Pueden parecer términos equivalentes, pero la vocación y la profesión son vocablos completamente distintos. El primero está más relacionado con lo que te gusta, tu sentido en la vida, mientras que el segundo es un término utilizado de manera general, para hacer alusión a la ocupación, oficio o actividad de una persona.
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Las profesiones son ocupaciones que requieren de conocimiento especializado, formación profesional, como por ejemplo estudiar Medicina, Ingeniería, Licenciatura en Sociales, entre otros.
Definir lo que quieren ser cuando sean grandes, les ayuda a tener una meta o un objetivo a perseguir y esforzarse para alcanzarla será el compromiso de cada día.
Pie de foto: : CADA OPORTUNIDAD ES UNA POSIBILIDAD
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PERO...¿QUE ES LA VOCACIÓN?
La vocación es la inclinación a cualquier estado, carrera o profesión. El término proviene del latín vocatio, para los religiosos, es la inspiración con que Dios llama a algún estado. ... Para nosotros es la elección de una carrera profesional o de un trabajo, por ejemplo, mi vocación es ser Maestra.
Cuando estés revisando aquello que te gustaría estudiar cuando te gradúes como Bachiller, piensa en esto:
1. Identifica qué tipo de carrera te gustaría estudiar.
2. Determina si la carrera de tu interés se adecua a tu estilo de vida, es decir, te gustaría ser médico pero no te gustan los hospitales...
3. Evalúa si tus habilidades coinciden con tu elección, por ejemplo:
Quieres estudiar ingeniería, pero no eres muy bueno en matemáticas, quieres estudiar arquitectura o diseño gráfico, pero no te gusta o nos sabes dibujar... investigar qué habilidades son esenciales en cada carrera es de suma importancia para evitar sorpresas en el camino.
4. Estudia si hay muchas personas ya con esta profesión: esto puede hacer que no haya muchos empleos.
5. Habla con profesionales del área de tu interés, para que te cuenten como es eso que hacen.
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Y...¿CUÁL ES TU VOCACIÓN?
Cada vez que enfrentas con amor y alegría tus deberes escolares y agradeces a tus padres y a Dios por todo lo que tienes estas acercándote a Dios.
Dejar de hacer lo que tienes que hacer o hacerlo con desgano y pereza, hacen que tu vocación de estudiante desmejore y con seguridad Dios y tus padres se sentirán tristes...
Recuerda que en tus manos está la posibilidad de aprender cada día más y agradar a Dios con tus habilidades para hacer bien tu trabajo.