Permiten mostrar relaciones entre diferentes conceptos. Los datos son expuestos de forma sintética, pero relacionándola con otras ideas de forma clara.
Un buen mapa conceptual es aquel en el que se parte de información más amplia y progresivamente se va hacia los detalles más concretos.
Este tipo de organizadores gráficos requieren el uso de conectores y preposiciones que relacionen sus ideas, dado que facilita una lectura ágil al repasar el contenido.
1. Mapas conceptuales
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2. Organigramas
Este tipo de organizadores gráficos muestran cómo está organizada de forma jerárquica una entidad, como por ejemplo una empresa, el personal de un hospital o el profesorado de un instituto.
También sirven para planificar las tareas que realizarán los miembros de un grupo
Consisten en tablas en donde se pretende averiguar las principales diferencias y semejanzas entre dos o varios elementos.
En los cuadros comparativos hay columnas, donde se suelen poner los temas, y filas, en donde se indican los aspectos a evaluar.
Son muy útiles a la hora de indicar las ventajas y desventajas de dos o más ideas, o aquellos aspectos que tienen en común y en qué difieren.
Normalmente, los diagramas de Venn muestran varios círculos que se solapan parcialmente. Cada uno de ellos representa una categoría y reciben el nombre de conjuntos.
Cuando dos conjuntos coinciden visualmente significa que comparten características algún aspecto. El área que no se sobrepone representa aquello que es exclusivo de cada conjunto.
Este organizador gráfico fue creado por John Venn, y originalmente lo utilizó en el ámbito de las matemáticas, aunque se puede utilizar en cualquier disciplina.
También se los llama mapas mentales. En ellos se muestran las ideas de forma visual, similar a como se hace en los mapas conceptuales, pero sin seguir una jerarquía. Simplemente se indican las ideas principales.
Son muy útiles en una fase temprana del estudio, dado que permiten aclarar lo fundamental del contenido e ir armándolo poco a poco para hacer un mapa conceptual posteriormente.
Se pueden utilizar colores, imágenes, palabras clave e incluso gráficos para ir entendiendo el tema tratado.
Permiten ver de forma esquemática cuándo ocurrieron acontecimientos, ordenados en función de sus fechas cronológicas. Facilitan comprender el tiempo transcurrido entre cada evento, además de permitir aprender su orden.
Estos organizadores gráficos son muy utilizados en disciplinas relacionadas con la Historia y las asignaturas relacionadas con esta.