El ejercicio es uno de los pilares del estilo de vida cardiosaludable. Y es fundamental sensibilizar a la población -con especial hincapié en los más jóvenes, los mayores y las mujeres- de los beneficios que reporta para la salud en general y el bienestar del corazón en particular.
Así, según los expertos, son muchos los efectos beneficiosos del ejercicio en la prevención de las enfermedades coronarias y en la disminución de la mortalidad. Así, el ejercicio es fundamental en el control y tratamiento de enfermedades como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la obesidad, la diabetes y la enfermedad coronaria, así como en dolencias respiratorias y psicológicas.
Tanto las personas sanas como los pacientes cardiovasculares pueden mejorar su aptitud física con niveles de entrenamiento ligero. Esto sucede por un aumento del gasto cardíaco que origina una mayor cantidad de sangre aportada a los músculos y por la mayor capacidad para aprovechar el oxígeno de la sangre. Durante el entrenamiento también mejoran aspectos hormonales, metabólicos, neurológicos y respiratorios.
El deporte es una actividad que el ser humano realiza principalmente con objetivos recreativos aunque en algunos casos puede convertirse en la profesión de una persona si la misma se dedica de manera intensiva a ella y perfecciona su técnica y sus resultados de manera permanente. El deporte es básicamente una actividad física que hace entrar al cuerpo en funcionamiento y que lo saca de su estado de reposo frente al cual se encuentra normalmente. La importancia del deporte es que permite que la persona ejercite su organismo para mantenerlo en un buen nivel físico así como también le permite relajarse, distenderse, despreocuparse de la rutina, liberar tensión y, además, divertirse.
Los deportes tienen un impacto muy positivo en la vida de niños, jóvenes y adultos, pues permiten ejercitarse y pasar tiempo con la familia o amigos en un ambiente saludable.
Mente sana en cuerpo sano
De manera psicológica, mejora el estado de ánimo y reduce los niveles de estrés, ansiedad y depresión. Nos hace sentir bien emocionalmente, pues al hacer ejercicio libreamos endorfinas, mejor conocidas como las hormonas de la felicidad.
Mejora la salud
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el 6% de las muertes en todo el mundo se deben a la falta de actividad física, la cual también ocasiona padecimientos como el cáncer de mama y colon, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Hacer ejercicio de manera regular ayuda a prevenir enfermedades y a controlar el sobre peso y el porcentaje de grasa corporal. Además fortalece los huesos, aumentando la densidad ósea y mejora la capacidad para hacer esfuerzos sin fatigarse. Por si fuera poco fomenta la maduración del sistema nervioso motor y aumenta las destrezas motrices.
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Da la oportunidad de socializar sanamente
Los expertos aseguran que los niños y adolescentes que practican algún deporte son menos propensos a caer en adicciones como drogas o alcohol y en el caso de las mujeres, las posibilidades de un embarazo a temprana edad son mucho menores.
Los niños que hacen deporte pueden hacer amigos centrados en actividades sanas, seguras y agradables. Lo mismo sucede con los adultos, quienes tienen la posibilidad de desarrollar amistades en torno a un estilo de vida activo. El ejercicio y la competencia sana proporcionan alternativas de socialización que son más saludables y activos en comparación con otras actividades más sedentarias.
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Facilita el éxito en el ámbito académico:
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, sugieren que al entrenar la fuerza muscular y la capacidad motora, los estudiantes que practican deportes tienden a obtener mejores resultados en la escuela y obtienen puntajes más altos en pruebas estandarizadas. Además, tienen tasas de deserción más bajas y una mejor oportunidad de entrar a la universidad
Es una herramienta para desarrollar el carácter:
pues promueven la honestidad, el trabajo en equipo y el juego limpio, además del respeto a los compañeros y los contrincantes. La experiencia de resultar ganador o perdedor nos enseña a ser humildes y a tolerar la frustración. La competencia en general fortalece la autoestima, la confianza y el manejo del estrés. Finalmente, asumir algún rol importante dentro del equipo también contribuye al desarrollo de habilidades de liderazgo.