La palabra malware viene del inglés, y es el término resultante de la unión de las palabras 'malicious software' o software malicioso. El malware es un tipo de software que tiene como objetivo infiltrarse o dañar una computadora o sistema de información sin el consentimiento de su propietario.
Virus
La propia palabra define lo que es un virus. La principal función de un virus es ir expandiéndose de uno a otro infectando la mayor cantidad de dispositivos posibles.
Spyware o Adware
No es software malicioso. Puede ser incluso software beneficioso. Normalmente es software que el usuario prefiere evitar, pero que instala sin querer porque cree que es bueno. Por ejemplo, cuando servicios online nos informan de que quieren recopilar información para mejorar sus servicios u ofrecer una mejor experiencia. La traducción de eso es que quieren obtener estadísticas para vendernos más productos, y eso en el mejor de los casos. Hay otras situaciones en la que los datos que extraen solo les benefician a ellos. Por ejemplo, son datos que pueden utilizar para mejorar su publicidad y ganar ellos más dinero. Lo peor es que este spyware o adware, que al final está presente en todos los ordenadores, smartphones o tablets, tienen spyware o adware.
Spyware o Adware
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Rasomware
Y por último tenemos al ransomware. Ransom quiere decir rescate en inglés, y de hecho lo que hace es secuestrar los datos de un ordenador y pedir un rescate económico a cambio de liberarlo. Normalmente lo que hace es cifrar tus datos, y lo que te ofrecen a cambio del rescate económico es la clave para poder descifrarlos.
El gusano informático es otro de los tipos de malware más comunes en la red, y su principal diferencia con los virus informáticos es que no necesita la intervención del usuario ni la modificación de ningún archivo existente para infectar un equipo. Por lo demás, tiene la característica de replicarse a sí mismo para expandirse por las redes a las que está conectado un dispositivo
Gusano informático
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Troyano
El troyano tiene algunas semejanzas con los virus informáticos, pero su funcionamiento no es exactamente el mismo. Mientras que un virus suele ser destructivo, un troyano trata de pasar desadvertido mientras accede a tu dispositivo con la intención de ejecutar acciones ocultas con las que abrir una puerta trasera para que otros programas maliciosos puedan acceder a él.