Los nuevas tecnologías se han introducido en nuestra vida cotidiana en forma de dispositivos electrónicos como los móviles, las tablets y los ordenadores portátiles y han alterado las rutinas que teníamos.
"El cerebro humano se ha adaptado genéticamente a dormir de noche, es decir, a dormir en oscuridad y a estar despierto de día. La razón es por una sustancia que el cerebro segrega, fabrica que es la melatonina. El cerebro debe dormir cuando fabrica melatonina y debe estar despierto cuando deja de fabricarla, que es cuando sale la luz", explica el doctor Eduard Estivill, experto en sueño.
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¿Cómo nos afecta el insomnio tecnológico?
Disminuye horas de sueño
Disminuye la capacidad de concentración
Disminuye la calidad del sueño
Aumenta el riesgo cardiovascular*
Aumenta el riesgo de padecer alzheimer*