. En un momento dado, encuentra a Florían, quién lo ha seguido adentro del túnel. Este va armado y lleva una linterna. Gracias a la luz de la linterna, ven una compuerta. La abren y dentro de ella encuentran cientos de cadáveres colgados del techo, y uno particularmente espeluznante en una mesa. Muchos artilugios y utensilios de médico, y prótesis de madera, etc. El cuerpo o muñeco de encima de la mesa cobra vida, y los dos salen por patas de la estancia, y cierran la puerta tras ellos. Sin embargo, el peligro no ha terminado. Una figura negra se avalanza sobre Florián. Este le ordena a Óscar que corra para salvar su vida, y Florián muere de una forma horrorosa. El mismo ser que Óscar encontro en su habitación del internado capítulos atrás alcanza a Óscar y lo agarra del cuello, y los muñecos con vida lo rodean. Sin embargo, una figura inesperada lo rescata y lo saca con vida del alcantarillado.
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Capítulo 21
Óscar despierta en casa de Marina. Esta le cuenta que alguien en un carruaje lo trajo hasta la casa de madrugada. Óscar ata los cabos y se da cuenta de que es Claret. Al despertarse dolorido, también se da cuenta de que tiene toda la espalda arañada. El mismo ser que arañó la puerta de su dormitorio en el internado con sus garras le arañó aquella noche la espalda.
Ambos deciden ir a visitar a Claret, quien creen que tendrá respuestas para todo este entramado. Llegan a su vivienda y este ya les está esperando. Les guía por varias puertas, adentrándose con ellos en el corazón del Gran Teatro Real. En uno de sus camerinos se encuentra la dama de negro, que se revela que es Eva Irinova. Esta se descubre la cara y los jóvenes pueden verle las heridas y desfiguración del ácido. Ella se dispone a contarles toda su historia y el secreto que ha estado guardando durante más de 30 años.
Pie de foto: : Interior del Liceo de Barcelona. El Gran teatro real es un lugar fictício.
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Capítulo 22
Eva cuenta la historia de su vida. Nació en una barcaza del río Rin, cuando su madre intentaba cruzar la frontera ruso-polaca escapando del desastre de la guerra. Su madre murió tras el parto, y una pareja de comediantes, Sergei y Tatiana, se quedaron en el bebé y lo criaron en el ambiente del circo. Sergei y Tatiana, sin embargo, no eran buenas personas y se aprovecharon de Eva todo lo que pudieron. La hacían actuar en diversos espectáculos del circo y se quedaban todas las ganancias. Sergei en especial trataba a Eva muy mal y esta le tenía miedo. Sergei hacía numerosos trapicheos con el dinero obtenido del circo, lo que los obligaba a cambiar de país de tanto en cuando. Cuando Eva tenía alrededor de 19 años, llegaron a Barcelona, pues un empresario español le había hecho una oferta para que Eva actuase en el Gran Teatro Real de Barcelona. Fue entonces cuando Eva empezó a hacerse famosa y conoció a Mijail, quien habiendo oído hablar tanto de la artista, acudió al teatro a verla actuar. Eva también había oído hablar del misterioso Mijail, quien por entonces era famoso por todos sus éxitos en la Velo-Granell y la fortuna que estaba amasando. Eva le mandó una carta para que acudiera a su camerino. Este así lo hizo y juntos pasaron la noche caminando por Barcelona, conociéndose y enamorándose, lo cual enfureció a Sergei. Eva explicó a Mijail todas las cosas que Sergei le había hecho durante los años, y Mijail supo que debía casarse con Eva y alejarla de aquél individuo. Así pues, le ofreció una gran suma de dinero y un dosier con pruebas de todos sus trapicheos a lo largo del tiempo. Le dijo que tomara el dinero y el dosier y se alejara de Eva para siempre. Si no lo hacía, el dosier iría a parar a manos de la policía, junto con el dinero, que sin duda ayudaría a aligerar el proceso de investigación y detención de Sergei y Tatiana. Sergei se negó a aceptarlo. Al poco tiempo, Sergei y Tatiana sufrieron el ataque de disparos que ya se narró en resumenes previos. Eva quiso saber si había sido Mijail quien había ordenado aquel ataque, pero este la convence de que sí hubiera sido realmente cosa suya, ninguno de los dos habría salido vivo. Se da a entender que el ataque fue una casualidad, y probablemente causado por alguien que buscaba venganza contra Sergei. Se trata de un argumento creíble debido a los numerosos trapicheos que este se traía entre manos. Sergei y Tatiana terminan aceptando el dinero y trato de Mijail, pero contratan un asesino a sueldo.
Pasan los días y las semanas y Mijail se preocupa de que a Eva no le falte de nada: las mejores ropas, joyas, flores, hoteles, etc. Pasan tiempo juntos y cada vez están más enamorados, sin embargo Eva sabe que Mijail aún tiene un secreto que no comparte con ella. Todas las noches se escapa a un taller secreto (el invernadero) y no vuelve a verle hasta el día siguiente. Una noche, Eva decide seguirlo. Este la descubre en el taller y le pregunta si realmente quiere saber lo que se trae entre manos. La advierte de que es posible que después de saberlo, ya no quiera casarse con él. Ella le asegura que sea lo que sea, nada cambiará y que necesita saberlo o sino seguro que no puede casarse con él. Ante este lógica, Mijail accede y encienda la luz del taller.
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Capítulo 22 parte II
Al encender la luz, el taller queda iluminado. En una mesa hay un cadáver cuyas articulaciones son de madera y hierro. Mijail inyecta un sérum en el cadaver y este parece despertar, parpadea, mueve las extremidades, se levanta de la mesa y cae al suelo. Mijail explica a eva que esa mujer murió atropellada por un tren hacía 6 meses intentando salvar a un niño que estaba en las vías. El tren le había cortado los brazos. Mijail se los había reconstruído y mediante este sérum mágico le había devuelto la vida momentáneamente. Como ella, miles de personas encontraban la muerte de forma injusta cada día.
Eva queda horrorizada ante lo que acaba de presenciar, y le dice a Mijail que por muy buenas intenciones que tenga, no puede jugar a ser Dios. Mijail le contesta que si al día siguiente ella ya no está en la casa, lo entenderá perfectamente.
Dos semanas más tarde, se casaron en la catedral de Barcelona.
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Capítulo 23
Eva relata cómo fue el día de su boda y la forma en que Sergei le quemó la cara con ácido en la escalinata de la catedral. Relata cómo fueron los meses tras el accidente. Mijail intentó reconstruirle la cara y las cuerdas vocales, lo cual logró tras un año entero de esfuerzos. Después de la boda, las cosas empezaron a torcerse para Mijail. Sentís, celoso de su éxito, empezó a inventarse historias de fraude y trapicheos, y a manchar el nombre de Mijail para quedarse con todas las acciones de la fábrica y quitarle el puesto de gerente. Mijail empezó a perder amigos, presencia en los círculos de la farándula y eventualmente sus negocios empezaron a irse a pique. Él solo confiaba en Claret, quien había demostrado total fidelidad, y en Shelley.
Mijail empezó a refugiarse de todo aquel acoso y círculo de mentiras en sus talleres y su preocupación por arreglar lo que la naturaleza destrozaba. Empezó a criar mariposas negras, un insecto que llevaba el nombre de "Teufel", y estas pronto aleteaban por la casa. Mijail cada vez se perdía más en sí mismo y se alejaba más de Eva, sus dos amigos y el mundo real. Fue entonces cuando Eva empezó a entablar amistad con Claret, pues era el único que la mantenía al corriente de los sucesos del mundo. Fue Claret también quién explicó a Eva la obsesión que Mijail tenía por las enfermedades degenerativas y por entender por qué sucedían. Mijail coleccionaba fotografías de extraños casos de malformaciones. Albergaba la esperanza de poder encontrar la respuesta sobre cómo ayudar a esos seres.
Las cosas aún empeoraron más: el propio cuerpo de Mijail estaba empezando a degenerarse también. Él siempre había sabido que llevaba ese gen, desde que vió morir a su hermano pequeño en Praga debido a las malformaciones con que nació. (Resulta que esa historia, a pesar de lo que creía el inspector Florián, sí era cierta). A Mijail no se le manifestaron síntomas hasta aquel momento, su cuerpo empezaba a autodestruirse, sus huesos se deshacían, se cubría el rostro y las manos para que nadie pudiera verlo. Despidió a los sirvientes, que a estas alturas ya le tenían miedo. Claret fue el único que se negó a abandonarlo.
Mijail llevaba semanas encerrado en su taller, y Eva decide llamar a Shelley y a Claret para que la ayuden a tirar la puerta abajo y sacarle de allí. Al hacerlo, ven que Mijail ha estado operando sobre su propio cuerpo y se ha convertido en un monstruo con garras. Es entonces cuando Shelley rompe la promesa que le había hecho a MIjail al conocerlo y les revela a Eva y a Claret el pasado de Mijail en Praga.
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Mijail había nacido en Praga el último día del siglo XIX. Su madre era una criada que tuvo un romance con un señor de la nobleza. Al quedarse embarazada, se la echó del palacio. Esta fue a vivir al sistema de alcantarillado de Praga, donde todos los transeúntes, enfermos,huérfanos y fugitivos iban a refugiarse del frío, la desolación de la guerra y las miradas. Había una leyenda que decía que el alcantarillado era una ciudad en sí misma, cuyos habitantes rendían culto a un Dios mágico: El príncipe de los Mendigos. Se decía que no tenía edad, que su rostro era el de un ángel, que su mirada era de fuego, que vivía envuelto en un manto de mariposas negras y que "acogía en su reino a quienes la crueldad del mundo había negado una posibilidad de sobrevivir en la superficie". "La profecía decía que, algún día, un mesías enviado por el Principe de los Mendigos llegaría a los túneles y daría su vida para redimir del sufrimiento a sus habitantes". En esos túneles fue donde la madre de Mijail le dio a luz a él y a su hermano gemelo Andrej, quien murió a casua de sus malformaciones a los 7 años en las alcantarillas, y quien, al igual que Mijail, jamás había visto la luz del sol ni había conocido a su padre. Mijail terminó aceptando a la figura del Príncipe como la de su propio padre. Al poco tiempo, murió la madre de neumonía. Fue entonces cuando ya nada ligaba a Mijail a aquél lugar y decidió emerger a la superficie. Se cobijó en el portal de una casa que resultó ser la de un médico amable llamado Antonin Kolvenik. Este encontró al pequeño Mijail en el portal y le dió cobijo y comida. Al ver lo listo y bueno que era el niño, decidió adoptarlo, y durante 10 años le hizo de padre y le enseñó todo lo que sabía sobre medicina. El médico murió de mayor a los 19 años de Mijail, y este, enfurecido con el mundo por arrebatarle a un tercer ser querido, quiso poner en práctica todo lo que sabía de medicina para devolverle la vida al médico. A los pocos días, la policía apareció en casa de Antonin y encontró al cuerpo del médico abierto en canal y a Mijail llorando desesperado. Este fue llevado a un manicomio, y a los dos años de permanecer allí fingió su muerte y escapó. Fue entonces cuando llegó a Barcelona.
Capítulo 23 parte II
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Capítulo 23 parte III
Mijail cada vez se deformaba y deprimía más, y su relación con Eva y con sus amigos también se deterioraba. Sus condiciones de miseria iban en aumento. A Eva se le ocurrió que darle un hijo a Mijail podría levantarle el ánimo y traerle alegría. Sin embargo, aquella decisión sería un gran error. Mijail se alejó aún más de Eva y desapareció durante un mes. Al encontrarle por fin, se había transformado totalmente: Tenía colmillos, se había reconstruido la garganta y dotado de una voz malévola, y su rostro era irreconocible. Había perdido completamente la razón. Eva dio a luz a una niña a la que llamó María. La entregó a Shelley para que cuidara de ella como si fuera su propia hija.
Por otra parte, Benjamín Sentís, también arruinado, había estado urdiendo su plan de venganza. Se sospechaba que había sido él quien había ayudado a Sergei a escapar tras el ataque en la catedral. Se unió a Sergei una vez más para llevar a cabo su venganza final. Sentís sabía que la policía iba a registrar la casa de Mijail y Eva. Los documentos allí contenidos delataban los engaños de Sentís. La última noche de 1948 Sergei y Tatiana vertieron gasolina por los alrededores del caserón de Mijail y Eva, y le prendieron fuego. Luis salvó la vida de Eva. Mijail, por su parte, emergió de su taller reptando con sus nuevas garras. Arrastró a Tatiana y Sergei adentro del caserón, donde se quemaron vivos. Los cuerpos que habían encontrado carbonizados al día siguiente no eran los de Eva y Mijail. Mijail desapareció de nuevo por bastante tiempo. Shelley, leyendo sus planes y diarios, averiguó que había estado fabricando un sérum con la esencia de las mariposas negras. Eva supo que aquel era el serum que le había visto inyectar al cadaver de aquella mujer. En aquel momento supieron que el Mijail que conocían se había ido para siempre, y ahora era una bestia.
Mijail se ocupó de que cada una de las personas que le había traicionado pagase por ello, lo cual explicaba la muerte de los dos policías en la Velo-Granell y todos los miembros del comité de dirección de la Velo-Granell. La noche en que los dos policías murieron, el había acudido a la fábrica para rescatar las dos únicas botellas de suero que quedaban. Fue el Dr.Shelley quién terminó custodiando las botellas. Estudió el suero y creó otro suero que neutralizaba su poder. Impregnó 12 balas de plata con él, que años más tarde entregaría a Claret. Mijail, sin poder tener acceso al suero, murió y lo enterraron en el cementerio de Sarriá.
Por su parte, María había descubierto la verdad y encontró el frasco de suero que Shelley ocultaba y ayudó a Mijail a revivir. Mijail tenía en aquel viejo album de fotos la única foto existente de su hija, y por ello le tenía tanto apego. Por medio de Óscar y marina, Eva quiso avisar a Sentís de que iba a morir pronto ahora que Mijail había vuelto, pero este no la escuchó, con la mala suerte de que involucró a Florián de nuevo en el asunto y este también sufrió las consecuencias. El único serum que quedaba estaba ahora en posesión de Eva.
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Capítulo 24
Mijail acude al teatro donde Eva y Claret están relatando la historia a Óscar y Marina para recuperar la última botella de suero, ahora en manos de Eva. Claret dispara a todos los cadáveres que este ha traído consigo, y muere. Kolvenik atrapa a Marina, y advierte a Óscar que si no le entrega el sérum ella también morirá. Óscar discute con Eva y consigue que esta le entregue el sérum. Al ir a dárselo a Mijail, se le resbala de las manos. Este se abalanza a cogerlo y suelta a Marina. Óscar y Marina escapan. Eva provoca un incendio en el Teatro y recuperando la pistola de Claret con las balas anti-sérum que Shelley había creado, dispara a MIjail hasta matarlo. Ambos mueren quemados en el incendio. Durante esta trama, se descubre también que María ha muerto y es ahora uno de los muñecos de Kolvenik. Ella también muere en el incendio.
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Capítulo 25
Óscar y Marina vuelven a la casa de Germán y terminan de pasar las vacaciones de Navidad juntos. Marina, sin embargo, le rehuye y no le habla. Óscar decide volver al intrnado antes de que terminen las vacaciones. Pasan dos meses y aún no ha conseguido que Marina le vuelva a hablar. La echa de menos y tiene constantes pesadillas con los sucesos que vivieron semanas atrás. Decide volver a la casa de Germán a buscar a Marina pero encuentra la verja del jardín cerrada con candado.
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Capítulo 26
Óscar acude una vez más al caserón. Salta la valla y encuentra a Germán llorando. Este le desvela que es Marina quien estaba enferma y quién había ido a Madrid a visitar a aquél médico, y no él. Marina tenía la misma enfermedad que se había llevado a su madre. Óscar acude al hospital a visitarla, y vuelven a hablar y a recuperar la amistad que tenían.
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Capítulo 27
Las semanas van pasando y Óscar y Germán acompañan a Marina en el hospital. Óscar empieza a construirle una maqueta de la catedral que le prometió en el funicular de Vallvidrera que algún día le construiría. A días, parece que Marina está más animada y que se recupera.
Marina, por su parte, empieza a relatar la historia de Eva y Kolvenik en un libro.
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Capítulo 28
Marina empeora y en el hospital los médicos les dicen a Óscar y Germán que ya no pueden hacer nada más por ella. La trasladan de nuevo a la casa de Germán.
Óscar acude a casa de Shelley, a preguntarle si aún le queda algo de sérum. Este le convence de que sería un error ir por ese camino, y le recuerda cómo acabaron todos aquellos quienes lo utilizaron. Óscar le explica la muerte de María.
Marina muere de madrugada en su habitación, tras haberle confesado por fin a Óscar que le quiere.
Óscar y Germán se dirigen a aquella playa entre Tossa y Sant Feliu de Guíxols donde habían estado juntos una vez, y esparcen las cenizas de Marina allí. Después, vuelven a la ciudad y se separan. Jamás se volverán a ver.
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Epílogo
Tras separarse de Germán, Óscar desaparece por una semana sumido en su pena. El policía le encuentra en la estación de Francia tal y como se relata en el primer capítulo de esta historia.
15 años más tarde, Óscar vuelve a Barcelona, comprendiendo que no puede huír de sus recuerdos. Acude a la playa donde esparcieron las cenicas de Marina y decide que terminará de escribir la historia que Marina no tuvo tiempo de acabar.
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